Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

All I Want

Wonbin tenía esta vida de omega soñada, al haberse encontrado con un alfa como Anton. Este se encargaba de pagar por todo lo que necesitaba y el solo tenía que ser su consentido omega. Wonbin le parecía algo maravilloso haberlo conseguido, siendo su boleto para salir de su hogar tan abusivo. Aceptándolo incluso antes, de siquiera estar enamorado de este. Cuando Anton le propuso que fuesen pareja, este ya estaba completamente en él. Deslumbrado por su belleza y su personalidad tan pura.

Su vida había cambiado en poco tiempo, convirtiéndose en un omega lleno de comodidades. Vivía en un enorme pent-house, vestía de marcas exorbitantes en precio. Cosa a la que aún no se acostumbraba bien, teniendo en cuenta su vida anterior. Trabajando en cafeterías, para poder pagar su universidad. Lugares donde había coincidido con Anton y se habían vuelto cercanos poco a poco. El alfa lo tenía cortejado desde el día uno, curiosamente asistiendo a cada uno de sus trabajos.

Wonbin se había apegado tanto al alfa, después de que este lo marcase en su noche de bodas. Con aquella marca en su cuello, pensó que ya no podía ser ya más pegajoso como marido. Hasta que vivió su primer celo y se dio cuenta de que no lo quería ni un segundo lejos de su lado. Era otro estando en celo, según Anton le había explicado. Su alfa había optado por quedarse con él, en esos días. Pidiendo teletrabajo en su empresa, podía cumplir igual.

_ ¡En serio le dijiste a tu jefe que te necesitaba veinticuatro siete en mi celo! _Wonbin se sonrojo de solo decirlo.

Wonbin se había sentido algo apenado, pero aceptaba que Anton podía llegar a ser muy protector. Se habían conocido en una época, en la que Wonbin estaba muy enfermo. Debido al abuso de supresores, había malogrado su salud como omega. Anton se había propuesto en ayudarlo con ello y seguía haciéndolo actualmente. Wonbin seguía mejorando, había recuperado ya casi toda su fertilidad. Fertilidad que aun, no sabía cómo manejar siquiera. Quizás por eso seguía cuidándose, mucho más que por graduarse sin pancita.

Anton se le quedo mirando a las mejillas sonrosadas de Wonbin. _Él sabe que yo solo quiero cuidar bien de mi esposo. _

Anton le tomo la cara a su omega, con ambas manos. Su carita petit, le hacía saltar el corazón. Incluso algo más abajo, si era sincero consigo mismo. Wonbin lo miraba con esas mejillas sonrosadas, que se quería comer de una sola mordida. Por algo eran las dulces manzanas con canela, el olor característico de aquel omega. El olor a tarta de manzana, siempre estaba revoloteando por ahí. Cuando el omega estaba en su presencia, podía incluso sentir de más aquellas notas de canela.

Dio un pellizco en vez de mordida, en esas mejillas. Lo hizo tan suave, casi un toque de ángel. Wonbin no le gustaban tanto, el contacto corporal. Se avergonzaba de esas cosas, se avergonzaba incluso de la atención recibida. Entendía que este, no había crecido con ese amor de familia. Talvez por eso en celo, era totalmente diferente. Su omega anhelaba algo e iba a por ello cuando podía. Wonbin parecía seguir trabajando en comprender eso, sin poder creer que podía ser así.

_Como lo voy a ver a la cara en la fiesta de navidad de la empresa. _Wonbin hizo un puchero sin siquiera pensarlo.

_Es natural bebé. _ Anton le dio una mirada de triangulo, a ese lindo omega que tenía en frente.

_ ¿Es natural querer tus cachorros en cada celo? _

Wonbin ladeo su rostro ante Anton, levanto sus cejas buscándolo, hasta topar su nariz con la del alfa. Anton se dejó hacer, hasta darle una característica mirada de triangulo al omega. Lo delataron sus feromonas, que denotaban estar demasiado en este. Revoloteando más perfumadas, cuando Anton intento darle un piquito a su omega. Este arrugo la nariz, riéndose al poder hacerle la cobra. Wonbin era medio tsundere, cuando se lo proponía.

_ ¿Y lo malo? _ Anton jugo aquella carta.

Wonbin resoplo algo derrotado. _Hablo en serio Anton. _

Wonbin se dejó abrazar de su alfa, que lo atrajo hasta su pecho. Sin pensarlo mucho, se ajustó hasta acariciar su rostro en este. Era cálido justo ahí, podía sentir aquellas feromonas del alfa. Dándose paso por doquier, para lograr calmarlo. Y sí que estaba funcionando, mientras compartían esa conversación. En el sillón de la sala, mientras veían como ya había empezado a nevar. La dichosa fiesta de navidad, estaba a la vuelta de la esquina. Anton acariciaba su cabello, lo tenía todo bobo en ese toque. Ese celo, estaba por llegar casto.

_Solo es tu omega queriéndolos, nada tiene que ver con tu humano. Solo hay que cuidarnos bien y no pasara ningún incidente. _Anton arrullo.

Ya habian tenido esos sustos de embarazo, por lo menos unas tres veces en ese año. Tres protecciones rotas, habían ocupado las pastillas de emergencia. A Wonbin poco le importaba volverlas a ocupar, pero Anton tenia claros recuerdos del estado de Wonbin. Cuando solía tomarlos en el pasado, como si de mentas se tratase. Digamos que Wonbin no había sido, temeroso a ningún efecto secundario. No hasta que simplemente, sus celos habían empezado a faltar.

_Mi celo llegara en unos días y ya sabes en lo que me voy a convertir. No más sustos de embarazo, hay que dejar de follar como animales. _Wonbin mordió, algo preocupado.

_Entendido. _Anton asiente despacio.

Anton paso su mano en la espalda de Wonbin y ya para entonces Wonbin miro. Como este tenía sus ojos puestos en él, esos ojos de miel. Que le endulzaban el alma y le derretían el cuerpo. No sabía que estaba pensando, pero tenía una idea de que podía ser. Anton era un alfa de familia y adoraba la idea de tener una. Se derretía con la idea, de tener un mini, de cualquiera de los dos.

_ ¿Por qué me miras así? _ Wonbin intenta ocultar una sonrisa entre sus curiosos labios.

_Te estoy imaginando con cachorros. _Anton le brilla la mirada ante Wonbin.

_Tengo que terminar la universidad muñeco. _Wonbin musita.

_Te verías hermoso cargándolos en tu pancita. _Anton piensa obviamente en voz alta.

_Te daré los que quieras cuando termine. _Wonbin asegura risueño.

Ya le da igual y se va a darle besos a Wonbin, que sean sonoros incluso. Ocupan el espacio y tiempo de ahí. Resonando por las paredes, junto con la risa coqueta de Wonbin. Que los recibe, mientras le mira encantado. Lo hace hasta que, Anton finalmente se detiene. Le da entonces su recompensa, un pequeño besito en la punta de su nariz. La mirada de cachorro en Anton, dice todo de cuanto le ha calado aquello. Está enamorado, enamorado mal.

_Serán los que tú quieras darme. _Anton asegura.




Wonbin vio a su alfa a su lado, este estaba acostado. De espaldas al aire, la moción de su espalda mataba. Los músculos se movían, al ritmo de aquella respiración. Wonbin podía sentir el aroma de este, un olor a pino invadía la habitación. La calefacción de la misma, intensificaba aquel aroma. Habían amanecido ahí, después de mimarse hasta quedarse dormidos. Anton no había dejado que pasase a mayores, temía que eso le motivase su celo y no tenían ni siquiera protección en casa.

Wonbin pudo incluso saborearlo, al ir a por una mordida del hombro de Anton. Quien tembló contra los dientes del omega, gruñendo al sentir sus colmillos rosar. Vividos hasta rayar su piel, haciéndolo despertar agitado. Lo hizo atraerlo contra él, en un abrazo que los fundió. Sin limitarse en tomar también, un poco del divino olor de su piel. Aún mantenía sus ojos cerrados, en su actual ensoñación.

Wonbin ronroneó a gusto. _Quiero morderte. _Secreteo un tanto divertido. _ Y que me folles también. _

Anton trato de apaciguar esa sonrisa, que se formaba en sus labios. _Debes estar en tu celo ya. _Acato sobre los labios, de un atento Wonbin. _ ¿No es así mi bebé? _

Wonbin relamió sus labios, ansioso ante su alfa. _Yo siempre te quiero Anton y ya deja de jugar llamándome bebé, estoy muy sensible a ese apodo. _ Secretamente lo adoraba, pero le abría las piernas también.

_Yo también te quiero bebé. _Anton pico una vez más.

El omega había quedado contra el alfa, casi ahogado en el cuerpo del otro. Mientras este lo seguía apegando, en un abrazo lleno de leves caricias. Sus cuerpos semi-desnudos encontrándose y el detalle de sus erecciones, rozándose bajo sus interiores. Wonbin alzo su pierna, hasta enredarla en la cadera del alfa, oprimiendo sus empalmes a tutiplén. Dejando ir un gemido ahogado, por sobre la fina línea de labios del alfa. El aroma de ambos, los atosigaba.

Sintiendo como las manos de Anton, se iban hasta manosear bien sus glúteos. Abrirlo en ese compartir de toques, sacándole jadeos suaves. Dedos jugueteando en su entrada, que ya empezaba a mojarse de su esencia. El olor de su piel intensificándose, la nariz de Anton se hundió en su mordida fresca. Tomando aquel olor a manzanas con canela, que tanto le había encantado a la primera. Que seguía embriagándolo tal cidra, con cada bocanada de aire que tenía.

_Vas a tener que besarme alfa. _Wonbin tentó aquella realidad de ambos.

Anton ríe divino. _Ven aquí. _

Wonbin enrolla sus piernas en esas caderas, una vez el alfa se vuelca en él. Le dobla en tamaño, haciéndolo desaparecer debajo. Lo está sofocando con su cercanía, mientras va a por sus labios. Wonbin lo atrae con sus manos, que cuela en ese bonito rostro de muñeco. Lo ve mientras se acerca y acata el beso de manera sumisa. Su boca está abierta para lo que sea, que ese alfa quiera darle. Tomando apenas sus labios, lo vuelven a conocer otra vez.

Nunca es suficiente cuando se trata de aquellos labios, que se acribillan contra los suyos. Arremolina sus dígitos en la larga cabellera del alfa, sin importarle cuanto desastre hace en esta. Jalando incluso de a pocos, cuando Anton se apodera de su boca. Infringiendo con su lengua, que no se limita en empujar la suya. En una lucha de poderes, que sabe que va a perder. Se deja follar la boca dócil, recibiendo caliente.

_Más, alfa... _Wonbin gime aquella frase.

Se relame un Wonbin, al ser abandonado en el beso. Anton esta justo ahí, alejándose de sus labios. Su mirada viaja en lo que, le acaba de hacer a aquella boca. Esta roja de tantos besos, que le ha dado al alfa. Invitándolo a dar una probada más, un casto beso para este. Que sigue de a poco, hasta morder a gusto aquel labio inferior. Anton se le aleja, una vez más. Wonbin hace un puchero, evidentemente malhumorado. No necesita cordura de su alfa, necesita que se lo folle. Quiere sus bebes, no ser su bebé.

