El sonido de sus tacones chocando contra el suelo llamaron la atención de todos los que estaban en la sala esperando por ella, entonces de un momento a otro Normani salió corriendo hacia ella como si fuese una niña pequeña y la estrecho contra sus brazos con tanta emotividad que la levantó del suelo y le dio una vuelta en el aire.

- Oh por dios, el calor de ha sentado de maravilla, chica. - dijo la más alta dejándola en el suelo nuevamente mirándola de arriba a abajo con aprobación - Ese bronceado te queda magnifico, ¿has disfrutado de este clima maravilloso? 

- Yo hmmm, sí, claro. - respondió aturdida - ¿Qué haces aquí? - preguntó - Bueno, en realidad, ¿qué hacen aquí? - corrigió su pregunta observando a su hermana y a Ryan, quien tenía a su hijo entre sus brazos 

- El adorable padre de tu hijo tuvo la idea perfecta de darte una sorpresa y nos trajo con él. - respondió Normani con una sonrisa pasando su brazo por los hombros de la castaña - ¿Te sorprendimos?

- Totalmente. - saludó a su hermana con un movimiento de cabeza y entonces se soltó del agarre de Normani para avanzar hasta donde estaba su ex pareja - ¿Debería preguntar? Hablamos hace unas horas, creí que Nicholas viajaría a Brooklyn 

- Bueno, no podía decirte que estaba en camino a Napa con tu hermana y tu amiga, eso ya no sería una sorpresa. - bajo a su hijo y revolvió su cabello

- Iré por mi lata de estampillas, papá. - dijo Nicholas emocionado - Ahora vuelvo.

Ambos adultos vieron a su hijo correr escaleras arriba y después se vieron mutuamente. Ryan había quedado con ella de pasar el próximo fin de semana con su hijo, se suponía que el próximo viernes Camila iría al aeropuerto con su hijo y viajaría a Brooklyn para dejarlo en casa de sus ex suegros y luego se regresaría nuevamente a Napa, sin embargo ahora tenía frente a ella al pelinegro observándola con una tímida sonrisa.

- ¿Estás enojada?

- ¿Deberías preguntarlo? - cuestionó ella en respuesta

- Escucha, se que mi actitud hacia ti no ha sido la mejor últimamente, sobre todo por el día antes de que te fueras y lo que sucedió en el aeropuerto, pero te juro que me siento totalmente apenado, no se en que estaba pensando cuando hice y dije todo aquello, pero vine con la intensión más sincera de pedirte disculpas, Camila. - habló con suavidad - No quiero perderte... - la castaña estaba a punto de replicar cuando él colocó una de sus manos sobre su boca deteniéndola - Esta vez lo digo de otra manera, lo prometo. Eres mi mejor amiga, siempre lo has sido y no quiero que nos alejemos. Olvídate de todo lo que te dije, por favor, prometo que lo único que quiero es tu amistad, quiero que dejemos de pelear y que ambos estemos como siempre lo hemos estado. Vine en son de paz, Camila. - tomó las manos de la ojimarrón entre las suyas bajo la atenta mirada de un par de ojos verdes que observaban todo con recelo desde la puerta de la cocina - Traje conmigo a Sofia y a Normani por dos cosas, una de ellas es para sorprenderte y otra para que me perdones.

- Sabemos que a veces es un idiota, pero ha estado portándose bien.  - dijo Sofia desde el sillón - Intervino para que mamá no viajara hasta acá para molestarte.

- ¿Eso hiciste? - preguntó Camila sorprendida

- Solo quiero paz, te lo dije. - le sonrió - Perdóname, Camila.

- Oh, Ryan. - la morena se arrojó a él enredando sus brazos en su torso y escondiendo su rostro en su pecho - Gracias.

- Haría todo por verte feliz. - aseguró abrazándola - ¿Estoy perdonado?

- Por su puesto. - dijo separándose de él - Pero sigues siendo un idiota.

- Eso lo sé. - le guiñó un ojo y sonrió

Cuando eran más jóvenes a Camila le encantaba cada que hacía eso, pero con el pasó del tiempo aquel gesto fue perdiendo importancia para ella y entonces se volvió en un recuerdo de ambos, el cual constantemente Ryan traía a la luz haciéndola reír.

- Demasiada reconciliación heterosexual, ¿ya puedes darnos un recorrido por este inmenso lugar? - dijo Normani acercándose a ambos jalando a Camila para colocar de nuevo su brazo sobre sus hombros 

La risa de Camila resonó por todo el lugar sorprendiendo a su hermana por completo, hacía muchos años que la morena no reía y oírla hacerlo era sorprendente para la castaña menor. Otra persona que también se sorprendió al oírla reírse fue Normani, la morocha estaba acostumbrada a verla siempre seria y a sonreír por compromiso, y a pesar de que en el último mes se habían vuelto más cercanas, la castaña aún no se reía con ella y esa vendría siendo la primera vez, cosa que la hacía feliz.

Cuando la castaña termino de reírse recibió miradas extrañas de todos los que estaban en la sala, mismos que comenzaron a reír al verla fruncir el ceño por la forma en que ella los había visto. 

Los cuatro adultos y Nicholas salieron de la hacienda minutos después de haberse reído de Camila dejando sola en las sombras de la puerta de la cocina a la ojiverde.

- ¿Sabes que espiar es malo? - dijo alguien a sus espaldas haciéndola saltar y golpearse con la pared en la que estaba recargada

- ¡Maldita sea, Dinah! - gritó después del golpe 

- ¿Quiénes son el hombre elegante y la preciosura que estaban con Camila y su hermana? - preguntó la rubia ignorando la queja de la ojiverde

- Eso no es de tu incumbencia. - dijo enojada

- Tampoco de la tuya y los estabas espiando. - sonrió 

- ¿Qué haces aquí? - preguntó luego de rodar los ojos 

- Sampietro me dijo que habías venido a hablar con Camila y que posiblemente estabas en el despacho con ella así que vine a buscarte. - explicó - Uno de los trabajadores tiene un problema con la  despalilladora en la bodega, al parecer dejó ir sus lentes ahí dentro y ahora se atoro la maquina. - la ojiverde suspiró con fastidio, lo menos que quería hacer en esos momentos era ir a la bodega y ocupar su atención en aquella máquina, pero trabajo era trabajo y tenía que dejar su tarea de espía para más tarde - ¿Vienes?

- Sí, vamos. - dijo resignada

Quizá más tarde acorralaría a la morena para que le dijese que hacía ese hombre, que al parecer era padre de Nicholas, en Pinot Gheeshlod. Necesitaba respuestas a todas las preguntas que habían inundado su mente en el momento en que Camila y aquel estirado se habían tomado de las manos y abrazado en la sala.

No quería verse como una loca posesiva pero ese sentimiento se había instalado por todo su cuerpo y no podía evitarlo, y todo eso era culpa del miedo que tenía de que Camila tuviera a alguien en su vida, pensar que el padre de Nicholas y la castaña tenían algo la hacían sentirse idiota, lo más razonable era que ambos estuvieran juntos, pero Alejandro se había enterado que su hija se había separado de él hace años, entonces una pequeña pizca de esperanza descansaba en el corazón de la ojiverde, mismo corazón que temía que se rompiera.

A lo lejos de la hacienda, cerca de donde se encontraba el río pero no tan lejos del viñedo, Normani, Sofia, Ryan, Nicholas y Camila se encontraban caminando disfrutando del clima y del paisaje.

- ¿Cuánto tiempo van a quedarse? - preguntó la castaña con cautela tomando la mano de su hijo para ayudarlo a subirse a una enorme piedra que había en el suelo

- Hasta el domingo. - respondió Sofia sonriendo al ver a su sobrino increíblemente feliz

- Tengo que estar el Martes en el hospital a primera hora. Así que yo me quedaré hasta el Lunes. - explicó el pelinegro - ¿No hay problema con eso, Camila?

- No, para nada, puedes quedarte, apuesto que eso hace feliz a Nicholas, ¿cierto, cariño? - miró a su hijo y acarició su mejilla sin soltar su mano en ningún momento para que él no perdiera el equilibrio

- Cierto. - sonrió de oreja a oreja - Papá, ¿sabes hacer saltar rocas en el agua? - preguntó entusiasmado mientras bajaba de la piedra

- No, lo siento, nunca he sido bueno para las cosas con naturaleza. - hizo una mueca - ¿Tú sí?

- Sí, Lauren me enseñó. Puedo hacer que mi roca salte varias veces, yo podría enseñarte, papá. - dijo con seguridad haciendo reír a los adultos por su determinación

- ¿Tú mini tu se volvió scout? - Nicholas frunció el ceño al oír a la morocha hablar

- No, es solo que Jauregui le ha estado enseñando algunas cosas.

- ¿Quién es Jauregui? - cuestionó Ryan fruciendo el ceño de la misma forma en que lo había hecho su hijo

- Es la enologa del viñedo. - explicó Sofia - Le gusta mucho jugar con Nicholas, ella es agradable. - la ojimarrón rodó los ojos - ¿Cierto, Nicky?

- Cierto, ella es la mejor. - aseguró el niño haciendo que su papá sintiera una punzada de celos y mirara a Camila con curiosidad - Tienes que conocerla, papá.

- Estaría encantado de hacerlo. - mintió mientras sonreía falsamente hacia su hijo

Camila entrecerró los ojos al ver la actitud de Ryan y suspiró. Esperaba realmente que la ojiverde y él no encontraran ni conocieran durante estos días, no quería ver cómo Ryan se transformaba nuevamente en un idiota y como la ojiverde se comportaba arrogante y grosera como siempre lo hacia.

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N/A:

LXS AMO.

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