Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Mi vida es surrealista (Parte 2/2)

Suspiré pesadamente llamando la atención del chico que estaba sentado junto mí, tocó mi brazo haciendo que volteara con el ceño fruncido. Aparté mi brazo. Él sonrió y yo rodeé los ojos volviendo la mirada a la nada-¿Qué piensas Amargot? -parpadeé un par de veces para volver a enfocar mi vista.

-No me llames así -giré mi cuerpo sobre el sillón quedando frente a él. Observé a Emilio detrás del chico, estaba entrado por la puerta trasera del patio, elevó un par de veces sus cejas antes de acercarse por completo.

-Est- Estamos en la mesa que esta..., en el patio -asentí casi ignorando a las dos personas que estaban conmigo. Tenía ganas de llorar de lo abrumada que me sentía, el solo pensar que mi hermano no iba a estar esta vez, me ponía triste. Inhalé reteniendo un poco el aire intentando que el nudo de mi garganta se fuera. Solté el aire levantándome del sofá.

Salí de la casa viendo la cena servida en la mesa que había mencionado Emilio, no esperé a que ellos también vinieran fuera. Me senté frete a Saúl sin darme cuenta, pero cuando lo hice fue demasiado tarde porque todos los asientos estaban ocupados y tampoco me di cuenta cuando eso sucedió-Lo siento, estaba en el baño -Estela se sentó junto a Ross.

-Así que Margot, es la primera vez que traes a tus amigos a casa -habló mi padre sacándome de mi trance. Lo observé sintiendo los ojos de todos sobre mí, agaché la cabeza hacia mi plato e hice una mueca.

-Eso creo -me dedicó una sonrisa cuando volteé de nuevo con él. Solo no quiero ser el tema de conversación ahora. Me siento rara, demasiado, deseo largarme a mi habitación a llorar o simplemente a dormir.

-¿De dónde los conoces? -¡Ay, papá!¿Puedes parar? , no puedo mantenerme quieta cuando estoy nerviosa.

-De... La escuela -con cada palabra que pronunciaba sentía que me faltaba más la respiración. Observé al chico frente a mí y al instante me sonrió. Me levanté de golpe haciendo que todos me miraran-. V- voy al baño -no tenía ganas siquiera de hacer mis necesidades, más que nada, pretendía zafarme y no ser el centro de atención.

Al llegar cerré la puerta con candado, presté atención al espejo frente al lavabo observando mi reflejo, parecía como si estuviera asustada. Mis ojos se llenaron de lágrimas pero no quería llorar, traía maquillaje y se notaría que lo hice. Solté el aire por mi boca tratando de alejar los malos pensamientos-No, Margot, no llores -murmuré mirándome directamente a los ojos. Tenía muchos sentimientos encontrados que no sé cómo controlarme, no puedo esta vez.

Era demasiado tarde para aguantar porque comencé a llorar. Apoyé mis manos sobre el lavamanos dejando salir por fin las lágrimas. Sollocé con la cabeza gacha. Negué repetidas veces preguntándome "¿por qué?" yo no quería que esto fuera así, yo quería estar como antes y tener a mi hermano a mi lado. Me siento impotente, porque no puedo hacer nada para cambiar eso. Cerré los ojos limpiando mis mejillas con mis manos.

-Margot, ¿estás bien? -escuché la voz de Emilio al otro lado de la puerta. Quería estar sola, pero ahora mismo necesitaba un abrazo.

-¿Estás solo? -sorbí mi nariz echándome un vistazo en el espejo, mi maquillaje se había hecho un desastre, mis ojos estaban rojos e hinchados y ni hablar de mi nariz.

-Eh, sí -abrí la puerta sin pensarlo y con la misma rapidez corrí hasta él estrechándolo en un abrazo a lo que con extrañes me correspondió. Ya no lloré, simplemente estaba entre sus brazos-. Te noté rara desde hace rato, ¿estás bien?.

-Me siento mal, quiero ir a mi cama a dormir -se separó de mí asintiendo.

-Yo les diré a los demás que te encuentras mal y que fuiste a descansar -dio un ligero apretón a mis manos antes de soltarlas-, pero de mí no te vas a librar. Vuelvo en un rato -ladeé mi cabeza frunciendo mi boca. Me encogí de hombros girándome para poder ir a mi habitación.

No puedo negar que me sentí mejor con su abrazo, era lo que realmente necesitaba. Me recosté sobre mi cama nada más llegar, no mentía cuando decía que solo quería dormir, pero no podía. Observé el techo color celeste con unas nubes dibujadas en este, recuerdo que mi hermano las había pintado hace un par de años. A él le gustaba mucho pintar y decidió hacerlo en mi habitación. Suspiré pesadamente volviendo a levantarme, tenía que desmaquillarme y quitar todo el desastre que se me había hecho en la cara al llorar.

-Hola Amargot -volteé hacia la puerta encontrando a Ross recargado en el marco de la puerta-. Vine a ver si estás bien -rodeé los ojos soltando una risa sarcástica.

