Monster
-Muy bien, los que mencione los veo luego; los demás no se molesten en volver. – Hablo el castaño. – Mujer – Le hablo a su señora. - ¿Dónde están las niñas? –
-Están en casa de Rose. – Respondió.
-Pasan más tiempo fuera que en su casa... - Comento con cizaña.
-Si pudiera, yo también lo haría. – Respondió en sus adentros la mujer.
La peliplata aún se quejaba un poco por el dolor, su herida ya no sangraba. La loba se acercó a la vampira para agradecerle lo que había hecho, si algo tenía la peliplata eran sus modales.
-Gracias. – Pronuncio ya estando junto a ella.
-¿Por qué? – Pregunto un poco confundida la vampira y sorprendida por las. Palabras de la loba.
-Por sacar la rama. – Aclaro sin tener contacto visual con la contraria.
-¿Les parece si nos sentamos acá? – Propuso la líder lobo.
-Me parece bien. – Le respondió su enamorada.
Las princesas estaban a punto de sentarse cuando el trio lobo escucho un par de ruidos y voces del otro lado del rio. La líder lobo les ordeno esconderse tras un arbusto cercano mientras ella y sus hermanas escuchaban cada vez más cerca aquellos ruidos y voces. Pasaron un par de segundos antes de ver los culpables de los ruidos de entre los árboles, tres hombres vestidos como cazadores.
Los tres humanos hablaban entre ellos sin darse cuenta aun que eran observados desde el otro lado del rio por el trio lobo y por las vampiras que estaban escondidas.
-Son humanos – Comento la vampira más pequeña. – Los he visto en el pueblo... -
-Sí, yo también. Son de los hombres que nos miran de manera asquerosa cuando estamos por el pueblo... Degenerados. – Dijo con asco la mayor.
-¿Qué hacen aquí? Es territorio lobo. – Hablo la castaña.
Los hombres seguían conversando entre si hasta que uno se dio cuenta del trio que observaba con detalle sus movimientos.
-Miren esas hermosuras... - Susurro para los otros.
-¿Son del clan vampiro? – Pregunto el otro. – Jamás las había visto. -
-Pero si están riquísimas... Vengan. –
Los hombres comenzaron a acercarse al rio, uno de ellos no muy seguro de que estuvieran en territorio vampiro así que saco un pequeño mapa para intentar saber en dónde estaban.
-Hola guapas. – Saludo mal intencionado el hombre al otro lado del rio. - ¿No les han dicho que tienen unas hermosas curvas? –
El trio lobo se ofendió de inmediato. La pelinegra iba a responder pero fue interrumpida por la peliplata que comenzó a cruzar el rio sin quitar la vista de aquellos humanos.
-Sera mejor que nos vayamos... - Hablo el hombre al descubrir que estaban parados sobre territorio lobo.
– Son lobos... -
-¿No les han enseñado a respetar a las mujeres? – Hablo con mucha frialdad y amargura la peliplata.
-¡Aléjate demonio! – Grito el hombre que había faltado el respeto de las lobas al darse cuenta que tenía a uno de los famosos asesinos del bosque. – Malditas criaturas. –
La peliplata empujo a aquel hombre para asustarlo; el hombre salió volando un par de metros antes de caer rodando en el duro suelo. Los otros dos salieron corriendo atemorizados dejando a otro tirado en el suelo; el cual se levantó rápido al ver a la peliplata acercarse a él.
-Son unos malditos monstruos. – Grito lleno de miedo. – Deberían estar en el infierno. – Hablo para luego salir detrás del otro par.
La peliplata volvió a atravesar el rio mojándose más los pantalones, la pelinegra le iba a hablar pero la menor no la dejo.
-Quiero estar sola. – Pidió caminando a los adentros del bosque.
Las vampiras seguían tras el arbusto estando muy inquietas por el trato que habían recibido las lobas por parte de aquellos humanos; si se hablaba en el pueblo de que les tenían miedo pero no hasta tal punto, además de que ninguna persona en el pueblo había visto un lobo en su vida... Hasta ahora.
