Welcome To Dream
Una tarde fria caía sobre el bosque Gotjawal dando a entender que luego lloveria, algo muy común en este lugar. Siempre un ambiente frío, con neblina y un poco de lluvia.
Una joven caminaba como cada tarde por aquel bosque admirando su belleza, el ambiente preferido de esta chica era este, la suave neblina envolviendo las hojas de esos altos árboles, el suave sonido del río corriendo. Los pájaros cantando y todo lo demás en silencio. Una gran paz se sentía. La joven detuvo sus pasos al darse cuenta que había llegado al límite de su territorio, limite que era marcado por un cuchillo con un pedazo de tela roja clavados en gran un árbol.
Se quedó viendo hacia el otro lado, viendo como todo por allá era más ruidoso e intranquilo, viendo como habían cortado los árboles para hacer sus casas. Algo que no le gustó mucho, ella amaba la naturaleza y no le gustaba cuando la perturbaban, mucho menos cuando le quitaban su belleza, cosa que ellos habían hecho. Destruyeron todo para terner sus comodidades que a su parecer eran innecesarias, se preguntaba ¿Por que hacer una piscina en un bosque donde casi todos los días llueve?. Era algo realmente estúpido.
Se dio la vuelta para volver a su hogar cuando escucho a unas chicas riendo, volvió a darse la cuenta para ver a tres chicas caminando y riendo entre ellas, una de ellas había llamado su atención, de buena manera, era hermosa aquella chica. La miro durante unos segundos para luego ignorar sus pensamientos y a aquellas chicas desconocidas y seguir con su camino de vuelta a casa, esta vez, caminando junto al río, viendo la tranquila corriente caminar a su paso. Le fascinaba la naturaleza realmente, algo que compartía con sus pequeñas, apodo que les puso a sus hermanas menores cuando tenía 7 años. Las adora más que a nada, y las protegerá sobre todo.
Una vez había llegado a su casa comenzó a desvertirse revelando su gran fisico para cambiarse de ropa a algo mas cómodo, decidió hacer un poco de ejercicio. Estaba en ropa interior cuando el sonido de la puerta abriéndose le llama la atención haciendo que volteara, era su hermana menor, HanDong. Cargaba brasier negro y unos boxers negros de encaje. Comenzó a buscar algo de ropa, unos monos grises con un suéter negro y comenzó a vestirse. No tenia pena alguna ya que ella y sus hermanas eran muy abiertas en ese aspecto, aunque HanDong fuera insegura con su cuerpo e intentará cubrirse algunas veces.
— Unnie — pronunció la menor — Tengo hambre... y YooHyeon dice que hoy es tu turno... — dijo haciendole un pequeño puchero a su mayor la cual no pudo resistirse.
— Ya hago de cenar DongDong — respondió la mayor, dándole una suave sonrisa y acariciando su cabello.
La mencionada comenzó a dar pequeños brinquitos y aplaudir suavemente, lo que hizo que la mayor se enterneciera.
— Dile a YooHyeon que mañana le toca, y que se de una ducha... — le ordenó a HanDong — La vi haciendo ejercicio cuando salí a pasear y si la conozco bien, luego de hacerlo se puso a jugar play sin bañarse... Si no lo hace, dile que no le daré cena si no obedece. —
— Si es cierto SuA-Unnie... Su habitación apesta a sudor — Dijo haciendo un gesto que daba a entender el maloliente olor de la habitación de su Maknae.
HanDong salió de la habitación de SuA dejando la sola, la nombrada se colocó sus tenis y salió a la cocina, haría ejercicio luego de hacerle de cenar a sus pequeñas.
Las tres hermanas vivían en una casa grande, con ambiente rustico; fue construida en un gran espacio donde no habían árboles. Era la casa más grande de todo el clan como era de esperarse, prácticamente una mansión. Tenían señal de tv e internet que consiguieron obtener gracias a las antenas que creo su padre, las tres tenían buenos teléfonos, buenos aparatos electrónicos. Les hiba bien, no se quejaban, y lo mejor era que todo era conseguido sin maltratar al bosque. Tenían grandes siembras con las que se alimentaban además de exportar hacia otros lugares ganando de esa manera dinero para conseguir todo, un gran patrimonio construido de la nada por sus abuelos, Kim Jimin y Kim Bora. Era el mayor orgullo de todos, cada miembro del clan ayudaba un poco y cada vez crecían más.
La loba salió de su habitación y bajo las escaleras hacia la cocina para comenzar a hacer la cena.
Por otro lado HanDong luchaba verbalmente para que su Maknae fuera a darse un baño.
— ¡Mocosa si no te duchas no tendrás cena! — decía atravesandose entre la menor y la tv, haciendo que la última nombrada perdiera su juego.
— HanDong! Mira lo que hiciste! — dijo exaltandose por haber perdido su videojuego.
— ve a bañarte, es hora de cenar. — dijo la castaña con voz firme.
A la menor no le quedo otra opción más que obedecer a su mayor.
Las tres sentadas en el comerdor, reían mientras cenaban gracias a las ocurrencias de su Maknae que no paraba de decir tonterías.
— Vamos unnies! — decía mientras se salían algunas lágrimas de la risa — ¿Que tiene de malo que quiera tener ojos láser?.
— ¡Tiene de malo que destruirias todo mocosa! — decía HanDong intentando calmar su risa — ¡No has quemado la casa de milagro!.
— Admito que soy algo torpe, pero jamás quemaria la casa. Además, ¡¡sólo quiero ojos láser para poder cortar a HanDong por la mitad!! — se defendió la peliplata.
— ¡¿QUE ACABAS DE DECIR?! — Decía una HanDong sorprendida, pues jamás pensó que su hermana menor quisiera cortarla por la mitad.
La mayor de las tres sólo se limitaba a observar la graciosa escena que hacían sus hermanas, ya que no quería que su maknae quisiera cortarla por la mitad a ella también. A las tres les dolía el estómago de tanto reír.
Luego de cenar SuA, fue al gimnasio que habían hecho junto a su casa, era un cuarto grande con pareces y techo de cristal, por lo que se podían ver sus alrededores, contaba con aire acondicionado y buenas máquinas de ejercicio.
Aunque a SuA no le molestaba en absoluto que la observaran haciendo ejercicio, si le molestaba el hecho de que intentarán esconderse como lo hacia aquella chica tras los arbustos, ella finjia que no se daba cuenta para no hacer pasar vergüenza a aquella chica desconocida. Tomó una toalla y comenzó a secar su sudor, mientras al mismo tiempo tomaba un poco de agua; se dirigió a la salida para luego ir a su hogar, al entrar todo estaba apagado y en silencio, de seguro sus pequeñas estarían durmiendo, esas dos niñas eran lo más importante en la vida de aquella joven y las protegeria de cualquier cosa, las adoraba y eso se notaba a kilómetros.
Mientras tanto el dia de las tres princesas se había dividido en ir toda la mañana de compras al pueblo. Venían caminando de regreso a su hogar por el bosque, riendo y haciendo bromas entre ellas mismas, una de ellas no pudo evitar sentirse observada por una mirada penetrante, volteó hacia todos lados preocupando a sus hermanas, pero lamentablemente no logró ver a nadie observandola, ¿sería paranoia?.
— ¿Siyeon estas bien? Te noto nerviosa — dijo la mayor de las tres deteniendo el paso para mirar a su hermana de frente.
— Si si unnie... es sólo que sentí una mirada extraña sobre mi... — decía la castaña aún mirando a sus alrededores.
— Vamos unnie, siempre nos miran hombres y a veces mujeres... No debería extrañarte que alguien se te quede viendo ¿no?... - decía la menor de las tres queriendo apurar a sus hermanas, quería volver a casa.
— GaHyeon tiene razón, debe ser alguno de esos asquerosos... — dijo la mayor haciendo un ademán para quitarle importancia.
—Si... debe ser eso... -Decía siyeon escéptica, esa mirada no se sentía como ninguna que le hubieran dado... — Se sintió diferente... — susurro para si misma una vez que sus hermanas de habían puesto en marcha.
Al llegar a casa las tres jóvenes se separaron y fueron cada una a su habitación, cada una caminando rápido por distintos motivos.
MinJi, la mayor. Quería volver a su acogedora habitación ya que había dejado un libro incompleto sobre criaturas mitologicas y toda la mañana se había quedado pensando en el. El libro hablaba de todo tipo de criaturas, vampiros, sirenas, gigantes, pero a la princesa heredera del trono no la había atrapado ninguna de esas criaturas... Hasta que llegó al capítulo de Lobos, sin duda poseía una gran curiosidad sobre esa especie, más que todo ya que vivía junto a un clan de Lobos... que jamás había visto en carne y hueso, sólo pequeñas ilustraciones viejas. Se preguntaba si serían gigantes y peludos, o si sabrían hablar bien el idioma. Lo único que le había dicho su abuela de aquellas criaturas era que eran animales salvajes, como perros... Sucios, malolientes y poco agradables. Y que habían asesinado a su abuelo para quedarse con el bosque, pero ella no lo permitió y los aislaron para que no hicieran daño a nadie. A MinJi le llamaba mucho la atencion todo lo que decia su abuela de los Lobos ya que, si son tan salvajes, ¿por que en estos años no han vuelto a atacar?
Siyeon, la del medio. Quería volver a su habitación ya que aún sentía aquella mirada, sintió que miraron a través de ella y eso la había desconcertado bastante. Sólo se sintió segura hasta que estuvo dentro de su habitación... Sin duda alguna le había afectado mucho aquello sucedido en el bosque. Comenzó a desvertirse, tomaría una ducha caliente... Eso la ayudaría a bajar sus nervios, era una tontería que se pusiera así por algo que su mente había hecho, no había nadie observandola, se convenció de eso.
Mientras que GaHyeon, la menor. Quería volver rápido para arreglarse, se supone que saldría con sus amigas, Rose y Lisa, ellas eran novias... lo que si, hacia a GaHyeon la velita del trio de amigas. GaHyeon esperaba algun dia conseguir una relacion como la de aquellas dos. Debia apurarse no tardarian mucho en llegar por ella.
Ya era de noche y su madre las llamo para que bajarán a cenar, siempre cenaban en familia. GaHyeon acababa de volver hace unos minutos mientras que las otras dos chicas habían estado todo el día encerradas en sus habitaciones. Siyeon practicaba su canto, ama cantar y se le da muy bien, la relaja cantar. Mientras que MinJi había pasado toda la tarde leyendo aquel libro, lo había terminado y sólo había alimentado aún más su curiosidad hacia la especie lobo... Sabía que a su familia no le gustaría para nada que se haya obsesionado con leer sobre los lobos, lo mantendría en secreto.
Todos sentados en el comedos, Lee JungKook, el Rey vampiro, sentado en el lugar mas importante de la mesa. Su madre, SoJung a su mano izquierda. Su hermosa Esposa, Lee Jennie a su mano derecha. Su primogenita Minji, junto a su madre. Mientras Siyeon y GaHyeon junto a su abuela. Sin duda alguna Lee Jungkook se sentia orgulloso de su familia, lo unico malo aqui era que no habia tenido un hijo varon, un heredero. Solo Tuvo niñas, por lo cual estaban en tramites para cambiar las leyes. Su primogenita heredaria el trono, y sus hijos llevarian primero el respetado apellido Lee, no el de su futuro padre. Asi el linage Lee seguiria puro y respetable. Su esposa se encargaria de encontrar un buen pretendiente para su hija, lo sabia, es no le preocupaba. Mientras Siyeon y GaHyeon resivirian una herencia, nada comparado con lo que MinJi resiviria.
Ambos clanes en calma, nadie se imaginaria ni en un millón de años lo que estaba a punto de suceder.
Bienvenidos a Soñar.
WEEENAAAASS iegue io. okno.
HOOLA! ¿como estan?.
Espero de verdad les este gustando la historia, doy mi mejor esfuerzo por lograr un buen resultado que me satisfaga para publicarlo.
Voten y comenten que les parecio, me da animos para continuar.
Tambien compartan la historia por Instagram, Facebook, por donde quieran para que otros InSomnias logren leer!.
Cuidense y hasta la proxima!
@YoKo1996 @Rin_RINxX Las quiero :3
—Z
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