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5. Dudas/Miedos.

Hi~ Tengo que subir esto un poquito apurada hoy, pero igual les dejo una notita al final del capítulo que puede ser bastante explicativa para dar más contexto y peso a lo que se verá hoy, pero nos enfocamos más en Ash. Muchas gracias a quienes se toman el cariño para leer.

¡Espero que les guste!

—Tienes que decirle.

—No.

—Tienes que hablar con Eiji.

—No, no tengo.

—Sí, sí tienes.

—Claro que no, puedo huir de mis problemas para siempre, solo mírame.

—¡Ash!

Max golpea el escritorio con ambos puños, posee la cara roja y la mandíbula tensa, sus fosas nasales se abren y se contraen igual que un toro furioso, es intimidante de sobremanera y aun así, es apenas considerado digno para ganarse una mirada altiva de Aslan.

¿Cuántas veces han pasado por la misma conversación a estas alturas?

Tomó una decisión y no va a dar marcha atrás, no es un marica como Marvin o al menos, vacila que sea en el mismo sentido de la palabra.

—¿Realmente crees que el divorcio es la mejor opción? —Entonces Max le pregunta con el entrecejo rayado por la congoja, sus puños ascienden encima del escritorio, arrugando la investigación en un descuido tan grande que exaspera al más joven. Si bien, no es policía y se encuentra en último año para su titulación, no es extraño que recurran a él por ayuda y de hecho, así comenzó este problema.

Se expuso por confiado.

Él se lo buscó.

Él lo quería.

Lo disfrutó.

—No sé, tú estás divorciado. —Están sentados frente a frente, Max se le inclina encima y le recuerda a sus días siendo compañeros de celda en prisión, qué nostalgia—. Dime si es tan divertido.

—Yo y Jessica nos volvimos a casar. —Gruñe, esbozando una suerte de puchero que no le sienta por su edad, es todo un dinosaurio a estas alturas o en otras palabras, un cuarentón—. Ya no pertenezco al club de los divorciados.

—Una vez divorciado siempre serás un divorciado. —Bufa, tirando al aire el folio de papel—. No veo que estemos avanzando para ninguna parte.

—Chico...

—Creo que deberíamos dejarlo por esta noche.

—¿Para qué? ¿Para qué puedas regresar a casa y mentirle a Eiji? —Sus dedos se enroscan por inercia alrededor de su sortija, odia lo blando que se ha vuelto su corazón porque hace una vida no le habría importado lastimar a quién sea con tal de conseguir sus objetivos, pero ahora...mierda, no sabe qué está haciendo ahora—. Toma asiento y conversa con tu viejo padre. —Ash refunfuña, más, obedece.

—No eres mi padre real ¿sabes? Tengo a Jim. —De hecho, le sorprendió que el hijo de puta mostrara preocupación y lo fuese a visitar desde Cape Cod cuando Lao lo apuñaló en la biblioteca, siendo real no se lo esperaba y no supo cómo reaccionar.

—Puedes tener dos papás.

—A Jessica no le gustará eso. —Canturrea—. Además, Jim es demasiado viejo, incluso para ti.

—Puedes tener dos papás y una mamá. —Max frunce el ceño—. Espera, eso suena peor, ¿no es así?

—Hasta que te das cuenta, Sherlock. —El aludido le da una sonrisa repleta de las cosas que un padre debería ser capaz de transmitirle a un hijo: seguridad, confort e incondicionalidad.

[Congrats, dad].

Sí, desde ese mensaje probablemente lo empezó a llamar «papá», aunque siendo honesto, lo sentía así desde mucho antes.

Pero Ash ya tiene un papá.

Un papá real.

Piensa en Jim y hace mucho se ha esforzado por no hacerlo. Si bien, ahora que es un adulto entiende que los débiles no pueden hacer nada bajo la falta de poder, meter la idea en la cabeza de un niñito, un niño recién violado, necesitando desesperadamente creer en algo: en su papá, en Dios, la policía, (¡en lo que sea!) es ciertamente cruel. Porque las palabras de los padres tienen gran influencia, Aslan supone que obedeció a su padre y suprimió las emociones y soportó la violencia sexual, sin embargo, al final terminó en estallidos de rabia extrema. Mató a Barba Azul. Vio morir a Dino Golzine. Asesinó o al menos, intentó asesinar a Fox. Y estaría bien si fueran escorias o clientes, pero también hubieron personas buenas que fueron asesinadas en sus manos, Skip, Shorter, Griffin. Griffin... Tan solo siendo un niño ya era demasiado tarde para que siguiera el camino normal de la vida, cosas como el colegio, jugar, enamorarse, casarse y tener una familia quedaron fuera de su alcance. Enterró en lo profundo de su corazón esa parte de sí mismo.

Lo enterró para siempre.

—¿Ves? Te lo dije. Tu madre pensó mucho en llamarte así.

¿Para siempre?

Mentira.

—Deseando que su niño nacido en el alba fuera feliz, deseó que tu vida fuese tan hermosa como un jade al amanecer.

Todavía recuerda ese momento con una exquisita vividez, y aunque Ash estaba seguro de que mamá lo había abandonado, siente que pudo sanar poco a poco y encontrar la presunta felicidad profética que su nombre señalaba. Sí, fueron años maravillosos al lado de Eiji.

Inició terapia. Entró a la universidad. Empezó a trabajar con Max. Se hizo compañero de Jess cuando iba de compras. Fue aceptado socialmente por las amas de casa. Construyó un memorándum a Griff. Pudo retomar el contacto con Nadia. Fue feliz. Realmente feliz. Y sobre todo...

Se casó con Eiji.

Agarró el coraje para pedirle matrimonio y ambos se dieron el acepto. Es curioso, poco a poco volvió a ser un chico normal, fue reviviendo las etapas que le robaron en su historia, quiénes lo envidiaban o admiraban solían decir que tenía una belleza e inteligencia extraordinaria y aunque eso puede ser verdad, nadie piensa en la magnitud de las cosas que Dios le quitó. Y esa es la cuestión, porque a fin de cuentas "ser normal" lo hizo bajar la guardia en instantes que nunca lo habría hecho y se permitió olvidar lo más fundamental de su universo: los chicos normales son vulnerables.

Siempre deseé haber tenido una vida normal.

¡Todavía puedes! ¡Aún no es demasiado tarde!

—No puedo decirle. —Entonces se repite, recordando la última discusión que tuvieron y ni siquiera debería sorprenderle que Eiji lo haya descubierto, que haya visto a través de su fachada con sus ojos de noche estrellada y sus sonrisas de suéteres mullidos que siempre lo han desarmado—. No puedo, viejo.

—Ash. —El nombrado arrastra su silla más cerca para que queden frente a frente, no es tan próximo, pero es lo suficiente para que sus rodillas choquen—. Deberías decirle.

—Le daría asco.

—Sabes que eso es mentira. —No hay un ápice de reproche en sus palabras, solo impotencia y rabia, esas cosas que jamás encontró en Jim y siempre anheló hacerlo—. Sabes que te apoyará. —Y aquello es el problema—. Pero ponte en su lugar, debe estar confundido por tu cambio de comportamiento.

—Lo sé.

—¿Qué es lo que tanto miedo te da? —Muchas cosas—. Eiji nunca te ha reprochado por tu pasado.

—Lo sé. —La boca le retiembla y el corazón se le sofoca—. Pero tampoco es justo que se haya casado con mi pasado.

—¿Crees que es eso? —En lugar de responder, eleva el mentón y le permite ver toda la destrucción.

—¿Cómo crees que lo tomaría? —No quiere aceptarlo, no otra vez, no cuando estaba...bien—. Creo que sonaría tonto además, he soportado cosas peores, ¿no es así?

—Ash.

—Así que no debería haberme afectado tanto prostituirme otra vez. —Ríe con amargura para disipar la tensión, no obstante, lo único que consigue es que Max intensifique esa mirada paternal y piense en Jim y piense en lo mucho que aguantó y piense en lo que le fue robado y ahora de nuevo, inclusive cuando se profesaba esperanzado, Dios lo jodió—. No debería haber sido gran cosa, mi cuerpo sigue siendo el mismo con los años y yo...no es que esté más limpio.

