XIII: Bonita
Narra Triana.
Salgo de la universidad hablando con Alma sobre el examen que tenemos la semana que viene. Es un examen complicado y las dos hemos empezado a estudiar con tiempo.
- Triana, mira al frente - me indica Alma, alzo mi mirada.
Sonrío al ver un Nissan gris, el coche de Gavi. Me acerco a la ventanilla y sonríe al verme.
- Súbete.
- Alma, nos vemos luego.
- Divertios parejita.
Gavi y yo llevamos dos meses juntos, y son los mejores dos meses de mi vida. Es muy atento y siempre me cuida.
- ¿Qué tal el entrenamiento?
- Estoy agotado, pero me ha dado tiempo a cambiarme. - responde soltando una sonrisa. - ¿Y tú día qué tal?
- Pues más o menos lo de siempre. Nada importante.
Él sonríe poniendo una mano en mi muslo mientras que la otra la tiene apoyada en el volante. Lo miro conducir totalmente embobada, desde que se ha sacado el carnet de conducir y me lleva en coche me quedo pasmada.
- Ya sé que soy muy guapo eh.
- Egocéntrico.
- Me lo dicen mucho - dice guiñandome un ojo.
Llegamos a mi restaurante favorito y sonrío, me acerco a él y le dejo un sonoro beso en la mejilla.
- ¿Me quieres porque te traigo a tu restaurante favorito italiano?
Tengo una fuerte devoción por la comida italiana, es que me vuelve loca.
- No, tonto. Te quiero por todo lo que me haces sentir.
- Yo también te quiero mi niña - une nuestros labios en un beso con muchos sentimientos. - ¿No me vas a dar una pista de cómo vas a ir esta noche?
Esta noche tenemos una fiesta de disfraces que han organizado Sira y Ferran en su casa y nos han invitado.
- Ya lo verás.
- ¿Ósea que hasta las nueve que no pase a recogerte no sabré como vas?
- Veo que lo has pillado - vacilo riendo, él me mira mal.
- ¿Ni una pista?
- No, Pablo, no insistas, ya me verás.
- Jo - dice haciendo un puchero.
Después de comer Gavi vuelve a llevarme hasta mi casa.
- Nos vemos después, guapa - se despide dándome un beso cuando estamos en la puerta de mi casa.
- Ponte guapo.
- Siempre lo estoy, pero verás tú que no me vas a reconocer.
- Vale - comento riendo.
Entro a casa, pero antes me giro para tirarle un beso mientras él me guiña un ojo.
Por la tarde prácticamente no hago mucho, descanso un rato antes de prepararme para la fiesta de disfraces.
- Triana, vete preparando - me grita Alma desde su habitación.
- Ya voy.
Nada más salir de la ducha me pongo a plancharme el pelo, mi pelo es ondulado y tarda un poco en quedarse completamente liso del todo. Cuando ya lo tengo me empiezo a vestir.
He elegido disfrazarme de Pocahontas, es un personaje de Disney que me gusta mucho y siempre me ha parecido muy interesante.
Llevo una falda corta marrón, y un top también marrón. Me maquillo muy simple.
- Qué guapa. Te sienta genial Pocahontas.
- Tú tampoco vas nada mal de Campanilla.
Alma lleva un vestido verde de lentejuelas, unos zapatos con algo de tacon también verde. Su pelo rubio lo lleva recogido en un moño alto, un maquillaje sutil pero elegante, y por supuesto, no podían faltar las alas.
Escucho los pitos de un coche y sé inmediatamente que se trata de Gavi.
- Vámonos, Alma.
Salimos de casa, abro la boca al ver a Gavi. Es verdad eso de que va irreconocible.
- Hala, pero Gavi dios no se te reconoce.
- Esta noche no soy Gavi, soy Jack Sparon.
Yo rio negando con la cabeza.
- Estás guapísima.
- Gracias - agradezco riéndome.
- Venga vamos que tengo ganas de fiesta - dice Alma.
- Eres una cortarollos - le dice Gavi y yo río.
- Es que siempre estoy de sujetavelas.
- No dices lo mismo cuando te besas con Cristo - contraataca Gavi, asiento dándole la razón.
- Vaya dos, no me extraña que seáis novios.
Gavi arranca el coche para ir a casa de Sira y Ferran.
Llegamos a la casa de la pareja y nos abre una Sira vestida de Yazmin.
- Pero que guapos chicos, pasad no os quedéis ahí.
Vamos saludando a las personas que conocemos hasta que llegamos donde están Nico, Pedri, Ferran y Eric.
- Hala, Gavi - dicen los chicos al ver su disfraz.
La fiesta está genial. Todo el mundo disfrazado, comida por todos lados y también bebidas. Y música, eso sí que no puede faltar.
Llevo bastante rato bailando con Alma, Sira y Afrodita. He estado notando la mirada de Gavi fija en mi cuerpo y en cada uno de mis movimientos.
- Dios no me siento los pies - digo.
- Siéntate encima de mi - me indica Gavi palmeando sus piernas.
Me siento en sus piernas y él pone sus manos en mi cadera.
- Me tienes que hacer un baile solo y exclusivamente para mí. - susurra en mi oído poniendome nerviosa.
Con solo un toque, un roce o un susurro hace que me ponga nerviosa. Cosa que jamás me había pasado con nadie.
Lo que este chico llega a causar en mí no es normal.
- En algún momento - respondo viendo como se muerde los labios.
- Espero que sea pronto.
- Tiempo al tiempo, Gavi.
- ¿Bailamos?
- Gavi, ¿con ganas de bailar?
- Venga va que lo estás deseando, tonta.
- Venga vamos - digo levantándome de sus piernas.
Una canción más lenta empieza a sonar, miro a Gavi que me sonríe.
- Esto lo has preparado tú.
- Puede ser - dice alzando los hombros y yo sonrío. - Vamos a demostrarle a todo el mundo que somos los reyes del baile - dice haciendome reír.
Nos movemos lentos, rozandonos y sintiendo la música. Miro su cara, está concentrado por lo que se me escapa pequeñas risas, que el calma con besos, y que yo no me quejo de que lo haga así.
- Cada vez lo hago mejor.
- Es verdad, cada vez me impresionas más.
- Lo sé, nena.
Me acerco a él besándolo. Él enseguida se encarga de meter lengua y comenzamos a literalmente comernos la boca.
- Hay muchos chicos mirándote.
- Pueden seguir mirando.
- No, porque eres mía y solo mía.
- Pues por eso pueden mirar porque no tienen nada que hacer, te quiero a ti y solo a ti.
@trianarodriguez
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro