La noticia de que Lilith Nott, la ex novia de Draco Malfoy, había recibido unas flores de cristal preciosas y carisimas durante el desayuno, se extendió por todo el colegio cual pólvora. Ginny y Hermione, las amigas de la chica, intentaron de mil y un maneras distintas sonsacarle el nombre del autor de tal regalo, pero no consiguieron nada. Incluso su hermano, Theodore Nott, le había preguntado del tema.

—¿Tan siquiera es sangre pura?—pregunto Theodore de la nada cuando salían de Pociones. Iba acompañado de Blaise Zabini.

—No es tu asunto.—respondió Lilith con indiferencia.

—No te las habrás enviado tu misma para provocarle celos a Draco, ¿o sí, Lilith?—bromeo Blaise.

Lilith detuvo su andar y les dirigió su mejor mirada llena de frialdad, causando un escalofrió tanto en su hermano como en Blaise, quien sonrió nervioso y levanto las manos en son de paz.

—Muy astuto de parte de Draco el enviar a sus mensajeros a investigarme.—siseo con frialdad.—pero recuérdenle que no somos nada y que me puedo coger al mismísimo ministro si a mi se me da la gana.—sentenció con firmeza, emprendiendo camino a su siguiente clase.

Cuando el lunes por la tarde Lilith llegó al salón de tutorías, Fred ya la esperaba ahí con una sonrisa juguetona, sentado sobre el escritorio. Lilith dejó su bolso en la mesa y le dedico una pequeña sonrisa.

—Weasley.—saludó Lilith yendo al pizarrón.

—Hermosa Lils.—saludó Fred bajándose del escritorio.—pensé que ya me llamabas Fred.—comentó caminando hacia el pizarrón y recargándose en este.

—No tientes a tu suerte, Weasley.—dijo con suavidad, escribiendo en el pizarrón.

—¿Te gustaron las flores?

—Me encantaron.—lo miro y sonrió un poco.—Gracias.

Ambos se sonrieron y aunque Fred tenía ganas de preguntarle como se sintió en el parque con el o que había hecho con las flores, decidió no ofuscarla y guardo silencio, empezando la tutoría. 

Los siguientes días pasaron en relativa calma, las clases encargando mucha tarea, Lilith y Hermione haciendo sus rondas y bajando puntos a los alumnos que se portaban mal, Ginny ganando los partidos para Gryffindor y Fred asistiendo a sus tutorías con Lilith.

Durante el inicio del mes de Diciembre, la directora McGonagall colgó la lista de los alumnos que permanecerían en Hogwarts. Lilith sabía que su hermano Theodore se iría a Italia con Blaise, ella solo tenía como opción el ir a pasarlo sola a casa o quedarse en el colegio.

Era algo triste para ella, puesto que todos los años había pasado la navidad con los Malfoy, leyendo en la biblioteca con Lucius mientras discutían de política, saliendo de compras con Narcisa y  bailando con Draco en la terraza bajo la luz de la luna. 

—¿Te pasa algo, Lilith?—pregunto Hermione viéndola con preocupación cuando salían de la clase de Transformaciones.—Te vez...muy triste.

—Estoy bien, Hermione.—aseguro Lilith.

—¿Segura?—cuestiono Ginny

—Segura.—asintió Lilith.

Tanto Ginny como Hermione sabían que cuando Lilith decidía no hablar respecto a algo, era prácticamente imposible hacerla cambiar de opinión, por lo que decidieron cambiar el tema.

—Irás a la madriguera en vacaciones, ¿verdad, Hermione?—pregunto Ginny.

—Si, ya compre los obsequios de todos, ¿y tú, Ginny?

—Pues claro que ire, es mi casa.—se burló Ginny, Hermione se sonrojo y Lilith soltó una pequeña risa.—¿Qué hay de ti, Lilith?

—Me quedare aquí.—respondió escuetamente.

—¿Qué?—Hermione y Ginny se detuvieron abruptamente, mirándola incrédulas.

—Pero, claramente escuche a Zabini hablando con tu hermano sobre lo grandiosas que serían estas vacaciones en Italia.—dijo Ginny sin comprender.

—Theo pasará las navidades con Blaise, ellos siempre la pasan juntos, yo no entro en ese tema.—explicó Lilith.

—¿Entonces con quien pasabas la navidad estos años? ¿Con tu padre?—pregunto Hermione.

