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Capítulo 28

Punto A, despejado. —Esas palabras que se escucharon a través del intercomunicador hicieron algo estremecerse en el interior de Taehyung.

Punto C, también despejado. —Oficialmente estaba a punto de explotar, solo faltaba por revisar la locación B, a la que se dirigía.

Alguien dijo una vez: "los sueños se vuelven realidad"; pero, en esta ocasión, una pesadilla acababa de cobrar vida. La sangre helada en sus venas, la parálisis provocada por la incertidumbre, el desasosiego de verse en un sitio totalmente vacío, el corroborar su mal presentimiento; todo se había convertido en una mezcla de desespero con impotencia en el hacker. ¿Acaso iba a perder a su mejor amigo cuando pensaba que todo estaba a punto de terminar?

Un par de golpes secos se escucharon chocar en las mejillas de V, quien acababa de golpearse a sí mismo para entrar en razón.

Punto B, despejado... Bangtan, todos listos y en espera. Reorganizaré la operación y les daré la ubicación del nuevo punto al que nos dirigiremos.

Ya había tenido suficiente de inseguridades, era su deber tomar decisiones. La conversación con Jungkook le permitió percatarse de la importancia de no dejarse hundir por los errores, lo mejor era aprender de ellos y salir adelante frente a los imprevistos, cumpliendo su papel como actual líder.

De inmediato, rastreó la posición de Nochu a través del GPS. Distribuyó las coordenadas y se dirigió hacia el lugar estipulado también. No era momento de dudar o pensar qué haría su superior en una situación como esa, él era quien estaba al mando ahora. Lamentarse por no haber redirigido un pequeño escuadrón a apoyar a su líder en el preciso momento que terminó su conversación con él, no resolvería nada; no fue capaz de tomar la mejor decisión cuando fue necesario, tenía que asumirlo y reconducir el plan.

A medida que se acercaba al lugar, las palpitaciones se volvían más intensas. Todos se bajaron de los automóviles y se posicionaron para irrumpir en el sitio, pero un par de segundos antes de que la orden de entrada fuese dada, un grito desgarrador se escuchó desde el interior. Era la voz de Jungkook, que fue seguida por un par de disparos. No demoró nada que todos entraran sin bajar su guardia por la locación estipulada, apretando sus corazones en los puños.

Todos examinaron las partes que les correspondían y comunicaron al hacker que estaba despejado, solo faltaba él, quien había escogido revisar el sitio donde se localizaba la señal del celular de Nochu, en el centro de la edificación. Sabiendo esto, se llegó al acuerdo de que Bangtan se quedara dentro, por su experiencia de trabajo en equipo. Mientras, los agentes de policía se reorganizarían en el exterior, con el objetivo de repeler el acercamiento de los miembros de la mafia en caso de que llegaran.

Una vez en el lugar señalado, V comunicó su posición a los demás y comenzó a caminar despacio, apuntando su pistola en busca de enemigos, sabía que estaba en la parte correcta, pero aún no divisaba la figura de su líder. Sin embargo, la primera silueta que vio fue la de Jiyeon, quien yacía en el suelo con la marca de dos disparos en su pecho. Algo no cuadraba: ¿por qué si el cadáver era de Kim Jiyeon, había escuchado los gritos de su compañero? Se acercó un poco y, al ver una pistola algo extraña en las manos de su objetivo, todo comenzó a cobrar sentido.

Su vista se giró de inmediato hacia el lateral, buscando la dirección desde la que debieron haber venido los disparos. Ahí estaba Jungkook, arrodillado, con su arma en la mano y una maleta a su lado, sin pronunciar palabra, con la mirada clavada en el suelo, cual si observara la nada. Corrió tan rápido como pudo y comenzó a tocarlo por todas partes, revisando cual sería el posible sitio de la herida, pero no había nada, ni siquiera sangre, excepto en su mano derecha, donde había rastro de vidrios rotos.

Un mal presentimiento golpeó a Tae, había comenzado a plantearse una hipótesis de los sucesos y la conclusión a la que estaba llegando no le agradaba para nada. Antes de que pudiera hacer algún otro análisis, el entrecejo de Jungkook se arrugó, agarró su cabeza con ambas manos y un nuevo grito desesperado abandonó sus labios, luego comenzó a golpear su cabeza contra el suelo una y otra vez, hasta que fue sostenido por su compañero de cabellos grises, que se había quedado en trance por unos segundos antes de socorrerlo.

—¡Nochu, Nochu! ¡¿Qué pasa?! —Estaba desesperado, Jungkook no dejaba de forcejear e intentar separarse de su agarre, hasta el punto de morderle el antebrazo y golpearlo con el codo en su parrilla costal—. ¡Agh! —Inconscientemente lo soltó.

