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Treinta

Taehyung seguía reposando en su sillón donde había aterrizado en muy mal estado. Su apartamento, no estaba muchísimo mejor que él. Le había costado mantener el orden y la limpieza por estar casi todo el día fuera, trabajando y poniéndose al día. Encima, estar cocinando en el buffet y estar casi de mañana a tarde noche, lo hacía estar inapetente al llegar a su apartamento. Así que solo vivía a ramen instantáneo o té. Realmente se había descuidado en esa semana y todo había sumado para llegar al estado actual en el que se encontraba.

Cómo podía se ponía de pie, para al menos llevar la ropa sucia al lavadero y barrer los pañuelos descartables que contenía sus gérmenes. Pero se sentía tan agotado que solo quería morir por al menos setenta y dos horas, para así recobrar un poco de energía. Parecía que lo habían drenado de ella. Estaba pensando en tomar un baño, antes que SeokJin se presentará, pero aquella—mala—limpieza le había llevado demasiado tiempo y ahora el timbre de abajo sonaba.

—Oh, mierda... —su nariz estaba tan congestionada que hasta oírlo era algo casi adorable sino fuera que se veía como la mismísima mierda.

Se acercaba el espejo al lado de la puerta y miraba su reflejo, si ya era un caso perdido. Tocaba el intercomunicador y ahí estaba SeokJin tan atractivo al otro lado de la camara. Apretaba el botón para darle exceso y recién ahí razonaba sobre que seguía llevando su chaqueta y zapatos. Estaba completamente vestido con la ropa de ese día. Ahora el timbre principal sonaba y suspiraba sonoramente para abrirle a SeokJin.

—Oh, dios —murmuraba el castaño al verlo.

De inmediato tomaba el rostro de Taehyung y apoyaba sus labios sobre su frente—. ¿Que hac-...?

—Estás volando en fiebre, Taehyung —entraba y cerraba por el azabache.

SeokJin llevaba su mochila al hombro, la arrojaba al sofá y notaba la mala limpieza que se Taehyung había intentado hacer.

—Estoy bien... —decía Taehyung yendo trás él.

SeokJin volteaba a verlo, mientras sacaba una bolsa de la farmacia con medicamentos de su mochila. Luego se despojaba de su chaqueta y se dirigía a Taehyung que lo miraba con un puchero en sus labios.

—¿Por qué te dejaste llegar a éste estado? —preguntaba con dulzura, mientras le quitaba la chaqueta finalmente a Taehyung.

—Yo estaba bien... —se excusaba.

—“Estaba bien” sí, claro —mencionaba SeokJIn, de forma burlesca—. Primero lo primero, necesitas ducharte a ver si así baja un poco la fiebre. Sino, mi amigo lamento decirte que…

—Hospital no, por favor Jinnie —rogaba con puchero, mientras iban camino al baño.

—De acuerdo, no te pongas en modo bebé porque sabes que digo que si a todo lo que sale de tu boca —Taehyung sonreía débilmente—. Pero si te pones peor, realmente voy a llevar tu bonito culo al médico y que te revisen.

Taehyung suspiraba sonoramente, pero asentía. No había notado que SeokJin se encontraba ya se encontraba quitando sus zapatos de cuclillas en el piso y subía para comenzar a quitarle su suéter.

—Puedo hacer esto yo solo ¿Lo sabes, cierto? —cuestionaba el azabache.

—Lo sé, pero esto es más divertido —respondía SeokJin.

—Lo es, pero aún no abrí la ducha para regular el agua y meterme. Quedaré desnudo y creo que eso no es saludable —exclamaba Taehyung con su voz congestionada, dejando a un SeokJin a mitad de desabotonar su pantalón.

—Mierda, tienes razón —se erguía y sonreía a Taehyung con mejillas enrojecidas.

Taehyung reía y se acercaba a dejar un suave beso en la mejilla de SeokJin—. Si pesque un resfrío, no deseo contagiarte, Hyung.

SeokJin asentía—. Prepara el agua, te traeré una nueva muda de ropa y te hare una sopa caliente ¿Has comido algo hoy? —Taehyung entraba al baño, mientras sacudía su cabeza en negación a su pregunta—. Eres increíble —murmuraba SeokJin.

Luego de haberle alcanzado una nueva muda, se disponía a preparar la sopa para el azabache, quien aún se encontraba en el baño tomando una ducha un poco muy larga. Re planteándose como el SeokJin—novio atento con llamadas y mensajes—lo incomodaba más que el tipo decidido a instalarse en su apartamento para cuidar de él. No entendía lo contradictorio de sus pensamientos, pero ciertamente se sentía bien ser regañado por no estar cuidándose como debía.

¿O se siente bien ser regañado por él?

SeokJin no quería ser un jodido exagerado, pero el tiempo que Taehyung se estaba tomando comenzaba a preocuparle. Así que con la cena más o menos encaminada se  aproximaba a golpear la puerta del baño con suavidad y esta era abierta segundos después con un Taehyung de ondas humedecidas que caían sobre su rostro, dejando algunas gotas cuesta abajo y una sonrisa algo atrofiada debido a su malestar.