—Ja, ¿mi padre celebrando navidad conmigo? antes se castraba a si mismo. Nos detestábamos. En realidad, si no le daban el beso del dementor, yo misma lo habría matado. —admitió Lilith con una mueca de desdén.—pase todas las navidades desde los nueve años con los Malfoy, pues fue la edad en que Draco y yo nos hicimos novios. 

—¡¿Te hiciste novia de Malfoy a los nueve años?!—gritaron ambas sorprendidas.

—¡Silencio!—les riño molesta, mirando a todos lados y suspirando de alivio al ver que el pasillo estaba vacío.—Si, Draco me lo pidió a los nueve años con una rana de chocolate, brindamos con zumo de calabaza y comimos tarta de manzanas. —recordó haciendo un ademan pensativo.

—¿Qué...? ¿Y desde cuando se conocen?—pregunto Ginny.

—Los seis años. Mi papá tenía una reunión con Lucius Malfoy, Theodore se quedo en casa y a mi me presentaron a Draco. A partir de entonces nos vimos unas cinco o seis veces al año. —explicó encogiéndose de hombros.

—Ahora que lo pienso, nunca nos dijiste porque terminaron.—comentó Hermione.

—Bueno...—Lilith ladeo la cabeza.—En pocas palabras y sin hacer mucho drama, me engaño con Astoria Greengrass. 

—...

—...

—...

—¡ESE MALDITO HURON BOTADOR! ¡DEBI HABERLE QUITADO MÁS PUNTOS A ESA ESTÚPIDA! ¡LE DIRE A MCGONAGALL QUE LA CASTIGUE LO QUE RESTA DEL CICLO!

—¡LE VOY A MANDAR UN MOCOMURCIELAGO AL HIJO DE PUTA! ¡MALDITO PITO FLOJO!

—¡Ya cálmense!—grito Lilith y ambas se callaron.—Ya...esta bien. Ya paso, no vale la pena que se alteren por eso.

—Pero, Lilith...¿cómo puedes decir eso? ¡Te vieron la cara! —espeto Hermione furiosa.

—¡Es verdad! ¡Estuviste con el casi...casi....!—Ginny se miraba airada y de pronto se detuvo—...¿Cuándo terminaron?—pregunto confundida.

—Era nuestro octavo aniversario, o sea, séptimo año, el año que estuvimos bajo la dirección de Snape y como Ginny recordara, Draco algunas veces venía desde Malfoy Manor a Hogwarts para verse con el director.—Ginny asintió.—Habíamos quedado de vernos esa noche en la sala común, pero yo llegue antes de las clases y quise dejarle su regalo en su habitación y...bueno, el estaba ahí, teniendo sexo con Astoria.

—Oh, Lilith.—Hermione la abrazo por los hombros.

—No llores, no vale la pena.—dijo Ginny tomando sus manos entre las suyas.

Lilith no había notado en que momento su voz se quebró o cuando las gruesas lagrimas descendían furiosamente por sus mejillas, su corazón dolía y sentía un grueso nudo en la garganta. 

Durante unos minutos que parecieron eternos, Lilith fue consolada por Hermione y Ginny, quienes se juraron internamente cobrarle a Draco Malfoy el haberle roto el corazón a Lilith. Ella podía parecer alguien fría e insensible, pero cuando vieron a Lilith curando al pajarito que se estrello en la ventana, enseñando pacientemente pociones a Ginny, cantando suavemente por las mañanas y tratando de hacerlas sentir mejor cuando los recuerdos de la guerra volvían a ellas, en ese momento ambas supieron que Lilith era un ser dulce y amable con una armadura de frialdad e indiferencia.

—Lamento eso...—murmuro Lilith una vez se hubo tranquilizado, limpiándose las lagrimas del rostro.

—Esta bien, Lilith.—dijo Hermione sonriéndole.—no es malo llorar. Eso solo demuestra que eres una gran persona.

—Y Malfoy un hijo de puta.—dijo Ginny con una sonrisa.—Pero ¿sabes que? ¡Al diablo con el! ¡Tú pasaras la mejor navidad de toda tu vida!

—Me da miedo preguntar.—admitió Lilith.—pero, ¿porqué lo dices?

—¡Porque irás a La Madriguera con nosotras y toda mi familia! ¡Pasaras una navidad al estilo Weasley!—exclamo Ginny alegremente.

—Eh...no se si...

—No era pregunta.—Ginny se engancho a su brazo y Hermione se engancho al otro.—era solo un aviso.

Y ella supo que no había forma de evitarlo.

Ella, Lilith Nott, pasaría la navidad con los Weasley.