Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Rookie

Aquella chica de encontraba viendo a su amiga la cual aún dormía plácidamente a su lado. Ella había despertado hacía apenas unos minutos y decidió no despertar a su compañera de cama de esta noche para admirar su inigualable belleza. Sin duda la mujer junto a ella era la más hermosa que sus ojos hallan visto en toda su vida.

La contraria comenzaba a moverse haciendo ademanes con su rostro de que la luz que entraba por la ventana recién abierta le molestaba. Poco a poco fue abriendo los ojos para encontrarse con la vista de aquella rubia sobre ella.

— Bear no me veas así... Debo estar horrible — Dijo la pelinegra cubriendo su rostro con las sabanas.

— Te ves Hermosa unnie~ siempre te ves perfecta — Decía mientras quitaba las sabanas del rostro de su mayor.

— Muchas gracias — Respondió con una radiante sonrisa — ¿Quieres desayunar? — Pregunto levantándose de su cama.

Seulgi se había quedado a dormir en la casa de Irene, sus padres salieron de viaje unos días y no quería quedarse sola, por lo que hablo con los padres de la menor para ver si se podía quedar con ella unos días, lo cual obviamente aprobaron.

— Si — Respondió fuerte y claro — Aunque también me gustaría comerte a ti. — Dijo para si misma.

— ¿No vas a venir? — Decía la más baja saliendo de la habitación.

— Si, ya voy. — Grito para luego salir corriendo detrás de su mayor.

Ya ambas en la cocina comenzaron a cocinar un buen desayuno. Luego de desayunar la mayor tomaría un baño de burbujas por lo que la rubia se quedó abajo jugando algunos videojuegos son embargo su mente curiosa no la dejaba concentrarse.

— ¿Como será el cuerpo de Irene? — Se cuestionó internamente — Diablos Seulgi, deja de pensar esas cosas. — Se regaño — Es que no puedo, es una tentación demasiado grande para mis pobres hormonas — Se contra atacó — Es tu mejor amiga, ella te ve como una hermana; no debes pensar estas cosas de ella — Ya era oficial, estaba teniendo una pelea interna con su yo angelito, y su yo diablito — ¿Y si voy a hechar un vistazo? Ella casi siempre deja la puerta medio abierta... — Se preguntaba mirando hacia las escaleras — ¿Que cosas piensas? ¡Eso esta mal!  —Penso agitando su cabeza — Claro que no está mal, ya tardó mucho... Hay que ver si está bien  — volvió a mirar las escaleras — Tienes razón, hay que ir a ver si está bien — Dijo esta vez en voz alta para poner pausa a su video juego y comenzar a subir las escaleras silenciosamente.

La puerta de la habitación estaba abierta asi que entro sin problema. Se dirigio a la puerta puerta del baño, esta tenía una pequeña ranura abierta por la cual la pequeña loba se asomó y vio a su mayor sentada en la bañera, tenía los ojos cerrados y su cabello amarrado para que no se mojara. Se quedó observando un poco más hasta que la mayor abrió los ojos, se sorprendió un poco así que se alejó un poco de la puerta esperando no ser vista, pasaron unos segundos y volvió a acercar su mano a la puerta pero esta se abrió derrepente dejando a la pequeña loba muy asustada y nerviosa.

— ¿Seul? — Pregunto la más baja al ver a su menor frente la puerta de su baño con la mano extendida y un rostro muy pálido.

— Maldición sabía que era mala idea hacerle caso caso mi yo diablito — Se dio una cachetada mental.

— ¿Seul? — Volvió a preguntar la mayor intentando hacer que la rubia pisará tierra — ¿Que haces aquí? —

— Este yoo... yo... — Intento buscar una excusa — Yo venía a ver si estabas bien porque estabas tardando mucho entonces me preocupe de que te hubiera sucedido algo. — Soltó todo de golpe dejando a una pequeña pelinegra impactada intentando organizar todo lo que había dicho su rubia amiga.

— Ammm... Pues digamos que estoy bien — Dijo no muy segura de que lo que había dicho su amiga fuera verdad — No me ahogue en la bañera — Decía mientras ponía su pulgar en alto.

