Retro
La música sonaba a todo volumen y las luces de la discoteca iluminaban gran parte del bar dónde los adolescentes se reunían para beber un poco a escondidas de sus padres, era el único lugar que podía darles acceso a bebidas alcohólicas a jóvenes interesados a desgraciar su vida con el agrio sabor a Soju barato.
Hasta al fondo se encontraba un pequeño chico de 17 años, con cabello rubio y mejillas regordetas, a su lado; tenía lo que eran sus dos mejores amigos. Los cuales desdé que llegaron aquí no han dejado de pedir bebidas al pobre camarero que ya no tenía las cuentas de las veces que ha regresado a esa mesa en específico.
—Jimin-Shi, deja de ser un aguafiestas y diviertete por una vez en tu vida.—Dijo Daisy hipeando y con una sonrisa delirante que demostraba su embriagues.—Solo has tomado agua en toda la noche.—
—Lo siento, se que ustedes están en la etapa de "ser como los adultos" pero no pueden obligarme a beber algo que no me gusta.— respondió Jimin con una mueca en sus pomposos labios.
Ambas chicas se miraron entre si por la actitud de niño bueno que tenia Jimin, sabian que no podian hacer nada con la conducta de él, hasta donde recuerdan siempre a sido asi desde que lo conocieron, asi que no hicieron más por convencerlo y conrtinuaron bebiendo. Mientras tanto el rubio solo le aburría ver a sus amigas emborracharse, bueno, de hecho a todo el mundo cuando a el no le gustaba hacer eso, era algo denigrante perder la cordura con solo una bebida dañina para tu salud, asi que se despidio para asi salir de aquel bar. Sacó su celular para checar la hora siendo las 4 de la mañana exactas, no podia creer que desperdicio tanto tiempo en un lugar como ese, seguramente sus padres deben estar preocupados por el.
Paso un buen rato caminando por las ocuras calles agrietadas de Seul, el camino no era tan largo desde donde venia hasta su casa, solamente le tomo media hora en llegar caminando a su ritmo, además de que era una noche tranquila, perfecto para disfruta cada paso que daba.
Se puso justo en frente de la puerta de su hogar acercando su pequeña mano a la carrajura para incertar la clave de esta, aunque al ver que la puerta estaba abierta se detuvo levantando una de sus cejas confundido, tomo la palanca de metal y se adentro a la oscura vivienda poco a poco hasta entrar por completo y escender las luces. Algo le parecia extraño a Jimin, sabia que sus padres jamás dejarian la puerta de afuera bierta ni por error, además de dejar apagadas las luces sin avisarle, ellos solian decirle cuando ya iban a dormir, incluso mencionaban que le dejaban cena ya lista en la cocina, esta vez era diferente y no le gustaba.
—¿Mamá, Papá?— Se quito sus lindos converse rosas en la entrada para caminar hacia la sala.—¿Estan aquí?—
Los sillones estaban vacios y la tele estaba en estatica totalmente, se asomo hacia el centro de la sala notando una mancha extraña en la alfombra blanca que tenían, sus manos temblaron cuando noto que estaba teñida de rojo y no solo eso, habia un camino lleno de lo mismo que llevaban al comedor. Trago algo de saliva y esta vez mas inseguro camino siguiendo aquel camino notando en el momento como habia cosas rotas y tiradas en todas partes y cada vez más manchas rojas notorias. Camino por el pequeño pasillo llegando por fin hasta el comedor, escuchando una respiración agitada de alguien ajeno. Jimin estaba asustado, no queria pensar lo peor, se repetia varias en su cabeza que esto solo era una broma de sus padres para asustarlo por hacerse ido asi de casa. El sonido de un vidrio romperse en el suelo provoco que sus piernas temblaran y se asomara, todo estaba oscuro pero podia ver una sombra de una persona, solo estaba parado ahí sin hacer absolutamebte nada. Soltó un suspiro aliviado, posiblemente era su padre que fue por un vaso de agua en la noche.
—Papá, pensé que habia pasado algo malo.— su voz salio en un suspiro pasando al comedor para prender las luces.—¿Y mam-...?—
Sus ojos se abrieron por completo, su corazón comenzo a latir con rapidez y su voz se fue como si le hubieran dado un golpe duro en el estomago hasta dejarlo sin aire. La escena que estaba presenciando ahora mismo le estaba provocando nauseas y terror, sus padres estaban en el suelo con una charco lleno de sangre abajo de ellos, incluso no sabia si se trataba de ellos pues sus rostros estaban destruidos. Un grito desgarrador salio de su garganta tirandose al suelo con una mano en su boca, miro de inmediato al hombre que estaba parado quien sostenia una sonrisa enferma. Toda su ropa estaba cubierta de sangre y en sus manos poseia un martillo manchado del mismo liquido rojo.
Jimin no pudo aguantar y vomito a un lado con lagrimas en sus ojos, para el esto parecia una pelicula de terror que ya no queria estar en ella. Sintió lo pasos del hombre acercandose hacia a el, sabia que salir vivo después de ver una escena del crimen no era posible teniendo al asesino justo frente a ti, este seria el fin del pequeño chico rubio.
Su cuerpo tembló una vez que el contrario se agacho a su altura y con una de sus manos acariciar la mejilla llenandola de sangre. Jimin cerró los ojos con fuerza tratando de aguantar el asco, cosa que al sujeto le dio cierta ternura.
—No llores, ellos tuvieron la culpa.—
La voz del delicuente provocó que abriera los ojos y lo mirara confundido, sus lagrimas no dejaban de caer sobre su rostro.
—Me debían dinero, son unos ladrones, ellos son los malos aquí.— sus dedos pasaron por el cabello del chico para acariciarlo.—Yo solo vine por lo que es mio ¿entiendes?— Jimin asintió sacandole una sonrisa al otro.—Buen chico.—
El hombre se acerco más al rubio colocando sus brazos alrededor del cuerpo pequeño para abrazarlo lentamente e intentar calmarlo, llevo su mano al bolsillo del pantalón que traía sacando un pañuelo, esperó unos segundos más a que el niño se calmara y sin previo aviso colocar la tela con cloroformo en su boca forzandolo a que lo oliera. Jimin lucho por quitarselo de encima empujándolo y pataleando, la fuerza del otro era mayor así que no pudo ganar, el químico comenzó hacer efecto nublando su vista hasta quedar totalmente dormido viendo por última vez a sus padres.
—Ofrecer a tu propio hijo como paga es asqueroso señor Park, no se quien es el enfermo aquí.— cargó el cuerpo del rubio sobre su hombro y miró a los padres del mismo. —Creo es que usted.—
A pasado tanto tiempo desde
que tenía este capitulo en
proceso, hace creo medio año
Xd pero nunca es tarde para
volver a las andadas, y si
voy actualizar todas mis demás
historias, TODAS solo que
me quiero enfocar en al menos
terminar una para después
seguir con otra y asi .
Quiero agradecerles a los que
me han estado esperado
pacientemente desde mucho
y los que siguen al pendiente
de mis actualizaciónes.
Arriba las esperanzas abuelita <3
Los quiero y esperen más
actualizaciones.
26/08/2022
✨Yellow2Min✨
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