Capitulo 16
(N/A: Madame Zabini es mi poderosísima Rihanna)
Madame Zabini los guio hasta un espacioso comedor de cristal repleto de vajilla de oro.
—Madame Zabini, este es Fred Weasley, mi novio.—presentó Lilith en cuanto se hubieran acomodado en el comedor.
—Un placer conocerla.—saludo Fred con una sonrisa.
—Por lo visto no hablas italiano.—dijo Madame Zabini a Fred.
—No, disculpe.
—Hmm...Draco sabía italiano y francés.
—Sí y también sabía ponerle cuernos a Lilith.—replico Fred con cierta frialdad.
—Touché.—asintió Madame Zabini y sonrió de lado.—tienes caracter...eso es bueno—alzó las manos y agito dos veces una campanita, de pronto, todo el comedor se lleno de cientos de platillos—¿y bien? ¿Comemos?
Todos empezaron a comer en completo silencio mientras Madame Zabini hacía preguntas a Lilith respecto a sus estudios y a lo que haría al salir del colegio.
—¿Inefable? ¿Quieres ser una inefable?—pregunto Madame Zabini y la miró con una mueca.
—Eh...sí, bueno, ya sabe, soy buena guardando secretos y...
—...definitivamente no.—cortó Madame Zabini.—¿Qué no te encantaba hacer diseños de moda? ¿Por que no abres tu propio negocio? ¡Yo misma te lo patrocinare!—exclamó emocionada y Lilith hizo una mueca.
—No quisiera...
—...no eres ninguna molestia.—interrumpió la mujer.—ya esta dicho, así que tranquila y sigue comiendo.
La comida transcurrió en completa tranquilidad, aunque en un silencio un tanto incomodo para Fred, quien cada tanto sentía la mirada de Madame Zabini sobre el, pero no dijo nada. En cuanto acabaron de comer, la mano de Lilith tomo la suya por debajo de la mesa y la apretó, Fred sonrió con cariño.
—Muy bien, ¿Qué tal un postre?—dijo Madame Zabini haciendo aparecer una rebanada de pastel de chocolate frente a Fred.
—No, gracias.
—Yo dije, que tu quieres un postre.—repitió Madame Zabini sonriendo falsamente y este asintió.
Fred miro a Lilith quien se encogió ligeramente de hombros, este tomo un trozo del pastel y comenzó a comerlo. En cuanto hubo comido la mitad del postre, Madame Zabini sonrió y asintió:
—Muy bien, muy bien, veamos...algo de prueba...¿Qué edad tienes?
—Cumpliré veintiuno el primero de mayo.—respondió de inmediato y tanto Fred como Lilith abrieron grande los ojos.
—¡Madame Zabini!—Lilith se levanto, airada, molesta.—¡Le ha puesto veritaserum al postre!
—Pero claro, no confío en la palabra de los hombres, cariño.—sonrió Madame Zabini.—ahora siéntate, por favor, o pueden irse...si es que el joven Fred Weasley tiene algo que ocultar.
—No tengo absolutamente nada que ocultar.—gruño Fred mirándola con los ojos entornados.
—Perfecto...entonces dime, ¿amas a Lilith?—pregunto con seriedad.
—Con todo mi corazón.—Respondió con firmeza y Lilith sonrió sonrojada.
—Muy romántico, sí...¿y quien me dice que no vas a engañar a mi muñeca?—pregunto cruzándose de brazos.
—¡Yo nunca haría eso!—la miró molesto.
—¿Y porque no, según tú?
—¡Porque la he amado desde hace años!
—...
—...
—...
—Órale...esa no la vi venir.—murmuró Madame Zabini y Lilith miraba impresionada a Fred.
—¿Cómo...? Creí que...que solo te habías fijado en mí desde que te salve la vida.—dijo Lilith.
—No, yo siempre te he prestado atención...desde tu primer día en Hogwarts, aunque claro, en ese entonces solo te me hiciste una niña muy bonita. Ya despues del baile de Navidad en el Torneo de los Tres Magos...ahí acepte que estaba muy enamorado de ti.
—Oh, Fred...—Lilith lo miraba conmovida.
—¡lo approvo!—exclamó Madame Zabini emocionada y se levanto de su lugar.—¡Cualquier persona que demuestre ese tipo de amor por mi muñeca, tiene mi aprobación para casarse con ella!