La más baja se dirigio a su armario para tomar las prendas que usaría hoy. La rubia seguía como estatua en la misma posición mirando cada movimiento de su mayor hasta que vio como tomaba su ropa interior, en el momento que la vio un gran rubor se apoderó del rostro de la menor, había detallado perfectamente la prensa que su mayor usaría, unas pantis negras de encaje.

— Y-Yo... yo... yo... yo... — Tartamudeo y se maldijo por sólo lograr decir eso — Yo te espero abajo. — Logró escupir para salir casi corriendo de la habitación de la pelinegra.

Ya en la sala logró volver a respirar, solo rezaba porque Irene se haya creído lo que le había dicho... Porque sino pensará que la estaba Espiando mientras se bañaba, ¿Y si ya no quería seguir siendo su amiga? La rubia se había llenado de nerviosismo y angustia, no quería perder la amistad del amor de su vida por un pequeño error, no quería...

Escucho pasos acercarse así que rápidamente se sentó en el sofá y volvió a su videojuego, sus manos temblaban y pequeñas gotas de sudor frío bajaban por su espalda.

— Saldré a caminar, ¿Vienes conmigo? — Pregunto una relajada pelinegra.

— Claro. — Respondió simplemente.

Llevaban cerca de dos horas caminando por el bosque hasta que decidieron sentarse a orillas del tranquilo rio, sus pies eran envolvidos por las suaves corrientes y a simple vista de podían ver algunos peces pasar cerca de ellas, pero no se acercaban mucho por miedo.

— Seul, ¿Te puedo preguntar algo? — Decía la pelinegra mirando hacia el cielo.

— Ya me preguntaste — Decía riendo un poco nerviosa, se había tensado con esa pregunta.

— Pabo — Chisteo riendo dándole un suave golpe en el hombro a su menor — Lo que quería preguntarte es, ¿Alguna vez te has enamorado? —

Diablos, esa pregunta había sido como un balde de agua congelada para la más alta, sus músculos de tensaron, su garganta de Cerro, si rostro palidecio; lo único que logró pensar de esa pregunta fue "Se dio cuenta", era momento de entrar en pánico total.

— ¿Por que lo dices? — Entro en defensiva.

— Es sólo una pregunta Seulgi, no tienes porque defenderte con más preguntas — Dijo calmada la pelinegra.

— Si... - Respondió tímida la rubia. — Estoy enamorada justo ahora. — Confesó.

La mayor sólo logró abrir sus ojos como platos ante la revelación de su menor, la voltio a ver e hizo un gesto de emoción.

— ¡¿Estas enamorada?! — Pregunto tomando a la rubia por los hombros — ¡¿Y no me dijiste nada?! ¡A mi, que soy tu mejor amiga! — Decía ofendida de que su mejor amiga no confiara en ella — ¿Quien es el afortunado? —

La rubia se dio cuenta de que la había cagado catastroficamente, su unnie no sabía nada.

— Ammm... No te diré de quien... — Se excusó.

— Esta bien, pero si me tienes que decir que has hecho para conquistarlo — Decía emocionada, su menor jamás había estado en ningún asunto amoroso.

— Ammmm pues... Le digo que es hermosa — Decía mientras jugaba con sus dedos.

— ¿Hermosa? ¿Es una mujer? — Decía emocionada — Ay Dios que emoción, mi bebé está enamorada. ¡DIME QUIEN ESS! — En estos momentos la pelinegra actuaba como cuando lee un fanfic de su shipp favorito y los protagonistas están apunto de conocerse, pero la escritora es tan cruel que deja el capítulo en la mejor parte. — Necesito saber quien hace latir el corazón de mi bebé — Decía rogandole a su menor que le dijera el nombre de aquella mujer.

— No te diré unnie... Aún no... —

— Ahg, esta bien bear... ¿Que más haces para tener su amor? — Pregunto curiosa.

— Sólo le digo que es hermosa... Y-y esas cosas... ya sabes... — Decía aún más nerviosa de ser descubrida.

— Ay bear, eres una novata total; te debo enseñar a coquetear. — La pelinegra vio como un ligero rubor se apoderaba del rostro de su pequeña amiga.

