Siren
La castaña corría con el pequeño niño en brazos, temblaban de frío y la lluvia no daba piedad. Por su mente pasaba su hermana y no podía evitar preocuparse, la vio caer al río y siendo llevada por la dura corriente. El refugio estaba bastante alejado por seguridad, sus piernas dolían del cansancio, luchar contra el espeso lodo en sus pies no era cosa fácil, mucho menos corriendo con un niño en brazos. Y entonces ocurrió algo inexplicable, la vampira comenzó a oír disparos por todas partes, se detuvo como pudo y se escondió con el pequeño en unos arbustos cercanos, el niño estaba demasiado asustado, tenía que hacer algo para tranquilizarlo y evitar que hiciera ruido así que lo abrazó con fuerza. Disparos siguieron sonando pero cada vez más lejos, ¿habría humanos cazando? Con esta tormenta, no creo que alguien sea tan estúpido. Los disparos cesaron, la castaña esperó un tiempo prudente y volvió a cargar al cachorro para llegar lo más rápido posible al refugio. Esta noche parecía no tener fin.
Por otro lado cierta peliplata luchaba para subir a la superficie, su pierna había quedado atascada a una rama en el fondo del río, todo a su visión era negro y la corriente traía consigo más ramas y piedras las cuales no podía ver sino hasta que le golpeaban el cuerpo y el rostro, se quedaba sin aire y sabía que no podía entrar en pánico porque sino se ahogaria en ese instante; acumuló toda su fuerza y con su pierna libre rompió la rama de una patada, salió lo más rápido posible a la superficie ahogándose por la rapidez que tomaba aire. Era difícil ver con la corriente agitada, en un segundo estabas bajo el agua golpeandote con todo lo que arrastraba el río y al otro intentando mantenerte a flote. A lo lejos divisó el cuerpo flotante de la vampira, estaba boca arriba y no ahogándose boca abajo inconsciente. Como pudo la loba nadó en dirección a la chica, ramas filosas se clavaban en su piel y piedras enormes dejaban hematomas.
Al alcanzar a la vampira la atrajo a su cuerpo y la alzó para evitar que tragara agua, revisó su respiración y aunque era débil estaba presente. Por más que intentara llevarlas a la orilla la corriente las volvía a atrapar, vio que se aproximaba una enorme roca plantada en el suelo que ni la fuerte corriente logró arrastrar. La peliplata cambió de lugar con la mayor y se colocó de espaldas a la roca, la protegió con su cuerpo y espero el inminente impacto, la pelinegra seguía inconsciente y la loba intentaba mantenerla respirando a toda costa. El cuerpo de YooHyeon impactó fuertemente contra el objeto sacando el aire de sus pulmones, sintió un doloroso y fuerte crujido, quizás una o dos costillas rotas, entonces el sabor a sangre llegó a su boca. Ambas siguieron avanzando con la corriente que en vez de calmarse se volvían más traicioneras. La loba intentaba idear un plan pero nada funcionaba, solo le quedaba seguir con la corriente protegiendo el cuerpo de la princesa.
Mientras tanto la líder del clan terminaba de acomodar a todos en el refugio con ayuda de la menor de las vampiros y su hermana menor. Se sentía preocupada, hacía mucho tiempo desde la última vez que vio al par vampiro y a la peliplata, y ya casi todos estaban dentro del refugio, solo faltaban unas pocas personas por adentrarse al bunquer bajo tierra. Ella se encargaba que todos entraran mientras el otro par acomodaban a todos adentro y los atendían con mantas calientes y comida. La pelinegra en algún punto creyó escuchar disparos a lo lejos, pero no podía preocuparse por eso en estos momentos, tenía un clan que proteger. Al ya no faltar nadie por entrar se quedó unos minutos más esperando bajo la lluvia al trío faltante pero no habían señales de nadie.
- ¡SuA! - Gritó su menor desde la entrada al refugio. - ¡Debes entrar! Ellas van a estar bien, te necesitamos acá abajo. - Avisó la castaña.
La mayor reviso una última vez el perímetro y se adentró al refugio a poner orden.
La vampira castaña aún corría entre la densa niebla, el refugio estaba bastante aislado del clan y bastante lejos del río. Su respiración era entrecortada y el frío por momentos la hacía sentir asfixiada, el pequeño cachorro temblaba en sus brazos. La lluvia golpeaba en su rostro, estaba tan congelada el agua, y aunque era consciente que el frío a ella no le afectaría sabia que al pequeño podía darle hipotermia y el frío podría sentirse como si le quemaran.
- ¡Todos calmados! - Hablo fuerte la líder lobo, todos en el lugar guardaron silencio inmediato. - ¿Todos tienen sus mantas? Juntense lo más que puedan, la temperatura no deja de bajar. -
- ¡Mi hijo! - Habló una señora desde el fondo. - No lo encuentro - Le avisó a su líder.
- Carajo - Susurro para si misma la pelinegra mirando a su alrededor.
En ese momento sonó el estruendo de la puerta siendo azotada al cerrarse y una empapada castaña con un niño temblando en brazos apareció en escena.
- Mi bebé - Sollozo la señora de antes.
- Rápido, envuelvan lo en las mantas, deben darle calor - Hablo la loba castaña tomando al pequeño en sus brazos para llevarlo con su madre.
- Ven, abrigate - La líder lobo se acercó a la castaña para cubrirla con mantas calientes. Comenzó a secar su cabello para que la vampiro no tuviera frío.
- ¿Donde está YooHyeon? - Hablo una chica de cabello morado, la vampira la reconoció como YooBin, acercándose al par.
A la vampira aún le costaba acomodar su respiración, vio la mirada preocupada de SuA y se comenzó a sentir mal por las noticias que traía.
- MinJi cayó al río para salvar al niño y luego YooHyeon fue tras ella, lo último que logré ver fue a YooHyeon saltar al río. - Explicó como pudo la vampira.
La líder lobo tenía intensiones de salir del refugio pero su hermana la detuvo.
- SuA cálmate - La sujetaba con fuerza.
- ¡YooHyeon! ¡Debo ir por ella! - La loba entraba en desesperación, y aunque la loba castaña también estuviese preocupada por su menor tenía esparcir la calma y sensatez.
- YooHyeon va a estar bien, sabe cuidarse, sabe lo que hace. - Intentó tranquilizar. - YooHyeon va a rescatar a MinJi y luego vendrán sanas y salvas. - Ahora hablaba para tranquilizar también al par vampiro.
Siyeon tomó un par de mantas y envolvió a la líder lobo.
- No quiero que tengas frío - Explicó la castaña.
- ¡Alejate de ella trepadora! - Escuchó un grito de fondo y al voltear supo de dónde provenía, una pequeña pelinegra que estaba siendo sostenida por una esbelta rubia para que no se acercara a donde estaban ellas. - ¡Suelgi sueltame! - Volvió a gritar.
- Bae no me gusta que me grites - Se quejaba la rubia. - Ya quédate quieta joder. - De un tirón hizo que se volviera a sentar y la abrazó para darle calor. - Luego haces todo el berrinche que quieras. -
La pequeña pelinegra en sus brazos bufo.
- Esa chica está loca. - Susurró para si misma la vampira volviendo su atención a la loba más baja frente a ella con expresión preocupada en su rostro. - Será una larga noche. -
Al otro lado de la habitación conversaban la loba castaña y la menor de las princesas.
- Tranquila, MinJi estará bien, YooHyeon la cuidará - Abrazó sobre el hombro a la más pequeña.
- Espero que ambas estén bien -
Así transcurrió la noche, fría y tormentosa. Los lobos presentes temblando por la baja temperatura, acurrucados lo más posible para hacer calor, mientras la líder del clan se mantenía caminando de un extremo a otro, temblando de frío con preocupación en su rostro. HanDong y GaHyeon se abrazaban, la loba quería darle algo de calor a la menor. Y siyeon veía el vaivén de pasos de la pelinegra, hasta que se cansó y la sostuvo entre sus brazos.
- Estás congelada - Avisó la castaña.
- T-tú mucho más - Tartamudeo la mayor.
- Yo no necesito calor, mi temperatura siempre es baja - Explicó un poco - Prácticamente estoy muerta - Sonrió un poco a la chica.
- Oh -
- Necesito que te calientes - La castaña comenzó a frotar los brazos de la más baja con una manta seca - Osea, en el sentido de temperatura, no en el otro sentido - Pensó bien lo que había dicho y sus nervios la controlaron - Osea, si funcionaría en el otro sentido pero hay mucha gente entonces en ese sentido no funcionaría ahora, mejor me callo. - Continuó con su cabello.
La madrugada avanzaba y lo que parecía haber sido toda una noche tan solo habían sido unas horas. La tormenta comenzó a cesar, pero el frío y la niebla insistían en quedarse.