Mientras la mirada confundida del hacker no se alejaba de su mejor amigo, la mente de este era un total desastre. Luego de un mes sin ejercicio físico, la atrofia de sus músculos era notoria, aún no conseguía mover su cuerpo a voluntad con la agudeza de siempre; gracias a ello, Jiyeon logró atinarle en uno de sus hombros cuando intercambiaron disparos. Sin embargo, lo que impactó contra él no fue una bala, sino algo similar a un dardo, en cuyo interior había un pequeño contenedor con un líquido que entró en su cuerpo; a partir de ahí, todo se había convertido en un sinsentido.

Un dolor tan intenso como jamás había experimentado se extendía del primero al último de sus huesos por oleadas y, entre una y otra, sentía que su cuerpo se paralizaba y no podía enfocar su mirada. En el lugar donde se suponía debió quedar el cuerpo de su enemigo, él solo veía un montón de partes de cuerpos humanos, cortadas y desangrándose.

Un nuevo creciente de dolor, más fuerte que el anterior, lo sacudió, haciéndolo encorvarse hacia adelante, tratando inútilmente de soportar aquel inmenso sufrimiento. Su cabeza iba a estallar, pero tampoco era capaz de dejar de estamparla contra el piso, las infernales voces que gritaban y lo atormentaban no guardaban silencio a menos que lo hiciera; se escuchaban como alaridos y súplicas, entrelazadas con gruñidos, amenazas de venganza y llamados a la muerte.

Una sensación, ahora asfixiante, lo invadía. Unos horribles tentáculos se enredaban alrededor de su cuerpo, arrebatándole la libertad. Intentó por todos los medios liberarse de la bestia poseedora de esas extremidades y así poder enfrentarla, ignorando el hecho de que lo que estaba sosteniéndolo eran los brazos de su mejor amigo, que intentaba impedirle que se siguiese haciendo daño. Terminó apuntando su arma contra él, pero antes de que pudiera disparar, la voz de esa bestia lo paralizó. ¿Cómo podía tener la voz de Taehyung?

—Kook, soy yo. ¿Qué estás haciendo? ¿Es que no me reconoces? —El hacker estaba preocupado, era obvio que su amigo no estaba en sus cabales, tenía que intentar hacerlo entrar en razón—. Tranquilízate. Mírame, soy simplemente yo, Taehyung. —Su mirada se desvió hacia atrás de su líder un instante, permitiéndole ver a Yoongi, que acababa de entrar por otra puerta a la habitación.

—¿Tae? —cuestionó un Jeon confundido. Frotó sus dedos por sus ojos y pudo apreciar cómo el aspecto horrible de la entidad frente a él desaparecía lentamente, hasta dejar ver debajo a su mejor amigo—. ¿Eres tú? —Ya no podía seguir confiando en lo que veía.

—¡Claro que soy yo! No tienes que preocuparte, vayamos a casa, debes regresar..., Jimin te espera. —Le ofreció su mano, creyendo que todo estaba bien.

"Jimin". Escuchar ese nombre hizo algo sacudirse en el pecho de Jungkook, quien extendió su mano para sostener la contraria. Sin embargo, un imprevisto apareció: los pedazos de piel se comenzaron a desprender del rostro de V; los músculos faciales, ahora al descubierto, se derretían y caían descompuestos al suelo; sus globos oculares salían de sus órbitas y dejaban ver una rata salir de detrás de cada uno, con sus hocicos llenos de carne y sangre; un líquido negro salía por todos los orificios de su cabeza. Era horrendo.

El arma de Nochu apuntó nuevamente a V. Esta vez, la confusión era de naturaleza distinta, estaba mezclada con preocupación. No sabía si la persona frente a él era Taehyung, o si Jimin se había convertido en algo como eso también. ¿Si mataba a ese cuerpo con aspecto de zombie que tenía delante, podría impedirle acercarse a su amado castaño? A pesar de todas esas incertidumbres y posibilidades, no podía tirar del gatillo, no era capaz de asesinar a alguien que, aun demacrada, tuviera la apariencia de su mejor y más cercano amigo.

El hacker no pudo hacer otra cosa que asombrarse al observar las manos de Jungkook temblar sosteniendo el arma y las lágrimas resbalar por su rostro, mostrando gran impotencia y frustración. Fue entonces que entendió la lucha interna que libraba su amigo, oponiéndose incluso a cuál fuese la alucinación que los efectos de la droga en su organismo le estuviesen provocando. Tomó una decisión, haciéndole una señal a Yoongi, quien inmediatamente golpeó la nuca de Nochu, que se desplomó inconsciente en los brazos de su compañero, con gran estrés dibujado en su rostro, que fue desapareciendo rápidamente al quedar totalmente desmayado.

—Muchas gracias, Suga, de no ser porque llegaste, no sé cómo me las habría arreglado. —Se dirigió aliviado hacia su compañero.

—Yo soy el que no sabe qué estaba pasando aquí, pero la situación parecía problemática. ¿Qué sucedió?

—Drogaron a Nochu —dijo con el ceño fruncido, ayudando a sostenerlo.

—¿Qué has dicho? —La voz de Namjoon fue escuchada desde la entrada principal, quien comenzó a acercarse junto a Hoseok rápidamente.

—Cuando llegué ya era tarde, al parecer Jiyeon le disparó con una pistola para tranquilizantes y el contenido del proyectil era una droga que, cabe suponer, es la que planeaba entregar a la mafia —explicó el hacker.

—Esto puede convertirse en un problema —añadió J-Hope—. No sabemos casi nada sobre esta droga, o cómo contrarrestarla.

—Imagino que para eso podamos usar esto. —V dejó a Nochu en manos de RM y Suga, y se dirigió al maletín que su líder tenía a su lado cuando llegó.

—Debemos actuar rápido. No podemos llevar a Nochu al hospital, pero tampoco podemos esperar a que la policía haga las investigaciones pertinentes sobre esta droga para tratarlo —agregó Yoongi.

—Lo mejor que podemos hacer es llevarnos una copia de la información y resolver por nuestros propios medios lo más rápido posible —habló el hacker.

Conectó a su celular el dispositivo USB que había en el interior del maletín, en el que quedaban varios paquetes y envases de vidrio que contenían lo que parecían ser muestras de la droga en distintos estados de agregación. Aparentemente, esa sustancia era más peligrosa y versátil de lo que habían pensado.

—Eso sería lo ideal —coincidió el francotirador del equipo.

Una vez los datos estuvieron en su teléfono, revisó someramente su contenido; notó que lo más explicado eran sus componentes, no aparecía muy explícito lo que necesitaba saber, por lo que era tiempo de moverse. Distribuyó roles:

—J-Hope y yo nos llevaremos a Nochu. RM —dirigió su mirada al nombrado—, usted y Suga se encargarán de los asuntos pendientes aquí con los agentes de policía. Lo mejor es desplegarnos rápido para evitar encontrarnos con la mafia.

—Entendido —respondieron todos al unísono y se separaron.

Una vez en el automóvil, Tae tomó su teléfono para hacer una llamada, rezando para que pudieran resolver con esta persona y no tener que recurrir a otros medios que no le inspiraban tanta seguridad y anonimato

Habla Jimin. —Se escuchó la voz del castaño al otro lado de la línea—. Qué extraño que llames, Tae.

—¿Estás en casa?

—Sí, pero Jungkook no está. Pensé que había salido a encontrarse contigo, o algo parecido, estuvo todo el día revisando unos papeles y después se fue corriendo.

—Es contigo con quien necesito hablar.

—¿Sucede algo? —preguntó preocupado.

—¿Qué tanto sabes de composición de drogas, sus mecanismos de acción y esas cosas?

—Solo sé cosas generales de las más conocidas, no forma parte de mi especialidad específicamente; pero tengo un amigo psiquiatra que es un reconocido investigador sobre ese tema, él me ha enseñado algunas cosas.

—Escucha con atención, esto es una emergencia. Te enviaré unos documentos y necesito un resumen de la información sobre la droga que se describe en ellos, específicamente los síntomas que provoca, su forma de actuar en el cuerpo y, lo más importante, su tratamiento... ¿Confías en esa persona?

Un mal presentimiento pasó por la mente del médico, pero decidió no sacar conclusiones apresuradas y responder lo que se le preguntaba, pues entendió lo que podría estar sucediendo al recordar las noticias sobre el tráfico de drogas que había escuchado.

Su nombre es Kim Jongin, puedo darte el resto de sus datos si deseas investigarlo tú mismo.

—Jimin, escucha mi pregunta... ¿Confías en él?

—Completamente —respondió con total seguridad.

Si es así, yo también confío. Sé que no debería seguir involucrándote en esto, pero las circunstancias siempre acaban dejándome sin opciones —habló resignado—. Te enviaré los datos ahora mismo, en cuanto tengas respuestas comunícate conmigo, por favor.

Entendido.

Cuando finalizó la llamada, la mirada de Taehyung se dirigió a la parte trasera del auto, donde Hoseok sostenía a Jungkook, quien comenzaba a sudar, su ceño se fruncía una vez más y algunos gemidos de dolor escapaban de su boca. No podía imaginar por lo que debería estar atravesando su amigo. Un silencio incómodo se estableció en ese pequeño espacio, ninguno sabía qué decir para aligerar el ambiente, pero más que nada, porque no sabían en qué condiciones estaría Nochu si despertaba, por lo que optaron por quedarse callados.

Luego de unos 20 minutos, el celular de V sonó. Era Jimin.

Dime, ¿qué averiguaste? —preguntó sin rodeos.

Taehyung, me temo que tengo malas noticias que darte —contestó con voz preocupada, que hizo al hacker tragar en seco.

Me atrasé un poco, pero aquí estoy. ¿Qué le pasará a Kukencio?
No sé cómo estuvo, espero haya quedado todo entendible. 😅

Chao chan 😘

Hasta la próxima actualización.

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