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Creo que hay alguno que otro error ortográfico por ahí, so... discúlpenme.

Entre otras cosas, ¡sorpresa!

Este capítulo se lo quiero dedicar a a Romi, una personita muy bella que está cumpliendo años hoy y que me encanta porque es de lo más adorable conmigo❤.

Espero que hayas tenido un día precioso, te deseo lo mejor de lo mejor y me debes una rebanada de pastel🎂👏.

Ahora sí, vamo' al capítulo...

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Camila se liberó rápidamente del agarre de la ojiverde, pero Lauren fue más rápida y en cuestión de segundos la rodeo con sus brazos y la pegó contra su cuerpo haciendo que sus rostros estuvieran algo cerca. Ambas mujeres se miraron con desafío por varios segundos haciendo que la tensión que había en el aire aumentara considerablemente.

- ¿Qué pretendes? - murmuró la más baja

- Cerrar mis ojos y besarte. - admitió sonrojando a Camila

- Tienes que dejar de decir esas cosas, ten algo de respeto por Keana. - dijo dándole golpes en el pecho logrando separarse de la ojiverde nuevamente

- ¿De dónde diablos sacaste que tengo algo con Keana? - preguntó confundida

- Eso no te importa. Ahora si me disculpas, tengo cosas más importantes que hacer que estar parada aquí contigo. - se dio la media vuelta y caminó hacia las escaleras contoneando sus caderas de aquella manera involuntaria que solo ella sabía hacer provocando que la ojiverde no pudiera evitar desviar su mirada hacia su trasero

Camila subió rápidamente de dos en dos las escaleras. Al llegar a la habitación donde estaban atendiendo a Ryan frunció el ceño al ver como el doctor le ponía una bandita a su hijo.

- ¿Qué sucedió? - preguntó la castaña acercándose con rapidez hacia su hijo - ¿Qué pasó? - observó atentamente a todos los que estaban en la habitación

- Caí, mamá. - dijo el pequeño ojimarrón con una mueca en el rostro

- ¿Cómo? 

- El pobre tropezó con sus agujetas. - rió la morocha a la par de Sofia

- Nicholas... - la voz de Camila sonó con reproche; varias veces al día le repetía a su hijo que no debía andar caminando por ahí sin amarrarse las agujetas porque en algún momento podría caerse - Te lo he dicho varias veces. - se tocó el puente de la nariz tratando de controlar las inmensas ganas de reprenderlo por su descuido 

- Lo sé, pero... - frunció los labios 

- ¿Pero qué? - todos en la habitación guardaron absoluto silencio al oír como la voz de Camila sonaba cortante, directa y molesta - ¿Pero qué, Nicholas?

- Camila. - advirtió Ryan sosteniendo su mano 

- Lo siento, lo siento. - dijo arrepentida arrodillándose frente a su hijo y soltándose del agarre de su ex novio - Perdón, mi amor, mamá está un poco estresada. - lo tomó del rostro - ¿Me disculpas, amor?

- Sí, mami. - susurró Nicholas con timidez 

La castaña se dio golpes contra la pared mentalmente y atrapó a su hijo entre sus brazos. El estrés causado por recordar como la ojiverde le coqueteaba descaradamente a pesar de estar a lado de Keana le había nublado los sentidos y se había desquitado con su hijo sin querer hacerlo. Normalmente su límite de paciencia desde que habían llegado a Napa había aumentado demasiado y ya no solía regañar a su hijo por cualquier tontería, sin embargo el verlo lastimado y estar enojada por casi caer ante los encantos de aquella boba pelinegra hizo que el chip insoportable de su cuerpo se activara.

- Te amo. - murmuró sobre la cabeza de su hijo mientras le dejaba un beso - ¿Te duele? - preguntó con suavidad observando la bandita que tenía en la frente

- Un poco, pero creo que a papá le duele más su mano. 

- En efecto, hijo. - respondió el pelinegro haciendo reír a todos los que estaban en la habitación, incluyendo al doctor, quien hasta ese momento se había mantenido al margen

* * * * * *

El día fue avanzando con lentitud hasta que llegó la noche. Camila se dedicó a ver algunos papeles del viñedo mientras que su hermana, su ex y Normani estaban viendo televisión en compañía del pequeño Nicholas.

Estar sentada por más de tres horas hizo que la castaña se chocará rápidamente, pero cuando optó por levantarse y compartir un momento con sus invitados, Sampietro llegó hasta ella y le informó que nuevamente el persistente de Bailey estaba retenido en la entrada porque se le había encontrado tratando de pasar sin solicitar permiso a las tierras de Pinot Gheeshlod, por lo que Camila tuvo que salir rápidamente de la hacienda para resolver aquel problema.