El resto de la tarde la mayor intentó enseñarle a la rubia a coquetear, lograndole muchos pre-infartos a la menor ya que la pelinegra le explicaba con ejemplos, y ella era su sujeto de prueba; Irene coqueteaba con ella y eso era mucho para su corazoncito que latía como loco por aquella loba.

Mientras tanto en otro lugar, tres lobas no sabían que hacer con lo que acababan de leer.

— ¿Ahora que...? — Pregunto la peliplata tomando la mano de su mayor para intentar calmarla al darse cuanta que sus ojos habían cambiado de color.

— Tenemos que ir... — Respondió la castaña.

La pelinegra seguía viendo hacia un punto fijo, habían despertado su ira y eso no era bueno. Nadie la amenazaba, mucho menos a su familia y a su clan; ¿Quien se creían esos vampiros de mierda?, no son más que unos chupa sangre que miran sólo por ellos mismos. No se sentía intimidada, sentía furia.

Sus hermanas si estaban un poco consternadas ya que jamás habían visto a su mayor comportarse de esa manera.

— SuA unnie... ¿Estas bien? — Pregunto la peliplata tomando a su baja hermana por las mejillas.

— Ahora no, YooHyeon. — Se limitó a contestar la pelinegra mirando a su menor directo a los ojos.

— Esta bien... Calmate unnie... — Respondió alejándose un poco temerosa la peliplata. Jamás se había sentido intimidada por su mayor, pero esa mirada si le había puesto la piel de gallina.

— No me puedo calmar. —

— Unnie, YooHyeon tiene razón... No es bueno que te pongas así... — Comento la castaña intentando relajar el ambiente.

— Nadie me amenaza. — Dijo para tomar una taza de vidrio con su mano derecha y romperla en pedazos; su mano comenzó a sangrar un poco, se había cortado pero a la pelinegra no le importaba en lo mas mínimo.

— Iré por el botiquín — Decía HanDong para luego salir de la cocina dejando a una pequeña peliplata con "la cola entre las patas" por asi decirlo.

— Unnie, Mira... Te prestó a mi pequeño cachorrito para que te calmes un poco — Decía tomando su adorado peluche para ponerlo en la mano no sangrante de la más baja — Abrazalo, es relajante. — La peliplata había vuelto a ser una niña de 6 años a los ojos de la pelinegra; su maknae siempre hacia eso con sus mayores cuando estaban tristes o molestas para calmarlas, aunque hace años no lo hacía. — El te ama, como yo te amo a ti. — Los ojos azules de la peliplata habían intensificado su color, eran relajantes son duda; ese azul marino brillante. Sin duda sus ojos eran únicos. — Y siempre estará ahí para apoyarte, como yo; Así que también me puedes abrazar a mi cuando estés triste o molesta — Decía mientras se acercaba lentamente a su mayor al ver como sus ojos volvían a su color original. Tomó el pequeño peluche en sus manos y lo colocó junto su rostro — Te queremos mucho unnie, lo haremos siempre. Eres nuestro modelo a seguir. — Confesó para luego abrazar a su mayor con mucha fuerza; y claro, el peluche tambien estaba en ese abrazo.

— Eres una bebé YooHyeon — Comento SuA correspondiendo el abrazo su maknae. — Eres mi bebé traviesa y mocosa... — La abrazo aún más fuerte.

Sin duda alguna la peliplata había logrado tocar el corazón de su mayor, las palabras y gestos de su parte fueron muy tiernos e inocentes. Ambas habían vuelto a ser niñas por unos segundos.

Lo que no esperaba la peliplata fue recibir un mordisco en la clavícula por parte de su mayor.

— Aaahhh SuA unnie~ ¡ya discutimos que no me puedes comer! — Comento riendo la peliplata eliminando el anterior momento.

— Lo siento... No se que me paso. — Se disculpó la mayor.

— Tranquila, te comprendo... — Dijo besando su frente.

— Ya traje el botiquín — Comento la castaña entrando de nuevo a la cocina. — ¿Que pasó aquí...? — Pregunto al ver la sonrisa de sus hermanas las cuales le respondieron riendo, lo que confundió más a la recién llegada.

MARATÓN 2/4

ahhhh perdon si tiene errores es que lo edite super rapido sin releerlo (aplica para todos los caps) xd

—Z

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro