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Capítulo 28

Camila observó con tranquilidad desde la puerta de entrada como Sofia y Normani se metían dentro del auto que había rentado Ryan. El fin de semana había pasado totalmente rápido y en un abrir y cerrar de ojos la morena se había encontrado levantándose excesivamente temprano el lunes para despedir, muy a su pesar, a su hermana, a su mejor amiga y a Ryan, quienes tenían un vuelo hacia Brooklyn en unas pocas horas. La castaña suspiró cruzándose de brazos al ver como el pelinegro cerraba la cajuela del auto, entonces Ryan volteó como si pudiera haber sentido su mirada y ella decidió acercarse a él con cautela.

- ¿Todo listo? - preguntó la castaña tímidamente aún con los brazos cruzados sobre su pecho

- Sí. - sonrió

- ¿Te despediste de Nicholas anoche? - el médico cirujano asintió ante su pregunta - Perfecto.

- De hecho, volví a despedirme hace unos minutos. Espero que no te moleste; tuve que despertarlo, pero tranquila, se volvió a dormir. - la castaña sonrió levemente - Hmmm, hablé con él y... ¿crees que pueda viajar a Brooklyn el próximo fin de semana? Mónica se casa y bueno, me gustaría estar con mi hijo.

- Claro, no hay problema.

- Excelente. - respondió entusiasta -  Oye... - pasó una de sus manos por su cabello, cosa que hizo que la castaña lo mirará con los ojos entrecerrados; las únicas veces que hacía aquello era cuando se ponía nervioso

- ¿Qué?

- ¿No... no te gustaría venir a la boda de Mónica? Y-ya sabes, le agradas a mi hermana... ¡Y así Nicholas no viajaría solo a Brooklyn! - se apresuró a decir al ver la mueca que se había formado en el rostro de la morena

- Lo siento, Ryan, pero no puedo aceptar la invitación. - dijo encogiéndose de hombros para restarle importancia al asunto

- ¿Qué? ¿Por qué?

- No me sentiría cómoda estando con tu familia. - explicó - Ya no soy más parte de ellos, entonces prefiero mantenerme alejada.

- Podrías serlo si lo quisieras y lo sabes, pero eres muy testaruda, Camila. Mónica te adora, siempre te ha amado, eres su cuñada favorita.

- He ahí el problema. - colocó sus manos en su cadera - Dejé de ser su cuñada desde hace años. Sólo felicitamela y dile que enhorabuena. - el pelinegro frunció el ceño

- No veo ningún problema.

- ¡No somos pareja, Ryan! - gritó la morena ya desesperada, odiaba cuando el cirujano se ponía en ese plan tan insoportable

Normani y Sofía voltearon disimuladamente dentro del auto en dirección hacia donde estaban la morena y el pelinegro. La menor de las hermanas Cabello miró con esperanza a Normani para que se bajara a tratar de aligerar el ambiente explosivo que amenazaba con aparecer, por lo que la morocha se bajó rápidamente del auto y se colocó en medio de ambos adultos.

- ¿Hey, algún problema? - preguntó con tranquilidad como si realmente no pasara nada entre ellos

- No, no, ninguno. - respondió el cirujano tragándose sus palabras - Sólo estábamos conversando un poco.

- Sí, y la conversación se acabó. Tienen que irse, su vuelo sale dentro de poco y deben estar temprano en el aeropuerto. - habló con determinación la castaña

Ryan asintió con desgana y se dió la media vuelta junto con Normani para subirse finalmente al auto, sin embargo, en medio camino el pelinegro se dió la vuelta y caminó dando zancadas hasta donde estaba la morena, quien estaba tranquilamente caminando para entrar nuevamente a la hacienda y volver a dormir, tomándola del brazo para detenerla.

- ¿Qué rayos?

