날아올라
Era una mañana tranquila en el bosque Gotjawal, el ambiente era perfecto. El favorito de ciertas chicas lobo.
SuA se encontraba haciendo ejercicio al aire libre, algo de yoga, estiramientos, relajacion total; llevaba unos shorts cortos negros y una franela corta sin mangas color roja, a la hermosa loba le gustaba sentir el aire congelado pasando directamente sobre su piel, una especie de fetiche. Y como era constumbre era observada por un par de chicas, mas bien una. Irene y Seulgi se encontraban a una distancia considerable detras de unos arbustos, Irene quien observaba a aquella majestuosa loba realizar movimientos que a su paracer eran calientes y sensuales; y Seulgi, quien observaba a la anterior nombrada mientras comia de sus papas fritas.
— ¿Cuanto mas estaremos aqui? — Pregunto la rubia ya arta de ver a su amiga babear por aquel mujeron — Estamos aqui literalmente desde antes que ella llegara... ¿Como sabias donde estaria? — Pregunto curiosa.
— Se su horario — Respondio la pelinegra alzando sus cejas — Y respondiendo a tu pregunta, estaremos aqui hasta que se heche agua encima de manera sexy y logre sacar una foto, como sabras siempre la observo y se que lo hace, entonces me dije a mi misma que la nesecitaba como fondo de pantalla. Ahora, shhh no me desconcentres. — Decia mientras sacaba su telefono y volvia su mirada a su crush. — Ella es una mujer muy hermosa. —
— Para mi tu eres mas hermosa que ella unnie — Dijo con firmeza la mas alta de las dos.
— Awww que linda eres Seulgi — Comentaba con ternura la pelinegra mientras que con su mano libre apretaba la mejilla de su menor, provocando un leve sonrojo en ella.
— ¿Soy linda...? — Pregunto bajando su vista hacia sus dedos los cuales no dejaban de jugar con la costura de su camiseta.
— Eres hermosa bear — Dijo la pelinegra levantando el rostro de su menor con su dedo indice mientras le regalaba una dulce sonrisa; ella no lo sabia pero, el corazon de la rubia latia como loco en este preciso momento. — Y cuando te sonrojas eres muy adorable — Dijo haciendo referencia al tono rojizo en las mejillas de la rubia logrando asi, aunmentar su tonalidad.
— Unnie... G-gracias... — Respondia mientras jugaba con sus manos — Unnie yo... yo... —
— ¡¡La tengo!! — Grito susurrando la mas baja de las dos al conseguir la foto que tanto deseaba. Hacia chillidos de emocion mientras la rubia solo se limitaba a observarla.
— Si unnie... la tienes. —
La pelinegra se abalanzo sobre su menor cayendo ambas al suelo dandole un fuerte abrazo.
— ¿Y-ya nos v-vamos...? — Pregunto la rubia con su rostro en el cuello de su mayor llenandose con esa fragancia que le encanta.
— ¡Si! — Decia mientras soltaba el abrazo, pero no se quitaba de encima de su maknae. Lo que hizo que entre ambas la distancia fuera minima provocando un fuerte sonrojo por ambas partes. — S-si... Vamos Seul... — Ambas se pusieron de pie y comencaron a camina aun sonrojadas por el momento que habian pasado.
SuA por otro lugar, reia internamente por lo que acababa de suceder.
Ella podia fingir no sentirse observada, pero... No podia fingir no escuchar el sonido de una camara tomanto 20 fotos seguidas. Que pesimas acosadoras tenia.
Tomo una toalla que habia llevado y procedio a secar todo el sudor y el agua que se habia roceado en el rostro hace minutos. Bailaria un rato en la sala de su casa, era su pasion. La musica corriendo por sus venas, cada movimiento causaba una emocion en ella era inimaginable, mientras mas bailaba mas pasion ponia en sus movimientos, podia hacerlo todo el dia sin cansarse. Lo hacia desde que tenia memoria, era mas que un hobbie... Era su vida plasmada en dulces movimientos que fluian por su anatomia.
Mientras tanto HanDong estaba acurrucada bajo un edredon calientito viendo peliculas romanticas en su habitacion, la niebla se veia atravez de su ventana. Era la mas tranquila de las tres y aprovechaba que sus hermanas salian a correr, hacer ejercicio, cazar, o cualquier cosa de mucho esfuerzo fisico que se les ocurra. Ella no era muy atletica que se diga, preferia camina, ver peliculas, quedarse en casa, e incluso hacer el queaser del hogar.
Escucho el sonido de la puerta principal cerrandose asi que puso pausa a su película y bajo a ver cual de sus hermanas habia llegado.
— ¿Que tal te fue unnie? — Pregunto al ver que SuA era la que había llegado — Por lo normal siempre llegas un poco más tarde, ¿Ocurrió algo? — Pregunto interesada.
— Tranquila DonDong — Calmó a su hermana — Sólo regrese antes pues tengo muchas ganas de bailar.
— Oh, eso es bueno unnie. — Contestó la menor contenta al ver los ojos de su mayor brillar — Adoro como bailas.
— Muchas gracias Dongie — Le regaló una media sonrisa a su menor — ¿Quieres bailar conmigo un rato? — Pregunto a su pequeña hermana la cual le salía bien el baile, no tanto como a la mayor, pero si tiene lo suyo.
— Claro Unnie — Respondió divertida.
La música sonaba y los movimientos de ambas eran limpios, hacían buen dueto y si estuviera la menor un perfecto trío. Nadie sabía este secreto de las lobas, sus cuerpos moviéndose al compás de la música era algo que sólo sus padres y abuelos habían tenido el privilegio de disfrutarlo.
La menor de las dos al sentir la falta de aire detuvo su baile y se limitó a observar con admiración a la loba que no descansaba. Luego de un rato se despidió de su hermana y subió a su habitación para terminar de ver su película.
Ahora sonaba anaconda de Nicki Minaj y la loba estaba en su mejor momento, movimientos limpios, precisos, sensuales, sin duda alguna esta coreografía hecha por ella derretiria a cualquiera que la viera, así siguió el resto de la tarde.
Por otra parte del bosque una peliplata estaba subida a un árbol con su cámara tomando fotografías de nivel profesional. Aquella cámara había sido regalada por su padre cuando tenía 10 años, aquel se dio cuenta de la fascinación que tenía su hija menor con la fotografía cuando la vio haciéndole una sección de fotos a su pelinegra hermana donde literalmente se acostaba en el suelo para tomar el mejor ángulo posible. Todas las fotos que sacaba las imprimía en un cuarto rojo especial, todos tenían prohibido entrar ahí sin su autorización ya que si la luz tocaba sus fotografías se verían arruinadas. Luego de ser impresas eran pegadas en la pared de su habitación, una gran pared casi llena completamente de fotografías de diferentes tamaños, tenía fotos de sus padres, de sus hermanas, hasta de un pequeño pajarito que un día había entrado en su habitación y le había parecido muy lindo a la pequeña YooHyeon, cada foto que le pareciera buena iba a esa pared.
Un trabajo majestuoso cabe destacar.
La alta loba bajo de aquel árbol luego de conseguir el resultado deseado, el olor a petricor aún estaba en el ambiente; era una especie de droga para el que supiera apreciar la bella naturaleza del lugar. La peliplata seguía sacando fotos a los animales que pasaban por el lugar; logró sacarle una foto a un pequeño pajarito azul aterrizando en el suelo haciendo levantar la niebla formando una gran nube detrás de el, daba la impresión de que el pequeño animal volaba entre grandes olas de nubes. Sin duda alguna sus sentidos agudizados la ayudaban bastante, podía sentir cuando una mosca levantaba vuelo, sin embargo agudizó tanto todos sus sentidos a la naturaleza que ignoró por completo que una persona caminaba hacia ella.
— Hola... — Escucho una voz tímida a sus espaldas.
— ¡Vamos chicas! — Repetía MinJi al ver que sus hermanas se acercaban muy lento. — Antes de que oscuresca se les agradece — Decía para molestar a sus hermanas.
— Yo no estoy segura de que debamos hacer esto MinJi — Decía la castaña dudando ya junto aquel árbol que hacía limitar su territorio - Mejor vamos a casa... — Dijo dándose la vuelta pero fue detenida por una mano que la jalo al otro lado.
— ¿Ven?... No fue tan difícil — Decía la mayor jalando lentamente a sus hermanas con ella.
— Unnie... El aire aquí es más pesado... ¡Me asfixio ayuda! — Decia desesperandose la menor de las tres — ¡ME MUERO UNNIE!.
— ¡AQUÍ LA TIERRA ES MÁS LODOSA! — Decía Siyeon mientras hacia mojines de perder el equilibrio. — ¡VAMONOS!.
