Capítulo 16
-Jin-hyung, quería hablar personalmente con usted, más que nada porque... creo que he descubierto quién podría ser el colaborador extranjero del que sospechábamos -declaró Taehyung con gran seguridad.
-¿Qué? Pero, ¿cómo es eso posible? Tenemos que investigar a profundidad antes de sacar conclusiones, estamos hablando de un desconocido, podría ser cualquiera.
-Ese es el problema, que de quien le hablo no es un desconocido, es alguien con quien tenemos... o, más bien, Kook tiene un pasado, incluso hizo una llamada al edificio donde estábamos durante la misión y habló con él, su nombre es Jahangir y...
-¿Has dicho Jahangir? -interrumpió Seokjin-. ¡Maldita sea! Si es así, eso significa que ha encontrado a Jungkook. Esto es grave, tengo que comunicarme con el Sr. Jeon.
-Espere, ¿conoce al Sr. Jeon? ¿Conoce a Jahangir? ¿Qué significa esto? -cuestionó totalmente confundido.
-Eso te lo explicaré luego, es algo que quisiera que tanto tú como Jungkook escucharan. De momento es más importante encargarnos de lo que tenemos entre manos, nos están tomando la delantera.
V aceptó, tampoco le quedó más remedio. Jin tenía razón, había otras prioridades.
-Cuando nos hicimos cargo de Kang, pudimos solucionar todo antes de que comenzara, pero esta vez la escala fue mayor. Hay muchos implicados, casi se nos va de las manos.
-¿Ha quedado algo pendiente?
-He verificado y no hay recidivas de este proyecto en el barrio rojo, todo parece en orden, pero no puedo evitar preocuparme, si ese hombre está involucrado. He sido testigo varias veces de cómo desaparece sin dejar rastro luego de voltear todo patas arriba.
-Tú eres el experto en ordenadores y búsqueda de información. Dime qué necesitas y, si está en mi mano, lo pondré a tu disposición.
-Dinero, eso es lo principal. No podemos pensar solamente en Corea, tenemos que localizar a Jahangir, o será inútil. Mientras ande a sus anchas pondrá al tanto a nuestros objetivos. Se repetirá este desastre una vez más cuando tratemos de ir por Kim Jiyeon y su negocio de tráfico de drogas.
-¿Cuánto hace falta?
-Varios miles, por lo menos 30; no wons, créame -aclaró el hacker. Al ver la sorpresa de Jin, explicó-: hay equipo que preparar. Además, las informaciones relacionadas con el exterior se venden a alto precio, más cuando es una presa como Jahangir. Los informantes valoran su propia seguridad, si se sienten amenazados, no venden la información a cualquiera, a menos que haya un gran fajo de billetes de por medio. El Sr. Jeon ha tratado de encontrarlo por años, pero siempre se escabulle como una cucaracha. Hay otros asuntos que implican dinero también, pero sería engorroso explicarlos ahora.
-Así que 30 mil dólares... En estos momentos es complejo movilizar tal cantidad. -Suspiró-. Nunca pensé que el asunto de Kang, que ya creíamos saldado, nos seguiría causando problemas.
-¿A qué se refiere? ¿Por qué sale Ilgu ahora?
-¿Recuerdas que antes de comenzar con este trabajo les dijimos que no se preocuparan porque manipularan a alguien más? -Tae asintió-. Nos hemos encargado de comprar las acciones de las empresas de Kang Ilgu y tenemos que hacer lo mismo con las de Lee Byungseok, su valor fluctúa mucho y restablecer la funcionabilidad de los negocios es un reto. En estos momentos, no ocasionan más que pérdidas, pero no podemos dejar que la economía caiga en picada. -Se pasó la mano por sus cabellos-. Y... ahora también está lo del proyecto del hospital.
-¿Hospital? De eso no sé nada.
-Jungkook se sintió culpable por lo ocurrido con el hospital de Jimin luego del asesinato de Kang. Quería hacerse responsable de alguna manera y compensarle, así que fue y nos pidió a BangPD y a mí que donáramos algo.
-¡¿Jungkook está loco?! -exclamó V consternado, pero de inmediato bajó su voz, temía despertar a Jimin, pues lo creía dormido, por lo que prosiguió casi susurrando-. ¡Santo cielo, iban a traficar los órganos de esos niños, si no hacíamos nada! Les hicimos un favor, no puedo creer que siguiera cargando con eso.
-BangPD-nim trató de negarse, pero cuando lo vio arrodillarse y pegar su cabeza contra el piso, tuvo que ceder, incluso yo me sorprendí con esa escena.
Taehyung se quedó perplejo.
-Nunca pensé escuchar eso... -Se rascó la cabeza-. Tsk, ese idiota enamorado. Ni siquiera puedo enojarme con él luego de saber esto.
-No me arrepiento, quiero pensar que fue lo correcto. Es más gratificante compartir de lo poco que se tiene, que de lo que nos sobra. -Sonrió-. Me iré a resolver lo del dinero y supervisaré las acciones de la policía para así cortar el mal de raíz. Encárgate de lo que puedas y continúa dejando pistas falsas para que este lugar permanezca oculto y a salvo, más tarde me comunicaré para saber de Jungkook.
-Entendido, deje todo en mis manos. -Hizo una reverencia.
Aun tras escuchar la puerta cerrarse luego de que Seokjin se marchara, Jimin permanecía petrificado. Se separó de la pequeña hendidura que le permitió escuchar y se alejó nuevamente hacia el cuarto donde descansaba Jungkook. No tenía idea de qué nombre poner a los sentimientos que experimentaba, pero el dolor era enorme. La culpa, cual puñales, atravesaba su pecho incontables veces y el arrepentimiento taladraba en su conciencia.
Había metido la pata. Varias veces en su pasado cometió el error de juzgar precipitadamente y jamás terminó bien. Se juró no volver a hacerlo y a pesar de ello..., acabó cayendo en esa equivocación de nuevo, lastimando, sin saberlo, a quien se había convertido en el centro de su universo.
Se sentó al lado de Jungkook y lo observó descansar, las palabras se repetían en su cabeza sin parar, esas que intercambiaron el día que su relación terminó y que sellaron el inicio de su desmoronado presente:
»-Jimin, por favor, escúchame...
»-¿Qué quieres que escuche, que es confidencial, que no puedes responderme? (...) no puedes decir nada, no tengo derecho a saber nada (...) ya ni siquiera sé... qué fue real entre nosotros, qué fue cierto de lo que me dijiste... ¿Siquiera te llamas Jeon Jungkook? ¿Qué es lo que tengo derecho a saber? ¿Hay al menos un pequeño lugar en tu vida para mí? ¿Puedo creer que... lo que pasó entre nosotros... fue importante para ti, como... lo fue para mí?
»-(...) lo que siento por ti no es una mentira... Yo, Jeon Jungkook, estoy perdidamente enamorado de ti... creerme o no, serás tú quien lo decida, pero... te amo, eres todo para mí (...)
De los labios de Jimin se escaparon casi imperceptibles susurros, un doloroso monólogo que empleó para recriminarse una y otra vez por permitir que su ira contenida sacara a relucir lo peor de sí aquella tarde. Sus sentimientos eran una locura, su raciocinio se había ido de vacaciones.
Más de una vez inventó justificaciones descabelladas para perdonar a Jeon y regresar a su lado para ser felices una vez más y recuperar lo perdido, pero... ahora era distinto, conoció la tan anhelada verdad y, ¿para qué? Solo para encontrar un nuevo culpable: Park Jimin. No estaba en posición de perdonar a alguien más, ¿podría él ser perdonado por Jungkook?
A su parecer, sin que interesaran los motivos por los cuales actuó o se expresó de forma hiriente tiempo atrás, todo era su culpa. Había sido protegido a costa del sufrimiento de su pareja, quien cargó con todo, simplemente buscando permitir que la luz siguiera iluminando su día a día sin mancharse con la horrenda y cruel verdad.
La ira se encendió en sus ojos. La rabia y la impotencia lo carcomían, haciendo cristalizar y enrojecer sus ojos por la furia hacia sí.
-¿Por qué no me di cuenta, por qué no te escuché? -Apretó sus puños y sintió algo quebrarse en su pecho-. Perdóname. -Fue lo último que pronunció.
Esas palabras fueron el detonante que consiguió que todo el estrés acumulado se desbordara en forma de gotas saladas que rodaron por sus mejillas. Lloró hasta que sintió estar a punto de romperse, hasta que su cabeza pareció estallar por el dolor y sus ojos se hincharon a más no poder..., hasta quedarse dormido; sin dejar de suplicar por una disculpa, sin entender qué era lo que sucedía o qué era lo correcto, solo albergando una ínfima esperanza de que pudieran volver a ser como antes.
Eran casi las dos de la tarde cuando Taehyung entró a la habitación para llevar algo de comer a Jimin, se acercó y lo observó dormido, con los rastros de lágrimas secas en su rostro.
-Debe haber sido una noche dura para ti -musitó, sin saber que el joven médico ya estaba al corriente de todo.
No quiso importunarlo, si lo hacía, se volvería a quedar observando a Jungkook sin probar bocado. Lo mejor era dejarlo reponerse, ya habría tiempo para todo más tarde.
Miró a Nochu, tenía mucho mejor semblante, eso lo alegraba. Cerró la puerta tan silenciosamente como pudo y se retiró. Debía continuar con su propio trabajo para que al menos su líder pudiera estar tranquilo cuando despertara.
Poco más de una hora después, Jungkook comenzó a abrir lentamente sus ojos, su cuerpo se sentía pesado y adolorido, estaba algo desorientado, no reconocía el lugar en que estaba y tampoco recordaba cómo había llegado ahí. Hizo un pequeño esfuerzo para ordenar sus pensamientos y los últimos sucesos llegaron a su mente a modo de flashback. Suspiró profundamente, solo esperaba que la misión hubiese sido completada con éxito.
Una sonrisa apareció de la nada en sus labios, tenía la impresión de haber soñado que Jimin estaba a su lado, diciéndole que todo estaba bien.
-Ya te veo hasta en mis sueños antes de morir -dijo en voz relativamente baja, que hizo a Jimin abrir los ojos.
-¡Jungkookie! -exclamó y lo abrazó, con mucho cuidado y con las lágrimas a punto de salir otra vez.
-¿Estoy muerto? -preguntó mirando a Jimin como si fuese un fantasma.
-Qué cosas dices, tonto. -Lo miró a los ojos fijamente-. Soy real -culminó su frase. Juntó sus frentes, cerró distancia y le depositó un sutil y corto beso en los labios-. ¿Lo ves? -Sonrió ampliamente.
-Jiminie... -Un nudo se hizo en su garganta. Tener a la persona que tanto añoraba frente a él, haber saboreado sus labios; se sentía capaz de tocar el Sol. Si esa era la realidad y no un sueño, debía ser fuerte, debía... mentir, si quería protegerlo, era imprescindible alejarlo-. ¿Qué haces aquí? -cuestionó, ahora con mirada helada e inexpresiva. No quedaba rastro de la suave y complacida faz reciente.
El peso de esa fría voz caló profundo en el castaño, que respondió dudoso:
-Taehyung me trajo. Estuviste muy delicado y...
-¿Que Tae hizo qué? -Estaba consternado. Intentó levantarse, pero el dolor se lo impidió.
-No debes moverte, recuéstate de nuevo. No te preocupes por nada, todo está bien ahora -dijo impidiéndole levantarse.
-¡No, Jimin! ¡Nada está bien, las cosas no funcionan así! -exclamó con algo de dificultad para respirar. Se recompuso y prosiguió más calmado-. Tú no entiendes.
-Entiendo más de lo que crees, Jungkook... Estoy al tanto de lo que ocurrió. -Vio a Jeon quedarse atónito. Aclaró-: sé lo de Kang, de cómo trató de aprovecharse del proyecto del hospital para... traficar los órganos de los niños y, también sé... que fuiste quien le pidió a Seokjin que se convirtiera en el nuevo benefactor.
La expresión de Jungkook le resultó indescifrable, parecía como si la sed de sangre se hubiera convertido en una capa que lo cubría por completo. Jimin tragó saliva, nunca pensó ver ese lado tan hostil y sombrío en alguien que todo el tiempo bromeaba y sonreía sin seriedad alguna.
Las palabras de Yoongi sobre la manera de ellos arreglar las cosas resonaron en su cabeza.
-Entonces, este sería el resultado de una desobediencia -susurró para sí. Antes de que pudiera justificar su declaración, fue interrumpido por una voz ultratumba; con solo escucharla supo que podría espantar a las más terroríficas criaturas del inframundo.
-¿Quién te lo dijo? -No hubo respuesta-. Jimin -reafirmó.
-Nadie me lo dijo... Me dejaron claro que las órdenes del líder se cumplen y que la traición es imperdonable. No tienes que ponerte a la defensiva, nadie te ha traicionado. -Sonrió con una gota de sudor en la frente, tratando de calmarlo.
La tranquilidad se dibujó en la cara de Jeon y su expresión se suavizó mínimamente, dejando claro que, a pesar de tener que hacer cumplirse las reglas, no se sentía cómodo con la idea de penalizar a sus compañeros. Suspiró y, con mirada inquisidora, volvió a preguntar:
-¿Cómo lo supiste?
Jimin supo que hasta que no hablara no podría llevar la conversación a donde quería, así que se rindió y se dispuso a confesar.
-Fue un accidente. Escuché sin querer cuando Taehyung informaba a Jin sobre lo sucedido. Una cosa llevo a la otra y acabé oyendo todo desde detrás de la puerta... Lo lamento. Nadie me decía nada y de seguro tú tampoco lo harías. Solo quería... poder entenderte para poder... volver a tu lado.
Jungkook no esperaba eso, no era correcto que Jimin regresara a su lado, estaría en peligro con él. Lo sabía, lo comprendía y, a pesar de ello, una estúpida sonrisa de felicidad se dibujaba en sus labios. Su razón decía una cosa; pero su corazón gritaba otra muy diferente. ¿Por qué no podía escuchar sus sentimientos al menos una vez más? ¿Por qué tenía tanto miedo? ¿Cuánto más estaría librando esa lucha interna? ¿Cuál era la decisión correcta: seguir a la razón, o... al corazón?
Ya Jimin está al tanto de la verdad que llevó a su separación de JK. ¿Qué pasará? ¿Cuál será la decisión de Jeon?
Espero les haya gustado. Ando casi en modo zombie (y eso que mi guardia es mañana XD).
Chao chan 😘
Hasta la próxima actualización.
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