- ¡Estoy arto de esto, Camila! ¡No puedes comportarte así! - gritó aparentando su agarre en el brazo de la castaña - ¡Tenemos que ser una familia para Nicholas, tienes que volver a ser mía, no viajé hasta aquí para simplemente irme sin ti y sin mi hijo, nos vamos a regresar a Brooklyn! - los ojos de Ryan se volvieron tan sombríos que le provocaron escalofríos a Camila

Jamás había visto de esa forma tan desesperada y maníaca a quien en el pasado fue su pareja. Todo en Ryan se estaba saliendo de control, era como si hubiese estado guardándose todo dentro de sí mismo y ahora estuviera explotando contra ella.

Normani y Sofía se bajaron alarmadas del auto al ver lo que estaba sucediendo y se acercaron con rapidez hacia ellos para tratar de separar a Camila de las manos del pelinegro, pero por más que intentaron no pudieron hacer gran cosa. Camila estaba siendo arrastrada por el cirujano con suma firmeza, la fuerza del agarre era tanta que su piel estaba ardiendo bajo las manos de Ryan, quién no estaba midiendo las consecuencias de sus actos y tampoco se preocupaba en absoluto de que tuviese una herida en la mano.

Los gritos eran tantos que la cocinera y algunas más trabajadoras de la hacienda salieron para ver lo que sucedía, entonces todo mundo empezó a gritar para que algún trabajador o alguien pudiera liberar a Camila de aquel hombre furioso.

Un par de trabajadores se acercaron y tomaron a Ryan con fuerza liberando por fin a la castaña, quién accidentalmente fue empujada y cayó de sentón contra la tierra.

- ¡Camila! - gritó Sofia corriendo hacia su hermana a la par de la morocha para ayudarla - ¿Estás bien?

- ¡Tu brazo, o por dios! - chilló la mujer de cabello rizado al ver lo rojizo que tenía el brazo su amiga - Es una maldita bestia.

- ¡¿Qué rayos está pasando aquí?! - gritó la voz demandante de Lauren haciendo que todos se quedasen callados y voltearan a verla

La ojiverde se acercó con lentitud y entonces frunció el ceño al ver como dos trabajadores estaban agarrando al cirujano.

- ¿Qué pasa? - preguntó nuevamente mirando a su alrededor, entonces se topó con Sofía y Normani sosteniendo a Camila, por lo que se acercó con rapidez hasta ellas - ¿Qué sucedió? - preguntó totalmente preocupada

- ¡Ese idiota de allá lastimó a mi hermana! - dijo enojada Sofia para después abrazar a su hermana

- ¿Qué te hizo? - cuestionó Lauren mirando directamente a la castaña - ¿Qué te hizo? - repitió demandante y con el tono de voz elevado

- Fue un accidente, todos están exagerando. - respondió la morena - Sólo llevenlo fuera de aquí y después que Liam lleve a mi hermana y a Normani al aeropuerto.

- ¡Y un cuerno! - gruñó la ojiverde - ¿Qué te jodidamente hizo?

- Esto. - respondió Normani tomando el brazo de Camila para enseñárselo a la ojiverde, quién rápidamente se enfureció al ver la marca roja que tenía la morena en su brazo

- Sin contar que también tiene ligeros raspones en las manos de cuando se cayó al suelo por su culpa. - agregó Sofia ganándose una mirada de mal gusto por parte de su hermana - ¿Qué? ¡Ese idiota te lastimó, Camila! - dijo indignada

- Sólo perdió un poco los estribos, no es para tanto. - rodó los ojos haciendo que la ojiverde se enojara aún más de lo que ya estaba - Trata de calmarte, Jauregui. - le dijo al ver como sus fosas nasales se abrían y cerraban dando a relucir su enojo

- ¡Camila, Camila! - gritó Ryan a lo lejos mientras era arrastrado por los dos trabajadores - ¡Camila!

La ojiverde cerró los ojos por unos segundos para tratar de calmarse y pensar con claridad, pero los gritos del cirujano no la estaban ayudando y eso solo la hacia querer golpearlo hasta dejarlo inconciente.

- ¡Camila, mi amor! - Lauren abrió los ojos de golpe al oír aquello y entonces se dió la vuelta

- ¡Detenganse! - le gritó a los trabajadores y avanzó rápidamente hasta donde estaban - Sueltenlo. - pidió bajo la atenta mirada de todos, por lo que Camila se liberó del agarre de su hermana y su amiga y se acercó corriendo a ellos

- ¡Mi amor, veniste! - dijo con felicidad un muy trastornado Ryan

- ¡No la llames así! - gritó la ojiverde - ¡No puedes jodidamente llamarla así después de lo que le hiciste, estúpido!

- ¿Tú quien carajo eres para hablarme de esa forma? ¡Ella es mi mujer y puedo hablarle como quiera!

- Lauren, basta. - habló la castaña colocándose frente a la ojiverde

- ¡Ella no es tu mujer!

- ¡Es mía, es mía, es mía! - chilló como si de un niño pequeño se tratase, entonces Lauren alejó con delicadeza a la castaña y se lanzó contra él dándole un puñetazo en la cara

- Jamás en tu puta vida vuelvas a decir que es tu mujer. - dijo sin dejar de golpearlo - ¡Y tampoco vuelvas a tocarla! - gruñó - No voy a permitir que la toques nunca más.

- ¡Jauregui, basta! - gritó Camila

Lauren se detuvo por un momento y sostuvo con firmeza el cuello del pelinegro, pero este se safo con agilidad y le dió la vuelta haciendo que ella quedase con la espalda en el suelo, entonces comenzó a reírse.

- ¿Te crees muy fuerte, tonta de rancho? - se burló y entonces la golpeó con fuerza en la nariz

* * * * * *

La castaña se levantó tan pronto como vió que el doctor salía de la habitación y se acercó a él.

- ¿Cómo está ella, doctor? - preguntó mordiéndose la punta de sus dedos con nerviosismo

- La he dejado sedada para que no sienta tanto el dolor. El golpe fue muy excesivo y por eso quedó inconsciente, pero se recuperará pronto, ya lo verá.

- ¿Puedo pasar a verla? - él doctor asintió con una sonrisa - Muchas gracias, doctor, en verdad.

- No se preocupe, señorita Cabello, siempre es grato estar en Pinot Gheeshlod para ayudar. - sonrió por última vez y entonces se dió la vuelta para poder irse

- ¡Lo acompañamos, doc! - dijo Normani levantándose de su silla jalando consigo a la menor de las hermanas Cabello

La morena observó cómo los tres se alejaban por el pasillo y entonces suspiró. Se mordió el labio inferior y entonces se adentró a una de las habitaciones de huéspedes que tenían dentro de la hacienda.

Al entrar lo primero que hizo fue hacer una mueca al ver el cuerpo de la ojiverde sobre la cama. La castaña cerró la puerta con cuidado y entonces se acercó silenciosamente hasta donde estaba Lauren; la mueca que anteriormente estaba en su rostro se hizo aún más grande al ver lo muy inflamada y lastimada que estaba la ojiverde de la cara.

- Ryan, mira qué hiciste. - murmuró mientras se sentaba en el borde de la cama - ¿En qué estabas pensando? - negó con la cabeza

Un quejido se escapó de la boca de la ojiverde llamando la atención de Camila. Los ojos de Lauren se abrieron poco a poco, al principio con dificultad por la luz de la habitación, y entonces sonrió, o trató de, al ver a la castaña a su lado.

- H-hola. - murmuró con dificultad, todo su rostro estaba hinchado ya que Ryan después de golpearla en la nariz había decidido que sería divertido no detener los golpes y seguirla atacando hasta el grado de abrirle el labio y dejarle algunas marcas

- Hey. - estiró su mano y retiró un mechón de cabello que la ojiverde tenía en la frente - ¿Cómo te sientes?

