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Really Really

-Muy bien MinJi, ahora sí. Estamos solas, somos hermanas, no hay secretos entre nosotras. Cuéntame lo que viste, sin vergüenza. – Hablo la castaña ya acostada en la cama de su mayor.

-Siyeon… - Intento evadir el tema la pelinegra.

-Ya MinJi, muero de curiosidad. –

-Bien… - Comenzó la mayor. – Ella estaba parada en medio de la habitación… Y de la nada comenzó a quitarse la ropa… Primero la parte de arriba… - Guardo silencio un rato mientras recordaba lo sucedido.

-¡MinJi! – Saco del trance a su mayor. – Continua. –

-Cargaba un brassier blanco… - Aclaro su garganta para continuar. – Luego ustedes me hablaron y cuando volví a verla ya no tenía los pantalones… Boxers blancos… Ya te conté, adiós. – Intento escapar la mayor.

-Ah no no, con detalles MinJi. – Regaño evitando que la mayor abandonara la habitación.

-¿Qué quieres que te diga? – Cuestiono – Esta buenísima. Tiene unos abdominales que los ves y te derrites, los músculos de sus piernas bien marcados… Un trasero perfecto – Hablo haciendo gestos con sus manos. – Un lunar en un lugar muy ardiente… -

-Cuidado, estas babeando. – Se burló su menor. – Pero yo hubiera hecho lo mismo si fuera sido SuA y yo hubiera estado en tu lugar… - Imagino la castaña.

-Hay algo más…. – Revelo la pelinegra. – Ella… Ella… Pues – Intento hablar.

-¡Dilo ya! – Presiono la menor.

-Ella tenía una pequeña erección… - Escupió las palabras como pudo.

-Le excito que la estuvieras viendo de esa forma – Bromeo la castaña provocándole un fuerte sonrojo a su mayor.

-Siyeon por dios… - Exclamo la pelinegra.

La castaña de carcajeo de su mayor, amaba molestar a su mayor de aquella forma.

-¿Lo tiene grande? –

-¡SIYEON! – Regaño la pelinegra tapando su rostro con una almohada.

-Solo ten cuidado MinJi… Es mitad hombre, y los hombres solo buscan una cosa. – Advirtió su menor con melancolía.

-Lo se singnie. Puedes estar tranquila. Además hablas como si entre nosotras fuera a pasar algo. – Hablo para cambiar el tema incómodo para la castaña.

-¿Apoco no te gusta? – Interrogo la castaña.

-Es muy hermosa, pero su carácter es de perros. – Se quejó la mayor. – Oye… ¿Me haces un favor? –

-Claro golosa.-

-No me digas así. – Hablo la pelinegra dando un suave golpe en la cabeza de su mayor. – Tú eres más golosa que yo, y tienes 19; pervertida. –

-No soy pervertida. – Se defendió la nombrada.

-El favor que quiero que me hagas, es ver si puedes entrar en su mente… Y ver si encuentras que piensa de mí… Por favor – Rogo la más alta.

-MinJi… -

-Por favor, te lo ruego. – Le pidió la pelinegra tomando las manos de su mayor.

-Okey… - Le contesto.

La castaña se recostó en la cama mientras cerraba sus ojos para concentrarse mejor en su objetivo.
La menor comenzó su camino por el bosque buscando la mente de la peliplata, cosa que no le fue difícil.

-Pues estoy en su mente… Pero esta todo negro, tiene la mente en negro – Bromeo la castaña. – Siento miedo, angustia, tristeza, desesperación, dolor… Culpa. – Expreso lo que aquel vacío negro significaba para la loba. – Espera… Está cambiando el entorno, ¿Es un recuerdo? No lo sé, es muy confuso. –

-Siyeon, ¿Qué sucede? – Pregunto preocupada la pelinegra.

-Ahora estamos en el bosque… Es de noche, todo está muy oscuro… Está lloviendo a cantaros. – Describió la castaña.

-Siyeon solo busca lo que piensa de mí, no te distraigas… -

-Eso intento… Pero no hay nada más en su mente… Es como si todos sus pensamientos y recuerdos estuvieran bajo llave, no los puedo ver…. Esto jamás me había pasado… - La castaña comenzó a ver su alrededor buscando algo que le pudiera explicar que sucedía, al darse la vuelta se encontró con la peliplata de pie a unos cinco metros de distancia de donde estaba la castaña, la loba estaba de espalda a la vampira, mirando un punto fijo entre los árboles. – MinJi la veo… Ella está ahí… T-tengo miedo MinJi, -

-Creo que es mejor que salgas Siyeon. – Recomendó la mayor.

