Lucky Strike
Era de mañana nuevamente, el día más esperado por los vampiros ya que su gran gala sería llevada a cabo esta noche. Todo el clan vampiro había sido invitado, también algunos fuera de otros clanes. Una pequeña parte asistiría a la gala por mantener su buena apariencia en público, mientras que la mayoría irían sólo para ver al líder del Clan Luna. Sólo curiosos de saber cómo era aquel sujeto.
Todos corrían de arriba-abajo, preparando la comida, las bebidas. Menos los anfitriones, ellos sólo se preocupaban de que todos hicieran su trabajo.
Pero había alguien que estaba especialmente ansiosa de que llegará esa noche.
- MinJi cálmate por Dios - Decía Siyeon ya harta de ver a su hermana maquillarse, quitarse el maquillaje, y volverse a maquillar. - Vas a arruinar tu rostro. -
Estaban en la risa habitación de la mayor, esta le había pedido a sus hermanas que la ayudarán a maquillarse, cuando ella misma comenzó a maquillarse sola vuelta un manojo de nervios, la menor de las tres se había metido a dar una ducha dejando a una castaña queriendo ahorcar a su mayor por no dejar de arruinar su maquillaje, se veía hermosa y ella decía que era horrible.
— Lo siento es que... No puedo ¿sabes? — Respondió mirando a su hermana — Siento nervios, me siento ansiosa, me siento tímida, siento muchas cosas en el estómago. — Confesó cabizbaja la pelinegra.
— Mira... Primero que todo, debes tener presente que tal vez no sea lo que esperas... Es posible que si sean unos monstruos como dice la abuela — Explico la castaña — O también puede ser que sea un hombre totalmente diferente al que la abuela nos pintó — Comenzó a acariciar el cabello de su mayor intentando relajarla — Lo importante es que no tengas expectativas de cómo será... Porque podrías decepcionarte. — Culminó la castaña para luego comenzar a maquillar a su mayor.
— Lo comprendo... No sé qué esperar, supongo que sabremos sólo cuando cruce la puerta — Suspiro con pesadez.
— Y además, ¿Por qué tan emocionada de conocerlo? — Pregunto con picardía — ¿Piensas enamorarlo? —
— ¡¿QUE?! — Exclamó sorprendida por la pregunta de su menor — ¡¡Claro que no!! —
— Tranquila — Decía mientras reía por la reacción de su mayor — Es broma —
— ¿Ya escogiste que canción cantadas hoy? — Cambio de tema la pelinegra.
— Sip — Respondía concentrada en el maquillaje de su mayor — Estoy muy nerviosa, jamás he cantado en público. —
— Lo harás genial, lo sé. — Apoyo la mayor.
— Listo, termine con tu maquillaje. — Puso un espejo frente el rostro de su mayor para que así pudiera verse y ver el resultado.
— Siyeon... Te quedo perfecto — Admitió agradeciendo a su menor. — Gracias —
— Ahora me iré a dar un baño, y luego tu me maquillas a mí, luego ambas arreglamos a GaHyeon, ¿Entendido? — Decía mientras caminaba a la salida de la habitación.
— Entendido — Respondió antes de que su hermana saliera por la puerta.
Muy bien MinJi, no tienes porqué estar nerviosa... Sólo matarás tu curiosidad de saber cómo es un lobo. El maldito destino lo quiso así.
Por otro lugar, otras tres chicas estaban sentadas en el comedor de su casa sin decir ni una palabra.
La mayor comía tranquilamente su cereal mientras que las dos menores la observaban esperando que dijera algo sobre lo que harían esta noche, sin embargo ninguna de había atrevido a sacar el tema desde ayer debido a la reacción de su mayor al ver esa "amenaza".
El resto del día anterior se lo habían pasado jugando videojuegos en la habitación de la peliplata, intentaban olvidar el acontecimiento anterior; no hablaron de esa gala en lo que quedó de día, pero hoy era necesario hablarlo.
— Unnie... — Comenzó la castaña mirando a su menor para buscar apoyo.
La pelinegra en sus adentros ya sabía por dónde se dirigía esta conversación que había iniciado sus hermanas, ella no podía arriesgarlas. ¿Y si era una trampa? ¿Y si todo era falso y harían una emboscada? No podía dejar que nada les pasará a ellas, el futuro del clan estaba en manos de ellas tres en ese momento; pero la mayor sabía que un día, una sola de ellas sería la verdadera líder del clan. Porque en estos momentos ella era líder por ser la mayor, su padre ya le había explicado todo eso.
— Nosotras... — Continuó la peliplata la oración de su mayor.
— Que hablé una sola. — Dijo la pelinegra aún comiendo tranquilamente su cereal. — Y coman, deben comer. —
Ambas menores se miraron entre ellas y comenzaron a comer, aún viéndose en una batalla de miradas por ver quien hablaría con su mayor. Al final HanDong perdió ya que al estar viendo a su maknae, no se fijo bien donde poner su cuchara con cereal; en vez de ponerla en su boca la puso en su mejilla llenándose toda.
Una peliplata sonreía victoriosa mientras le hacía señas a la castaña de que comenzará a hablar.
— Unnie... Lo que te queríamos decir... — Comenzó con su tono de voz un poco bajo, ganándose la total atención de su pelinegra hermana, quien la veía directo a los ojos esperando a que continuará. — Era... ammm... ¿Iremos a la gala del clan Colmillo? —La castaña había tomado el valor suficiente para sacar esas palabras de su boca.
— No. — Respondió con simpleza.
— ¡Pero unnie! — Se quejo la peliplata, ahora la mayor la veia a ella fijamente. — Nada... — Volvió su atención a su cereal.
— Debemos ir SuA. — Replicó firme la castaña.
— No. — Repitió la pelinegra —No "Debemos ir"— Dijo haciendo las comillas con sus dedos — Yo debo ir, ustedes se quedan. — Se levantó de su lugar para dejar su taza en el lavaplatos e irse de la cocina, no tomaba en cuenta que sus menores la perseguirán.
— ¡No te dejaremos ir sola a ese lugar! — Grito la peliplata corriendo detras de su mayor.
— Y yo no dejaré que siquiera vayan a ese lugar. — Contra atacó la más baja encerrandose en su habitación para comenzar a arreglarse, ya casi era hora de ir a aquel infierno vampiro.
— Tranquila Yooh... No dejaremos que vaya sola, ve a arreglarte... — Susurro en el oído a su menor — Iremos a esa fiesta. — Afirmo.
— No es que me gusten las fiestas... Pero iré, porque es necesario. — Comentó en forma de broma la más alta.
Las tres princesas ya estaban listas, sus vestidos, su maquillaje, simplemente se veían de manera exquisita.
Las tres estaban en el balcón de la habitación de la mayor, era el que tenía mejor vista al hermoso paisaje que se pintaba al atardecer.
Observaban las rosas de su jardín, aquellas que eran alumbradas desde que el sol salía hasta su ocaso.
El silencio se apoderó del indeciso color de la hora que precede al crepúsculo; un casco de luna amarilla salió entonces de entre el celaje de la humedad adelantando la llegada del crepúsculo.
Sin duda era algo de admirar, un fotógrafo sería cien por ciento feliz, tomando fotografías de aquella maravillosa vista.
Ya habían llegado varios invitados aún antes de la hora indicada, la noche había caído, la música se escuchaba en todo lugar. El estómago de ciertas chicas vampiras no dejaban de sentir nerviosismo, una porque subiría al escenario está noche, y otra porque si curiosidad será sasiada.
— Chicas, ¿Listas? — Pregunto la menor de las tres entrando en la habitación — Nos espera una gran noche. —
— S-si... Sólo espero lo vomitar de los nervios — Confesó la castaña.
— Estoy lista... No se para que, pero estoy lista. — Dijo la más alta para hacer reír a sus hermanas, lo cual consiguió con existo. — Siyeon... Relájate lo haces genial. —
— Hora de bajar. — Comentó su madre desde la puerta, sin duda aquella mujer, a pesar de ser madre de tres se veía espectacular.
