El último día de clases llegó junto al fin de las tutorías con Fred, quien asombrosamente había conseguido muchos Extraordinarios y Supera Las Expectativas en sus EXTASIS. Ahora se encontraban reunidos todos los de último año, al igual que sus padres o amigos, en el Gran Comedor, la directora McGonagall iba nombrando uno a uno a los graduados para que pasaran por su pergamino.

—¡Nott, Theodore!

El mayor de los Nott recibió su pergamino y Madame Zabini junto a Blaise, quien ya había recibido su pergamino, aplaudían emocionados y lo recibieron con abrazos.

—¡Nott, Lilith!

—¡ESO CUÑIS!

—¡ESA ES MI NOVIA!

Los gritos de George y Fred Weasley resonaron en el Gran Comedor, haciendo reír a la mayoría e incluso a la directora McGonagall se le tensaron las comisuras de los labios, intentando no reír, pues ambos hermanos Weasley portaban unas chamarras verde esmeraldas que decían "LILITH" en letras brillantes que cambiaban de color y agitaban en sus manos pompones esmeraldas. La familia Weasley también se encontraba ya ahí reunida con Ginny y Hermione, quienes ya habían recibido sus pergaminos y todos aplaudían alegres.

Lilith recibió sonrojada su pergamino, sintiendo las miradas burlonas y dulces de parte del profesorado. Bajó del podio, abrazo a Madame Zabini y despues fue alzada por Fred, quien la beso con premura y sonrió emocionado. 

Una vez terminada la ceremonia, Lilith fue llevada por los Weasley a La Madriguera, pero en el trayecto de los terrenos de Hogwarts al pueblo de Hogsmeade, compartió una mirada furtiva con Draco, quien iba acompañado de sus padres. 

—Adiós, Draco.—pensó Lilith antes de desaparecerse con los Weasley.

(...)

—¿500 galeones quincenales por un cuartucho horrible que ni siquiera tiene ventanas? Por Merlín, esto es un robo.—dijo Lilith con una mueca de desprecio.

—¿Para que buscas un departamento?—pregunto Fred, confundido.—Pensé que tu hermano se había mudado con Blaise y que te había dejado la casa.

—Antes me corto los pezones que volver a vivir en esa casa.—replicó Lilith con una mueca.—De solo recordar las cosas que han pasado en esa casa, me dan ganas de vomitar y colgarme de la torre de Astronomía.

Tres meses habían pasado ya desde la graduación y desde entonces Lilith había encontrado un refugio en La Madriguera, quienes la habían recibido con los brazos abiertos como si de su propia hija se tratase. Lilith no podía evitar pensar que no existía una familia más amable que los Weasley y estaría eternamente agradecida con ellos por todo lo bueno que le brindaban. 

Pese a lo felices que estaban los Weasley con su presencia, Lilith considero que no podía seguir abusando de su amabilidad y ya tenía cerca de un mes buscando un departamento agradable o al menos decente en Londres mágico, sin embargo, eso parecía simplemente imposible.

Cada departamento que creía que podría ser el indicado, o estaba terriblemente caro o estaba muy barato pero en pésimas condiciones. Lilith se había recorrido prácticamente cada departamento en renta de Londres mágico y aún no lograba encontrar un lugar agradable o medianamente decente.

—¿Y sí...y sí te mudas conmigo?—ofreció Fred tímidamente sin verla a los ojos.

Se encontraban en el despacho de Fred y George, donde Fred tenía la responsabilidad de hacer las cuentas en lo que George iba con Angelina a revisar algunas cosas de su nuevo departamento, pues como ahora estaban comprometidos, se mudarían juntos el día de mañana. Lilith se giró a verlo.

—No.—respondió.

—¿Porqué no?—pregunto con un puchero.

—Porque si terminamos me tengo que mudar y es mucho problema.—respondió Lilith.

—¿Y quien dijo que íbamos a romper?—la miró ofendido.

—Solo es un decir, Weasley. No seas dramático.—se burló ella.

—¿Entonces?—la miró fijamente y ella suspiro.

—No lo se, Weasley.—hizo una mueca pensativa.

—Vamos, hermosa Lils. Es una gran idea, tu negocio esta ubicado justo frente al mío, solo tienes que cruzar la calle y dormirás en mis brazos cada noche, prometo llevarte el desayuno a la cama cada día, ¿qué tal?—le guiño un ojo y comenzó a subir y bajar las cejas de manera sugerente— Es una gran oferta, yo que tú la aceptaría de inmediato.

—Eres un egocéntrico, Fred.—dijo Lilith rompiendo en carcajadas.

Fred tenía un punto, pues desde hace dos meses Madame Zabini había invertido una enorme cantidad de cientos de miles de galeones en el local frente a Sortilegios Weasley, donde ahora se vislumbraba un enorme y elegante letrero que decía "Casa de Modas Madame Nott". El negocio de Lilith iba viento en popa y en realidad muchas personas estaban sorprendidas de que la siempre seria y fría Lilith Nott fuera una excelente diseñadora de modas. Sus ventas iban por lo alto y estaba destronando a las casas de modas más importantes del país.

Entre risas, Fred la tomó de la cintura y la sentó sobre sus piernas, ella entrelazo sus brazos en el cuello del muchacho y se sonrieron.

—Anda...ven conmigo, hermosa Lils...prometo hacerte muy feliz.—murmuró Fred contra su cuello.

—Tu ya me haces muy feliz, Fred.

—Entonces acepta vivir conmigo, nos sirve como practica para cuando nos casemos y podemos adoptar un perrito.—sonrió emocionado.

—Ah...—Lilith ladeó la cabeza y suspiro—De acuerdo, pero más te vale que en serio me lleves el desayuno todas las mañanas.

—¡SÍ!

Tardaron cerca de cinco días en completar todas las cosas de la mudanza, puesto que George tenía que terminar de sacar sus cosas y Lilith aún debía ir por cosas a casa de su padre, pero al final todo estuvo listo y Lilith Nott se instaló en el departamento arriba de Sortilegios Weasley, lista para vivir con su novio.

Regresaba de haber comprado unas cosas en un supermercado muggle cuando se encontró con la portada de el periódico El Profeta, tirada en el suelo. Se detuvo a leerlo al comprobar que la portada tenía el rostro de Draco y el titulo rezaba: "La nueva pareja principal Malfoy: Heredero de los Malfoy tuvo boda privada con Astoria Greengrass"

Contempló el rostro de Draco en la imagen, no lucía feliz, su rostro serio y amargo contrastaba notablemente con el alegre y risueño de Astoria. Un ligero sentimiento de tristeza la invadió, no por el hecho de que Draco se había casado con Astoria, sino más bien por el hecho de ver infeliz a Draco. A pesar de todo el daño que este le había hecho, ella no le deseaba ningún mal. Dejo salir un suspiro y continuo su camino. Lo que pasara en la familia Malfoy ya no era su problema.

Llegó al apartamento, la tienda estaba cerrada, pues ya era bastante tarde. Subió las escaleras y al llegar a la cocina dejó la bolsa con las compras y camino hacía el pasillo para cambiarse la ropa. Se detuvo abruptamente al ver un camino de pétalos hacía la habitación.

—¡Weasley! ¡Si llenaste la cama de rosas y velas, te aviso que odio eso!—exclamó Lilith con una mueca.

—¡Solo avanza!—grito Fred al fondo.

Se encogió de hombros y avanzó por el camino de pétalos hasta la puerta de la habitación, la cual abrió y se detuvo abruptamente en el marco de la puerta con el corazón latiéndole furiosamente.

—Sorpresa, hermosa Lils.—dijo Fred con una sonrisa.

Lilith avanzó con el rostro incrédulo. En medio de la habitación había varias velas blancas iluminando un gran cuadro de una mujer que era Lilith con un vestido a cuadros en un prado. La imagen era simplemente perfecta, pero, ¿porqué si se supone que la mujer pintada era Lilith, tenía ojos negros? ¿Por qué su cabello era rizado?

—Es tu madre.—respondió Fred a su cuestión interna y los ojos de Lilith se llenaron de lagrimas.

—¿Cómo...?

—Madame Zabini me ayudo. ¿Te gusta?—la miró con ternura.

Lilith sonrió entre lagrimas y asintió repetidas veces tocando la pintura y grabándose el rostro alegre de su madre en su cabeza. Se giro y abrazó con fuerza a Fred, quien la levanto unos centímetros del suelo.

—Casémonos.—murmuró Lilith.

—Casémonos.—confirmo Fred.

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El próximo episodio es el epilogo, el cual estará cortito pero bonito:)