- Drogada. - respondió haciendo reír a la castaña, sin embargo la risa no duró mucho ya que Camila paró de reírse al sentir como la ojiverde tomaba su brazo - ¿Te duele? - preguntó acariciando su brazo con sus dedos y mirándola a los ojos

- No. - mintió, la verdad es que si le dolía demasiado, pero no iba a admitir nada frente a la ojiverde porque aquella mujer era tan impulsiva que era capaz de levantarse para ir a buscar a Ryan hasta Brooklyn para nuevamente pelearse con él - No me duele.

- ¿Segura?

- Sí.

- No te creo.

- No lo hagas. - la ojiverde trato de sonreír al oírla pero al intentarlo se lastimó - Hey, hey, no hagas eso, vas a lastimaste aún más. - Camila estiró su mano para colocarla sobre la mejilla de la ojiverde y le dejó pequeñas caricias - Tranquila.

- Me encanta cuando te pones a la defensiva. - confesó haciendo sonrojar a la morena - Te ves tan linda.

- Estás un poco sedada.

- Sedada sí, loca no. - explicó - ¿Qué hora es? - la morena levantó ocho dedos dándole a entender que apenas eran las ocho de la mañana - ¿Dónde estoy? ¿En la hacienda?

- Sí.

- ¿Y Nicholas?

- Aún sigue dormido. - quitó su mano del rostro de la ojiverde y en un rápido movimiento Lauren la tomó para entrelazar sus dedos

- ¿Te cuento que hacía mi mamá para que los golpes me dejasen de doler? - la castaña entrecerró sus ojos pero segundos después asintió - Sí me golpeaba en la rodilla, ella me daba un beso y mágicamente me recuperaba. - sonrió - Durante toda mi infancia se dedicó a curar mis heridas dándome besos donde me lastimaba. - explicó con tranquilidad

- ¿A sí?

- Sí. Ella era la mejor. - aseguró - ¿Y sabes que me hace pensar eso?

- ¿Qué?

- Quizá si me das un beso aquí. - llevó sus manos entrelazadas hacia sus labios - Puede que se me quite un poco el dolor que siento.

Camila trató de reprimir la sonrisa que apareció en sus labios pero le fue imposible. No podía creer que la ojiverde realmente fuera tan descarada incluso cuando estaba totalmente herida, pero debía admitir que era hasta cierto punto linda, por lo que se sonrojó y mordió su labio inferior.

- Quizá solo necesitas descansar y tomar los medicamentos del dolor. - trató de excusar

- No, eso no funciona. - hizo un puchero - Vamos, dame un beso. - la castaña negó - Sólo uno, por favor, para que me sienta mejor.

- ¿Cómo habrías de sentirte mejor? Eso es imposible. - respondió

- No, no es imposible. Las mujeres guapas pueden curarlo todo.

- Entonces dile a la hija de los Issartel que venga a besarte. - dijo a la defensiva la morena tratando de soltar su mano de la de Lauren

- No, ella no me gusta. - gruñó - Me gustas tú, y mucho. - las mejillas de la morena se tornaron aún más rojas - ¿Me vas a dar mi beso o no?

- No.

- Uno chiquito.

- No.

- Por favor.

- No.

- Por favor.

- No. - la ojiverde se trató de levantar - ¡Espera, no, ¿qué haces?!

- Necesito levantarme.

- Quédate quieta, no puedes, el doctor dijo que necesitas estar en reposo.

- No quieres darme un beso. - dijo como si eso fuera la respuesta lógica a querer levantarse - Iré a buscar a alguna otra mujer guapa. - la morena frunció el ceño y entonces la empujó como pudo para que volviera a acostarse - ¡Ouch! - se quejó de dolor la ojiverde

- No puedes levantarte. - respondió de mala gana - Sólo quédate quieta un segundo y no pienses en mujeres guapas. - dijo antes de inclinarse y posarse delicadamente sobre los labios de la ojiverde para no lastimarla

Un suspiro se escapó de los labios de Lauren mientras Camila la besaba y las mariposas aparecieron en los estómagos de ambas mujeres.

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N/A:

A las mexicanas, ¡Feliz puente!

¡LXS QUIERO MUCHÍSIMO!

BESOS ACHOCOLATADOS.

🌹❤.

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