—Chico.

—Lo que hice no se puede borrar.

—Aslan. —Pero Max aprieta su mano—. Fue una violación. —Y lo dice tal como es—. Él abusó de ti.

¿Abusaron de él?

Ja.

Los viejos ciclos no cambian, ¿eh?

Un caso de pedofilia que él y Max estaban reportando, su terapeuta le advirtió antes de darle el alta que debía ir con cuidado con respecto a la exposición de ciertos estímulos traumáticos, que tal como las drogas sentir ciertos aromas, sabores, lugares e incluso personas podía gatillar una recaída donde caería más hondo de lo que jamás cayó. Pero Ash se esforzó a sí mismo en devolver, justamente por haber sido abusado sexualmente sintió una responsabilidad casi divina por involucrarse en los casos, le insistió a Max, convenció a Jenkins y Charlie, eh acá las consecuencias. Estuvo bien e incluso sintió que encontró su vocación, que estaba salvando a esos pequeños Aslans por aquel Aslan que no pudo salvar hasta que...

—Me advertiste que era peligroso pero la policía estaba tardando demasiado, ya no pude quedarme sin hacer nada, viendo cómo otro pedófilo salía impune y seguía abusando en nuestras narices, tenía que protegerlos, porque nadie me protegió a mí en aquel entonces y les mentí, me colé en la oficina de Charlie, fui a enfrentarlo solo en busca de pruebas y lo que pasó en el hotel... —La boca le tiembla, el estómago se le aprieta y sus piernas se contraen en la silla, está ido—. Lo que pasó fue mi culpa.

—Lo que pasó no fue tu culpa. —Pero Aslan fue quién se le insinuó demasiado confiado gracias a su tan preciada normalidad—. Hemos hablado de esto, por ningún motivo sientas que fue tu culpa.

—¿Aunque yo lo llevé a mi cuarto? ¿Aunque yo tomé alcohol y me confíe sabiendo lo que ponen en las bebidas? ¿Aunque yo me acerqué a la barra? ¿Aunque no alcancé mi arma porque no respondió mi cuerpo y estaba demasiado drogado? ¿Aunque dejé que me bajara la ropa interior y no cerré mis piernas más fuerte? ¿Aunque dejé que él tomará...? Y Eiji...yo no.

—Aunque hubieras dado tu consentimiento explícito, si habías bebido él no... —Max coge sus manos con fuerza, impresiona al borde del llanto, es la viva imagen de un padre que se siente fracasado ya que ante el menor descuido, su niñito volvió a ser lastimado—. ¡Maldición!

—Sí. —Sonríe—. Maldición.

Se quedan en silencio con la mente en blanco.

Sin pensar en nada.

Reviviéndolo todo.

A la espera de que la ola final lo ahogue.

—¿Alguna vez has pensado en esas cosas que sabes que le suceden a todo el mundo, esas que sabes que pueden pasarle a cualquiera, pero nunca esperas que te pasen a ti? —Ash ríe con amargura sin apartarse de Max—. Nunca tuve la oportunidad de ser alguien así por mi infancia, porque a mí solían pasarme esas cosas, yo solía tener que lidiar con todo eso y mucho más.

—Aslan.

—Pero en algún momento me permití bajar la guardia demasiado por la normalidad y cuando volvió a pasar... —Traga duro, helado en el respaldo de la silla, sus ojos arden, parecen estar llorosos, pero no está seguro hasta que siente la humedad salada caer hacia sus propios labios—. Me sentí violado.

Ríe.

—Ridículo ¿no? Me sentí violado luego de haber pasado por tanto.

—No tiene nada de ridículo. —Pero Ash no lo escucha más, está de regreso en la habitación de hotel.

—Estoy acostumbrado a ese tipo de tratos así que ¿con qué derecho me siento violado? Jamás creí que mi vida mierdosa tuviera alguna ventaja, pero la tenía, no sentía nada cuando eso pasaba, podía poner una distancia abismal entre mi cuerpo y mi mente, ya sabes, podía irme. —Aslan deja caer su frente encima de sus palmas, haciéndose un ovillo tembloroso en la silla—. Esta vez no pude escapar de mi cuerpo, tuve miedo, yo, tuve miedo a ser abusado, es casi hilarante escucharme, pero todo lo que podía pensar en ese momento era en los ojitos tristes de Eiji cuando...fue asqueroso. Grité, Max.

—Oh, Aslan.

—Por favor créeme, grité, de verdad grité.

—Trata de respirar, te estás hiperventilando.

—¡De verdad grité! No quería, yo no lo pedí, él dijo que me lo busqué, pero Eiji, mierda, quería tanto volver a sus brazos y jamás lo traicionaría, me obligó de verdad Max, no lo seduje.

—Respira conmigo, vamos.

—Yo no lo seduje, solo quería ver su computadora.

—Aslan. —Lo calma, acunándolo de las mejillas y repitiendo su nombre una y otra vez—. No sientas que tienes que justificarte delante de mí, te creo, siempre te creeré. —Sin embargo, el lince continúa inmerso en su transe con las pupilas blanquecinas y los balbuceos incoherentes.

—Te prometo que grité, yo no quería... —Las lágrimas penden hacia su mentón—. Y aunque cuando se bajó los pantalones era obvio lo que sucedería no estaba listo, no quería, yo no supe, yo ni siquiera recordé que tenía el arma, estaba muerto de miedo, era muy pequeño. Cuando Jessica me dijo que ella tardó meses en recuperarse no lo entendí hasta que... —Se muerde la lengua—. Lo lamento por decir eso, no quise herirte, mierda, Max, lo siento, no sé qué pasa conmigo últimamente, solo...creía que por fin tenía un cuerpo limpio para Eiji, algo sano, algo bonito y valioso y ver cómo lo ensuciaron otra vez, sentirlo, tener que revivir eso de alguna manera fue peor a la última vez. Fue horrible.

—Aslan. —Pero Max es paternal y lo abraza—. Eso significa que te estabas recuperando bien. —Sus palabras son cautas y cuidadosas, como si supiera que camina sobre un campo minado—. Avanzaste mucho en terapia, tanto que volviste a sentir el cuerpo como propio. —Es acá cuando vislumbra que el periodista también está llorando.

Fallé en protegerte.

Por favor, perdóname.

Mi niñito.

—Estás sintiéndote más tuyo. —Se esfuerza por decirle y mantener la compostura, por demostrarle que está acá, que esto será diferente a la vez de Barba Azul y cuenta con una red de apoyo—. Y creo que Eiji entendería esto o al menos, podría apoyarte en tus dolencias.

—Ustedes no han pasado por esto. —Escupe con rabia—. Ustedes jamás entenderán la humillación, vulnerabilidad y el asco que se siente.

—Tal vez. —Pero Max es inescrutable—. No hemos pasado por eso, pero te amamos, Aslan, estamos acá para ti.

—Creo que preferiría no tenerlos. —Su cuerpo tirita, no puede respirar, se está ahogando y aunque intenta salir a la orilla, recuperarse y sanar bien ¿qué es estar bien?, ¿puede estar bien si desde niño no lo ha estado?, ¿este es el costo de su normalidad?—. Estoy drenando su vida, Max.

—Eiji te ama.

—También lo amo, pero estoy drenando su vida.

—Aslan.

—Y también estoy drenando la tuya.

Es que nadie habla de la parte más dura de una recuperación: la recuperación de los seres amados.