— Ya vamos — Dijeron las tres para seguir a su madre.
Las tres soltaron un gran suspiro antes de salir de aquella habitación.
El lugar ya estaba un poco lleno, la mayoría de los invitados ya habían llegado se notaba desde el segundo piso; sin embargo todos conocidos por las tres chicas, el invitado especial aún no llegaba, eso decepcionó a cierta pelinegra alta.
Primero bajo la mayor de aquella familia, imponía respeto y temor a todos. Luego bajaron marido y mujer, los padres de las chicas tomados del brazo bajaban a un mismo compás, mostrando conexión entre ellos, amor, y respeto, intimidaban a las demás parejas, no por nada son el rey Y la reina del clan vampiro. Y por último, las tres princesas; bajando una detrás de la otra de menor a mayor. Primero GaHyeon, bajaba saludando a los invitados con un gesto de manos, mostrando su belleza con ese ajustado vestido y ese maquillaje perfectamente aplicado. Tras ella bajaba Siyeon, mostrando sus dulces gestos, sonriendo a los invitados, mostrando porte de modelo, bajaba con delicadeza; su vestido ceñido al cuerpo mostraba los atributos que está chica poseía, su maquillaje, su cabello, todo era algo exquisito de ver. Y por último, bajaba MinJi, un poco más alejada de las menores ya que se imponía como la próxima reina del clan, su porte era serio, ganando respeto y admiración, su mirada en alto mientras bajaba lentamente mientras era observada por todos los invitados; sus rasgos perfectos eras intensificados con el maquillaje, su mandíbula, sus labios, un deleite para la mayoría de hombres jóvenes en aquella fiesta. No era noticia nueva que la madre de esta le buscaba prometido, cada joven del clan se había propuesto a ser su marido frente a su madre, sin embargo ninguno le había convencido a su madre, y mucho menos a la pelinegra, no se quería casar, mucho menos si era con alguien a quien no amara. Terminó de bajar y el lugar se llenó de aplausos para calamar a la gran familia principal de aquel clan.
Luego la música comenzó a soñar de nuevo, la presentación ya había culminado. Sus amigas de acercaron rápidamente a ellas.
— ¡Chicas lo hicieron genial! — Chillo una castaña alta.
— Muchas gracias Rose — Correspondió GaHyeon al alago de su amiga.
— Cuidado, Lalisa es celosa — Chisteo la amiga de la mayor de todas.
— Si lo soy. — Aceptó la nombrada — Pero ya sabes que no me gusta que me digan mi nombre completo, Voldemort. — En ese momento todas comenzaron a reír menos a quien fue dirigida la burla.
— Vamos Tae, no te amargues — Decía MinJi mientras abrazaba a su amiga.
— Oye... ¿Es cierto? — Preguntaba una curiosa Yerin. — Los rumores.
— ¿Que rumores? — Pregunto confundida Siyeon.
— Que los lobos vendrán... — Le respondió a su amiga la de mejillas adorables.
— Tengo entendido que es sólo el líder... — Comentó Rose.
— Es sólo el líder... Pero no se sabe si traerá a alguien... — Confirmó MinJi.
— Y... — Comenzó la voldemort — ¿Crees que sea guapo? —
— Ay no ya empezaste, vámonos GaHyeon, no quiero que escuches cosas sucias. — Decía Rose mientras se llevaba a su novia y a su amiga del lugar.
— ¿Que? — Se defendió Taeyeon — sólo preguntaba... —
— No se si sea guapo, Siyeon dice que puede ser como un ogro — Comentó la más alta riendo.
— No dije como un ogro... Dije que no hagas expectativas — Aclaró la menor.
— Si si, como sea. —
Ya se había duchado, arreglado el cabello, escogió un sexy traje negro con el que se sentía cómoda y segura. Jamás había ido a una gala de vampiros, y era normal que nunca hubiera ido.
