Treinta y cinco
"Juega con mis nervios, juega con mi corazón. Encuéntrame con moretones y déjame con cicatrices. Rompe todas las puertas de mi casa y todas las ventanas. Pobre vino en mi sofá, trátame como un tonto y lo seguiré siendo por ti.
Toma el aire de mis pulmones y la comida de mi lengua. Toma todo lo que tengo y más, mientras no te vayas. Porque eres todo lo que necesitaré, así que no importa lo que hagas, sigo siendo un tonto por ti"
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Taehyung agradecía que el agua lavará las lágrimas que había derramado después de las palabras de SeokJin, prometiéndole aquello que temia no pudiera cumplir. El baño juntos no tenía intenciones lujuriosas. Solo habían caricias enjabonadas, alguna sonrisa cómplice y abrazos en demasía.
Taehyung sentía los brazos de SeokJin enroscarse nuevamente en su cintura y pegar todo su cuerpo a su espalda.
— ¿Por qué no hicimos esto más seguido? —preguntaba el castaño, con el mentón sobre su hombro y robándole una sonrisa.
—No lo sé ¿Para no pagar muy alta la tarifa del agua? —se burlaba Taehyung, con ese tono dulce en su voz.
—Con más razón hubiéramos ahorrado más —mencionaba SeokJin, besando su hombro.
—Ya pasó, no tiene caso pensar en por qué no tomábamos duchas juntos más seguido —soltaba suspirando.
—Tienes razón. Lo primero a cambiar de ahora en adelante —mencionaba SeokJin.
Taehyung se quedaba en blanco y luego reaccionaba, lo primero que hacía era sonreírle a SeokJin y cerrar el agua.
—Vamos, tengo hambre —exclamaba, saliendo con cautela y SeokJin quedaba con una extraña sensación de vacío—. No me traje ropa, pero aquí tienes la muda para ti —mencionaba el azabache y tomaba una toalla para cubrir solo su cadera y salir del baño.
SeokJin salía luego con sumo cuidado y comenzaba a secarse, luego se vestía con la ropa que Taehyung le había prestado y sentía su aroma. Era básicamente el olor al suavizante que éste usaba, pero era como llevarlo puesto y no podía evitar sonreír.
Minutos más tardes ambos estaban en la cocina y SeokJin notaba que Taehyung había comenzado con la comida sin esperarlo.
—Te dije que lo haríamos juntos —reprendía con dulzura. Taehyung alzaba la vista y sonreía.
—Sirve vino y mírame bonito —regañaba el menor a cambio.
Seokjin chasqueaba su lengua y hacía lo pedido. Luego de brindarle una copa a Taehyung se sentaba frente a él en la isla que separaba la cocina de la sala.
— ¿Has pasado por la casa del señor Hiroshi? —preguntaba el castaño.
Taehyung asentía—. Si, no hay mejoras —suspiraba mientras ponía una sartén para comenzar a cocinar la carne.
—Déjame hacerlo a mí —pedía SeokJin, llegando al lado de Taehyung para encargarse de la carne—. Yo sigo desde aquí, siéntate
—Señor perfecto —murmuraba Taehyung camino a la silla que SeokJin había dejado recientemente.
Desde ese lugar observaba nuevamente al castaño desenvolviendose en su cocina como si la conociera desde hacía tiempo. En el proceso de observación, recordaba una vieja conversación al inicio de aquel fin de semana en la casona.
— Tú y Baek estaban viviendo juntos ¿No? —preguntaba de la nada.
Aquella pregunta había logrado que SeokJin se detuviera de lo que estaba haciendo y lo mirara por debajo de sus pestañas.
—Si, es... Era —corregía, supuraba e iniciaba de otra forma—. Había llevado varias de sus cosas a mí apartamento para comenzar esa etapa juntos mes y medio antes de la casona y la boda de los chicos —carraspeaba su garganta y miraba a Taehyung para saber si continuar o no el relato, éste estaba atento dando a entender que prosiguiera—. Tiempo antes de sumergirnos en esas dos semanas nos salió la posibilidad de alquilar un piso más grande en mí mismo edificio, pero eso no va a suceder.
SeokJin sonreía y continuaba cocinando la carne.
— ¿Tú estás bien? —susurraba, descansando su rostro sobre sus manos—. Está bien si no estás bien. De hecho, puedes hablarlo conmigo
—Te sentirías culpable aunque me dijeras que no es así, lo harías —afirmaba dulcemente—. Si hay un culpable aquí soy yo. Y creo que lidiar con toda la mierda que siento es algo que probablemente merezco.
