Asgore observaba desde donde estaba la grieta que permitía a los humanos caer al subsuelo.
El estaba admirando como débilmente algo de luz se asomaba. Pero no llegaba al suelo.

- Bien este es el lugar... Guardia real. Necesito un perímetro que bloquee esta parte.- ordenó el Rey de los monstruos.

Todos acataron y se pusieron a construir algunas defensas o incluso puzzles más difíciles por si el humano lograba pasarles. En si el plan era simple. Los Guardias retendrian al humano, Alphys activaría un escudo en la entrada de las ruinas. Luego el humano estaría retenido ahí por un tiempo. Y a los final usaban las almas para sellarle. Las almas eran lo único que lo detendría.

- Nadie más morirá....- dijo Asgore decidido.

Así el tiempo pasó. Asgore procuro establecer muchas defensas y preparar a la guardia real. Undyne y Papyrus entrenaban. Sans procuraba construir la máquina de sellar y luego Alphys se unió con él porque ella terminó de mejorar a Mettaton. Todos trabajaban y se preparaban para su llegada.

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Solo un día faltaba, solo uno. Toriel hace dos días termino de ayudar a los monstruos de las ruinas a irse. No tenían en si equipaje pero algunos sí que estaban afectados por esos recuerdos y Toriel tardó un poco en tranquilizarlos, solo ella podía por qué no muchos les conocian.

Ella había sido comunicada del plan de Asgore pero ahora no sabía qué hacer.

Ese niño humano la mato a ella. Toriel sentía un escalofrío al recordar. Al recordar esa anterior línea temporal.

Ella aún estaba confusa por lo de la línea del tiempo y no lo entendía bien.

En si no sabía si ayudar a atrapar a el humano. Ella nunca haría daño a alguien y menos a un niño. Su mente aún se negaba.

- No puedo...- dijo para si misma. En especial si ese niño se parecía mucho a su antigua Hija.

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