"Lo recuerdo todo muy bien"
Going home in the back of a car and your hand touches mine.
When we're done making love and you look up.
And give me those eyes.
Cause all of the small things that you do
Are what remind me why I fell for you...
Mientras viajaban en su auto hacia las afueras de la ciudad iban cantando dos muchachos al unísono, y sus voces se complementaban de una manera tan sublime que hasta los ángeles se derretían al escucharlos. Entre cada frase se besaban rápidamente o se miraban con ternura, sus corazones latían desenfrenados y sus ojos brillaban casi tanto como el sol de aquella tarde (o al menos así lo creía uno de ellos). Las hojas de otoño caían como piezas en su lugar cubriendo a ambos amantes, y sus colores oscilaban entre el naranja opaco y el café oscuro. Era una tarde perfecta.
─¿A dónde me llevas, Koo? ─preguntó Jimin, el chico que ocupaba el asiento de copiloto y cuyos cabellos eran de un naranja intenso, cercano al color de las hojas.
─Lo sabrás cuando lleguemos y, antes de que me preguntes, ya casi estamos llegando así que tú tranquilo ─Levantó su mano y acarició levemente el cabello de su novio─. "And when we're apart, and I'm following you..."
─Así no va la canción, bobo ─corrigió el otro chico y ambos rieron─. Sabes bien que dice "And I'm missing you, I close my eyes and all I see is you".
Siguieron cantando y bromeando durante un rato hasta que llegaron a una casita rodeada de árboles, y esta era una de las casas más apartadas (y también la más pequeña) del vecindario. Se bajaron del auto y, mientras Jungkook sacaba las maletas y buscaba la llave para abrir la puerta de la casa, Jimin observaba todo a su alrededor y se abrazaba a sí mismo debido a la fría brisa que estaba soplando en ese momento. Una vez abierta la puerta el joven ingresó y comenzó a analizar cada detalle de la casa, la cual instantáneamente le brindó una sensación de calidez enorme y lo hizo sentirse como en su hogar.
─¿De quién es esta casa? ─inquirió a su novio mientras se quitaba su bufanda roja, la cual colocó después en un pequeño estante en la sala.
─Era de Jieun, mi hermana mayor. Me la dejó cuando se fue a los Estados Unidos y desde ese entonces no había venido.
─¿Es aquí donde vamos a vivir? ─Sus ojos se iluminaron cuando Jungkook asintió.
─Pues sí, así que ve guardando tus cosas en la habitación si quieres. Yo voy a meter el carro al garaje y después guardo las mías ─Fue a dejar un pequeño beso en sus labios, pero el más joven rodeó su cuerpo con sus brazos y lo apretó fuertemente.
─Te quiero, Koo ─susurró mientras dejaba leves caricias en su espalda.
─Y yo a ti, bonito ─Se separó de forma suave y besó su frente para luego salir de la casa.
Dos horas después se encontraban ambos chicos cenando en el comedor. Jimin preparó algo sencillo porque Jungkook no había llevado muchas cosas, pero este último prometió que irían de compras al otro día.
─Amor ─Jungkook lo miró─, ¿no te parece que deberíamos hacer algo con la casa? Decorarla, pintarla, cambiar algunos muebles...
─De hecho, te lo iba a comentar ─respondió y se llevó una cucharada de arroz a la boca─. Como a ti te encanta decorar y encima tienes buen gusto pensé que podrías encargarte tú de ello.
─¿En serio? Entonces mañana mismo podemos comprar algunas cosas para empezar, ¿verdad? ─Batió sus pestañas e hizo puchero, lo que hizo que Jungkook soltara una carcajada.
─Vale, ahora termina de comer ─El chico hizo caso a sus palabras─. ¡Ah, cierto! Tenía que contarte algo.
─Claro, dime.
─He estado hablando con mis amigos sobre hacer una cena especial entre todos, ya que hace muchísimo tiempo que no nos reunimos. Entonces quería preguntarte si tenías algún problema con que la hiciéramos aquí ─Miró atentamente a Jimin esperando una respuesta.
─Por supuesto que puede hacerse aquí, ¿por qué me molestaría? Es tu casa y son tus amigos ─Hizo el típico gesto italiano con la mano y bebió un poco de soju.
─No lo sé, como nunca los he presentado... ─comentó en voz tan baja que Jimin apenas pudo escucharlo─. ¿Pueden venir entonces?
─Obvio, amor. Pero, ¿cuándo se haría esta cena? Para ir planeando qué preparar ese día y así.
─Supongo que dentro de uno o dos meses, todo depende de cuando todos ellos estén disponibles. Pero bueno, en otro momento aclaramos eso, solo te lo quería comentar.
─Está bien, Koo.
Unos minutos más tarde la pareja terminaba de lavar los platos, y cuando Jimin empezó a colocar cada vasija en su sitio la luz de la cocina se apagó de repente, haciendo que el chico se asustara y mirara a todos lados buscando a Jungkook. Sintió escalofríos cuando unas manos rodearon su cintura y una respiración lenta golpeó su cuello, pero antes de que alcanzara a pronunciar palabra alguna escuchó cómo su canción favorita comenzaba a reproducirse desde el teléfono de su novio.
─¿Bailamos? ─Le estiró la mano mientras Jimin lo miraba anonadado.
─Por supuesto, señor ─aceptó coqueto y se acercó a él─. Pero antes deberíamos encender alguna luz, si no vamos a tropezar o tirar algo.
─Tienes razón ─Rió por lo bajo y abrió las puertas del refrigerador lo más que pudo─. Listo, una luz tenue y sensual.
─¿Sensual? Espero que sepas que esa luz "sensual" te va a costar muy cara, porque...
Jungkook colocó el dedo índice sobre sus labios haciéndolo callar, posicionó sus manos en su cintura y las de Jimin en sus hombros y, después de un apasionado beso, ambos amantes se dejaron llevar por el ritmo de la música y comenzaron a bailar mientras reían y cantaban tan animados como en la tarde.
Porque aquí estamos otra vez, en medio de la noche, bailando en la cocina con la luz del refrigerador.
Un mes después...
Llegó el tan esperado día de la cena entre amigos y Jimin se esmeró en preparar la mesa bien bonita y en cocinar varios platillos que fueran los favoritos de los comensales, como el gimbap y el galbitang. A todos les encantó la comida, así que se pasaron la noche elogiando al chico y también contando anécdotas divertidas de cuando se pasaban todo el tiempo juntos (como acostumbraban a hacer en todas las reuniones). Hasta que el mayor del grupo, cuyo nombre era Seokjin, decidió preguntar lo que todos querían saber en ese momento.
─Jungkook, ¿quién es este atractivo chico que nos recibió hoy y nos preparó esta cena tan deliciosa? ─Y todas las miradas cayeron sobre él.
─Emmm verán, él es... Es mi... ─titubeó, así que Jimin respondió por él.
─Soy su novio ─dijo con firmeza, y aquellos hombres por poco dejan sus mandíbulas incrustadas en la mesa al abrir la boca sorprendidos.
Jimin trató de tomar la mano de su pareja, pero este lo rechazó disimuladamente y sonrió incómodo a sus amigos, lo que hizo que su corazón doliera por un instante. Ya había sido suficiente con que en toda la noche no le había dirigido la palabra y a penas lo había mirado, para que ahora también rechazara esa mínima muestra se afecto de su parte.
─¿Tu novio? ─cuestionó otro de los amigos llamado Taehyung, a lo que Jungkook asintió─. ¿Hace cuánto?
─¿Por qué no nos habías contado? ─indagó Hoseok un tanto enojado, cuando toda la noche se la había pasado riendo y bebiendo.
─Y aparte, ¿desde cuándo te gustan los hombres? ─Lo miró fríamente Yoongi, el más serio y callado del grupo.
Me mantuviste como un secreto, pero yo te mantuve como un juramento.
─Chicos, basta. Dejemos que Jungkook aclare sus ideas y nos explique, debe haber tenido sus razones para no contarnos.