Taehyung suspiraba y agachaba su cabeza, replanteandose todo tipo de preguntas y situaciones. Y SeokJin por poco y podía leer su mente cuando lo veía consumido en sus propios pensamientos.
—Si algo falla entre nosotros, no voy a correr a los brazos de nadie más —aseguraba SeokJin, mirándolo fijamente, intentando buscar sus ojos.
Taehyung suspiraba y levantaba la vista—. No me gustaría fallar —admitía con calma—. Me he estado haciendo muchas preguntas y no quiero ser…
El azabache apretaba sus labios, intentando expresarse correctamente y llevando a SeokJin a su punto más alto de curiosidad y a sus cejas que por poco dejarían su frente si las seguía levantando de tal forma.
—Olvídalo. Tienes razón, me siento culpable —admitía Taehyung—. Pero creo que la culpa es de los tres. No recae todo sobre ti y ciertamente no soy el victima aquí, ese es Baek
—No —soltaba Seokjin con seguridad—. Sí, pero no. Ambos lo son, estoy haciendo con él lo que hice contigo, solo que… —SeokJin dejaba caer su cabeza hacia adelante—. Yo te amo y también te amaba en aquel entonces —susurraba—. No puedo remediar la cagada del siglo, pero a partir de aquí puedo hacer las cosas bien. Y prometo que las haré bien.
Taehyung asentía y sonreía—. Solo dime cuando no puedas más conmigo y lo entenderé
—Sería capaz de casarme contigo de nuevo —afirmaba el mayor de los dos con total honestidad.
Aquellas palabras habían enviado una descarga electrica a la nuca de Taehyung quien luego de quedar recalculando unos segundos, soltaba una sonrisa cohibida y exclamaba:
—Ya somos lo suficiente arriesgados volviéndolo a intentar. Casarnos nuevamente solo sería hacer el ridículo —se levantaba para preparar la mesa mientras SeokJin lo acompañaba con una risa que no estaba seguro si era honesta o solo para opacar el sonido de sus ilusiones rotas.
»Por supuesto que sería ridículo, SeokJin. Con suerte y él te está dando una chance.
La cena había sido silenciosa, el ruido de fideos siendo sorbidos por ambos y alguna que otra sonrisa cómplice y millones de hilos de pensamientos que invadían la cabeza del otro. Al finalizar Taehyung estaba más que seguro de lavar los platos, pero al momento de abrir el agua, SeokJin la cerraba.
—Vamos a la cama —pedía con dulzura.
Algo dentro de Taehyung sabía que eso se oía perfecto, tan correcto.
—Mañana seguirán aquí... Sucios —mencionaba Taehyung.
—Yo también —replicaba SeokJin, sonriendo dulcemente y tirando de Taehyung.
— ¿Te estás auto-invitando a mí apartamento otra vez? —cuestionaba el azabache, mientras recibía un casto beso por parte de SeokJin.
—Mmmm... —SeokJin relamia sus labios, mirando hacia arriba—. Posiblemente. Eres muy lento y siempre tengo que improvisar por mí cuenta —sus manos se enrollaban en la cintura de Taehyung y bajaba éstas a sus glúteos para levantarlo del suelo con facilidad.
— ¡Woah! —exclamaba Taehyung, tomándose fuerte de sus hombros. No presumas, Jinnie —reía mientras le daba otro beso y se dejaba cargar hasta su habitación.
El azabache había dejado que SeokJin se saliera con la suya desde que había llegado cansado a su puerta aquella noche. Primero la ducha, luego la cena juntos y ahora no lo dejaba lavar sus platos y se lo llevaba directo a la cama.
Depositaba el cuerpo de Taehyung con suma delicadeza, entre más sonrisas y era jalado por las manos de éste para caer encima y ser besado con suma vehemencia por Taehyung. Todo su cuerpo había caído sin mas remedio sobre el cuerpo del azabache quién no tardaba en meter sus largos dedos por debajo de su camiseta y SeokJin estaba dispuesto a dejarse hacer o mejor dicho deshacer.
Taehyung tomaba el mando, girandolos y quedando él arriba de SeokJin. Quitando una mano de debajo de la ropa de esté, la subía por encima de la cabeza ajena mientras que la otra seguía acariciando y sus labios seguían besando a SeokJin. Taehyung no podía evitar sentir el calor que se estaba agloremando en la habitación y el hecho de que SeokJin sabia cada vez más dulce y adictivo para él.
¿Cómo es que aquel hombre había dejado de ser suyo por un periodo considerablemente largo? Sus manos no podían dejar de recorrer y tocar. Sus labios no podían dejar de besar ahora su mentón y recorrer el camino de la filosa mandíbula de la que el castaño era dueño. Descendiendo por su cuello y metiéndose en el hueco de éste.
Lo escuchaba suspirar y sentía los dedos de SeokJin entre sus hebras y como lo apretaba fuertemente contra su cuerpo, pero el sonido del celular los interrumpía. Taehyung detenía sus besos y SeokJin, con algo de letargo y confundido lo miraba.
— ¿Por qué te detienes? —preguntaba en un susurro.
—Tu teléfono está sonando
— ¿Eh? —SeokJin miraba a su alrededor y ubicaba la mesa de noche de su lado y suspiraba cerrando sus ojos—. No importa, no importa. Continúa
— ¿Estás seguro? Puede ser importante —respondía Taehyung con calma.
—Esto también lo es —replicaba SeokJin con un precioso brillo en sus bonitos ojos rasgados.
Taehyung sonreía dulcemente y lo besaba de forma rápida y casta—. Tenemos mucho tiempo y tu teléfono no deja sonar. Debe ser importante, vamos...
Se levantaba para liberar a SeokJin y veía como lo había dejado despeinado, con su abdomen a la vista y rápidamente se cubría, suspiraba negando con su cabeza y tomando el teléfono.
—Oh...
— ¿Baek? —preguntaba Taehyung. SeokJin lo miraba y pasaba saliva—. Contesta, puedes ir a la sala si quieres. No voy a molestarme
—Lo atenderé aquí, si no te molesta —replicaba atendiendo y llevando el teléfono a su oreja. Taehyung alzaba sus brazos dando a entender que hiciera lo que quisiera—. Baek...
—jinnie... Lo siento ¿Dormías? —preguntaba con dulzura.
SeokJin miraba a Taehyung, quién estaba consumido en su teléfono y su videojuego—recordándole—al Taehyung de la casona que se aislaba de todos para solo prestar atención al juego frente a él.
—No, no iba a dormir aún —replicaba SeokJin y Taehyung podía fingir no estar oyendo, pero lo hacía—. ¿Sucedió algo? ¿Estás bien?
—Mierda, espero no interrumpir si aún no dormías —soltaba BaekHyun con la voz frágil—. Y-yo solo... —SeokJin suspiraba y se replanteaba la idea de salir de la habitación para hablar en privado con BaekHyun pero éste se recomponia y exclamaba—. ¿Recuerdas que te dije este finde de hablar?
— Si ¿Ocurrió algo?
—Mi plan era citarte este sábado como acordamos, pero mí vuelo se retrasó debido al mal clima —se apresuraba a hablar, pero SeokJin estaba seguro que estaba intentando mantener su voz estable la cual tenía un jodido nudo en la garganta—. ¿El domingo al mediodía está bien para ti?
SeokJin miraba a Taehyung quién no giraría su rostro en lo absoluto, suspiraba rascando su frente y añadía—. Mejor tarde que nunca. El domingo está bien —confirmaba.
Un silencio se hacía presente en la línea y SeokJin agachaba su cabeza con otro suspiro de por medio, mientras Taehyung apretaba los botones de la pantalla con demasiada insistencia e intensidad.
— ¿Baek, estás bien?
—Si, lo siento —respondía—. Te veré el domingo y de nuevo lo lamento. Sé que quieres cerrar este capítulo cuanto antes-...
SeokJin se ponía de pie y le daba la espalda a Taehyung, quién finalmente no podía evitar levantar la vista con su corazón latiendo fuertemente y su pulso acelerado.
—Oye, si necesitas tiempo para... Lo que sea, yo... —SeokJin suspiraba. Taehyung, el mismo que le había pedido dar vuelta la página de una vez estaba tras él oyendo, pero SeokJin no podía evitar la frase que abandonaba sus labios—. Si necesitas tiempo para volver a verme, lo entenderé
—No tendría sentido. Ni para ti, ni para mí y sé que no sería algo bueno para Taehyung —exclamaba, sorbiendo las lágrimas y haciendo notorio para el castaño el hecho de que estaba llorando—. Te dejaré, quiero dormir algo antes del vuelo. Apenas arribe a Seúl te avisaré. Buenas noches, Jinnie.
Y la llamada era cortada de inmediato, sin esperar una despedida. Dejando a SeokJin en tierra insegura y con una sensación extraña en su pecho.
— ¿Él está mal? —preguntaba Taehyung débilmente.
SeokJin giraba sobre sus talones y su ceño estaba fruncido, dejando el teléfono sobre su mesa de noche llevaba sus manos a su rostro para fregarlas sobre este y espabilarse.
»Estás dudando. Pensaba Taehyung con sus ojos ardiendo.
SeokJin apoyaba una rodilla sobre la cama y luego gateaba hacia Taehyung y le quitaba su móvil para dejarlo sobre la mesa de noche que correspondía a su lado y tomaba el rostro de éste entre sus manos y lo besaba. Lo besaba nuevamente con una urgencia desesperada, tirando de él para que éste subiera a su regazo una vez sentado sobre la cama.
Taehyung ahora se encontraba sobre SeokJin y luego de sentir la boca de este abandonar sus labios y dirigirse a su cuello. Apretarlo con sus brazos y querer fundirse en él con suma urgencia era lo que necesitaba, Taehyung intentaba encontrar su cordura en aquel mar de sensaciones.
—Espera, espera. Solo aguarda un momento... —exclamaba, quitando a SeokJin del hueco de su cuello y notando sus ojos llorosos—. Ay, Jin...
—Él está mal... —replicaba, dejando caer las primeras gruesas gotas.
—Lo siento... Esto es mí culpa
—No, no —SeokJin tomaba su rostro y lo besaba de forma casta—. No lo es. Dios. Nada de esto es tu culpa
—Ay, Jin... — Taehyung se soltaba—. Yo estoy en el medio, yo me metí
—No, fui yo —setenciaba el mayor. Dejando un agrio silencio entre ambos.
Hasta que Taehyung reaccionaba.
—Tú no quieres dejarlo. Por eso te duele —mencionaba Taehyung, intentando salirse de encima, pero SeokJin lo mantenía en su lugar.
—Me duele porque estuve cinco años con él y aprendí a amarlo —admitía—. Pero no me duele la idea de ser honesto y lo que me está asustando es que él quiera intentarlo...
—Y que tú le digas que si —Taehyung terminaba la sentencia con rasgos enseriados—. Tienes miedo de flaquear y-...
—Tengo miedo de tener que ser duro con alguien que no lo merece, porque lo único que me importa y me da mucho miedo es volver a perderte a ti —interrumpía SeokJin—. No quiero que me ruegue y estoy yo rogando al cielo que no lo haga porque no me gustaría tener que decirle que no tiene ninguna chance conmigo de ahora en más. Y es horrible pensar de esta forma con alguien que solo tuvo las mejores intenciones conmigo y siempre fue dulce-...
—A comparación de mí locura y temperamento —soltaba Taehyung.
—No te compares —añadía SeokJin—. Quiero creer que esto. Tú y yo, es lo correcto y nadie debería salir lastimado —susurraba.
—Si bueno, es inevitable... —añadía Taehyung—. Eventualmente alguien quedará hecho mierda
—No debería ser así porque no tengo más que darle las gracias y ser honesto con él
— ¿Qué te dió los mejores cinco años de tu vida? —continuaba Taehyung.
—Que me hizo feliz mientras formó parte de mí vida y que le agradezco por haberme dejado el camino libre para estar con el único hombre al que siempre amé pero fui tan imbécil, tan imbécil que lo había dejado ir... —añadía—. Tendrás que matarme si me quieres lejos de tu vida de ahora en más, porque no voy a dejarte.
Taehyung suspiraba y dejaba caer su frente con delicadeza sobre la del castaño—. Dilo de nuevo —pedía en susurro.
SeokJin reía y preguntaba—. Dije mucho ¿Qué parte quieres que repita?
—Solo di que me amas... —pedía con dulzura, poniendo sus manos sobre el pecho de SeokJin y sintiendo como el corazón de éste latía con fuerza—. Di que me amas y luego repitelo
—Te amo, Kim Taehyung —susurraba SeokJin—. Te amo más que ayer y menos que mañana —susurraba suavemente y Taehyung sonreía con sus ojos cerrados.
—Más que ayer y menos que mañana —replicaba suave.
—Más que ayer y menos que mañana —insistía una vez más y la respuesta era un fuerte e intenso abrazo que Taehyung le daba, mientras escondía su rostro en el hueco de su largo cuello y se quedaba ahí.
Esperando a que sus latidos y pulso bajarán, aprovechando a calmarse mientras que en ese abrazo tanto él como SeokJin liberaban todas las hormonas relacionadas al bienestar y al placer de uno mismo. Una limpia danza de endorfinas, dopamina y oxitocina, que de a poco los obligaba a exhalar todo el aire retenido y el mundo entero pasaba a segundo plano. Otra y otra y otra vez.
La seguridad de Kim SeokJin y la fragilidad de Kim TaeHyung.
Ay madre mía madre mía.
Próximo Erotofonofilia ❤️
Con amor niñita Nany
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