Las distancias en Pinot Gheeshlod eran demasiado largas, así que siempre que se tenía que ir de un lado a otro, las personas se transportaban en camionetas y muy rara vez en los caballos, aunque muchas personas como la ojiverde preferían caminar. Para Camila caminar de un lado a otro significaba terminar sin aire y al borde de un ataque de asma, así que se había adueñado de una camioneta blanca para su uso personal.

- ¡No quiero volver a verte en estas tierras! - escuchó la voz potente y enojada de la ojiverde tan pronto como estacionó la camioneta

- Atrévete a tocarme y juro que te demando, salvaje. - la castaña rodó los ojos al oír a Bailey amenazando a la ojiverde y se acercó lo más rápido que pudo para detener cualquier impulso rabioso de la enologa - Señorita Cabello, un placer volver a verla, ¿ya revisó mi última oferta?

Lauren giró instantáneamente en dirección a la morena y la observó con los ojos entrecerrados por el comentario de Bailey, sin embargo la morena se limitó a ignorarla y se colocó frente a ella para quedar cara a cara del insoportable señor.

- Por su puesto. - le sonrió falsamente - Y también me he encargado de mandar su propuesta al mismo lugar a donde fueron las demás.

- ¿Con su abogado para verificar que todo esté en orden? - preguntó

- No, a la basura. - la risa de la ojiverde no tardó en hacerse oír provocando que el rostro amable de Bailey cambiará drásticamente

- Me parece una falta de respeto. - respondió indignado - No puedo creer que haya caído tan bajo como para hacer los mismos chistes sin gracia que hace la imbécil de allí. - señaló detrás de la morena donde se encontraba Lauren

- Bueno, hay de imbéciles a imbéciles, y creame Bailey, no existe nadie como está imbécil, pero tiene más valor de lo que usted tiene para mí.

- No continuaré perdiendo mi tiempo con este asunto. Este viñedo no vale la pena en absoluto. - dijo mientras se enderezaba y miraba a ambas mujeres con altanería 

- Bueno, la salida está detrás de usted. - respondió sin borrar la sonrisa de su rostro y entonces miró a Sampietro, quién se había estado manteniendo al margen del asunto - Por favor encárgate de escoltar al señor Bailey fuera de Pinot Gheeshlod, e informa a todos los guardias que no quiero volver a verlo jamás dentro de mi propiedad o podrán irse haciendo a la idea de buscar un nuevo trabajo.

- Sí, señorita Cabello. - respondió para después tomar bruscamente del brazo a Bailey y arrastrarlo mientras se quejaba del mal trato

Mientras Sampietro se alejaba con aquel hombre insoportablemente odioso , Lauren se acercó a la castaña y le tocó ligeramente el hombro para llamar su atención.

- ¿Qué? - preguntó al ver que la ojiverde la veía de manera extraña

- En verdad, me lo haces muy difícil, Brooklyn. - negó con la cabeza y entonces levantó una de sus manos para acariciar delicadamente el rostro de la castaña

- ¿De qué hablas?

- A veces quiero ahorcarte. - confesó haciendo que la ojimarrón frunciera el ceño - Pero otras veces... - suspiró - Otras veces solo quiero tomarte entre mis brazos y besarte.

- Tú en serio debes de dejar de hacer ese tipo de comentarios. - respondió Camila tratando de ocultar su sonrojo y alejándose de la ojiverde - No quiero tener problemas con los Issartel solo porque la novia de su hija está de descarada conmigo.

- ¿Es en serio? - rió y se tocó el puente de la nariz - Creí que solo decías lo de Keana porque estabas molesta conmigo.

- Todo el tiempo estoy molesta contigo. Eres insoportable. - gruñó y empezó a caminar en dirección a la camioneta para irse

- Y tú eres hermosa. Odiosa, gruñona y obstinada, pero hermosa. - le guiñó un ojo con coquetería haciendo que la castaña rodará los ojos con fastidio - ¿Sabes que me gustaría? - preguntó acercándose demasiado a ella acorralandola contra el auto

- No, y no me interesa. - respondió cortante tratando de darse la vuelta para encararla, pero entonces la ojiverde colocó sus manos en su cintura para evitar que se moviera

- Me gustaría verte perder el control. - murmuró en su oído y dejó un pequeño beso en su cuello para después alejarse de ella - Pero te dejaré tranquila hasta que tú frágil novio se largue de aquí. - se quitó el sombrero y después de hacer una pequeña reverencia se lo volvió a poner - Nos vemos.

La ojiverde se alejó con lentitud para finalmente desaparecer en la oscuridad de la noche y solo entonces Camila se permitió soltar el grito de frustración que se estaba aguantando desde que sintió a la ojiverde amoldandose a su cuerpo desde atrás.

- ¡La odio! - gritó

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¡HOLAAAAAAAAAAA!

I'm back.

¿Qué tal la escuela, el novio/novia, el crush, la vida? 👀

Lxs amo.

Extrañaba esto...

🌹❤.