XXVII : Otro atardecer
Narra Triana.
Después de casi tres semanas sin ver a Gavi por la pretemporada. Por fin hoy volvemos a vernos.
Cojo el coche yendo hacia el aeropuerto. Llegarán en veinte minutos más o menos.
Espero que llegue mientras hablo con Sira, ella me cuenta que es lo que ha estado haciendo esta última semana.
- Por ahí viene - me avisa.
Miro por donde ella me ha indicado y sonrío al ver a Gavi hablando con Pedri y Ansu. Este último le da un toque en el brazo y Gavi lo mira mal, Ansu me señala y la sonrisa de Gavi se ensancha.
- Amor - pronucnia cuando nos abrazamos. - Madre mía lo que te he echado de menos.
- Yo también, bebé .
Nos besamos hasta que escuchamos las quejas de Ansu y Eric.
- Que solo estoy - se queja el catalán.
- Necesito una novia - dice Ansu y reímos.
- Sois porculeros eh.
Mientras voy conduciendo hasta la masía, Gavi me va contando como ha ido todo por Estados Unidos. El año pasado estuvieron en Miami y este año les ha tocado Los Ángeles .
- ¿Y cómo has pasado tu las últimas vacaciones antes de volver a la universidad?
Como todos los años, mis padres, mi hermano y yo nos hemos ido una semanita a una parte de Cádiz. El año pasado tocó Conil y este año ha tocado Cádiz capital.
Llegamos a la masía, Gavi sube las maletas arriba hasta su habitación, mientras yo lo espero aquí.
- Creo que esté año me compraré una casa - me dice y yo lo miro - Se está bien en la masía pero ya creo que ya necesito mi espacio.
- Es una buena decisión.
- ¿Me ayudarás a elegirla y demás?
- Si tú quieres, por supuesto.
- Claro que quiero, será también nuestra futura casa - informa sonriendo.
Llegamos a mi casa, al entrar enseguida Lucas va corriendo hacia Gavi.
- Gavi, me han subido de categoría - dice mi hermano haciendo que Gavi abra los ojos como platos.
- Ya mismo estás jugando conmigo, pequeño. - dice revolviendole el pelo.
Estamos un rato con mi hermano y después me pongo a hacer la comida, mientras mi hermano y mi novio están en la piscina.
- Pedri ha dicho de ir a cenar esta noche a un restaurante - me informa mi novio.
- Vale. ¿Sobre qué hora?
- Nueve y media - responde, asiento.
Gavi se ha ido a la masía a ducharse y cambiarse de ropa para ir al restaurante. Yo me he quedado dormida y porque me ha despertado mi hermano para que me arregle.
- No tienes muy buena cara Triana - me dice mi hermano.
- Estoy con la regla, Lucas.
Miro la hora y me tengo que meter prisa, si queremos ser puntuales.
No tardo mucho en elegir la ropa, quiero ir cómoda y sencilla.
Salgo de casa al escuchar los pitidos provenientes del coche de Gavi.
- Me voy - aviso a mis padres y a mi hermano.
- Pasarlo bien.
Me monto en el coche dejando un beso en sus labios.
- Toma esto - me da una gran bolsa. - Te lo compré en Los Ángeles.
- Gavi, no tenias porqué comprarme nada.
- Un detalle porque te echaba de menos y me acordé de ti al verlo.
Abro la bolsa, abro los ojos al ver un tocadiscos y un vinilo de Dua Lipa.
- Amor - pronuncio mirándole. - Esto es demasiado.
- Que va.
Antes de que arranque le beso de nuevo, y le doy las gracias una vez más.
Llegamos al restaurante, nos acercamos a la mesa donde ahora mismo solo se encuentran Fer, Pedri y Afrodita.
- Puntuales, así me gusta - dice Fer y nos reímos.
- Seguro que los últimos en llegar serán Ferran y Sira - digo y todos asienten.
Efectivamente, casi quince minutos después llegan los dos.
- La puntualidad no va con vosotros - dice Eric mirándolos.
- Había mucho tráfico - se queja Ferran, pero la cara de Sira me dice todo lo contrario.
- Ya sí tráfico - ruedo los ojoa.
- Sira la grúa ¿bien? - pregunta mi novio y todos nos reímos, menos la parejita porque sabe que le hemos pillado.
- Anda vamos a comer - habla Sira cambiando de tema.
No he comido mucho porque cuando estoy con la regla, al contrario de mucha gente, a mi apenas me dan ganas de comer, me da fatiga casi todo.
- Vamos a pagar - dice Ansu.
Como siempre ponen las tarjetas encima de la mesa y el camarero tiene que elegir una.
- Son 1.200 - dice el camarero antes de coger una tarjeta.
- Bueno al menos, es menos que la otra vez - dice Eric.
El camarero coge una tarjeta y cuando vemos de quien es miramos a Ferran.
- Siempre me toca a mí - se queja el valenciano.
- Eso es por llegar tarde - digo y todos se ríen, menos él que me mira mal.
- Oye no mires así a mi novia - le dice Gavi, sonrío.
Tengo un dolor de barriga que creo que en cualquier momento voy a reventar. Soy una de esas personas que parecen un río echando sangre y también se debe a la anemia que padezco. La primera vez que vi que echaba tanta sangre me asuste mucho, pero ahora ya estoy acostumbrada. Yo siempre digo que parezco las cataratas de Niagara.
- Chicos, yo creo que me voy ya a casa - digo tocandome la barriga.
- ¿Estás bien? - pregunta Pedri, todos me miran preocupados.
- La regla me tiene frita.
- ¿Quieres que vaya contigo? - me pregunta Gavi y yo asiento. - Pues entonces nos vamos ya.
Los dos salimos del restaurante dados de la mano, me sorprendo al ver la cantidad de fans que esperan a la salida del restaurante.
Gavi se para con la mayoría y yo me voy al coche, porque siento que en cualquier momento me voy a caer para atrás. Casi no tengo fuerzas de nada y ganas de nada. Solo quiero dormir y que el dolor se me pase.
Gavi se monta en el coche casi media hora después y suspiro mirando por la ventana. Ahora mismo ni quiero hablar con él, se que es normal que se pare a hacerse fotos, a firmar y demás a los fans. Pero me encuentro mal y llevo media hora esperando aquí. Yo creo que si me hubiese ido andando hubiese llegado hasta antes.
- Buenas noches, amor - dice besandome.
- Buenas noches, Gavi.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro