Sleep-Walking
Las chicas vampiro habían bajado al comedor hace un par de minutos, estaban siendo acompañadas por la mayor y la menor de las lobas, mientras la castaña aún preparaba la cena. Las princesas hablaban entre sí intentando no caer en un incómodo silencio, ya que la loba pelinegra estaba sumida en sus pensamientos y la peliplata en su teléfono.
- ¿Siempre cocina HanDong? - Preguntó, para sorpresa de todas la menor de las vampiras.
- Nos turnamos, aunque la que menos dejamos que se acerque a la cocina es a YooHyeon, puede provocar un incendio. - Habló con calma la líder lobo.
La peliplata la vio con desgano y luego se concentró en su teléfono de nuevo.
La princesa tenía curiosidad en que tanto podía ver una chica de bosque en su tlfn, ¿chicas leñadores sexys?. MinJi se levantó de su asiento con cuidado y se sentó junto a la peliplata.
- ¿Que ves? - Dijo en voz baja.
La loba no se inmutó por la pregunta de la chica, siguió en su teléfono como si nada ocurriese. La pelinegra se inclinó un poco y pudo visualizar que la contraria navegaba por Instagram, y al contrario de lo que pensaba la loba veía fotografías de paisajes y de animales, sobretodo de mariposas; una que otra foto de personas, artistas, que la princesa lograba reconocer.
- ¿Me das tu usuario? - Volteó a la chica junto a ella, un hermoso perfil entro en su campo de visión y cuando la peliplata se volvió hacia ella negando suavemente con su cabeza la mayor ya se había perdido en el mar de sus ojos. Segundos después fue que la de cabello oscuro se dio cuenta de la negación de la chica. - ¿Por qué no? - Solo volvió a recibir un negamiento en respuesta.
MinJi miró a su alrededor percatándose que todo lo demás estaba en silencio, la líder lobo sumida en sus pensamientos con la vista fija en sus manos, ya decía la princesa que era raro que no hubiera alguien intentando alejarla de la loba; GaHyeon había desaparecido, suponiendo que estaba en la cocina con la loba faltante; y Siyeon, bueno, mirando a la líder distraída con una pequeña curva al final de sus labios. La mayor sonrió por esa escena, tan pacifica y tierna, su hermana pequeña tenía un brillo especial en sus ojos, esta vez un brillo real y honesto.
- Todo está listo - Anunció HanDong entrando al comedor junto con GaHyeon, ambas con cosas en mano.
Del otro lado del bosque se encontraba un hombre furioso, lanzando todo lo cercano al suelo. Tal como niño pequeño en medio de un berrinche.
- JungKook detente, ya. - Hablaba por enésima vez su esposa.
- Malditos animales del demonio. - Susurró antes de caer en la silla frente al escritorio. - Tiene que morir. -
- ¿De qué hablas? -
- La líder del clan lobo, tiene que morir. - El hombre hablaba bajo, como si discutiera con el mismo que hacer.
- No, debes detenerte. La envidia y la avaricia te están echando, no hagas ninguna estupidez. - Advirtió la mujer bastante enojada. Recuerdos de una noche similar, de hace tantos años atrás llegaron a su mente y sus piernas flaquearon. - Ya tienes suficiente poder. -
- No es suficiente. - Su mirada sombría se perdía el la oscuridad de la habitación. - Ellos asesinaron a mi padre, todos los de ese clan van a morir, todos. - El hombre sacó una botella de alcohol del gabinete de su escritorio. - Llama a los guardias, debo darles una tarea. -
La tormenta había comenzado ya, la fuerte lluvia golpeaba contra las ventanas de la mansión, los fuertes sonidos del cielo se hacían presente.
- ¡Que los llames! - Gritó el rey lanzando su vaso contra la pared.
La reina del clan no tuvo otra opción más que obedecer a su marido.
Al transcurrir las horas las chicas se habían acostado a dormir, las tres vampiras en el cuarto de la peliplata, mientras que esta compartía cama con su mayor.
La mayor del trío daba vueltas en la cama intentando hacer el menor movimiento, sus hermanas habían logrado conseguir buen sueño mientras que ella no podía cerrar los ojos. Dudó por mucho tiempo pero al final decidió levantarse por un vaso de agua.
Por suerte la fuerte tormenta del fondo tapaba cualquier ruido que hiciera, como el de la puerta abrirse y cerrarse. Los destellos de luz entraban por las ventanas traspasando las cortinas cerradas. Con sutileza bajaba las escaleras para dirigirse a la cocina. Al llegar al lugar tomó un vaso de cristal y se sirvió un poco de agua.
No sabía si era la tormenta o qué, pero la pelinegra juraba que había escuchado ruidos fuera de la casa, se debatía si sería prudente asomarse a la ventana para aclarar dudas. Bajo sus pies se sentía el frío del suelo aunque cargara los calcetines que la peliplata le había dado, se acercó lentamente a la ventana y removió un poco las cortinas para ver mejor del otro lado.
- ¿Que haces aquí? -
- Carajo - La princesa había dado un pequeño salto del susto y de milagro el vaso de cristal aún permanecía en sus manos y no en el suelo hecho pedazos. - Me asustaste. - Dijo para lavar el vaso.
La loba sólo miraba sus movimientos.
- Vine por algo de agua, no puedo dormir. - Le explicó a la chica.
- Yo igual. - La más baja tomó otro vaso y se sirvió un poco de agua para luego tomarlo. - ¿Que mirabas? -
- Oh, es- es que creí escuchar ruido afuera. Supongo que era algún animal o cosas de la tormenta. - Explicó. Espero un poco para luego comenzar a caminar fuera de la cocina.
- Espera. - Le llamó la loba pelinegra. - Necesito hablar contigo. -
El reloj marcaba un poco más de media noche, la tormenta en lugar de cesar solo empeoraba, relámpagos fuertes iluminaban la oscuridad del bosque pero la espesa niebla quitaba cualquier posibilidad de ver más allá de un par de metros.
- Claro - La más alta volvió a su lugar no muy convencida, que querría hablar con ella la la líder lobo.
La más baja iba a hablar cuando un ruido seco sonó en la parte superior de la casa, ambas miraron hacia arriba.
- De seguro es YooHyeon, a veces es sonámbula. - Decía la pelinegra más baja. - Será mejor que vuelva con ella, hablaré contigo luego. - La chica de cuerpo esbelto dejó el vaso en el mostrador y se encaminó escaleras arriba siendo seguida por la princesa.
Ya en la parte más alta de la escalera unos ruidos fuertes a la puerta las detuvieron, ambas se miraron y voltearon al lugar de donde provenía el sonido. Se distinguía una figura fuera tocando la puerta principal, sin embargo las cortinas provocaban que solo se viera su silueta. La líder le hizo señas a la princesa de que no hablara ni se moviera. Pasaban los segundos y los golpes solo incrementaban en fuerza y constancia, el ruido de la tormenta ligandose de fondo solo provocaba confusión, sea quien sea que estuviese fuera estaba gritando pero era imposible entenderle.
El par lobo faltante no tardó mucho en llegar a donde estaban las pelinegras, miraron buscando alguna explicación de lo que ocurría pero solo recibieron señas que guardaran silencio. Las princesas menores no tardaron mucho en llegar también al lugar.
La pelipata dio un par de pasos al frente terminando de bajar las escaleras, tomó un bate de béisbol que estaba en una esquina y se aproximó a la puerta siendo seguida de cerca por la líder lobo. La loba castaña les hizo señas a el trío vampiro que la siguieran, las llevó a una esquina escondida junto a las escaleras y les pidió que no se moviesen ni hicieran ruido alguno para luego seguir de cerca a sus hermanas.
La mayor se puso tras la puerta tomando el pomo en sus manos, la peliplata en posición para atacar a penas la puerta fuera abierta, y HanDong detrás de su mayor esperando atacar.
Abrió la puerta rápidamente y la peliplata tubo que para el batazo en seco al distinguir la silueta fuera de la casa.
- Maldita sea YooBin. - Maldijo aún con el bate alzado.
- El río se desbordó y crece demasiado rápido, las personas que viven más cerca del río necesitan refugio, se están inundando - Hablo rápido la pelimorada.
- Joder - Habló por lo bajo la líder del clan. - Busquen suplementos, YooHyeon y yo iremos a ayudar a la gente, Handong ve preparando el bunquer con sábanas secas y comida, llevaremos a todos ahí por el momento. - Planifico rápidamente.
- ¿Podemos ayudar? - Hablaba Siyeon saliendo del escondite seguida por sus hermanas. - Cualquier ayuda es buena, ¿cierto? -
- ¿Que hacen ellas aquí? - Hablo la de cabello morado temblando por el frío.
- No es momento YooBin. - Corto la más alta.
- Pueden ayudar a Handong - Propuso la líder.
- Una me puede ayudar, puedes llevarte a las otras dos para evacuar al clan, allá necesitan más ayuda. - Hablo Handong.
- Esta bien, rápido, pónganse zapatos y algunos impermeables. - Ordeno la pelinegra.
Luego de esa orden, YooHyeon, SuA, Siyeon, MinJi y YooBin se dirigieron lo más rápido posible a las casas cercanas al río. La niebla era espesa y dificultaba ver a lo lejos, sin embargo llegaron rápido al lugar. El río estaba demasiado crecido y las corrientes eran realmente muy fuertes, había que evitar a toda costa la cercanía al río, un pie ahí y te llevaría la corriente.
Comenzaron a evacuar a los lobos, primero los cachorros y las hembras, los lobos machos ayudaban a que todos salieran seguros del lugar. Las chicas se habían dividido, Dami guiaba a los lobos al refugio, SuA se adelantaba a las casas a sacarlos a todos, y MinJi, Siyeon y YooHyeon iban de últimas llevando a los rezagados con el resto del clan.
- ¡No hay nadie! - Gritó la castaña saliendo de una casa.
- ¡Aquí tampoco! - Respondió la princesa saliendo de otra.
- Revisare aquella - Reportó la peliplata.
- Siyeon espera, ¿Escuchaste eso? - ambas guardaron silencio, a lo lejos las chicas lograron escuchar de forma suave una voz. No sabían distinguir si eran los ruidos del bosque haciendo ilusión o de verdad alguien había quedado atrás. - Yo iré, avisale a YooHyeon - la castaña asintió.
Los pies de la princesa se hundían en el suave barro, cada vez escuchando más fuerte la voz, solo que con una visión muy mala del lugar por la lluvia y la niebla. Su respiración se reflejaba en el aire, estaba totalmente empapada y aunque no fuera capaz de sentir frío como tal, era consciente el invierno a su alrededor. Y entonces lo vio, un niño subido a un árbol que estaba a punto de ser arrasado por el descontrolado río.
Joder, maldijo en sus adentros.
Se apresuró a llegar a él, el niño estaba petrificado del miedo. MinJi tuvo que subir por el.
- ¡MinJi! - Escuchó la voz de su hermana.
- ¡Por acá! - Tomo al niño en brazos justo a tiempo ya que el árbol donde estaban se cayó debido a la fuerza de impacto del río, aún siendo sostenido por sus raíces.
- Mierda. - Sostuvo al cachorro con la suficiente fuerza para no perderlo y que la corriente se lo llevara sin lastimarlo.
- MinJi, joder... - Vio a l peliplata y la castaña llegar al lugar.
- Lanzame al niño - Gritó la más alta. La pelinegra no dudó en hacerlo, así que usó su poder para lanzar al niño en dirección a la loba. Solo que el esfuerzo hecho hizo que las raíces que sostenían el árbol terminaron de salir del suelo, y el río la arrastró.
- Toma toma - La peliplata le pasó el niño a la vampira y comenzó a correr junto a río, contra el suave suelo donde sus pies se atascaban, las piedras y las ramas caídas. - ¡Llévalo al refugio! - Le grito a la castaña.
La loba pudo ver a la princesa siendo arrastrada por el río, chocando con piedras en el camino quedando inconsciente una de esas. Joder, la pelinegra se estaba hundiendo, se iba a ahogar.
La peliplata tomó su mayor impulso y saltó a la corriente, corriendo el riesgo de golpearse con alguna roca o rama bajo el agua
Holis uwu
Volvi 7u7 ahre
Espero les haya gustado este cap, nos leemos la próxima
-Z
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