─Gracias, Namjoon. Y sí, tal vez debí haberles contado antes de esto porque son mis amigos de toda la vida y es un tema importante para mí, pero tenía miedo de cómo podrían llegar a reaccionar... ─Suspiró y tragó saliva para continuar hablando─. Sobretodo por la parte de que es el primer hombre con el que mantengo una relación sentimental, además de la notable diferencia de edad entre nosotros.
─Realmente luce mucho más joven que nosotros, ¿qué edad tiene? ─preguntó Seokjin.
─¿Y cuánto tiempo llevan saliendo? Si se puede saber, claro ─insistió Taehyung.
─Tiene veinte años ─contestó Jungkook y las expresiones de sorpresa no se hicieron esperar─, y estamos juntos hace...
─Ocho meses ─sentenció Jimin, quien había permanecido en silencio durante todo aquel rato─. Bueno, yo voy a ir recogiendo las cosas y las voy a llevar a la cocina para poder lavarlas. De verdad me alegra saber que la cena les gustó y fue un placer conocerlos a todos.
Hizo una pequeña reverencia y comenzó a recoger todos los platos y cubiertos de la mesa, sintiendo una mezcla de incomodidad con rabia sumada a unas terribles ganas de llorar. Mientras tanto, Jungkook despidió a sus amigos y se disculpó por el mal momento que les hizo pasar, a lo que ellos respondieron que en realidad no pasaba nada y que incluso lo entendían y apoyaban, pero le advirtieron que tuviera cuidado porque su novio era demasiado joven para él y eso la mayoría de las veces no acababa bien. Una vez todos se fueron el hombre decidió alcanzar a Jimin en la cocina, y lo encontró lavando los platos con la mandíbula endurecida y los ojos aguados.
─¿Quieres hablar de lo que pasó allá afuera? ─preguntó Jungkook apoyándose en la encimera.
─Bueno, me gustaría ─contestó Jimin con la voz entrecortada.
─Bien, ¿por qué te fuiste así tan repentinamente de la mesa? Mis amigos solo estaban preocupados por lo nuestro, y tú ni siquiera te interesaste por ellos o trataste de integrarte a nuestras charlas.
─No, yo no puedo creer lo que estoy escuchando. ¿Es enserio, Jungkook? ─espetó el joven con genio─. Me exiges que socialice con un montón de hombres a los que ni siquiera conozco, sabiendo lo difícil que es para mí hablar con las personas en general... Cuando tú ni siquiera les habías contado que estabas conmigo ─Rió amargamente─. Eres increíble, de verdad.
─Mira, ya les expliqué a todos que la razón por la que no les conté que somos una pareja es porque tenía miedo de que me fueran a discriminar o no aceptaran lo nuestro, porque son personas muy importantes para mí y no quería tener un problema con ellos.
─Pero conmigo sí que no te importa tener uno, ¿cierto? Ocultándome de tus mejores amigos como si fuera algo que te avergüenza... Eso sin contar que en toda la puñetera noche no me dirigiste la palabra y apenas me miraste.
─Eso último no fue a propósito, solo estaba nervioso y no, no me avergüenzo en lo absoluto de ti. Aunque sí me hubiera gustado que hablaras más con mis amigos ─Al escuchar esto Jimin dio un manotazo en la encimera y rompió en llanto.
─¿Me vas a seguir recriminando por eso? Tú sabes lo mucho que me cuesta entablar una simple conversación con alguien de mi edad, imagínate con cinco que me llevan más de diez años. ¡Y encima ni siquiera me notaste en toda la noche!
Al gritar esto se cubrió el rostro con las manos mientras lloraba desconsoladamente, a lo que Jungkook decidió bajar la guardia y abrazarlo fuertemente para tratar de consolarlo.
─Cariño, tranquilo ─Comenzó a repartir besos entre su frente y sus mejillas─. Ya, discúlpame por hacerte pasar un mal rato.
─Es que cómo no me voy a sentir mal ─sollozó.
─Pero ya, todo pasó. Discúlpame, de verdad ─Acarició su cabello y consiguió que dejara de llorar.
─Ahora me siento avergonzado, discúlpame tú a mí ─Sorbió su nariz y rodeó el cuello de Jungkook con sus brazos.
─No tengo que disculparte por nada, no sientas vergüenza. Y discúlpame otra vez, no debí haberte escondido de mis amigos ni comportarme tan frío contigo esta noche. Discúlpame, ¿sí?
─Vale, y ya no pidas tantas disculpas que esos trastes no se van a guardar solos ─Ambos rieron y el problema quedó olvidado.
Al menos ese, porque con el paso de los meses fueron surgiendo nuevos problemas e inconformidades que fueron arrastrando a la pareja poco a poco hasta el borde de un precipicio. Desde pequeñas diferencias de opinión a la hora de escoger el lugar a donde salir o el programa que ver en televisión, hasta una falta de comunicación tan grave que prácticamente ni se contaban su día y mucho menos hablaban de esos mismos problemas que estaban teniendo. Jimin quería buscar una solución porque estaba realmente enamorado de Jungkook y no quería perderlo, pero este último ni se inmutaba en hablar con él o si quiera darle una muestra de cariño. Para él, el estar peleados ya era un estilo de vida y se había adaptado a ello sin sentir la necesidad de solucionar las cosas; y para colmo se la pasaba trabajando sin descanso, aún cuando los ingresos que generaba le permitían darse un buen respiro de vez en cuando. Para tener casi 33 años no se estaba comportando como tal y eso estaba hartando a Jimin, quien ni siquiera sabía cómo habían llegado a ese punto.
Así que una noche en la que Jungkook regresó temprano del trabajo, Jimin esperó a que se hubiera dado un buen baño, cenara y hubiera descansado un poco para que no se quejara a la hora de hablar. Repasó mentalmente su discurso una y otra y vez y, en cuanto vio que su novio no hacía nada más que mirar su celular se acercó y se sentó frente a él en el sofá. Suspiró profundamente y agarró valor para decir:
─¿Crees que podamos hablar?
Jungkook apagó su teléfono y lo miró rápidamente, luego miró al suelo y se levantó del sofá para dirigirse a su habitación.
─Jimin, hoy tuve un día difícil en el trabajo, y aunque terminé más temprano igual estoy cansado, así que me gustaría acostarme ya. Podemos hablar en otro momento.
─¿De verdad vas a escapar así? ─Jungkook paró en seco─. Mira, lo único que quiero es hablar contigo de lo que nos está pasando porque no quiero perderte ─Con esto, consiguió que él se diera vuelta y lo mirara.
─No nos está pasando nada, simplemente tenemos diferencias como todas las parejas. Yo creo que es algo que podemos solucionar después, sinceramente ─Iba a seguir su camino pero escuchó cómo Jimin se levantaba algo furioso.
─¡Jungkook! Nosotros no tenemos las "simples diferencias" que tienen las parejas, nosotros tenemos un problema serio porque ni siquiera hablamos en el día y cuando lo hacemos solo es para discutir ─Cerró sus ojos y apretó los puños con fuerza─. Así que, por favor, ¿te importaría escucharme al menos por un momento? A ver si podemos encontrar una solución.
Finalmente, Jungkook asintió y se volvió a sentar en el sofá frente a Jimin, así que este último también se sentó y agarró todo el aire que pudo para calmarse y poder expresar su inquietud.
─Desde hace unos meses estamos peleando por cualquier cosa, desde la tontería más pequeña hasta las cosas que realmente nos afectan ─empezó diciendo─. Y eso no me está gustando, porque a lo largo de todo el año que llevamos de relación casi no habíamos discutido y cuando lo hacíamos encontrábamos una solución entre los dos y volvía a estar todo bien.
─Ajá.
─Y para rematar ahora ni siquiera nos damos afecto ─Pasó sus manos por su cabello con frustración─. No puedo recordar cuándo fue la última vez que me diste un beso o me dijiste algo lindo.
Al escuchar eso Jungkook quedó en silencio y se quedó mirando a un punto fijo, notablemente consternado. Así que Jimin colocó su mano sobre uno de sus hombros y continuó hablando.
─No sabes cuánto me duele que estemos así, porque yo te amo y mucho. Por ello me gustaría escucharte para saber cómo te sientes de verdad al respecto y si tienes alguna solución en mente puedes... ─Fue interrumpido.
─Creo que deberíamos terminar.
Emy. ✨
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