⚠️ Pederastia, pedofilia, mal entorno familiar ⚠️ Psdt: Está es la segunda parte del One shot anterior
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La niña se sentía mal, desde ese día se sentía sucia, su pobre y atormentada mente se intentaba mantener cuerda pensando que no volvería a pasar, el falso sentimiento de seguridad la había mantenido viva, pero no duraría mucho..

Ese día, uno de los más importantes socios del padre de Cassidy vendría a visitarlos, el matrimonio estaba nervioso, no por temer arruinar algo, era por su hija, ese pequeño estorbo que siempre se metía en su camino, claro..era una niña y no sabía lo que hacía, pero eso no quitaba que era molesta, odiaban tener que cuidarla, de hecho, si la familia de la mujer no se hubiera metido, la mujer habría abortado, a ese matrimonio no le sobraba nada de amor que pudieran darle a la pequeña niña y no les daba pena admitirlo, seguían sin entender que veía la demás familia y los demás adultos cercanos a la de ojos celestes, no era linda, no era lista, No era nada.

Pero, debían vender esa imagen, un matrimonio perfecto y feliz, con una encantadora niña, no sabían porque pero aparentemente eso atraía a muchas personas y el matrimonio estaba más que feliz, es como si todos quisieran trabajar con ellos y si tenían que mantener a esa niña con ellos eso harían, aunque la odiaran, así que le dieron un hermoso vestido amarillo y le exigieron que bajara a mostrar su mejor sonrisa y la niña así hizo, se puso el vestido y le encantó, era ligero y para nada incómodo, era perfecto, bajo las escaleras y camino hacia la sala, tenía una bella sonrisa que se desvaneció al ver a quien esperaban sus padres.

Todo es congeló, la niña no sabía que hacer, no quería estar con el, pero tampoco quería hacer enojar a sus padres, camino hacia la sala y se puso a un lado de su madre, jalo un poco el vestido de la mujer para que le prestará atención, siguió así hasta que la mujer se harto.

— ¡Disculpe! Pero ocupo llevarme a mi hija..¡Ya sabe como de berrinchudos son los niños! —Hablo con el intento de no dar a notar su enojo, tomo la mano de la niña y la jalo a la cocina, cuando llegaron cerro la puerta y la volteo a ver.

— ¡T-te juro que tengo una explicación! Por- –

El sonido de un golpe y un intenso ardor en su mejilla izquierda callaron a la infante al instante, miro a su madre con los ojos llorosos

— ¿¡Que carajos te pasa, mocosa!? ESTABAS APUNTO DE ARRUINAR TODO, MALDITA SEA, CASSIDY ¿¡PORQUE NO PUEDES PORTARTE BIEN Y SER EDUCADA!? ¿¡QUE PENSARÁN DE MI O DE TU PADRE!? ACASO USAS LA PUTA CABEZA EN ALGUN MOMENTO!? –Grito la mujer y seguido de eso volvió a golpear a la infante.

— P-perdón..pero ese señor..a-abuso de mi y-y..–

Fue interrumpida nuevamente por otro golpe

— ¿¡ACASO CREES QUE ESO ME IMPORTA!? ME VALE LO QUE SEA QUE TE HAYA HECHO, NO VAS A ARRUINAR ESTO, ESE SEÑOR TE HARÁ LO QUE QUIERA ¿¡ME ENTENDISTE!? TU ARRUINASTE MI VIDA, NO PERMITIRÉ QUE ARRUINES ESTE CONTRATO ¿¡ENTENDIDO!?

La niña agachó la cabeza y con ello sus ojos quedaron viendo sus zapatos,

— Entiendo perfectamente, madre..– Murmuró la menor con voz apagada.

La mujer sonrió ante eso, se la llevó y al llegar a la sala le susurro algo en el oído a su esposo, el cual sonrió y vio al señor, que se encontraba algo asustado, esperaba que la mocosa no haya dicho nada

— Señor, según lo que me cuenta mi esposa, usted – apunto con su dedo al hombre frente a el– — abuso de mi hija.

— Señor Rogers..se lo puedo explicar, le juro que no fue-

— No se preocupe, no planeo decir nada y, incluso, podría dejarlo hacerlo, claro, por un costo

El silencio lleno la sala, la niña temblaba, quería que fuera solo una pesadilla, realmente quería que lo fuera

Tristemente, no lo era, los adultos llegaron a un acuerdo, el señor le dió una cantidad considerable de dinero a sus padres y después jalo a la niña del brazo hasta el cuarto de la misma, mientras ella lloraba, rogándole a sus padres que no lo hicieran, al entrar en señor la aventó al piso y sonrió

Lo mejor es no entrar en detalles, la niña abrazaba sus rodillas, el señor se había ido hace unos diez minutos, esperaba que estuviera satisfecho, al igual que la codicia de sus padres, rogaba que estuvieran satisfechos, porque le aterraba la idea de que podría pasar otra vez, tristemente, la lujuria y la codicia son difíciles de satisfacer y solo con once años, la niña se dió cuenta