-Sí, lo estoy

-Tu cara dice todo lo contrario -negué pasando una toallita por mi ojo-. ¿Puedo pasar? -fruncí mi entrecejo. Elevé mis hombros. Se adentró y llegó junto a mí, estaba frente al espejo por lo que seguí su reflejo, nos quedamos en silencio observándonos a través de nuestra imagen en el espejo.

Él es más alto que yo, su cabello café peinado hacia arriba lo hacía ver aún más enorme, sus ojos oscuros divagaron por todo mi rostro, al igual que los míos sobre su cara. El lunar que tenía cerca de su ojo llamó mi atención. No puedo negar que era verdaderamente atractivo, pero eso no le quita lo idiota. Hice una mueca de desagrado, él hizo lo mismo imitando el gesto-¿Por qué aceptaste venir?

-Bueno, creí que en realidad si querías que viniera -le eché una mirada incrédula-, pero ya veo que no.

-Probablemente -él rodó los ojos abriéndose paso de nuevo a la puerta. Dio la vuelta para volver a verme.

-Bien, ya entendí que no quieres ser mi amiga o siquiera hablarme -asentí quitándome el maquillaje del otro ojo. Soltó un suspiro a la vez que bajaba sus hombros, dio media vuelta y se fue sin despedirse.

Este chico es tan persistente que siento que en cualquier momento volverá a entrar por la puerta, sin embargo, pasaron al rededor de diez minutos y no volvió. Más bien, escuché la puerta principal y alguna que otra risa, había cerrado la entrada a mi habitación por lo que no pude observar de quien se trataba, se estaban marchando, así que supuse que se trataba de él y Estela. También oí que alguien se acercaba a mi habitación, me levanté quedando sentada sobre mi cama. Tocaron y seguido abrieron.

-Hola Margot -sonreí hacia Saúl quien estaba ahí-. Tus amigos se fueron, la chica dijo que te despidiera.

-Ah... Sí, gracias -intenté acomodar mi cabello, estaba nerviosa, este chico me hacía sentir así, lo cual nadie me había hecho y me notaba rara. Se adentró por completo cerrando la puerta detrás de él. Tragué saliva siguiéndolo con la mirada.

-¿Por qué te fuiste? ¿Por mí? -lo observé ceñuda, quiero creer que he escuchado mal y no dijo ese comentario egocéntrico.

-¿Qué dijiste? -sonrió mientras se sentaba en el sitio vacío frente a mí. Hasta lo nerviosa se me había quitado.

-Se notó mucho que te derretías por mí -no puede ser, ya veo que sigue siendo el mismo imbécil de siempre, solo que con aspecto diferente. Me asqueaba mucho los tipos como él. Intentó acercarse al parecer con la intención de besarme, obviamente me aparte. Me paré de la cama al igual que él.

-¡¿Qué demonios haces?! -se supone que me está dando una sonrisa y mirada "seductora", pero esto es verdaderamente lamentable, no era la primera vez que me topaba a idiotas como él.

-Tus padres están afuera, no hay ningún problema -lo único que me estaba causando este momento es asco. No puedo creer, lo que tiene de guapo, lo tiene de estúpido. Se acercó de nuevo tratando de besarme otra vez, claramente me aparte, empujándolo-. Todos quieren algo conmigo -me quedé estática con una cara de repulsión, no dije nada y él dio media vuelta con la intención de salir. ¡Oh no! Esto no se va a quedar así, no sin que se lleve su merecido.

-De hecho si hay algo que quiero de ti -se giró con sus ojos en mí. Le di una risa perversa, lo inspeccioné de pies a cabeza, a lo que volvió a caminar a mí. Aproveché antes de que se me acercara de más para darle un puñetazo en la nariz, retrocedió tocándose la parte afectada, al parecer le empezó a salir sangre.

-¡Maldita loca! -agarré una toallita de papel, la coloqué sobre su nariz y apreté. Me acerqué a él aún con mi agarré.

-Ahora saldremos y diremos que te has tropezado con un mueble porque eres un imbécil e inútil. En cambio, si comentas algo que no sea eso, diré que me acosaste en mi habitación y no querrás pasar tus vacaciones pagando una fianza, ¿verdad? -no dijo nada, solo hacía muecas de dolor. Con mi pie pateé una mesa pequeña haciendo que se cayeran las cosas que había encima y creando un estruendoso ruido. Abrí la puerta saliendo junto a él, cambiando mi vizaje a uno "temeroso". Todos se alarmaron en cuanto lo vieron-. ¡Dios! Se acaba de caer en mi cuarto, creo que se rompió la nariz.

-¡Ay Saúl! -su madre preocupada corrió para auxiliarlo. El chico posó sus ojos en mí, le sonreí sínicamente.

-Tendré que quitar ese mueble de ahí, es muy peligroso -si me busca, me va a encontrar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro