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Dos

Sus ojos se abrieron con cierto pesar con los rayos del sol que daba directo a su rostro, por esta razón es que había pedido que no hubiera ventanas en la habitación, incluso la cama estaba algo dura que le provocaba dolor de espalda.
Con dificultad se reincorporo en la cama tallando sus ojos con fuerza, no recordaba tener ropa pesada encima y estorbosa. Una vez que su vista dejo de ser borrosa se miro, alarmandose de estar esposado en cadenas que rodeaban la cama en la que estaba, ni si quiera era una cama, era la maldita base con un par de sabanas encima.

Miró a su alrededor notando que efectivamente esta no era su casa y estaba en un lugar diferente a su entorno. Al intentar bajar otras cadenas que adornaban sus tobillos le impedían moverse a otro lado mas que quedarse en ese lugar.

—¡Ayuda! ¿Hay alguien aquí? ¡Ayuda!— forcejeo un poco las cadenas con desesperación. Era imposible liberarse así de fácil, eran cadenas gruesas y las esposas claramente tenían llave.

—Buenos días cariño, al parecer despertaste antes de tiempo, apenas estoy haciendo el desayuno.— una voz suave se hizo presente en la habitación llamando la atención de Yoongi.

Un chico peli negro aprecio en la puerta recargado en la vieja madera desgastada. Yoongi no sabía que decir más que solo ver a la persona parada, lucia ser alguien joven, pues usaba ropa ajustada de cuero negro que hacía resaltar su tonificado cuerpo. Este sonrió por la mirada confundida del rubio y se acercó no sin antes cerrar la puerta detrás suyo.

—¿Acaso me veo mal?— dijo con cierto tono burlón.

—¿Q-que estoy haciendo aquí? ¿Q-quien eres tu y porque estoy encadenado?— su voz sonaba asustada y quebradiza como si estuviera a punto de llorar, pero solo eran los nervios que no dejaban que hablara con claridad.

—¡Agust! No seas grosero, ¿Acaso no te acuerdas de tu lindo esposo? Aveces eres una persona muy cruel...—  lloriqueo haciendo un leve puchero.

Yoongi levanto una ceja confundido. ¿Agust? ¿Esposo? ¿Cruel?

—¿C-como me llamaste?— preguntó inseguro de haber escuchado mal.

—Ya tontito, tus bromas no son graciosas.—

—Yo no soy ese tal Agust, posiblemente te confundiste con alguien más, no se si me conozcas pero me llamo Yoongi, Min Yoongi, soy pianista.— soltó una leve risa nerviosa por este mal entendido que se hizo, no podía creer que le estaba pasando esto.

—Uh...¡Cierto!—

—Si, posiblemente te confundiste de casa y trajiste a la persona equivocad-

—Una vez me contaste que cuando eras niño, te gustaba mucho tocar el piano, así que te traje un regalo por nuestro aniversario.— interrumpió sacando de atrás de la base de la cama un mini piano de juguete que se lo mostró a Yoongi con una sonrisa.

—¿Que? ¡oye! ¿Al menos me estas escuchando? ¡No soy quien crees que piensas!— forcejeo de nuevo hartándose de este maldito juego que se estaba montando  el otro.

El peli negro se acerco a Yoongi y le dejo el juguete sobre sus piernas para después sar pequeños brinquitos y aplaudir frenéticamente emocionado.

—¿Te gusta?—

—¡Mierda, dejame salir de una maldita vez, no soy Agust!—  tomo aquel piano lanzándolo al suelo enfurecido por el tonto comportamiento del sujeto, ni si quiera le hacía caso a lo que le decía.

Su expresión cambió cuando el chico corrió hacía dónde cayó el objeto que acababa de lanzar, se había destrozado por el impacto del golpe. Se arrodillo tomandolo entre sus manos y un sollozo hizo que Yoongi se relajara y mirara preocupado la escena.

—Hago un pequeño esfuerzo para hacerte feliz...p-pero siempre tienes que arruinarlo todo.— dijo entre sollozos abrazando con fuerza los pedazos del juguete presionándolo en su pecho.

—Oye...lo siento, no fue mi intencio-

Se detuvo cuando una pistola fue puesta justo en su frente, sus manos sudaron frío al ver la expresión cabreada del sujeto armado que por alguna razón seguía derramando lagrimas sin si quiera hacer el mínimo ruido como lo hizo hace unos momentos. El sonido del seguro quitarse alarmo a Yoongi que sus manos comenzaron a sudar frío y su cuerpo temblara del miedo.

—El pequeño gato salio a cazar, salio a cazar, salio a cazar...— entonó con una suave voz y esbozo una sonrisa mostrando sus encías.—Y el ratón cayó...— poso el dedo sobre el gatillo presionándolo un poco.

Yoongi cerro sus ojos con fuerza, aquí es donde le arrebatarian su vida injustamente gracias a un loco. Solo se escuchó como fue que jalo el gatillo pero no se disparo el arma por falta de balas, el rubio abrió los ojos temeroso notando como es que se estaba carcajeando el peli negro con una risa escalofriante.

—El desayuno esta listo~— dejó de reir para salir corriendo y desaparecer por la puerta.

Regresó con una bandeja en sus manos con varios platos con distinta comida, incluso se había tomado la molestia de hacer un postre, un delicioso pastel de chocolate con una fresa adornandolo.

—Espero que tengas hambre, hice tteokbokki especialmente para mi esposo.— dejo la charola en una mesita, tomando el plato con aquel platillo. Acercó un pequeño banco a la cama dónde se encontraba el rubio.

Yoongi mientras tanto seguía estando en shock, estaba tratando con una persona fuera de si, por poco moría con un balazo en la cabeza y el peli negro solo pudo reir como loco y cambiar drásticamente de tema. Ahora le estaba dando de comer tal cual fuera un niño pequeño. Al principio dudó en si quiera recibir un poco de la comida, pero tenía miedo de que su vida estuviera en juego.

Si no fuera porque tuviera hambre tambien lo rechazaría, y para ser sinceros, el tteobokki  estaba demasiado bueno, que no dejaba de comer. Incluso se acabo todo lo que el chico había traído, incluyendo el pastel. Ahora ambos estaban satisfechos.

—Me quedaría más tiempo, pero tengo que ir a trabajar, hay una tienda nueva de Joyas por aquí cerca.—

Si, por fin, el se iría y tendría una solo oportunidad para liberarse y poder escapar.

El chico se levantó y se dirigió a un armario que se encontraba en la habitación, lo primero que pudo ver Yoongi desdé la posición que estaba, es la cantidad de armas colocadas en el interior, parecían una especie de adornos pero sabía que no lo eran, son más que reales. Este sacó una pistola calibre rosada llenándola de municiones antes de guardarla en su bolsillo trasero.

—No tardo mucho, cariño.— guiño un ojo y se fue dejando completamente solo a Yoongi.

Esta era su momento.

Las cadenas con las que estaba amarrado eran lo suficientemente largas para mover sus brazos al menos unos centímetros fuera de la cama. Miró los palillos chinos de metal puestos sobre la mesita de noche de a lado, los tomó y trató de abrir las cerraduras de las esposas con estas. Se frustro al no ver avances y las arrojo al suelo.

—¡Ayuda, estoy secuestrado!— grito con todas sus fuerzas jalando las cadenas hacía adelante.—¡¿Alguien me escucha?! ¡Por favor ayudenme!— solo podía gritar hasta que la garganta se le desgarre.

Jalón por última vez las cadenas hasta que estas se soltaron de la cama dejándolo libre de sus brazos, sonrió victorioso y se dedicó tratar de liberar sus pies que seguian encadenados. Para su suerte estaban atadas alrededor de la cama, así que con trabajos se desato quedando liberado.

Apenas terminó se levantó de la cama y corrió hasta la puerta arrastrando por el suelo las cadenas. Al abrirla unas escaleras rumbo arriba le esperaban, no le importaba en absoluto nada, solo quería salir de aquí una maldita vez. Subió la escaleras terminando en lo que era la casa, estaba todo oscuro y desprendía un olor desagradable, parecía que no habían limpiado aquí por años.

Visualizo la puerta que se suponía daba a la calle y se apresuro a salir por ahí mismo.

Todo se volvió a una horrible pesadilla, negó varias veces parpadeando asegurándose de que estuviera despierto y que esto solo era un terrible sueño del cual quisiera despertar ahora mismo.
Se dejó caer de rodillas al suelo, estaba perplejo de lo que veía sus ojos gatunos.

Estaba en medio de la nada, no había carretera, no había arboles o demás casas para pedir ayuda. Solo estaban él y el viento, solos en la deriva de lo que parecía ser un desierto desolado, un lugar fantasma que jamás había conocido o visto.

Las posibilidades de que encontrara la salida eran bajas, no había nadie que le pudiese ayudar, al menos un poste telefónico que se viera a lo lejos, nada.

Estaba perdido.

Sonrió cuando una pizca de esperanza llegó, tal vez había un celular en la casa. Se levantó y desesperado entró rebuscando en todos los rincones del lugar un teléfono, más sin embargo no encontró ninguno. Se maldijo por lo bajo y jaló sus cabellos con desesperación.

No había nada que hacer.

"Aqui en las noticias, Park Jimin, mejor conocido como Kitty Gang uno de los criminales más buscados por la policía coreana , escapo de la cárcel hace más de un mes, se requiere de la ayuda ciudadana para poder encontrarlo y hacer que pague por sus crimines"

La tele fue encendida llamando la atención del rubio.

"Se dice que escapo junto a Suga, alias Agust D, compañero de prisión del chico ladrón"

¿Ahora sabes quien eres?—

Yoongi abrió sus ojos y un escalofrío recorrió su espina dorsal, lentamente giro su cabeza encontrándose con lo que sería su peor pesadilla.

—Esta vez no vas a escapar de mi, porque estamos hechos el uno para el otro, porque yo soy Kitty Gang.—

AHHHHHH MAN, ME ESTA ENCANTANDO
ESCRIBIR ESTA WEAAAAAAAA

Miren,  quise dejarle el nombre de
"Kitty Gang" porque osea, es supremacy
y el título lo puse como el apodo que le
dieron a mimi en el Seasons Grettings
porque tipo, quedaba re bien con la
trama, Yo know, los gatos callejeros
suelen robar su alimento 👀

Yayayaya, disfruten y coman bien

Yellow2Min🍥
6/11/2021

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