-Se está volteando… - Comento la castaña. La vampira permanecía en su lugar sin mover ni un dedo mientras la peliplata se volteaba hacia ella. La castaña no podía creer lo que veía, la loba estaba cubierta de sangre, estaba llorando mientras veía a los ojos a la castaña… Eso puso aún más nerviosa y temerosa a la castaña. – Oh por Dios… - Se expresó la menor.

-Siyeon – llamo la mayor. – Siyeon ya sal de ahí. –

-Ella no me puede estar viendo… Es solo mi imaginación… - Se dijo para sí misma la castaña.

La peliplata comenzó a caminar en la dirección de la castaña. Eso fue una alerta para la vampira así que termino saliendo de la mente de la loba.

-¡MinJi la chica que te gusta es una asesina serial! – Advirtió la menor a su hermana tomándola por los hombros.

-¿Qué? – Cuestiono la mayor. – Tranquilízate Singnie, Cuéntame que viste. –

-Ella estaba cubierta de sangre y me estaba mirando… -

-Ella no te podía haber visto Siyeon, lo sabes, tal vez solo fue tu imaginación. Y tal vez ella estaba teniendo una pesadilla, y eso fue lo que viste… - Trato de buscar una excusa para lo que había visto su menor. – Vamos a dormir, ven… Tal vez hay que intentarlo cuando yo esté cerca de ella. Vente chiquita. – Acurruco a su menor en sus brazos.

El trio lobo desayunaba, se habían despertado más tarde de lo usual.

-YooHyeon, ¿Te sientes bien? No has dicho ni una palabra. – Pregunto la pelinegra.

-Sí, eso si esta raro… Nunca te callas… - Siguió la castaña.

-Sí, estoy bien… Es que anoche no dormí muy bien… - Confeso llevándose un pequeño bocado de hotcake a la boca.

-Vamos a hacer algo de ejercicio, así te distraes. – Sugirió la castaña.

-Okey… -

Las princesas caminaban por el bosque mientras hablaban de cosas triviales.

-Siyeon, ¿Cómo te sientes? – Pregunto en voz baja la pelinegra.

-Me siento bien, pensé en lo que me comentaste y tal vez si tengas razón, tal vez era una pesadilla que ella estaba teniendo. – Respondió con una sonrisa. – Pronto sabrás lo que ella piensa de ti calenturienta – Se burló su menor. – Si es algo morboso saldré de su mente lo más rápido que pueda. –

-¡¡Siyeon cállate!! – Regaño la mayor.

-¿De qué hablan? – Pregunto confundida la menor de las tres.

-De nada importante GaHyeon – Aclaro la mayor.

-Parece que va a llover… Y yo cargo vestido, mala combinación; así que se les agradece caminar más rápido. – Apuro la castaña.

-Te mueres por ver a tu bombón. – Molesto la menor del trio.

-¿Para qué negarlo? – Respondió la castaña.

-Vaya vaya… Miren quienes están aquí – Hablo una pequeña pelinegra a las espaldas del trio.

-¿Se te ofrece algo? – Hablo la mayor.

-Que no vuelvan por aquí, pero veo que no se puede. – Comento con cizaña la más baja.

-Que chistosa. – Respondió la castaña.

-YooBin, ven acá; te quiero presentar a alguien. – Llamo la loba a una chica de cabello morado que caminaba a la distancia.

-Irene… - Regaño su rubia amiga.

-¿Qué sucede? – Pregunto la recién llegada.

-Te quiero presentar a las amigas de SuA. – Presento al trio a la de cabello morado la cual analizo detalladamente a cada una.

-Mi nombre es YooBin, pero todos me dicen Dami. – Se presentó educadamente.

-Mi nombre es Siyeon. – Se presentó la castaña. – Y ellas son mis hermanas, MinJi y GaHyeon, mucho gusto. –

-¿Por qué te portas así con ellas Dami? – Cuestiono la loba pelinegra. - ¿Qué no has escuchado que SuA….? –

-Yo no me dejo llevar por chismes, menos si son dichos por ti. – Interrumpió la de cabello morado haciendo enfurecer a la más. Baja.

-JooHyun, vámonos. – Comento la rubia llevándose a su amiga del lugar.