— ... — la más alta de las tres sólo observaba el drama de sus menores — Ya están inventando muchas estupideces — Dijo dándose la vuelta para comenzar a caminar.
— ¡OIGAN! — Las tres pegaron un brinco y sus corazones se detuvieron al escuchar que alguien las llamaba — ¡¿QUE CREEN QUE ESTÁN HACIENDO?!.
— ¡NADA!— Gritaron las tres al unísono.
— ¡VENGAN ACÁ AHORA MISMO! — Dijo de manera firme.
— Ya vamos... — Decían Siyeon y GaHyeon al unísono mientras comenzaban a caminar de vuelta a su territorio pero MinJi no movió ni un sólo pie.
— A veces das mucho miedo Yerin... — Comentaba Siyeon llegando al lado de la anterior nombrada.
— Gracias — Le respondió a su amiga.
— Das miedo Yerin Unnie — Concordo la menor de todas con su hermana mayor.
— MinJi ven acá. — Dijo Yerin al ver que la pelinegra seguía postrada en el mismo lugar.
— No. — Respondió cruzando los brazos.
— ¿No? —
— No lo entienden... —
— ¿Que no entendemos? — Yerin ya se estaba molestando, se iban a meter en graves problemas si seguía de aquel lado del bosque.
— ¿Por que siempre nos limitan todo? — Soltó la pelinegra — ¡Vamos chicas! ¡¡Esto es algo que debemos hacer!! — Decia la mayor en tono firme. — ¡¡Es algo que yo debo hacer!! ¡¡DEBO VOLAR FUERA!! — Decia con una valentia asombrosa.
— ¡¡NADIE TE QUIERE VER VOLAR PAJARRACO!! — Gritaba una Yerin ya arta de esa discucion dejando a todos entre risa y shock por lo que acababa de decir.
Fue hasta donde estaba MinJi aún consternada por lo que le habían dicho y la trajo a rastras a donde estaban las demás.
— Yerin... eso fue... — Comentaba Siyeon aguantando la risa.
— Lo mejor — Completo GaHyeon para luego ambas partir de la risa.
MinJi por otro lado no dijo ni una palabra en el camino de regreso a casa.
— ¿Unnie estas bien? — Pregunto GaHyeon al ver el rostro de su mayor.
— Tranquila unnie — Decía Yerin — Eres un pajarraco muy sexy.
Ese comentario era todo lo necesario para romper el hielo, las cuatro chicas comenzaron a reír mientras caminaban a la casa de Yerin para saludar a su madre, era una mujer muy dulce y cálida.
— Hola. — Respondía la peliplata con su usual tono cortante.
— YooHyeon... Lo del otro día... — Dijo mientras jugaba con sus dedos.
—Tranquila Dami. — Decía si verla aún, la loba veía como la niebla se esparcia por el suelo.
— No... Con lo que hice te falte el respeto y rebasó la confianza que me diste — Decía la de cabello morado con tono de arrepentimiento — Y-Yo... No era mi intención... —
— Es pasado, ya pasó. No te preocupes — Recalcó la peliplata.
— Gracias YooHyeon... De verdad eres maravillosa — Dijo la más baja para luego tomar la mano de su mayor que aún no la miraba — Te amo... — Se arriesgó a decir aún sabiendo que por la parte contraria no obtendría un "Yo tambien te amo YooBin" Pero, aunque no lo escuchara ella pensaba que su novia si sentía algo por ella, sino no le daría ni la más mínima atención ni regalos como los que le daba.
Una vez había recibido un regalo por parte de la peliplata que le había fascinado, se habia encontrado una coleccion de libros, pero no cualquier coleccion... Era la saga que habia deseado tener hace muchisimo tiempo pero que no conseguia, encima de ellos habia un pequeño cuadrado de papel; era una fotografía que le había sacado sin darse cuenta mientras leía en la parte de atrás de su casa. La fotografía era maravillosa y atrás tenía un escrito de su puño y letra que decía "Se que te encanta leer, por eso te regalo este pequeño detalle. YooHyeon." Aunque parezca tonto era algo muy significativo para ella.
YooHyeon sólo se limitó a mirar a los ojos de la más baja. La última nombrada levantó la mano de YooHyeon y le dio un suave beso a esta; algo que sorprendió a la peliplata.
— ¿Quieres cenar con mi familia hoy? — Preguntaba la de cabello morado a su novia.
— Claro. — Respondió simplemente son hacer evidente que aquel beso en su mano le había resultado extraño.
Las chicas vampiro ya se dirigían a casa, cenaron con Yerin y su familia. Hoy no había "ensayos de princesas" su madre lo había cancelado sin explicación alguna, ninguna de las tres había hecho énfasis a que sus mayores habían estado muy movidos y distraídos desde hace un par de días, ninguna años que pasaba... Ningún cumpleaños se acercaba, no que ellas recordarán.
Al llegar a casa pudieron ver como habían varía personas con camionetas de lujo estacionados fuera de su hogar, a el trío le pareció muy extraño así que decidieron apurar el paso y entrar a casa donde consiguieron a su madre junto con otra señora revisando unos papeles.
— Mamá... ¿Que sucede? — Se atrevió a preguntar la más alta de las tres. — ¿Todo está bien? —
— Si hija, todo está bien. Sólo estamos organizando una fiesta. — Respondía con su mirada aún en aquellos papeles — De hecho, necesito que vayan al salón principal a escoger sus vestidos y para que los ajusten a ustedes. — Le entregó los papeles luego de leerlos a aquella mujer que luego de recibirlos se fue.
— ¿Una fiesta? — Preguntaba Siyeon viendo como si casa era decorada con mucha elegancia.
— Si, una fiesta. — Afirmó para luego comenzar a caminar en dirección al salón principal. — Es algo muy importante asi que deben verse espectaculares, siganme. — Decía su madre.
Al llegar al salón principal habían mas de 50 vestidos gindados en percheros móviles, las tres tragaron en grueso al ver que tendrían que escoger uno entre tanta tela.
— Pero madre... ¿Cual es el motivo de la celebración? — Hablo por primera vez la menor de las hermanas.
— Firmaremos un tratado de paz con el clan lobo. — Respondio simplemente.
— ¡¿QUE?! — Gritaron las tres al mismo tiempo.
— ¿C-Con los lobos? — Siyeon estaba atónita, no podía creer lo que acababa de escuchar.
— Así es, aunque convivimos en paz desde hace años queremos hacerlo legal para evitar muchos problemas, todo fue idea de su abuela. — Comentó
— ¿Y como firmarán eso...? — Pregunto una MinJi muy curiosa.
— El líder del clan lobo vendrá a firmar el día de la fiesta. — Dijo un poco preocupada la mujer mayor — Sólo espero que salga bien... —
— Espera madre, ¡¿¡¿va a venir el clan lobo a nuestra casa?!?! — Siyeon se estaba hiperventilando, jamas pensó ni en un millon de años que esto pasaria, su abuela hablaba horrores de aquellas criaturas que asesinaron a su esposo, y Siyeon admitía tenerles un poco me miedo, sobre todo al no conocerlos físicamente, ¿Serán como perros gigantes? Todos babosos que largan pelo en todas pares... olorosos y mal arreglados, iba a vomitar si seguía imaginando un lobo en su hogar — ¡Madre no puedes permitir eso!. —
— Ya la decisión de tomó Singnie. — Dijo su madre para salir del lugar — Escogen un hermoso vestido, hay que impresionar. —
— ¡Espera! — Exclamo la mas alta — ¿Cuando sera la fiesta? — Pregunto antes de que su madre saliera.
— En dos días princesa — Fue lo último que dijo antes de desaparecer del campo de visión de las tres.
— ¿Se dan cuenta? — Decía la más alta aguantando chillidos de emoción — ¡Es el destino! — Grito susurrando... Si, Se puede gritar susurrando.
— Esto es malo, esto es malo — Repetía una y otra vez la menor de las tres — La abuela siempre dijo que nos alejaramos de los lobos y ahora ella los trae a nuestra casa... El mundo se va a acabar... —
— ¡Siyeon mira! — Decía MinJi viendo los vestidos preseleccionados para ellas muy emocionada — ¡Este me encanta para ti! Sin duda alguna grita "Siyeon" — Comentaba viendo a sus hermanas sentadas en el sillón en estado de shock. — Ay no sean payasas — Decía la pelinegra levantandolas a ambas de aquel mueble — A las tres nos encantan los vestidos, así que... Escogamos los mejores — Ánimo — Singnie este es el que te dije — Dijo para luego mostrarle el vestido que había escogido para ella.
— Esta precioso unnie — Decía admirando aquel vestido.
Y así siguieron el resto de la tarde hasta que se habían hecho casi las 3:00 a.m. Así es, tanto tiempo por unos vestidos.
Una loba caminaba regreso a casa a esa hora. Si, era tardísimo pero los padres de la mujer de cabello morado no dejaban de contar anécdotas sobre su hija lo cual le impedía a YooHyeon escapar de aquel lugar.
Al abrir la puerta de su hogar se encontró a sus mayores sentadas en la sala principal no muy contentas.
— ¿Donde estabas?. — Pregunto la mayor poniéndose de pie frente su maknae.
— Cené con Dami y sus padres no me dejaban ir. — Se excusó evitando la mirada penetrante de su mayor.
— Pudiste avisar, ¿para que carajos tienes teléfono? —Comentó más sería de lo normal, no mostraba signo alguno de alteración, siempre mantenía la seriedad y compostura. — Me preocupaste, Nos Preocupaste mucho — Aclaró.
— Lo siento, de verdad no paso por mi cabeza. — Decía la peliplata cabizbaja. Jamás fue su intención preocupar a sus unnies ni hacerlas molestar.
— Además... ¿No dijiste que terminarias con ella luego de lo que pasó? — Comentó una SuA decidida.
Como siempre, la peliplata hablaba con total sinceridad y total confianza con su hermana mayor. le habia comentado lo sucedido con Dami y la mayor le aconsejo que no era bueno que aquella se estuviera haciendo tantas ilusiones, que lo mejor era terminar con ella antes de que sea mas dificil.
— ¿Que pasó? — Preguntaba HanDong.
— Lo que pasó es que Dami, se desnudó frente a YooHyeon buscando tener relaciones con ella — Decía una SuA ahora molesta de que aquella muchacha quiera quitarle la inocencia a su pequeña. — Y eso no está nada bien.—
— Estoy de acuerdo con SuA unnie~ Namu, eso no está bien — Dijo sacando tambien su lado protector.
— Se que no está bien... Pero tampoco seré virgen toda mi vida... — Comentó en modo juguetón la peliplata sentándose junto a HanDong en el sofá.
— Si, se que no serás virgen toda la vida YooHyeon — SuA ya se había irritado, no había notado el juego de la peliplata y se lo tomo enserio — Pero debes entender que aun eres menor, no puedes por un maldito deseo sexual arruinar tu vida embarazando a cualquier mujer. Yo doy todo por ustedes dos, papá me las encargo y no le voy a fallar. Las voy a proteger con mi vida. — Los ojos de la mayor habían tomado una coloración grisacea que significaba que se había molestado de verdad. — Debes tener muy claro que al momento de que toques una mujer será la madre de tus hijos. —
Para los lobos no habian metodos anticonceptivos, no los conocian del todo. Ademas de que para ellos es un tipo de union especial el aparearse con su pareja de toda la vida, y si eran bendecidos con un bebe seria lo mejor que le pasara a la pareja. Otro motivo de la mayor para sobrepoteger a su maknae ya que era loba dominante y cualquiera haria lo que fuera por pertenecer a la familia principal, ¿y que mejor manera que seducir a la mas pequeña? La mayor no lo permitiria. Podia llegar a se muy sobreprotectora con la peliplata.
La pequeña YooHyeon escuchaba de manera atenta a su mayor, no lo había dicho para molestarla ni nada parecido.
— Más te vale no hacer ninguna babosada mocosa. — Advirtió la pelinegra mientras sus ojos se devolvian poco a poco a su tonalidad normal.
La peliplata lo único que logró hacer en ese momento fue correr y darle un fuerte abrazo a su mayor, y agradecerle lo mucho que a preocupaba por ella. Luego se unió la faltante y entre las tres de dieron un fuerte abrazo para luego ir a dormir.
Al apagarse las luces de la gran casa un hombre bajo de un árbol sigilosamente mientras resbalaba bajo la puesta un sobre color vino tinto para luego irse sin ser percibido por nadie.
HOLAAA
este cap esta largo para compesar el anterior.
tambien vengo a pedir apoyo, hice una apuesta con @Rin_RINxX y necesito que recen por mi, para que yo gane.
si yo pierdo hay maraton de cuatro capitulos de la historia asi que... Recen por mi <3 xxdxd
y si ella pierde... no me acuerdo que es lo que iba a hacer xdxd alv
feliz año nuevo, les deseo lo mejor.
denle amor y apoyo a la historia, dejen sus votos y comentarios <3
hasta la proxima actualizacion
—Z
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