-No me parece justo que las traten así... - Hablo con indignación la pelinegra más pequeña.
-Yo iré tras ella, cúbreme. – Le pidió la mayor a la castaña yéndose atrás de la peliplata que caminaba cabizbaja.
El otro par salió de su escondite y se acercó a las otras lobas.
-SuA... - Iba a hablar la castaña.
-HanDong luego hay que mandar a alguien para asegurarnos de que estén bien marcados los límites, no quiero más de esos paracitos en mi territorio. – Hablo con asco la líder al referirse a los humanos.
La vampira castaña tomo la mano de la líder lobo y le dio un suave apretón para reconfortarla y como respuesta la loba miro sus manos unidas, pero esta vez no con la típica expresión seria y ruda, esta vez su rostro estaba suave, pero sin expresión. Luego la miro directo a los ojos haciendo temblar a la castaña debido a la intensidad de esos ojos chocolates tan profundos que si no supiera que a la loba no le gustaba el contacto físico, pensaría que le estaba agradeciendo silenciosamente que haya tomado su mano.
La heredera ya llevaba persiguiendo un buen rato a la peliplata preguntándose como la loba caminaba tan rápido. La vampira la había encontrado sentada en el suelo, en un claro admirando la naturaleza a su alrededor. Se acercó de manera muy lenta intentando ser sigilosa y se sentó junto a la loba, muy cerca para el gusto de la peliplata.
-¿Qué haces aquí?.- Pregunto sin hacer contacto visual la loba.
-No te vi bien... Y decidí seguirte... - Contesto la contraria.
-Preferiría estar sola. – Hablo la peliplata intentando que la pelinegra se fuera.
-Me doy cuenta que te afecto lo que te dijo el tipejo ese... No me iré. – Hablo con determinación.
-Eres muy insistente. – Se limitó a contestar la loba con una voz grave.
-No tienes idea de lo insistente que puedo llegar a ser si algo me interesa. – Comento de forma bromista la heredera al trono vampiro. La contraria se limitó a ver el cielo ignorando a la pelinegra. - ¿Me vas a ignorar? –
La peliplata quito unos segundos su mirada de aquello que la entretenía tanto para mirar a la chica a su lado.
-No les hagas caso a esos idiotas... Eres una chica muy dulce. – Comento en estado de limerencia la vampira al ver los cristalinos ojos azules de la peliplata.
-Tú no me conoces. – Respondió simplemente la loba. – Sé que soy un monstruo, lo que dijeron no tiene nada que ver. -
-Tal vez no te conozco. Lo poco que se de ti es esto – Comenzó la pelinegra. – No eres un monstruo. Eres una persona de naturaleza, te gusta ejercitarte, te gusta el negro, te gusta tomar fotografías, te gustan los peluches, te gusta presumir tus abdominales, y te gusta creer que eres la más fuerte. – Numero la vampira.
-No creo ser la más fuerte, lo soy. – Aseguro la peliplata regresando su vista al cielo, viendo como la aurora llegaba.
-Un día tu y yo haremos una pelea de fuerza, y si me ganas; serás la más fuerte de todo el bosque. – Reto la mayor. – Y como no negaste nada de lo que dije, supondré que no me equivoco. – Burlo la vampira.
-¿Tu y yo? ¿Una pelea? – Hablo con ironía la más alta del par. - ¿Acaso quieres morir?. – Chisteo.
La vampira estaba más que contenta, estaba entablando una conversación relativamente larga con la peliplata, jamás habían cruzado más de 10 palabras.
-Sí, tu y yo una pelea. – Recalco la vampira. – No te confíes, te puedo ganar. -
La peliplata inconscientemente soltó una sonrisa al escuchar tal chiste. ¿Ganarle a ella? Si, como no.
-¡Oye! – Grito la vampira señalando el rostro de la loba. - ¿Sonreíste? –
Pregunto aun conociendo la respuesta. Había hecho reír a la amargada de la peliplata; Si, ella lo había hecho. No se lo podía creer.