Ash no sabe con certeza cuándo empezó a desesperanzarse tanto, pero en algún punto se encontró a sí mismo congelado en su carcasa, imposible de salir. Cree que fueron una serie de cosas, no existe una gran causa que le haga decir: «por esto me quiero morir todo el tiempo, ¡eureka!», y el fantasma de la incertidumbre es mil veces peor. Fue un poco de todo, fue empezar a involucrarse en casos de abuso sexual y enfrentarse a varias versiones de sí mismo tan...rotas, con padres abominables y muy ignorantes, fue no poder hacer justicia con sus propias manos, ver a los violadores saliendo impunes, fue darse de alta en terapia, fue empezar a abusar de sus medicamentos, aunque la gota que rebalsó el vaso no fue ser violado nuevamente, sino sentirlo como una violación por primera vez. Fue irónico que en el momento en que se lo despojaran Aslan entendiese lo mucho que se había esforzado para hacer su cuerpo suyo. Y ahora no quedan más mecanismos para lidiar con eso, lo sobrelleva tal como una persona "normal" lo haría.

Pero ni siquiera.

Ni siquiera es tan "normal".

Ni siquiera es tan primerizo.

Ni siquiera es tan víctima.

Tan inocente.

Tan limpio.

Porque algo de ese abuso reactivó sus síntomas post traumáticos y ha vuelto a ver a Dino y a Barba Azul, los ve con mayor frecuencia como si fuesen el cáncer que debería haberse tratado hace mucho pero optó por ignorar y ahora se ha vuelto demasiado grande para extirparse. A veces los ve susurrar en las noches, de pie, mirándolo en la habitación y otras veces los ve acercarse a Eiji, eso es...necesitó separar las camas por lo mismo.

Y aunque quisiera confiárselo a Eiji un día lo vio, en medio de un ataque de pánico que se manifestó en destrucción y rabia, vio lo cansado que estaba y lo poco que quedaba de su dulce Eiji, comprendió que si no se apartaba este cáncer también lo terminaría devorando. Eiji notó la recaída y lo que trajo consigo fue que se descuidó, incluso empezó a faltar a la universidad para cuidar de Ash, a renunciar a sí mismo y a sus sueños por anteponerlo. No quiere eso. No se cree capaz de sostenerse ni siquiera a sí mismo, así que menos puede con Eiji y ¿con un matrimonio?, ¿con una familia?

Qué risa.

—Lo hiciste bien. —Max lo arrulla como lo ha aprendido a hacer cuando tiene pesadillas—. Lo hiciste bien, sobreviviste y estás acá, lo hiciste maravilloso.

—M-Max.

—Lo hiciste bien, mi niñito valiente. —Y eso es suficiente para que se haga mierda entre sus brazos.

—Eiji... —Lo llama en un jadeo—. Eiji debería saberlo. —Se apartan y aunque la mirada del periodista se encuentra repleta de cansancio, no es más que comprensión lo que lo envuelve—. ¿No es así?

—Merece saberlo.

—Sería más fácil si firmara el divorcio de una vez.

—¿Más fácil para quién? —Entonces le pregunta—. ¿Para ti o para él?

—¡Por supuesto que para...!

—Porque ambos sabemos que te limpias las manos en la excusa, ambos sabemos que cuando alejas a Eiji no es para protegerlo de ti, sino para protegerte a ti mismo de lo que puedes llegar a ser, como soy tu autodenominado padre te seré franco.

—Adelante. —Dice defensivo.

—Ni siquiera puedo imaginarme lo que estás pasando, no logro imaginarme lo asustado, violentado y desesperanzado que debes sentirte en estos momentos, pero llevamos años en esto juntos y creo que sabes que encerrarte en tu propia cabeza, intentar aislarte porque crees que lastimas a los otros estando cerca es lo que los acaba lastimando. Creo que te da miedo explicarte con Eiji porque si aun así no te da el divorcio y se queda a tu lado tendrías que volverte a parar, y creo que eso te da miedo.

—Pero Max... —Ash no refuta, al contrario, se muestra receptivo con la situación—. ¿Qué pasa si no puedo?

—¿Eh?

—¿Qué pasa si no puedo volverme a parar? —Suelta con impotencia—. Lo he intentado todo, estuve una eternidad en terapia y por fin estaba juntando los pedacitos de mi vida, ¿qué pasa si ya no tengo la fuerza necesaria porque me he hecho demasiado débil y tengo que vivir con esto? ¿Y si Eiji termina drenado? Él suele hacer eso, suele aplazarse por anteponerme y la está pasando mal, no quiero que me cuide, quiero que se cuide a sí mismo, no quiero ser el responsable de que...