_Hay que parar. _Anton deja ir en un hilillo.

_¿Por que parar?_ Wonbin musita.

_Tengo que trabajar omega. _Anton dice en una dulce melodía.

_Anton... _Wonbin gime aquel nombre.

Anton le da un beso en la frente al omega, que se deja hacer algo anonadado. Le duele la jodida erección entre sus piernas y está seguro que Anton esta en las mismas. No quiere ni moverse, la sola fricción lo emociona todo. Jura que se va a correr, solo por unos poquitos besos. Le tiembla el cuerpo, cuando Anton le da de besos en las mejillas. En los parpados de sus ojos, en el puente de su nariz.

Su pene esta que brinca, retorciéndose a gusto con los mimos. Anton parece saber, lo que está haciéndole a su cuerpo. Wonbin jadea, jadea como un condenado. En esos besos, en esas caricias. Perdido mirando a su alfa, por el que en poco daría la vida. Se está muriendo por tenerlo, gracias a ese maldito celo. Que devela su verdadera necesidad, cuanto lo ama en realidad.

_Deja de mirarme así, no es legal lo que estoy sintiendo. _Anton recita.

_Yo no estoy mirándote, así..._Wonbin dejo aquella frase al aire.

_Lo estás haciendo, para convencerme de follarte. _Anton recita aquella frase.

_Está funcionando. _Wonbin no miente, por lo que ve.

Anton niega rotundo, levantándose como puede. Wonbin se le ha colgado de cuello, sus piernas envueltas en su cintura. Ha hecho una maroma de calistenia para ponerse de rodillas, en esa cama. Wonbin sigue colado en su cuerpo, como una especie de koala. Con una sonrisa que sabe que está ahí, la siente contra su cuello. Cuando este lo enfrenta, sigue ahí puesta.

_Ve a tomar una ducha Wonbin, voy a prepararte algo de desayunar. _Anton habla, por sobre los labios de su omega.

Wonbin pone ojitos otra vez. _Pero..._

_Haz lo que te digo, ya no podremos hacerlo. Más tarde se podrá, tengo que comprar protección primero. _Anton explica apacible.

_Igual la vamos a romper. _ Wonbin hace un puchero.

_Eso fue porque ambos estábamos en celo. _ Anton se sonrojo un poco.

Esas tres veces, su celo se habían sincronizado. Siendo pareja ahora, solía pasar más seguido. Lo cual era peligroso, ya que ambos eran como conejitos en calor. Llevando las cosas al límite, corriéndose múltiples veces en una noche. Chocándose hasta cinco rounds y no precisamente era de manos. No eran para nada delicados, ni nada por el estilo. Solo follaban duro y de manera desordenada. Hasta sacarse todo el deseo, que sus lobos tenían atorado.

Wonbin entreabrió los labios, antes de decir algo más. _Hay una pastilla que..._

Anton tiene su mano arremolinada, en los cabellos cortos de Wonbin. Este entrecierra los ojos, cualquier toque le vuelve loco. Se pega a este, apoyando sus manos en la parte de atrás de su cuello. Anton tiene que recoger todo su autocontrol, para no toparlo contra la cama. Follarlo contra esta, hasta que ambos se vuelvan parte de las sabanas. Lo piensa incluso, segundos antes de decirle una explicación a Wonbin.

_Esas te hacen mucho daño y yo no voy a dejar que las tomes. _ Anton sentencio. _Eres muy precioso para mí y voy a seguir cuidándote. _ Le da un casto beso a esos labios. _Te lo prometí. _

Baja al omega con cuidado, aun con esas ideas locas de follarlo. Wonbin se deja caer de piernas abiertas, Anton sabe perfectamente que lo está tentando. Puede ver como sus boxers de tela de cuadros, están empapados de su esencia. La sola imagen, hace que su erección se retuerza. Ella está en todo lo que Wonbin plantea, su lobo podría incluso nunca abandonar esa cama.




Wonbin solo se le quedaba viendo a esa espalda, que seguía desnuda frente su atenta mirada. Mientras el dueño de esta, se encargaba de prepararle el desayuno. Odiaba parcialmente lo que cocinaba Anton, pero al menos la vista era buena. Se tenía que quedar sentado en la isla, para no correrle el gusto a su omega. Que le rogaba ir a por ese alfa y comérselo completo de desayuno.

_Estas muy rico. _Wonbin pensó en voz alta.

Observo como los músculos de esa espalda, se flexionaban ante su comentario. Recorrió hasta que Anton, finalmente hizo un ademan de bajar su cabeza. Wonbin casi podía adivinar, de qué color estaba el rostro del alfa. Cuando este finalmente se giró sobre sus talones, pudo ver que sus mejillas estaban más que rojas. Mientras se encargaba de poner el plato de huevos revueltos con espinaca y un tazón de arroz blanco recién hecho. De ultimo un poco de café helado, parecía ser lo único de beber en la nevera.

_Dime algo del desayuno que prepare. _Anton le dio una mirada oscura a Wonbin.

Wonbin sonrió todo inocente. _Los dos están ricos. _

Anton llevo su mano libre a los labios del omega, mientras dejaba cada cosa en la mesa. Rozando esos labios pomposos, debido a las horas de sueño. Con ayuda de las yemas de sus dedos, tentado a metérselos hasta la garganta. Sabía que Wonbin tenía memoria muscular, para poder chuparlos divinamente. Lo comprobó una vez más, cuando Wonbin saco su lengua. Dándole una sensual lamida, a su dedo índice. Casi llevándose el digito a la boca. Anton no lo permitió, tapándole toda la boca, con la gran extensión de su mano.

_Esa boca tuya. _ Anton gruño.

Wonbin se relamió los labios ante un atento Anton. _ ¿Te gustaría tenerla en tu polla? _

_No te voy a responder esa pregunta, ahora. _Anton evadió la mirada de Wonbin.

Se sentó justo al lado de este, en la isla de la cocina. Buscándole cosa interesante a su plato, todo menos mirar a Wonbin. Aún estaba tratando de recuperar la calma, luego de que este había intentado volverlo loco nuevamente. Sus calzoncillos de tela, estaban abultados ya. Le costó incluso acomodarse, ante la miradilla que Wonbin le hecho a su polla. Bien orgullosos de lo que había generado, lo miro con esos ojos de follame.

_ ¿Por qué no compraste protección? ¡Ah, muñeco! _Wonbin se comió con la mirada a Anton.

_Lo-lo..._ Anton parpadeo antes de seguir hablando, después de tartamudear como condenado. _ Hare cuando termine de desayunar. _Anton respiro profundo.

Wonbin hizo un evidente puchero. _ ¿Tengo que esperar tanto? _

_También tengo que terminar mi jornada de trabajo. _ Anton dijo ya más decente en tono.

Anton vio como el omega se llevaba un par de cucharadas a la boca, le siguió la moción también. Igual no podía concentrarse, en como Wonbin le sonreía coqueto. Con esa boca llena de arroz, sus mejillas se veían mas apetecibles. Se quedó embobado masticando, su propia comida hasta tragarla. Le sonrió de vuelta, no pudo resistirse a hacerlo. Wonbin había hecho otro puchero, con esos ojos ensoñados a la par.

_Eso es como una eternidad..._Wonbin dijo en un evidente mohín.

Anton le ofreció algo de café frio, este la bebió despacio. El alfa no se quedó atrás, notando la moción de aquella manzana. Ya había sido fan de esta antes, pero seguía como el primer día. Anhelando marcar ese cuello, su alfa siempre se lo pedía. Pudo ver la marca fresca, denotando lo que habían hecho en pocos días. Incluso sin un celo de por medio, simplemente por sentir esa conexión.

_Comete todo lo del plato, recuerda lo que te recomendó el doctor. _

_No me gustan las espinacas. _Wonbin hizo una mueca de sacar la lengua.

_El doctor dijo que debías comer mejor, especialmente después de dejar las pastillas. Tu cuerpo necesita recuperarse, para poder pensar en tener bebés. _Anton hablo apacible.

Los huevos con espinaca seguían ahí, sin siquiera ser tocados. Se le revolvió el estómago, mareado por su celo. Wonbin ni siquiera le gustaba la espinaca, ni estando combinada con huevos. Incluso si le gustaban mucho, no le agradaba que Anton utilizase eso a su favor. Entendía que el doctor quería que comiera mejor, pero el también quería ser feliz. Comer porquerías de noche y saltarse comidas de vez en cuando. Solo porque si, era su mala costumbre.

_Me los como con una condición. _Wonbin mordisqueo su labio inferior ante Anton.

Anton puso los ojos en blanco. _Cualquiera menos que te dé en esta mesa, lo estás pensando y lo sé. _

Wonbin no se lo había pensado, pero mala idea no era. Habían bautizado cada rincón de ese apartamento, solo les faltaba la cocina. Wonbin se lo imagino doblándolo contra la isla y dándole tiros desde atrás. Apretándolo con sus musculosos brazos, para dar a la altura de sus estocadas. Wonbin era un tanto bajito y siempre tenían ese problema. A Wonbin le gustaba ese problema, le encantaba ser cargado. Follado a lo tonto, ser una princesa en el acto.

_Darme de comer de avioncito, también está bien. _Wonbin le dio una miradilla a Anton.




Anton no se esperaba que fuese verdad, pero ahí estaba. Dándole de comer de avioncito, a su omega todo consentido. Debido al celo, parecía no tener mucha hambre. Wonbin se había sentado en su regazo, como si darle de comer no fuese suficiente. Agradecía que su erección se había disipado, pero sabía que otra se formaría pronto. Wonbin estada acomodándose en él, moviendo un poco mucho sus caderas. En esa silla obviamente, no cabían los dos.

_Te desconozco. _Anton le dio una miradilla a Wonbin.

_Sigo esperando mi avioncito. _Wonbin canturreo.

_Bien. _Anton resoplo.

Wonbin tenía su espalda en el pecho de Anton, se acomodó un poco más. Ganándose un gruñido del alfa, que supo que tenía que ver con su entrepierna. Wonbin fingió demencia ante aquello, era lo que se merecía por no atenderlo. Sabía que era su omega siendo caprichoso, pero no le iba a negar esa diversión. De ver como el alfa, le daba una mirada de lo más oscura, mientras se acribillaba su labio inferior a mordidas.

Lo encontró encantador, quería darle al menos un piquito. Lo contemplo, hasta que este le lleno la boca con los dichosos huevos con espinaca. Wonbin saboreo, muy en disgusto. Con lo mucho que odiaba la espinaca, había arruinado los huevos totalmente. Puso mala cara de inmediato, bajo la atención de Anton. Quien ya parecía, haber esperado su descontento.

_La espinaca sabe asquerosa. _Wonbin chillo.

Anton chasqueo su lengua. _Te va a hacer bien comer más vegetales, piensa en que te ayudara a tener bebés bonitos. _ Dejo un beso en el cuello de Wonbin. _ Ya con eso te olvidas del sabor y te concentras en lo bueno. _Gruño vicioso, ante el olor del omega.