La loba al escuchar a la contraria borro de inmediato aquella sonrisa fugaz que había estado en su rostro. La pelinegra se puso de cuclillas frente a la loba para obligarla a verla.
-¡Te reíste! – Hablo un poco más calmada. – Sabía que no eras tan amargada. – Dijo en voz baja a la contraria.
-No sé de qué me hablas. - Dijo confiada la loba, no estaba dispuesta a ser molestada por la vampira.
-Claro, hazte la confundida. Yo sé lo que vi. – Aseguro la mayor. – Vi una hermosa sonrisa que nunca olvidare... - Dijo embobada por la chica que tenía enfrente.
La líder lobo y su menor llevaban al límite territorial al par vampiro que las acompañaba; en ningún momento Siyeon había soltado la mano de la mayor, todo el camino la había mantenido entre sus dedos dando suaves apretones de vez en cuando. La pelinegra no se había dado cuenta de la vampira faltante, su atención estaba puesta en el tacto de la vampira, no lo podía evitar.
-Llegamos – Hablo la loba menor.
-Muchas gracias. – Agracio la menor del grupo.
La líder miro a su alrededor dándose cuenta de una faltante.
-¿Dónde está su hermana?. – Pregunto al par vampiro separando lentamente su mano unida a la vampira.
-Ammm... Ella se vino adelante... - Excuso la castaña. - ¿No te diste cuenta? – Le pregunto acercando su rostro al de la pelinegra. - ¿Acaso algo te distraía? – Hablo coqueta tomando de nuevo la mano de la líder.
HanDong observaba la escena y la reacción de su mayor con mucho detenimiento, hablaría con ella luego al respecto.
-Está oscureciendo, y son dos mujeres; creo que es mejor que vayan a su casa. – Corto el tema la líder lobo.
La castaña respondió con una sonrisa, despidiéndose de ella dándole un beso en la mejilla de la más baja frente a ella.
La mente de la peliplata solo pensaba en una cosa, que la contraria se callara; Hacia más de diez minutos que no dejaba de hablar de cosas al azar.
-¿Te puedes callar un rato? – Pidió intentando ser lo menos grosera la peliplata; a ella le gustaba disfrutar del silencio, disfrutaba pensar y admirar la ataraxia de la naturaleza. – Hablas de una manera perenne desde hace mucho tiempo. -
-¿No te han dicho que jamás puedes mandar a callar a una mujer? – Contraataco la pelinegra, se había dado cuenta que los modales eran muy importantes para aquel trio.
La loba guardo unos segundos de silencio antes de hablar.
-Discúlpame. – Se disculpó con la vampira.
-No te preocupes, es jugando. Hablo mucho cuando estoy nerviosa. – Le confeso a la contraria.
-¿Nerviosa por qué? – Interrogo la más alta.
-Por nada... - Esquivo la mayor. - ¿Qué significa "Perenne"? –
La loba la observo por unos segundos antes de responder.
-¿No sabes qué significa?. –
-Si te lo pregunto es porque no... - Respondió incrédula la princesa.
-Necesitas leer un diccionario. – Aconsejo la peliplata.
La mayor no dijo palabra, ¿acaso era una manera de llamarla tonta?.
-Tu personalidad es bonhomía. – Volvió a comentar con una de sus palabras raras la menor.
-¿Qué me quieres decir con eso? – Cuestiono la vampira creyendo que la loba le decía algo malo.
-Te regalare un diccionario para que puedas hablar conmigo, pero si tienes curiosidad puedes buscar el significado de las palabras recién dichas por mí en internet. – Hablo con elocuencia la peliplata.
-¿Te estas burlando de mí? – Volvió a cuestionar a la defensiva la pelinegra pasando completamente por alto lo primero dicho por la loba.
La loba cantaba victoria en su interior, ahora era ella quien molestaba a la vampira.
-Vamos. – Hablo poniéndose de pie la más alta. – Te llevare a tu casa, es demasiado tarde para que una mujer ande sola por el bosque. – Comento comenzando a caminar siendo seguida por la princesa sin darse cuenta que por hace más de una hora era observada por una loba de cabello morado a la distancia.
-Mujer... - Repitió la vampira, por alguna razón le había causado algo de risa que la loba usara es termino.
-¿No eres una mujer? – Cuestiono la peliplata al ver la reacción de la contraria. - ¿Eres una niña? Me sorprende que para la edad que tienes aun no desarrolles. – Comento con naturalidad la loba.
-Okey... Eso es algo privado. – Respondió avergonzada la vampira por el comentario de la más alta. – Pero yo ya desarrolle. –
-No te incomodes. – Comento la loba. – Tengo dos hermanas y soy yo quien tiene que atenderlas cuando tienen cólicos. Es algo natural. – A la pelinegra le parecía muy tierno que la chica junto a ella consintiera a sus hermanas cuando la pasaran mal.
-Sé que es natural, pero igual es algo muy personal. – Aclaro la princesa. – E-es como s-si yo te preguntara cuanto te mide. – Hablo rápido y sin pensar la pelinegra.
La peliplata alzo las cejas pensando que la contraria quería conocer sus medidas
-Okey. ¿Entonces cómo te digo? – Pregunto la loba ignorando la "pregunta" de la princesa, cosa que esta agradeció internamente, no quería avergonzarse más ni volver más incómodo el ambiente. - ¿Señorita? Si eres señorita o no, yo no lo puedo saber así que tú dirás. –
-¿Qué cosas dices? – Se quejó la mayor dando un pequeño golpe en el hombro de la loba. - ¿Acaso me preguntas si soy virgen? –
A la peliplata le tomó por sorpresa el gesto de la mayor, decidió ignorar el hecho que la había golpeado.
-Yo soy virgen. – Confeso la loba. – Como ya dije, son cosas naturales; por lo cual no hay vergüenza al hablar de ello.
La pelinegra soltó un suspiro antes de responderle a la más alta.
-Sí, Soy virgen. Ya te respondí. – Hablo rápido la vampira.
-No te pregunte si eras virgen, te pregunte como quieres que te diga. – Aclaro la menor.
-Ah... Señorita o mujer están bien... – Respondió muy sonrojada y avergonzada la princesa al darse cuenta que dio información de más.
-Llegamos al límite territorial, pero te llevare hasta tu casa ya está muy oscuro y estas tu sola. – Aviso la loba.
-No es necesario, tu hermana te va a regañar si se entera que cruzaste el límite. –
-Si es necesario, si algo te sucede será mi responsabilidad. Eres una señorita y hay muchos violadores asechando en el bosque. Además SuA no lo sabrá, nadie me vera. –
-Me puedo defender sola... Pero está bien. Aunque con tu cabello que prácticamente brilla en la oscuridad dudo que pases muy desapercibida. –
-Solo camina. –
El par caminaba sigilosamente por el territorio vampiro con la princesa como guía.
Al dejar a la princesa a unos trescientos metros de su hogar, y luego esperar a que entrara la loba comenzó a caminar rápidamente a su casa. Al llegar encontró a sus mayores dormidas abrazadas en el sillón. Cargo a una por una para llevarlas a sus habitaciones, para luego ir a la de ella y tomar su peluche favorito para luego caer dormida.
La heredera al trono estaba acostada en su cama pensando en lo conversadora que estaba hoy la loba, tal vez era porque le había afectado las palabras horribles de aquel sujeto, o porque simplemente quería hablar con ella. Quien lo sabe, la vampira solo sabía que había sido muy satisfactorio para ella, aunque en cierto punto algo incomoda la conversación.
Díganme la verdad, ¿Me extrañaron?
2490 palabras
Pd: me gustaría dedicarle este cap a Rin_RINxX pues ella me recuerda a MinJi, llena de dulzura, bondad y nobleza; cuando escribo a MinJi me recuerda un poco a ella xD.
Pd2: contéstame el whatsapp boba v: No tengas miedo no muerdo a menos que lo pidas 7w7
-Z
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