Sólo pongo una foto porque soy pésima haciendo portadas 7u7 digo, por si se les antoja hacerme una:( yo feliz...

~ o ~

Taehyung caminaba lento, cabizbajo y casi arrastrando su corazón.

Eran las tres de la tarde y el sol brillaba como nunca, pero, él sentía como si estuviese nublado, incluso asimilaba el fuerte tono verde del césped con uno gris, apagado.

Sus ojos brillosos por la acumulación de lágrimas podrían romperle el corazón a cualquiera.

Dio un par de pasos más y se sentó en uno de los bancos del parque, no anhelaba seguir caminando. Cubrió su rostro con sus manos y soltó su llanto, sin gemir, sólo hipando de vez en cuando.

Lo extrañaba con cada trozo de su corazón dañado. Aún no lograba comprender como había podido tirar tres años de relación a la basura.

Su irregular respiración comenzó a calmarse muy lentamente, alzó la vista con su naricita roja y los labios humedos. Una dulce melodía lo sacó de su incesante llanto.

Sus ojos se posaron en una niña pequeña, quien tarareaba una canción mientras acariciaba con la yema de sus pequeñísimos dedos los pétalos de las flores. Estaba sola. No había algún adulto que estuviese cuidándola.

Se levantó, secó sus lágrimas y se acercó a la infante.

— Hola... — saludó el castaño.

La nena volteó rápidamente su rostro, permitiéndole al mayor ver sus grandes ojitos negros. Esbozó una amplia sonrisa, dejando a la vista la falta de dos dientes.

— ¡Hola! — saludó muy entusiasta.

— Cantas muy bonito, pequeña.

La infante asintió e infló su pecho con orgullo, robándole una sonrisa al mayor.

— ¿Cómo te llamas?

— Jeon Haneul, pero mis tíos me dicen Hani.

— Yo soy Kim Taehyung — se presentó agachándose hasta su estatura —, ¿Por qué estás sola? Es peligroso.

— Hwayoung no fue por Hani a la escuela, así que se salió sin que el panzón de la entrada se diera cuenta... Quería ir a casa con papá... Pero Hani no sabe cómo llegar a casa

Conforme hablaba su voz temblaba, una clara señal que estaba por llorar.

— Tranquila, pequeñita... Te ayudaré a llegar a casa con papá, ¿bien?

"Ése tipo me va a escuchar"

La niña asintió, sin borrar su puchero.

Le entregó su pequeña mochila a pedido del mayor, donde éste quizás podría encontrar algún número o algo que lo ayudase. Por suerte encontró un número de emergencia y una dirección.

Obviamente no se molestaría en llamar —y aunque hubiese querido no podría, porque hace sólo una semana que su celular cayó al inodoro—, quería ir hasta allá y poner en su lugar al padre irresponsable.

Tomó un taxi y le indicó la dirección, durante todo el camino la pequeña se mantuvo hablando. Habló sobre Hwayoung, que según entendió Taehyung era su niñera; también habló bastante sobre su tío Hoseok, quien al parecer apoyaba todas las travesuras de Haneul y por último, mencionó a su tío Seokjin, que por la manera de expresarse, parecía ser el "preferido".

Justo cuando Haneul iba a mencionar a su papá el taxi le indicó que ya habían llegado a su destino.

Taehyung tomó entre sus brazos a la pequeña y caminó hasta la casa indicada, tocó reiteradas veces la puerta, pero nadie salía. Haneul repentinamente sonrió y acarició las flores que se asomaban por las vallas, donde una mariposa se posó.

Había comenzado a tararear la misma melodía que hace un rato atrás, cuando Taehyung la encontró.

— ¿Te gustan las flores, Hani?

— ¡Mucho! Y las mariposas también.

— Sí, lo noté. En el parque también estabas mirando las flores en lugar de jugar con los demás niños...

— Oh... — la niña pensó por un momento y luego volvió a sonreír — Hani no puede jugar con muchos niños, porque a ellos les gusta correr.

— ¿Y a ti no te gusta?

A pesar de mantener una sonrisita en sus labios, sus ojos mostraban tristeza.

— Cuando Hani corre le duele mucho aquí — con su pequeña manita señaló el lugar donde estaba su corazón.

Taehyung se sorprendió, pero intentó no demostrárselo. Acarició suavemente su cabello y tocó por enésima vez el timbre de la casa.

— ¡Jeon Haneul! — gritó alguien detrás de ellos.

Cuando ambos voltearon, los ojitos de la niña se iluminaron y alzó sus brazos entusiasmada.

— ¡Papi!

El joven —Taehyung podría apostar que no pasaba de los veinte— daba pasos firmes, tenía el entrecejo fruncido y lo miraba como si quisiera golpearlo. Cuando estuvo lo suficientemente cerca la niña abrazó su pierna, pero este puso sus manos bajo los brazos de ella y la cargó.

— ¿Qué rayos hacías con mi hija?

"Cuenta hasta diez, Taehyung"