A pesar de todo, no se sentía nerviosa, estaba serena y calmada. Así era ella.
Se colocó perfume y se vio a su espejo de cuerpo completo por última vez para verificar su vestimenta, su leve maquillaje y su cabello, se sintió muy satisfecha con su aspecto así que salió de su habitación y se dirigió a la salida de su casa. Tomó la invitación y el sobre en el camino a la salida pues dedujo que se la pedirían para entrar. Ya eran más de las 8:00 p.m iba un poco tarde, pero no le dio mucha importancia.
Había llegado a la sala donde estaba la salida, pero se detuvo al ver a sus menores paradas en la puerta, ambas arregladas. Sin duda ambas lucían hermosas, con trajes y un suave maquillaje, la pelinegra aunque no lo dijera pensaba que sus pequeñas ya habían crecido, ya no eran pequeñas, y se veían muy hermosas.
— No irás sin nosotras. — Decía una firme castaña.
— No te dejaremos salir por esta puerta sola. — Apoyo la peliplata a su mayor junto a ella.
— Puedo salir por la puerta trasera — Comentó la pelinegra con simpleza.
Ambas menores se miraron entre ellas.
— No, no puedes. — Decía una peliplata firme.
— ¿Por que no? Ambas están aquí. — Seguía jugando con el cerebro de sus hermanas.
— YooHyeon ve a la puerta trasera. — Mando la castaña pero antes que la peliplata se moviera de su lugar la mayor respondió.
— Puedo salir por la ventana de mi habitación. — Suspiro, este juego ya la estaba aburriendo.
— ¡Bueno ya! No puedes salir de esta casa sin nosotras. — Contesto la maknae harta de que lo que había dicho fuera contraproducente.
— Claro que si, ustedes se quedan. — Respondió la mayor.
— Somos un equipo unnie. — Reprochó la castaña.
— Por eso mismo, las necesito aquí.— Dijo levantando un poco la voz la pelinegra.
— ¡Nos necesitas contigo! — Contra atacó la castaña.
— ¡No! — Grito la pelinegra — ¡Ya basta! ¿Que no entienden que es peligroso? — Dijo señalandolas a ambas con su dedo — ¡No las arriesgare a eso! Ademas como dices HanDong, somos un equipo. Si es una emboscada las necesito aqui para que defiendan el clan. — Revelo la pelinegra dejando sin palabras a sus menores - Es peligroso, y juré protegerlas con mi vida. —
— P-pero unnie... — Chisteo la peliplata.
— Nada de unnie, se quedan aquí y punto. — Volvió a su semblante frío e intimidante.
— Esta bien... Pero, prometenos que te cuidaras mucho... — Respondió la castaña.
— Lo prometo. — Dijo mirando directo a los ojos a sus pequeñas.
Se acercó a la puerta y sus menores le hicieron paso, la abrió.
— Por cierto... — Comenzó de espalda a ellas — Se ven hermosisimas, ya no son unas bebés, crecieron y hoy son increíblemente hermosas. Desearía que papá y mamá vieran lo hermosas que se han vuelto. — Decía ahora mirandolas y tomando sus manos.
— Unnie, tu eres la más hermosa de las tres. — Comentó la más alta. — Sin duda alguna... Nuestros padres estarían tan orgullosos de la increíble mujer que eres. — Lo que había comenzado como una toma de manos se había convertido en un fuerte abrazo de tres.
— Me van a hacer llorar — Comentó HanDong luego de escuchar las palabras de sus hermanas.
— Bueno... — Decía mientras rompía el abrazo — Voy tarde. Cuidence. — Les dio un beso en la frente a casa una.
— Tu cuidate más... Y si necesitas ayuda, sólo aulla — Decía la castaña poniendo un mechón de cabello detrás de la oreja de su mayor.
La pelinegra comenzó a caminar en direccion al límite territorial, aún habían personas fuera de sus casas pero unas pocas. Todos la veían, a la loba de verdad le daba igual. Saliendo de unos arbustos vio a un par de chicas abrazadas mientras caminaban, una rubia alta y una pelinegra baja.
— Oh, Por, Dios. — Exclamó la pelinegra viendo de pies a cabeza a aquella loba que caminaba cerca de ellas. — ¡¡Debo tomarte una foto espera!! — Dijo para salir corriendo tras de ella dejando atrás a la rubia.
La líder del clan vio la expresión en el rostro de la rubia cuando la baja salió corriendo en su dirección, ahí entendió todo lo necesario.
— Espera, espera — Decía la más baja — Debo sacarte una foto. —
— ¿Es enserio? — Respondió la líder.
— Si, muy enserio. — Afirmó sacando su teléfono para sacar su foto. — Ahora, mira a la cámara. — El flash alumbró por completo a la loba, a la cual se le acababa la pasciencia.
— Sacale fotos a Seulgi — Comentó para luego volver a caminar.
—¿A que te refieres? — Diablos, ¿se lo debía explicar con manzanas? Era obvio que la pequeña rubia babeaba por la bajita.
Se acercó para susurrarle al oído, algo que puso muy nerviosa a la baja, y muy celosa e insegura a la rubia que observaba de lejos la situación. Ninguna de las tres se imaginaba que aquella situacion de SuA e Irene tan cerca fuera a pasar en un millon de años.
— ¿Que no es obvio? — Comenzó a susurrar en el oído de la contraria erizandole la piel de la nuca. — Seulgi esta enamorada de ti. — Revelo.
— ¿Q-que...? — Fue lo único que artículo la mayor de las dos antes de que la contraria se alejara y siguiera con su camino.
La bajita de había imaginado un par de veces que su mejor amiga estaba enamorada de ella, sin embargo toda esa idea fue descartada ya que las daba de locuras... ¿Y si era cierto? ¿Y su mejor amiga estaba enamorada de ella? Ella investigaria al respecto.
La pelinegra ya casi llegaba al límite, pudo ver a dos hombres con trajes negros y lentes oscuros junto con unos radiocomunicadores parados mirándola mientras se acercaba Al quedar frente a ellos, ella del lado de su territorio y aquellos hombres del contrario; comenzaron a hablar.
— Invitación. — Había acertado con respecto a traer aquel sobre.
La loba les entregó el sobre con la invitación adentro.
— Siganos. — Aquellos hombres comenzaron a caminar, uno adelante de ella y el otro atrás.
Comenzaron a caminar y a los pocos minutos se comenzó comenzó escuchar una música a lo lejos junto unas luces en el cielo. Unos pocos minutos después y la loba visualizo por completo aquel lugar muy iluminado con música, a pesar de estar un poco baja ella la sintió hace rato debido a sus fuertes sentidos.
Al llegar a la entrada principal los hombres de detuvieron y ella también, comenzaron a hablar por los radios y esperaron un momento.
— Espere un minuto, su llegada será anunciada. —
—¿Es necesario todo eso? — Pensó la pelinegra rodando los ojos.
— Atención, atención — Decía la organizadora de aquella majestuosa gala subiendo al escenario que había en la sala de la mansión. — Gracias. — Comentó luego de que todos guardarán silencio y la miraran. — Ha llegado nuestro invitado de honor. — Anunció.
—Pff, como si fuera hombre. — Pensaba la loba que lograba escuchar desde afuera de aquella mansión a aquella mujer.
Las tres princesas al escuchar aquellas palabras se miraron una a la otra, la mayor de las tres decidió subir las escaleras para poder ver mejor siendo seguida por sus menores. Al llegar a mitad de la escalera miraron a su madre y está a ellas.
— Como muchos no sabrán, el motivo de esta gala es la firma de paz, con el clan contrario. —Leves susurros de oyeron en el salón. — Y hoy viene a firmar el tratado de paz entre clanes. Con ustedes el líder del Clan Luna — Presentó para luego señalar con su mano abierta hacia la gran entrada la cual se comenzaba a abrir.
MARATON 3/4
Sorry si hay errores <3
—Z
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