En el refugio al final la líder lobo tuvo que ceder y sentarse junto a su hermana, y del otro lado una vampira castaña intentando mantener una buena temperatura para la loba.
Mientras por otro lado la peliplata se sentía exhausta, de luchar por mantener a la vampira a flote, de recibir golpes, de ser arrastrada por la corriente; se sentía sin fuerzas y pensaba que en cualquier momento podría desmayarse, cada cierto tiempo revisaba la respiración de la pelinegra y se aseguraba que estuviese presente. Los músculos de la loba estaban adormecidos, tanto por los golpes como por el agua congelada, se sentía temblar y sus extremidades quemaban de dolor, su respiración era dificultada y entrecortada. Por suerte la lluvia había disminuido casi en su totalidad, y aunque la corriente seguía siendo bastante fuerte no era tan agresiva como hace un rato.
La chica estaba desorientada, no tenía idea de cuánto habían recorrido, ni mucho menos en que dirección. El río era una especie de árbol, donde ellas habían caído seria el tronco, pero luego el río se dividía en múltiples ramas en direcciones totalmente distintas. La peliplata vio una pequeña oportunidad, utilizó sus últimas fuerzas para intentar nadar a la orilla, habían unas pequeñas rocas acumuladas que podrían frenarlas y evitar que siguieran en el río. Un último golpe en su espalda, lo había conseguido y ambas habían sido atrapadas por las piedras, como pudo se arrastró con ayuda de las mismas piedras para llegar a la orilla.
Sacó primero a la princesa del agua, y tomó un pequeño respiro para hacer despertar sus músculos, dolía como el carajo, sentía que su cuerpo se quemaba. Sabia que tenía que alejarse del río, no pasaría mucho tiempo para que volviera a crecer por toda la lluvia que ahora caía en otro lugar. Un último esfuerzo, vamos YooHyeon. Se daba ánimos a si misma, observó una última vez a la chica inconsciente frente a ella, reviso superficialmente que no tuviera heridas, encontró solo un par de rasguños y en su cabeza una leve fisura que sangraba; estaba consciente de lo mal que ella misma se encontraba y decidió solo no saber cuánto daño tenía en su cuerpo.
Junto las fuerzas que tenía y levantó a la pelinegra en sus brazos para comenzar a caminar lo más lejos posible, al parecer en este lado del bosque la niebla no era tan densa y estaba desapareciendo lo suficientemente rápido. Su pierna dolía, seguramente por la lucha que tuvo con aquella rama bajo el agua, su respiración era dolorosa, quizás por esas costillas rotas y múltiples impactos contra objetos varios en el río, sus músculos quemaban debido al frío incesante en su cuerpo, y su lucidez la estaba perdiendo, seguramente porque le estaba dando una especie de hipotermia o también por todo el dolor que sentía en estos momentos. Pero si había algo que le había enseñado su padre era siempre proteger a los más débiles, en este caso la princesa inconsciente en sus brazos, su padre le había inculcado a jamás rendirse y jamás doblegarse ante nadie ni ante el dolor, por más fuerte que fuera debía seguir luchando hasta el final si la vida de las personas dependía de ello, su padre siempre le repetía que era capaz de cualquier cosa tan solo teniendo una pizca de determinación, y eso a ella en estos momentos le sobraba. Había saltado a lo que cualquiera habría pensado sería una muerte segura para salvar a la pelinegra, recibido incontables golpes de todo lo que el río se llevaba, sufrido de frío al punto de sentir que se desmaya, claro que podía cargar a la chica y alejarse unos cientos de metros del río, debía protegerla.
La peliplata al sentir que estaban a una distancia prudente del agitado río colocó con cuidado a la chica en el suelo arrecostada a un árbol, seguía lloviznando y la temperatura no daba señales de subir, la loba necesitaba calor urgente, y al parecer la vampira igual, la loba al tocarla pudo notar que su temperatura estaba aún más baja que la de ella y eso le preocupó. Miro a su alrededor, buscando señales de ayuda, cualquier cosa... pero no había nada, solo maleza, árboles, niebla... de hecho, no reconocía siquiera en que parte del bosque se encontraban.
- ¿D-donde ca-carajos esta-mos? - Tartamudeo viendo en todas direcciones.
Holis uwu
estoy de vueltaaaa♡
Esta vez no me tarde tanto en actualizar 7u7
Espero de verdad lo disfruten, lo siento si hay errores ortográficos.
Este cap tiene dos partes so... 7u7 esperen la segunda parte de este cap llamado "siren"
Hasta la próxima
-Z
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