—¡¿Casarse?!—Lilith la miro incrédula.
—¡¿En serio?!—Fred la miro emocionado.
—¿Qué tiene?—Madame Zabini miro a Lilith confundida.—Son jovenes, se aman, se quieren y yo no tengo nada que hacer y me encantaría ir a una boda, ¡Cásense!
—¡SÍ!
—¡FRED!
(...)
Salir de la Mansión Zabini había sido algo difícil, pues despues de que Madame Zabini había aceptado a Fred como la nueva pareja de Lilith, había pasado de ser "la comadreja pelirroja con pecas" a ser "el atractivo pelirrojo de ojos con zafiros" y Madame Zabini parecía querer atiborrarlos de regalos y de insistir en que se comprometieran ahí mismo, alegando que quería tener nietos pronto.
—¡Salúdame a Blaise y Theo! ¡Y diles que a ver cuando salen del closet y admiten que se estan tirando el uno al otro!—había exclamado Madame Zabini cuando se despidieron.
—No sabía que tu hermano y Zabini eran novios.—dijo Fred en cuanto se aparecieron en Hogsmeade.
—Se han comido mutuamente desde cuarto grado pero jamás lo han admitido.—explicó Lilith.
—Ya veo...por cierto, yo creí que todos los Slytherin eran de familias acomodadas, ¿Por qué necesitas que Madame Zabini te patrocine tu negocio?—pregunto mirándola confundido
—Bueno fuera que al entrar a Slytherin lloviera fortuna sobre sus miembros.—ironizó Lilith.—Mi familia poseía una riqueza casi igual a la de los Malfoy pero mi padre la despilfarro. Somos pobres actualmente. Mi madre era una Rosier y nos dejo a Theo y a mi un fideicomiso que recibiríamos al cumplir la mayoría de edad, pero durante el tiempo que Quien-Tu-Sabes estuvo al mando, mi padre se hizo con el fideicomiso y solo dejo la parte de Theodore.
—¿Y tu hermano no va a compartirlo contigo?—pregunto con el ceño fruncido.
—No somos ese tipo de hermanos, Weasley.—sonrió irónica.
—Sabes, me he dado cuenta de que cuanto estamos solos o que te gana la emoción, me llamas Fred, en todo lo demás me llamas Weasley.
—Cállate, Weasley.
—Lo dicho.
Mientras caminaban por el pueblito, contemplaron que no había ya muchos alumnos afuera, pues ya había anochecido y el toque de queda para volver estaba llegando a su punto.
—Entonces...—dijo Fred.
—¿Entonces?—Lilith lo miró.
—¿Te casas conmigo?—pregunto con una sonrisa coqueta.
—Sí...cuando me gradué y tenga éxito en mi negocio.
—Aburrida.—Fred hizo un puchero.
—Ambiciosa.—replico Lilith.
—Pero ya dijiste que te casaras conmigo, ya no te puedes negar.
—No iba a hacerlo.
(...)
Cuando cruzo las puertas del Gran Comedor, Lilith se dirigió a su mesa verde y plateada, y para la sorpresa de todos, se sentó frente a Draco, quien la miro serio, pero con un brillo en los ojos.
—Solo vengo a decirte que perdiste.—informó Lilith con una sonrisa y el rostro de Draco se endureció—Madame Zabini ha aceptado mi relación con Fred, en realidad, casi me pedía que me quedara ahí en la mansión para procrear a nuestros hijos.
—Fred Weasley nunca podrá darte todo lo que yo puedo darte, Lilith.—dijo Draco con seriedad.
—No...quizá no pueda comprarme regalos tan costosos como los tuyos, pero me puede dar mucho más amor y atención del que tu me diste jamás y eso, eso es mucho más de lo que yo alguna vez soñé con aspirar.
Dicho esto, Lilith se levantó de la mesa con una sonrisa tranquila, tomo una copa y ante la atenta mirada de Draco, bebió de esta y le guiño un ojo.
—Salud, por haberme roto el corazón, Draco Malfoy. Y que gracias a eso estoy más feliz que nunca.
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¿Qué les pareció el capitulo?:D
El próximo capitulo es el final. Espero hayan disfrutado esta novela, es la más pequeña de las que he realizado pero la verdad tampoco tenía previsto que fuera muy larga y quiero enfocarme en Blue Eyes y Dark Lady:)
Los amo!
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