Traga duro.

—Y es tonto querer conservar su ingenuidad considerando todo lo que hemos pasado y sé que esto del divorcio es tapar el sol con un dedo ¡lo sé! Pero necesitaba pensar con la cabeza fría.

—¿Crees que estar solo es sinónimo de pensar con la cabeza fría?

—No.

—Exacto.

—Sabelotodo. —Bufa amurrado.

—Además, tienes suerte de que solo sean tú y Eiji. —El adulto desliza sus toques hacia sus hombros, se siente cálido aunque firme, más, no demandante, Max nunca es demandante con él—. Si tuvieran un hijo de por medio las cosas serían diferentes, me pasó con Michael y fue un desastre.

—Sí. —Traga duro—. No puedo imaginar lo terrible que sería un hijo en esta situación.

—¿Ves? Las cosas siempre pueden ser peores, ahora tú y Eiji pueden enfocarse en sanar, tienen ese lujo.

—No sé, Max. —El más joven se deja caer sobre el pecho de su progenitor—. Estoy cansado. —Dice.

—Está bien que estés cansado. —Max lo acuna en sus brazos—. ¿Qué más? —Lo incita a conectarse.

—Tengo miedo.

—¿Por qué tienes miedo? —Entonces le pregunta porque entiende de antemano lo que Ash le dirá.

—Porque lo amo. —Lo admite—. Porque lo amo y es una mierda esta situación.

—Tienes razón. —Repite Max en voz alta—. Es una mierda.

—Sí. —Suspira—. Lo es.

—Pero saldremos adelante de todas maneras.

Puntos necesarios a aclarar: jamás es culpa de la víctima, así que no quiero oir quejas de que Ash se expuso o bla, bla bla, es la víctima y punto. En segundo lugar, si se fijan el Ash del canon suele usar sus abusos incluso para burlarse, es bastante defensivo sobre temas fuertes porque en el fondo sabe que eso genera una reacción en el resto y le da poder (en el manga se aprecia mejor) ya, puede hacer eso porque el Ash del canon tiene un politraumatismo, es decir, distintas situaciones adversas (desde la niñeza usualmente) y por ende, la disociación con respecto a su historia está terriblemente fuerte. La cosa de sanar y pasar por un proceso como este Ash lo hizo es que ante otro evento adverso afecta como lo haría con una persona "normal", es decir, es devastador, no hay un nivel fuerte de disoación ni humor ni nada. Y la cosa que suele pasar cuando hay un abuso sexual y porqué cuesta tanto admitirlo o mirar hacia adelante es que hacerlo implica aceptar un pasado inconcevible, el abuso sexual es en la escala de eventos adversos literalmente el número 1 y nadie tiene derecho a menospreciar eso, así que me vale poquito que encuentren que es exagerado tratarlo así o lo que sea, este Ash desde mi hipotesis comprensiva, había pasado por una recontrucción y ahora necesita nuevas herramientas para enfrentar esto. Y no solo fue el AS, sino que se fueron acumulando muchas cosas, nadie quiere caer en la desesperanza, a veces solo es gota tras gota que finalmente desbordan el vaso. Como siempre, tocaré estos temas en diferentes areas desde lo psicologico y salud mental hasta la vida de pareja y parental. Pero eso, muchas veces las personas que la pasan mal y se sienten poco vistas tampoco pueden ver a los demás porque están muy encerradas en su dolor, por eso se necesita de un tercero que medie. El tema central es Eiji en el fic, pero esta es otra patita importante. Quedan advertidos, sino es de su agrado no se calienten la cabeza para seguir el fic, y si lo es sean bienvenidos. Y tampoco sean tan lapidarios con ciertos temas, nadie vive 100% como se debería moralmente porque eso es super poco humano, la cuestión es cambiarlo y verlo, así que flexibilidad, Dios.

¡Nos vemos mañana con Eiji!

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