-Discúlpenla, ella solo esta celosa. – Excuso la de cabellera morada a la pequeña loba pelinegra.

-¿Celosa? ¿Por qué? – Pregunto curiosa la castaña, comenzó el trabajo de detective.

-Es que ella está enamorada de SuA desde hace años, pero a ella no le interesa. – Explico. – Desde que eran amigas, antes de que… - La loba se calló al darse cuenta que estaba hablando de más.

-¿Antes de que…? – Pregunto la pelinegra más alta.

-De nada. –

-¿Eran amigas? – Pregunto la castaña
-Si. Pero eso no importa ahora. ¿Las puedo ayudar en algo? –

-Ammm creo que no, gracias. – Respondió la mayor.

-Yo creo que sí, ¿Tú sabes porque ellas son así tan serias? – Pregunto la castaña. – Son muy jóvenes para tener ese carácter… -

-N-no. – Respondió dudosa. – Yo ya me tengo que ir, me esperan en mi casa. –

-Está bien; Adiós. Eres una persona muy dulce, gracias. – Hablo la mayor.

-Adiós. – Se despidió la de cabello morado.

El trio siguió su camino hasta llegar a su destino, donde tocaron la puerta pero nadie se dignaba a abrir.

-¿Sera que no están? – Pregunto la menor.

-¿A dónde irían? –

-Creo que están por atrás – Anuncio la castaña dando la vuelta a la casa siendo seguida por sus hermanas encontrándose algo que podrían ver todo el día.

-Dios… ¿Ven lo mismo que yo? – Pregunto la mayor.

-¿Nos podemos quedar aquí un rato más? – Pregunto la castaña mientras mordía su labio inferior.

-Ah no, yo no voy a ser cómplice de sus cochinadas. – Se quejó la menor saliendo de entre los arbustos donde estaban escondidas obligando a sus hermanas a seguirla. – El ejemplo que me dan… - Comento con ironía.

El trio lobo se encontraba en su gimnasio, con paredes y techos de cristal; se podía ver a dos ejercitarse y a otra sentada en una esquina leyendo un grueso libro.

La mayor cargaba puesto un top negro con un poco de escote junto a unos shorts cortos del mismo color, la castaña usaba unas licras deportivas gris junto a una camiseta naranja y la peliplata un mono negro junto un suéter blanco.

La menor de las vampiras toco el cristal llamando así la atención del trio lobo el cual miraba con atención a sus visitas afuera de su gimnasio. La loba castaña señalo la entrada al lugar.

Al entrar al lugar la vampira castaña se apresuró a acercarse a la responsable de que su corazón latiera de esa manera para darle un beso en su colorada mejilla dejando marcado sus labios en esta por el labial rojo que estaba usando.

-Hola – Saludo tiernamente luego de aquel beso.

Las demás presentes se limitaban a ver aquella escena estelarizada por la pareja.

-Hola. – Respondió la pelinegra aun sorprendida por aquel saludo, de verdad no se lo esperaba.

-Hay más personas aquí. – Comento con cizaña la peliplata.

-Sí, lo siento… - Se disculpó la castaña. – Hola, ¿Cómo están? – Saludo al otro par.

-Hola – Saludo la heredera al trono.

-Vamos a la casa. – Sugirió la líder del clan.

-Me las voy a cobrar. – Hablaba con histeria la pequeña pelinegra mientras caminaba en círculos.

-Bae, ya cálmate… Te vas a enfermar. – Comento la rubia que observaba a su amiga desde un tronco en el que estaba sentada.

-Me vale si me enfermo Seulgi, ¿Quién se cree esa zorra? – Grito con rabia la más baja.

-No me grites JooHyun.- Pidió la rubia.

-Lo siento Bear… - Se disculpó la pelinegra mientras se acercaba para pasar sus brazos por el cuello de la rubia. – YooBin y ese trio de zorras me lo van a pagar muy caro. –

-Dejemos este tema si… - Rogo la más alta tomando la cintura de la pelinegra. – Que te parece si te invito a comer a mi casa. – Propuso a la más baja para tomar un mechón de cabello y pasarlo tras su oreja.

-Mmm s-supongo que está bien… - Contesto nerviosa y un poco sonrojada la más baja.

Al entrar en la morada la peliplata subió directo a su habitación mientras el otro par acompañaba al trio vampiro. Por un lado una castaña mirando cada detalle del cuerpo de una pelinegra, detallando su abdomen, sus piernas, su rostro; Viendo las gotas de sudor bajar por su rostro y abdomen, el sonrojo de su rostro le parecía tan perfecto, tan sensual; incluso hacia resaltar la marca del beso que le había dado. Había dejado bien marcados sus labios en rojo pasión sobre la mejilla de la más baja.

-¿Siyeon? … ¡Siyeon! – Llamo su mayor.

La castaña al salir de su trance se dio cuenta que era observada por todos los presentes en el lugar, incluyendo a la majestuosa pelinegra la cual la miraba con una de sus cejas un poco alzada. Fue imposible para la vampira evitar el sonrojo que domino su rostro.

Un silencio incómodo para la castaña envolvió el lugar hasta que cierta peliplata lo rompió con el sonido que formaba al bajar las escaleras; ahora la que había entrado en trance era la pelinegra al ver a aquella loba. La peliplata se había dado una ducha y cambiado de ropa, ahora usaba un top negro junto un pantalón rasgado claro; dejando ver su abdomen y un poco más de arriba.

-¿Te bañaste? – Pregunto irónica la loba castaña. – Que milagro. –

-Yo me voy a dar una ducha, bajo en un momento. – Aviso la líder lobo. – YooHyeon compórtate. –

-¿Ahora que hice? – Chisteo la peliplata.

-Aun nada. Aun… - Respondió la pelinegra subiendo las escaleras.

-Siyeon… - Susurro su mayor a su oído. - ¿Lo puedes intentar ahora? – Rogo a la castaña.

-Sí, claro… - Respondió a su mayor.

La peliplata se sentó en el sofá de enfrente; La menor de las vampiras hablaba con la loba castaña y las otras dos vampiras entre sí, un entorno aburrido al parecer de la peliplata así que tomo su teléfono y comenzó a revisar sus redes sociales.
La castaña entro en la mente de la loba fisgoneando entre sus pensamientos; lo primero que vio fue a una pequeña loba tomando fotos en el bosque, antes de salir de aquel recuerdo la castaña volvió a sentir como la peliplata la veía. El siguiente recuerdo que se encontró fue a la peliplata jugando con sus hermanas en la sala de la casa, pero el recuerdo se detuvo y la pequeña peliplata miraba a la castaña desde el lugar donde estaba; la piel de la vampira se erizo así que decidió salir de aquel recuerdo. Lo siguiente que vio fue a la loba junto a su hermana mayor, se concentró en sus pensamientos pero volvió a ocurrir lo de hace segundos, todo se detuvo menos la peliplata la cual voltio a ver a la castaña.

-¿No te han dicho que husmear los recuerdos ajenos es de mala educación? – Hablo la peliplata.

La castaña no era capaz de decir ni una palabra, estaba estática en su lugar sin creer lo que estaba sucediendo.

-No es correcto entrar en la mente de las personas. – Hablo la peliplata quitando la vista de su teléfono para ver a la castaña sentada junto a su mayor.

La castaña miraba fijamente a la peliplata sentada a pocos metros de ella, el resto de las chicas miraba con confusión e intriga la interacción entre ese par.

-N-no sé de qué h-hablas… - Dijo muy nerviosa la castaña, aun no entendía lo que estaba pasando.

-No te hagas la confundida. – Respondió.

-¿Qué sucede? – Hablo la líder lobo bajando por las escaleras.

-Nada. – Respondió rápidamente la peliplata.

-¿Enserio? –

-Enserio. -

La peliplata volvió su atención a su teléfono mientras la castaña la ponía en la recién llegada, que usaba una falda corta negra junto una camisa manga larga blanca.

-Necesito supervisar la producción de mis cultivos. – Anuncio la pelinegra. - ¿Gustan acompañarme? – Pregunto a las demás en la habitación a lo que todas aceptaron.

-Yo voy a donde tú quieras… - Susurro para sí misma la vampira castaña.

-YooHyeon, ponte una camiseta. – Ordeno a su menor

-Sí, deja de presumir tus perfectos abdominales, mocosa. – Se burló su castaña hermana.

-Cállate HanDong. – Amenazo con su dedo a su mayor.

La castaña se levantó de su asiento para pellizcar el abdomen de su menor, lo cual respondió con un quejido de dolor.

-Tiene el abdomen duro. – Dijo la castaña guiñando el ojo al par vampiro que observaba con detenimiento el abdomen de su menor.





2650 palabras
Espero les guste ~
-Z

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