_Quiero que salgan como tú. _Wonbin le dio una miradilla al alfa.

Anton sonrió divino. _Preferiría que salieran igualitos a ti. _

_ ¿Por qué a mí? _Wonbin frunció el ceño.

Anton se le quedo mirando al azabache. _Esa cara tuya no se puede desperdiciar, debe haber más como tú. _ Anton volvió a sonreír para Wonbin. _Todo el mundo tiene que ver con ella, eres como una especie de adonis. _




Wonbin llevaba dando vueltas en la habitación, su celo lo estaba haciendo hasta caminar por las paredes. Estaba más que acalorado ahí y lleno de ese extraño malestar. Su cabeza zumbaba y estaba frio de la fiebre. La reunión de su alfa, se había pasado de la hora. Wonbin no sabía si este había salido por la dichosa protección, porque tampoco lo tenía a la vista.

Lo que, si sabía, era que necesitaba algo de alivio. Algo que lo distrajese de ese dolor, que se le oprimía justo en su entrepierna. Cuando se vio así mismo, ya tenía las sabanas empapadas. Se le hizo fácil notar, lo sumido en el celo que estaba. Al terminar tomando una almohada y empezar a posicionarse sobre esta. Dando de saltitos, tan caliente. Empezó a montar dicha cosa, como si de su alfa se tratase.

Sumido en la sensación de cómo sus bolas, se apretaban follando la tela. Dulces gemidos se le escapaban de los labios y no se limitó en acariciar su pecho. Siguió saltando con ayuda del impulso de sus piernas, mientras mordía su labio inferior extasiado. Haciendo esos sonidos en la cama, chapoteando en su propia esencia. El nombre de su alfa saliendo, de sus labios temblorosos. La habitación misma, era una sola nube de su dulce olor.

_Anton...Mío ...Alfa. __ Jadeo como un condenado. _ ¡Mmmm! ¡Eso...sí!! ¡Ah! _ La voz de Wonbin se agudizo hasta ya no más.

Se dio de a poquitos, pegándose ahora a esta. La estampo contra la cama, follandola a sentones. Ya para entonces era un mar de gemidos y quejidos que salían de su boca. Buscando poder darse una bonita corrida, mientras pensaba que esa almohada era su alfa. Lo llego a ver puesto en esta, motivándolo a dar lo que quedaba. Quejumbroso ante ese cosquilleo, el cómo su pene se le retorcía en la tela. Se vino con un grito agudo, pintando con su esencia todo lo que pudo alcanzar.

_Alfa..._ La voz de Wonbin tembló.

Mirando hacia adelante, notando como su alfa estaba ya ahí. Mirándolo con los ojos oscuros y un evidente empalme en sus pantalones. Wonbin se sentía algo avergonzado, por haber tentado así a su alfa. Anton nunca lo había visto darse placer así, con ese dote de lujuria. De manera tan desesperada y en el comienzo de su celo. Siempre había esperado evadir eso, teniendo esos arrebatos en soledad. Incluso si en esta, seguían pensando en el alfa.

_Vi todo tu espectáculo bebé. _ Anton piensa en voz alta.

Wonbin traga hondo. _Mi intención no era..._Un jadeo se le escapa de los labios.

Estaba sensible, por su pasado orgasmo. Viendo a su alfa, no podía sino sentirse más sensible. Su omega revolotea al verlo, pidiendo a gritos atención. El dulce olor a manzanas con canela, inunda la habitación. Anton relame sus labios, dando un par de pasos. Su cara totalmente acalorada, algo de sudor en su barbilla. Lo ve comérselo con la mirada, al sentarse en la esquina de la cama. Wonbin se remueve en la almohada, que está hecha un desastre.

_Está bien. _Anton musita._ Yo voy a ayudarte..._ Anton arrulla.

_Pero..._Wonbin se le atora el resto de sus pensamientos.

_Es lo más jodidamente sexy que he visto en mi vida. _Anton confiesa.

Wonbin sabe que el alfa no está mintiendo, cuando puede notar como este le cambia la mirada. El aroma de pino sofoca el ambiente y teme que ha llegado a motivar más que solo una erección. Cuando los movimientos de Anton se apuran, a deshacerse de esa almohada. Arrinconándolo contra las sabanas y por fin comiéndole la boca. Lo hace de manera voraz, cero delicadezas en esa boca. Que no se limita en jalonear su labio inferior y chocar dientes de vez en cuando. El aire es lo de menos, toca compartírselo entre ambos.

Anton deja ir un gemido lastimero. _ ¿Puedo? _ Le da una mirada a Wonbin.

_Hasta la pregunta ofende. _Wonbin silva.

Anton vuelve a besar esos labios, capturarlos en los suyos. Teniendo que tomarse un momento, para darse cuenta de su realidad. Maldice en medio del beso, su celo ha llegado sin más. Sera leve por ser motivado, pero eso no le quita lo letal. Y sabe bien una cosa, debe al menos tratar de usar lo que compro. Incluso si su alfa, se retuerce por el mando.

Lo piensa mientras recorre ese cuello, sintiendo como la piel tiembla. Ha dejado un beso en aquella mordida, ha jugado con su lengua hasta chupar. Sus colmillos pican, cuando estos se rozan hasta llegar a la manzana de adán. Simulando una mordida, dejando a la vez una lamida. Wonbin gimotea bajo el toque, totalmente sensible. Llamándolo su alfa, es casi una melodía.

Anton gruñe. _Mira lo que me has hecho omega, ahora ambos estamos igual de calientes. _

_Vamos a hacerlo ¿Si? _Wonbin lo mira con esos ojos anhelantes. _ ¿Alfa me quiere? _ Wonbin utiliza su dulzona voz de omega.

_Si. _Anton acata sobre esos labios.

Era una respuesta casta, ante la mirada divina de su omega. Al cual se acercaba, para llenarle el rostro de besos, desde sus mejillas. Yendo hasta su frente y acabando en su nariz. Wonbin termino por buscarle, aquel último beso de labios. Levantándose a poner sus manos, en la tarea de quitarle sus prendas. Anton se dejó hacer, embelesado en la belleza de su omega.

Al cual seguía mimando, dándole besos en su nariz. Las sonrisas que le regalaba Wonbin, lo hicieron olvidar cuan desnudo estaba. Pero lo estaba, yendo a arrancar la ropa interior de su omega. El cual acostó en la cama, para jalar su ropa interior. Dejando toda esa bonita piel blanquecina, bajo su toque. Bajo los besos, que daba a boca abierta. Wonbin observaba atentamente, como su alfa mimaba con cada beso.

Dándose gusto en besar la hilera de pecas, que bajaba por su nuca. Wonbin sintió como ahí se erizaba, dejando ir un alarido ronco. Anton lo agarraba posesivo de las caderas, infringiendo fricción en sus pollas. Pequeñas estocadas, frotándose ya duras. Anton no escatimo en volver a su manzana de adán, dejando esta vez solo un beso. Wonbin lo noto, mirándolo por debajo de sus largas pestañas. Le había vuelto a doler la polla, de solo ver a su alfa tan cerca.

_ No seas tímido alfa, toma un poco más. _Wonbin dijo seductor.

_No estoy tomando esta vez, solo voy a darte. _ Anton jugo con sus palabras.

_ ¡Umm! _ Wonbin gozo de aquello.

Anton llevo su atención de esos ojos, a el pecho de Wonbin. Era un perdedor por lo que veía, por lo que tenía. Llevando su lengua húmeda, a dar lamidas en esos botones. Dando giros que hicieron, retorcerse al bonito omega. Tomo en conjunto el pecho, dándose un festín a boca abierta. Un mar de gemidos de Wonbin, en los que se ahogó. Comiéndole ahí, jaloneando cuando estos brotaban.

Bonitos sonrosados y gorditos bajo su toque. Llego incluso a darle una pequeña mordida, a cada uno. Wonbin hecho un desastre, quejándose a gusto. Una sonrisa de satisfacción, cuando vio como los había dejado. Alejándose de estos, dejando besos por sobre los ligeros abdominales, especial preferencia a la parte baja de estos. Wonbin tenía un bonito lunar ahí, se encargó de besarlo dulce.

Sintió como Wonbin ponía su mano, por sobre su cabeza, dirigiéndolo hasta su entrepierna. Abriendo bien frente a su cara, no le quedó otra que hundirse. Dando placer en esa zona, probando la esencia de su omega. Sintiendo como este acortaba su respiración, cuando su lengua ahuecaba y sus labios succionaban. Sus manos ocupadas en bombear, la sonrosada polla del omega. Estaba seguro que Wonbin, no sabía con qué sensación quedarse.

Anton le excitaba esa idea, de estar en esa nube de sexo. Su polla se retorcía bajo las estocadas, que le daba inconscientemente al colchón. Desesperado de también liberarse, de la presión que se colaba en sus bolas. Apresuro sus movimientos, quería llegar junto con su omega. Quien seguía ensimismado en su toque, con la mirada perdida en su accionar. Gimiendo por lo bajito, haciendo que a Anton se le erizase la piel.

Wonbin estaba embistiendo la polla contra su mano, derritiéndose contra su lengua. Anton no se guardó la presura de sus movimientos, haciéndolo incluso lloriquear. Wonbin termino bañándole la mano el caliente, dándole a probar más de su esencia. Anton lamio limpio cuanto pudo y mientras se corría degustando esa esencia. Se llevó la polla a la boca, dándole de lamidas viciosas. Haciendo lo mismo, probando sin poder tener suficiente.

_ ¿Cuantas veces te corriste sin mí? _Anton lleva su mirada oscura hacia Wonbin.

_ ¡Umm! _ Wonbin solo se ajito.

_Responde a mi pregunta omega. _Anton gruño.

_Juro que solo fue una, alfa. _ Wonbin coloco aquellos ojos lastimeros.

_A mí me darás tres ¿Estas bien con ello, bebé? _ Anton jugo en manipulación.

_Si, si..._ Wonbin se ahoga en una nube.

Wonbin siente como el alfa se lleva su polla a la boca y empieza a chuparla. Flácida contra sus succiones, se va despertando de a poco, puede verla como crece en esos labios. La imagen lo tiene acalorado, con ganas de follarse esa boca. Lo intenta incluso, pero Anton le tiene las caderas agarradas. Solo tomando de su polla, cuantas succiones le da por bocanada. Wonbin se abre más de piernas, cuando los dedos de Anton le llegan. Abusando de su entrada, su anillo adorando esos largos dedos.

_Ya no... ¡Ah! _ Wonbin deja ir un gemido ahogado. _ Voy a durar tanto, si me tocas así. _ Silva atontado.

_Lo tomare como un alago. _ Anton le da una mirada a Wonbin.

Anton no creía durar tanto, con la imagen de su omega. Totalmente desnudo, recibiendo todos sus juegos retorcidos. Su polla volviendo a endurecerse, como si de una roca se tratase. Volviendo a frotarse contra las sabanas, motivado por lo que generaba en el omega. En esa sonrisa de satisfacción, cuando se llevaba toda su extensión a la boca. Los ojos cerrados, brotando pequeñas lágrimas.