—Tu cabello está demasiado mojado, Tae —reprendía tiernamente.

—Tengo una secadora, la usaré —respondía sonriente, pero antes añadía—. Papá.

Se giraba con una sonrisa ladina que de igual forma lo hacía verse atractivo y eso hacía a SeokJin chistar con su lengua y sacudir su cabeza en negación, mientras lo seguía de cerca.

— ¿Vas a seguirme por todo el apartamento, Seokjin? —cuestionaba el azabache divertido.

—Sí, eso implica cuidar de ti —replicaba el castaño detrás—. ¿Dónde está la secadora de pelo?

Taehyung tomaba una caja de debajo de su cama con su sumo cuidado y ahí estaba la secadora, la verdad era que no la usaba como debía y por eso su madre solía decir que también pescaba resfriados por salir con el pelo demasiado mojado.

—Sabes, mamá dice que salgo con el pelo muy mojado y por eso me resfrío también —añadía.

—Una mala costumbre que veo, jamás perdiste —respondía Seokjin. Como si fuera algo nuevo que Taehyung le contaba, pero en realidad SeokJin ya lo sabía—. ¿Cómo está tu madre, por cierto?

—Ella está… —la pregunta había sido inofensiva y relajada, pero para Taehyung era otra especie de carga a sus hombros—. Oh, mierda —susurraba, quedando totalmente desconectado del momento.

SeokJin fruncía le ceño preocupado—. ¿Qué sucede?

Taehyung pestañeaba reiteradas veces y luego ubicaba a Seokjin frente a él otra vez—. No les dije nada a mis padres —susurraba.

Seokjin alzaba sus cejas y replicaba—. ¿Te refieres a…?

—Sobre nosotros —SeokJin notaba que con fiebre y todo Taehyung se había vuelto más pálido.

Se apresuraba a ir a su lado, tomar la secadora y la mano de Taehyung entre la suya.

—Tae…

Mhpm

—Una cosa a la vez ¿De acuerdo? —El azabache lo miraba sin mucha más expresión, más allá de una de preocupación—. Ahora estamos aquí lidiando con tu fiebre y malestar. Vamos para la sala para poder revisar la sopa y secarte el pelo ¿Te parece? —tiraba delicadamente de la mano del menor.

Taehyung asentía, como si el malestar y la preocupación fueran de la mano en su bonito rostro ya con ojeras y nariz paspada, así que se dejaba llevar por SeokJin a la sala. Se sentaba pensando en que podría llegar a pensar sus padres sobre su vuelta con SeokJin, no es que tuvieran derecho de reprocharles, pero le inquietaba su reacción.Todo le daba vueltas en la cabeza y se mezclaba con el olor a caldo que aromatizaba la sala. Seguía en blanco, hasta que escuchaba el ruido de la secadora y unos largos dedos enredarse en sus hebras mojadas para comenzar a secar. El aire caliente le daba en cabello y se expandía a su alrededor con una sensación de calidez y escalofríos en su nuca que lo llevaban a cerrar sus ojos ante la placentera sensación.

—Tae —SeokJin susurraba a su lado, trayendolo a la realidad y lo veía posar sus labios en su frente otra vez—. Vas a comer y luego te daré el remedio para tu fiebre, no bajo mucho la ducha —decía ahora con su mano en su rostro—. ¿Tienes termómetro?

—No, lo siento —soltaba.

—De acuerdo, comerás algo tomarás el remedio y saldré a comprar uno ¿Si?

—Sabes que mañana ya estaré mejor, no es necesario

—Quizas si o quizás no, iré a comprarlo igual —SeokJin se alejaba y apagaba la cocina, mientras tomaba dos cuencos de vidrio—. Acomodate en la mesa, yo llevaré lo que falta.

Taehyung asentía y se acomodaba, el olor le había abierto el apetito por primera vez en todo el día. Cuando finalmente la mesa estaba completa y el cuenco de sopa frente a él, había atacado sin piedad la misma. SeokJin lo observaba y sonreía.

—Bien, enfermo que come no muere —soltaba, robándole una sonrisa al menor—, así dice mamá y tiene razón. Y con respecto a la tuya... —Taehyung levantaba la vista—. Paso a paso. Esto es algo nuestro, el resto lo sabrá cuando lo creamos necesario y con esto me refiero a que iré a tu ritmo ¿De acuerdo?

Taehyung suspiraba y cerraba sus ojos, asintiendo lentamente a las palabras del castaño. Las mismas habían traído más calma y la mano de SeokJin, ahora sobre la suya por encima de la mesa era más que suficiente.

Como les quedó el ojito? Estoy en ritmo ◖⚆ᴥ⚆◗
Si ven errores avisen, saben que soy cuatrochi 🤓

Con amor Niñita Nany 💜

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