Capítulo 14 - HOLLY JOLLY CHRISTMAS
KETHAN
Winny sale del baño después de casi matarme cuando vio la marca en su cuello. Sus mejillas están sonrojadas, levanta la mirada tiernamente hacia Nolan, como si no quisiera que la viera. Pero soy yo el que se permite observarla.
Lleva una de mis camisas a rallas en conjunto con un suéter de lana, ambas le quedan enorme, pero se las ha adecuado, la camisa y el suéter tiene las mangas dobladas estratégicamente haciéndola ver simplemente dulce. Adecuó el cinto a su diminuta cintura para que le arme figura el conjunto. No lleva mallas y oculta la marca de su cuello con su cabello.
Quiero tomarla aquí mismo. Quiero correr a Nolan y tomarla con mi ropa puesta. Huele a mí. Carajo, es todo lo que quiero, ella siempre debería oler a mí.
Traga saliva, se acerca hasta donde me encuentro como si quisiera ocultarse detrás de mí. No pierdo el tiempo que tengo de tocar su cuerpo, deslizo mi mano por su cintura, aferrándome tanto como pueda a su cuerpo y presencia.
—Tu eres Nolan —dice con una vez sumamente suave y con unos ojos de cordero que no puedo creer que le ponga.
Cierto dolor se enciende en mis adentros, mi ceño se frunce, tengo la necesidad de interponerme entre ellos, pero es Nolan quien da los primeros pasos, rápidos pasos digo yo, porque llega casi de inmediato hasta donde se encuentra Winny, toma sus manos invadiendo su espacio con una sonrisa de perrito, si pudiera movería la maldita cola, pero no la tiene.
—Gracias por la foto —le suelta Nolan.
Y los celos que me estaban incendiando paran en seco.
—¿Qué foto? —me paro entre los dos. La respuesta determinara si tengo que dejar accidentalmente ciego a mi amigo.
Alejo a Kethan de ella, atrayéndola más a mí cuerpo, suelto sus manos aun cuando Nolan no quiere soltarla, al final lo logro, pero veo como Winny clava la mirada en el piso mientras Nolan no deja de reír.
Nolan no pierde el tiempo, saca su celular con la diversión clavándole un agujero en su expresión mientras pareciera que Winny quiere clavar un hoyo en la tierra para desaparecer. Nolan por fin enfila su celular frente a mi cara y lo veo a todo color... me veo a mi con la maldita pijama navideño. Volteo para ver a Winny quien claro, ni siquiera eleva su cara.
—Bórralo —gruño.
Nolan extiende una sonrisa enorme mientras guarda el móvil en el bolsillo delantero de su pantalón negando con la cabeza.
—Oh, creo que yo tengo que ir con mi madre —dice Winter con ese tono nervioso en la voz.
Da un paso, pero no la dejo alejarse más, jalo del suéter para devolverla a mi lado, ahora soy yo el que esta sonriendo y el que claro, quiere venganza. Una dulce venganza.
—¿Es así como jugaremos, Winny? —pregunto dejando que un lado de mi sonrisa se eleve.
Ella solo se hunde de hombros como si no creyera que puedo ser el ser mas detestable cuando me lo propongo. Suelto mi mano que sujeta su ropo, dejo que tome distancia, dejo que Nolan siga riéndose porque no hay mejor venganza que la que crees que no se llevará a cabo.
—Haz tu parte, Nolan —pido con esa sonrisa de saberme campeón de la siguiente ronda.
Nolan se queda quieto, se hunde de hombros, murmura algo entre dientes que es inentendible para todos, termina por marcharse después de ver a Winter como si quisiera advertirle de lo que se avecina.
Él sabe, él ha visto de lo que soy capaz cuando me hacen enfadar y de mis muy, muy buenas venganzas.
Es solo cuestión de esperar.
WINTER
Hay algunas cosas que se sobre Kethan;
· No tiene amigos ya que no le gusta convivir con la gente. Pero tal parece que Nolan cruzo esa línea volviéndose un chicle en su zapato.
· No le gusta perder. Nunca lo hace, juega seguro y aun si esta a punto de perder, busca como ganar, pero no acepta las derrotas.
· Kethan es una fuerza implacable, un fuego infinito. Nada lo apaga.
Esas son algunas de las cosas que sé sobre él. Esas y otras más, como la mirada que tiene al despertar, el porqué detesta la leche o el porque le cuesta confiar en las personas.
También sé de su impaciencia y del miedo que puede dar... y gracias a él, sé como suena un corazón roto. Pero entre todo ese frío invierno que es él, hay algo en él que evita que te congeles.
Esas partes, las partes calientes son las que más disfruto de él.
Cuando llego con mi madre y mi amiga que esperaban en una mesa del comedor al que Nolan las hizo llegar, ya que como predije, estaban fuera de la habitación de Kethan esperando por ver quien saldría.
Ambas me observan un buen rato, repasan con cuidado cada uno de los detalles de la ropa que estoy usando y yo no paso por alto que aun me falta ir a mi habitación por unos buenos calentadores y claro; ropa interior.
—Winter, dios mío, ¿dónde te habías metido? —gruñe mi madre, poniéndose de inmediato con ese rostro enfurecido.
—Salí a caminar, hace una mañana preciosa —sonrío con todo y dientes viendo como Nolan me regala un guiño de ojo que Lyra nota.
—¿Pero no te congelaste? —es Kethan quien hace la observación apareciendo tras de mi—, deberías usar calentadores, Winny —su tono burlón me toma por sorpresa.
Ya está vestido a la perfección, unos jeans de mezclilla clara y un suéter de lana azul marino que acentúa el color de sus ojos. Pasa de mi para saludar a mi madre, dándole un beso en la mejilla.
—Una disculpa por mi poca hospitalidad de hace un rato, pero no han sido días sencillos, a penas he dormido —voltea a verme para regalarme un guiño de ojo—, Winter es demasiado tirana y no ha dejado de obligarme a hacer horas extras. —se burla.
—Vaya, horas extras —agrega Nolan entre risitas.
Todos lo voltean a ver. No sé, pero ya no necesito mis calentadores, mis mejillas están totalmente calientes y posiblemente enrojecidas.
—¿Y qué hacías en tu paseo, Winny? —Lyra agrega burlándose del tono que ha usado Kethan.
—Oh, hablaba con Rob —sonrío. Esa mentira ya la habíamos planeado.
—¿Y tu celular? —Lyra enarca una ceja.
¿Qué carajos es esto?, ¿por qué todos me están interrogando?
—He, bueno, lo dejé en mi habitación, pasé a... —Lyra me corta poniéndose de pie y jalándome del brazo para llevarme—, dennos unos segundos.
Comienza a jalarme lejos del comedor en donde veo por el rabillo del ojo como Kethan toma asiento junto con mi madre, mi madre no parece muy convencida ni feliz, veo como me lanza miradas, mientras parece escuchar a Kethan y Nolan.
Lyra me suelta cuando estamos por llegar al pasillo de habitaciones.
—Escucha, Winny —lo dice del mismo modo que Kethan—, estas son las razones por las que sé que estas mintiendo; uno, llevas sandalias, dos, esa ropa no es tuya, es de Kethan, huele a él, carajo, toda tu hueles a él y tres... la maldita marca en tu cuello.
Y es todo. Es mi fin. Lo sabe. Y el peso de la culpa se deja caer sobre mis hombros.
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