"Yo sin ti cariño, es como a mitad de diciembre y que no haya frío".

Un silencio incomodo se hizo presente, arrepintiéndome enseguida por la pregunta que acabo de hacer, pero de todas maneras necesitaba una respuesta que saliera de sus labios. Sus manos soltaron las mías y después de evitar mi mirada junto con un profundo suspiro, hablo. 

— No creo que sea lo mejor ahora — Sabía que habían probabilidades que la respuesta fuera negativa, pero no me había preparado para la extraña sensación que sentí dentro cuando lo dijo. — Te quiero Justin, pero... aún estoy dolida por lo que paso. 

— He cambiado Bonnie... 

— La gente no cambia Justin, solo saben esconder las cosas bastante bien para sacarlas a reflejar en algún momento. —Tensó mi mandíbula, entendiendo que la estaba perdiendo por segunda vez. Se levanta de la banca de la banca rápidamente y toma las bolsas incluyendo las que yo traía conmigo. — Gracias por el cono de nieve. — Dice con ese tono que odie que use, por que se que está construyendo una barrera entre nosotros. Justo un taxi amarillo se detiene en la esquina y ella deja las bolsas en el maletero. Voltea su rostro para mirarme y hacemos contacto visual, la voz del conductor detiene el trance en el que ambos estábamos y se sube sin voltear nuevamente hacia mi. 

                                      ❅❅❅

Veinticuatro de diciembre. Llegaba la tan esperada noche por los niños teniendo la ilusión de Santa Claus. Para los adultos, otra noche de reunión familiar. Mamà y la mamá de Bonnie preparaban la cena, mientras que el papá de Bonnie obligaba a Matt a darse una ducha para poder vestirse de acuerdo a la cena. Jazzy estaba lista con su vestido blanco y cachitos, mientras que yo ayudaba a papá con la chimenea cuidando de no ensuciar el suéter -ridículamente navideño que nos obligaban a usar mamà y Jessica-. Cuando finalmente el fuego encendió, chocamos nuestras palmas orgullosos por el trabajo, iba a decir algo cuando la voz de Bonnie llego a mis oídos. Iba bajando las escaleras y me quede sin respiración cuando vi su atuendo. Joder. Se veía malditamente hermosa. Una falda negra que dejaban ver sus largas piernas, un gorrito de Papà Noel adornaba su cabello ondulado, me reí al ver el suéter que nos hacían utilizar, con las letras impresas de "Está chica ama la navidad" . 

— Mamá no puedo creer que me hagas utilizar este estúpido suéter. — Hizo un puchero. Jessica la miró mal. 

— ¡¿Donde está tu espíritu navideño Bonnie?! — Ella viró los ojos y fue hasta el sillón donde se encontraba Jazzy jugando con una de sus muñecas, sus ojos conectaron con los mìos y evite su mirada rápidamente. No habíamos hablado desde lo último que paso, debía suponer que una tarde de conversa con Bonnie no terminaría bien. 

Una hora más tarde, nos encontrábamos cenando todos juntos, como en cada navidad desde que tenía memoria. Bonnie se encontraba frente mío, siendo bastantes incómodo para ambos.

—¿Ustedes van a seguir mirándose como si fueran un trozo de chocolate? — Pregunto Marcie, una de las primas de Bonnie. Pude notar el color rojizo que adornaba el rostro de Bonnie.

— Justin me dijo que Bonnie lucía hermosa con esa falda — Hablo Jazzy. Enana bocona. La risa de los presentes se escuchó por toda la mesa y quise enterrar mi rostro en la comida.

— Ustedes son adorables chicos. — Hablo mi mamá.

— Gracias, supongo. — Finalmente Bonnie hablo.

Faltaba poco menos de quince minutos para que fueran las doce de la noche. Había estado escribiendo una canción los últimos días y la había terminado hace muy poco. Demostraba todos lo que estaba sintiendo las últimas semanas y en vez de regalarle algo físico a Bonnie, decidí sorprenderla con lo mejor que se me daba hacer. Cantar.

Una vez que marcaron las doce de la noche, papá volvió del mini paseo que habían dado con Jazzy y Matt para tener tiempo de poner los regalos en el árbol y continuar con la ilusión infantil. Matt fue el primero en abrirlo, dando un grito que lleno toda la sala, había recibido su tan apreciado Play Station 4. Luego fue el turno de Jazzy, recibiendo las muñecas de Frozen. La felicidad podía reflejarse en los ojos de ambos niños. Cuando fue mi turno, me sorprendí, ya que yo no había pedido absolutamente nada mas que pasar la navidad juntos.

— Es mío — Murmuró Bonnie tímida. La mire con los ojos abiertos, no esperaba que me hiciera un regalo después de bueno... todo. 

— Gracias — Le sonreí con sinceridad. Abrí el paquete y había una uñeta con mi nombre escrito, dentro se encontraba un disco de vinilo de Michael Jackson. Dios, ella me conocía  tan bien. 

— Se que no es mucho... pero pensé que te gustaría. — Jugaba con sus dedos con nerviosismo.

— Me encanta. — Afirmé mirando sus ojos. 

Falta solo una parte y termina el one shot, peaaace <3.