_Lo es, juro que con cómo me chupas, veo jodidas estrellas. _ Wonbin asegura.

Wonbin solo oprimió sus labios y luego lo llevo en una perfecta o. Bajo la atenta mirada de Anton, que estaba encantado con las expresiones de su rostro. Había dejado un ratito su polla, para agregar un dedo más a su entrada. Que chapoteaba de humedad, que rogaba por una polla. Anton no entendía, pero sus ojos ya lo estaban rogando. Los labios de Wonbin balbuceaban barbaridades, una y otra vez.

Anton volvió a succionar esa polla, atiborrándose de esta. Solo manteniendo los dedos dentro, apretando más profundo. Wonbin chillo justo, cuando encontró su punto dulce. Anton se corrió con aquel sonido, mientras seguía dando en ese punto. Sintiendo como Wonbin se corría de nuevo, pero esta vez en su boca. Tomo cuanto pudo y limpio con su lengua el resto. Manteniendo sus dedos quietos adentro y sus caderas clavadas torpemente en las sabanas. Wonbin estaba todo espasmos, apretándole los dedos.

_Te daré el resto yo mismo ¿Es eso lo que quieres de tu alfa? ¿Anhelas que te llene con mi polla? _ Anton miro a Wonbin.

_Te necesito, mi alfa. _Wonbin mordió su labio inferior ante Anton.

Wonbin sintió como los dígitos lo dejaban y Anton se alejaba a por la protección. Tomo una fotografía mental del cuerpo desnudo y se sintió perverso haciendo aquello. Dibujando a detalle las líneas de esa espalda y como caía a un trasero firme. Las piernas fuertes y el vello por todos lados. Wonbin era un contraste, con su cuerpo todo lampiño. Apenas tenía algo alrededor de su polla y solía depilarlo todo por completo.

Se quedó viéndola desatendida, estaba volviendo a la vida. Con aquella imagen de Anton, totalmente en atenderle. Que se colocaba el preservativo, pinchaba la punta con avidez. Se relamió los labios, ante todo lo que había para él. No podía esperar, era como si estuviese loco por esa polla. Talvez si lo estaba, incluso fuera de su celo. Nunca lo admitiría en voz alta, pero sabía que estaba escrito en todo su rostro.

_ ¿Vas a tomarme bien? _ Anton se dirige a un ansioso Wonbin.

_Si. _ La voz de Wonbin ya es temblorosa.

Ver a Anton escalándole el cuerpo, haciéndolo menos contra el colchón. Tenía a Wonbin en un trance, en el que solo supo abrirle las piernas. Aceptando sus castos besos, que se repetían en sus labios. Anton mordisqueaba sus labios, hambriento por sus gemidos. Wonbin los dejaba ir, extasiado de todo aquello. Atrayéndolo consigo, buscando rosar sus erecciones. Pasando sus manos por aquellos marcados brazos, solo para juntar más sus pechos. Quería fundirse en su alfa, que fuesen uno.

_Voltéate. _Pidió Anton, por sobre los labios de Wonbin.

Wonbin ni contesto, solo se giró por debajo del cuerpo de su alfa. Quedando con su respingón trasero, en contra del falo del alfa. La sola sensación le hizo frotarse contra este, ganándose una ajustada de mano contra su cuello. Quedando bien posicionado y con el trasero hacia arriba. Ya listo para recibir a su alfa, quien parecía estar distraído en verlo en esa posición.

_Muy bonito. _Anton verso.

_Seguramente. _Wonbin silbo.

Ambos se colaron de risa, a pesar de su celo. Algo en su parte humana, había salido para denotar su química. Wonbin estaba en cuatro, y no podía importarle menos. Muy aparte de la humillando posición, eso no parecía bajarle el modo. Tenía un muy bonito culo redondo, no se avergonzaría por mostrarlo a su amado. Se apegó a la almohada que tenía debajo, sería su mejor amiga a continuación. Se lo fue planteando, mientras las grandes manos amasaban su culo, llegando a darle una palmeada al mismo.

_ ¡Que rico! _ Wonbin carraspeo después, bien descarado. _Digo ¡Ah! _ Se quejó, jugueteando con que no lo había disfrutado.

_ ¿Te dolió? _ Anton intento no seguirle la corriente, pero.

Ese culo lo estaba distrayendo.

_No. _ Wonbin ronroneo.

_Entonces no lo hice bien. _ Anton mordió su labio inferior.

Una nalgada certera a los glúteos del omega, se dio de esas enormes manos. Era inocente en grado de dolor, pero había pinchazo delicioso. Wonbin se mordió los labios, comiéndose un gemido, que gravito por su garganta. Su pene estaba que goteaba y su entrada estaba húmeda. Meneo su culo al aire, tentando más nalgadas, ganándose un par más. Anton sostuvo su culo en el aire, amasándolo mientras tentaba su entrada.

_ ¡Que rico me nalgueas alfa! _ Wonbin se arrepintió de la frase al instante.

Anton gruño. _Espera a que me la sientas. _

_Si. _ Wonbin relamió sus labios en expectativa.

Wonbin sintió un beso en su hombro, mientras su alfa se introducía. La posición facilitaba cuando entraba, pero eso no lo hacía menos grande. Wonbin sintió cada vena de esa polla, sin mencionar cuando la glande topo. Justo dentro de él, se quedó recibiendo la primera estocada. Siseo ante al escozor que género y en placer culposo lo disfruto. Jadeando después, yéndose contra las estocadas. Dejándose controlar de las caderas, bajo el agarre de Anton.

Tomando cuanto pudiese de esa polla, dejando que esta tocara ese punto dulce. Anton le daba duro contra las paredes y él se encargaba de apretarlo bonito. Mientras dejaba ir pequeños gemidos, sentía que el dolor se remplazaba por placer. Wonbin sintió el húmedo de sus sabanas, había estado literal mordiéndolas. Arañándolas, apretándolas hasta arrugarlas. El sonido de pieles chocando, lo tenía sordo. Los gruñidos de Anton, combinaban con sus gemidos.

_Mi omega..._ Anton dejo ir.

Anton observo la moción de su polla, desapareciendo en ese bonito culo. Tomaría esa imagen y la guardaría para sí mismo. Había algo en como el omega lo tomaba tan bien, como si fuese justo para él. El ambiente inundado en sexo, se hacía más fogoso debido a sus celos. Anton no se limitó en dar duro contra ese punto dulce, reduciendo al omega a puros lloriqueos. Le gustaban esos soniditos, le gustaba lo arruinado que lo llegaba a tener.

Lo hizo suyo hasta tenerlo contra a contra del colchón. Ya no había nada que separase sus cuerpos, más que la moción de la follada. Busco esos labios en esa cercanía, besándolos con hambre. Metiendo su lengua, solo para que jugase con la de Wonbin. En un beso desordenado, dejado de todo sentimiento. Sus cuerpos solo querían sexo, sus lobos finalmente poniendo el pedal. Era un corrinchee del que ambos, parecían no estar seguros.

_Quiero tus bebés, mi alfa. _ La voz de omega de Wonbin, se dio.

_ ¿Tú los quieres ahora? _ Anton solo le siguió, pensando era un rol solamente.

Anton no se negó en cumplirle al menos la fantasía, seguía teniendo el preservativo. Solo acelero el paso de sus estocadas, sintiendo como el omega lo apretaba hasta asfixiarle la polla. Había estado guardando la compostura en todo el juego previo y ya tenía las bolas calientes. Su polla retorciéndose, por cada estocada bruta. Se vio loco por ese omega y lo supo al volver a saborearle el cuello. Tentando por última vez sus colmillos, mordió ahí certero. Sintiéndolo temblar tal desgraciado, correrse apretándolo con todo.

_Mi alfa. _ Wonbin gimió perdido.

Anton sintió como su alfa estaba feliz, cuando giro al omega frente a él. Para lamer su cuello, limpiando las manchas carmesíes. En una posición de misionero, le dio estocadas duras. En una moción, que le alborotaba la siquis. Wonbin le hablaba por sobre sus labios, le miraba con los ojos vidriosos. La sola imagen le hizo volverse loco, corriéndose en esa apretada entrada. Dulce para sus malditas bolas, finalmente se dreno. Sintiendo el nudo apretar sobre el latex, una sensación extraña, una que ya reconocía.

_Creo que lo rompimos. _Anton dijo frio.

Wonbin hizo un sonido de desaprobación con su boca. _Hay que esperar a que pase el nudo, yo no siento raro. _

Anton pego su frente contra la de su omega, respirando por sobre sus labios. Dejando un beso de lengua, calmándose ante los arrullos de su omega. Este lo abrazo dejando que su peso cayera. Anton se movió, hasta que ambos quedaron en una más cómoda posición, acostados contra las sabanas. Mirándose en esa incertidumbre, de si en serio había pasado. Ya no había dolor del celo, solo la calma después de resolver aquello. El nudo disminuyendo su tamaño, poco a poco.

_ ¿Qué pasa si estoy en lo correcto? _La voz de Anton tembló.

_Pasara lo que tenga que pasar ¿Ok? _ Wonbin soltó apacible.

_Tenemos que dejar de hacerlo así. _Anton musito ante Wonbin. _ Parecemos animales. _

_Lo sé. _ Wonbin rio divino.

_Pero estoy segurísimo de que hacemos bien bonitos los bebés. _ Anton presume, ante la mirada divertida de Wonbin.

_Con amor. _ Wonbin acata casto.

_Si. _ Anton arruga su nariz encantado.

Dejando un casto beso en los labios de Wonbin, quien sonrió mientras lo recibía. Talvez era su siquis teniendo miedo, de embarazar a su omega. Sabiendo que aún le faltaba un poco, para estar totalmente bien para concebir. Los besos de Wonbin iban volviéndose más escasos, ahora que su calor había sido saciado. Adormecido contra sus labios, parecía quedarse tendido en ese toque. Wonbin solía dormir como bebé, después de una buena follada.

Anton se encargó de darle un casto beso más, antes de que este se le quedara dormido en el pecho. Observándolo cuando finalmente sucedió, dándole de caricias en el cabello. Mientras este se acurrucaba en él, tomando de sus feromonas de alfa. Anton no sabía cuándo las había dejado ir, pero consiguieron relajarlo por completo. La idea de tener un mini de su omega, hizo a su alfa menear la cola de felicidad. Cada vez sonaba más perfecto, esperaba que ese cachorro llegase en el momento soñado. 





Anton recomendó a Tori Kelly y yo amo Bridgerton. Siento que ya tenía que poner una recomendación de Anton, tiene muy buen gusto musical.

En cuanto a este shot, revise detalles como veinte mil veces. No soy la más hábil escribiendo omegaverse, pero ya me lo pedían mucho y quería darles el gusto. Tengo cerebro de pez, my bad. 

La idea de esta au, es una combinación entre lo que me pidieron @Skvllsanyipee y @lvstaesan. Uno me pidió marry a rich man y la otra me pidió una omega bien miel. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro