La tarde había caído y el silencio reinaba en la casa de Chaeyoung. Sentada en su cama, con las piernas cruzadas, observaba el teléfono en sus manos. La pantalla iluminaba su rostro mientras pensaba en todo lo que había pasado con Mina. Había tantas emociones que la invadían: frustración, incertidumbre, tristeza... y una creciente sensación de confusión. No sabía qué hacer, cómo actuar o qué esperar. No había recibido las respuestas que esperaba de Mina, pero tampoco quería rendirse.

El sonido de una notificación la sacó de sus pensamientos. Era un mensaje de Tzuyu, una amiga que siempre había estado allí para escucharla y ofrecerle consejos. Chaeyoung no tardó en responder.

"¿Tzu, podrías venir a mi casa? Necesito hablar."

Pocos minutos después, el sonido de la puerta se hizo escuchar. Chaeyoung se levantó rápidamente, con una mezcla de ansiedad y expectativa. Al abrir, encontró a Tzuyu de pie, con su característica sonrisa tranquilizadora.

— Vine corriendo, pensé que necesitarías una distracción — Tzuyu entró sin esperar invitación, como si estuviera en su propia casa.

Chaeyoung cerró la puerta y se dirigió a la sala, donde Tzuyu la siguió sin decir palabra, esperando a que su amiga comenzara a hablar. Chaeyoung se dejó caer en el sofá, aún con una mirada perdida, mientras Tzuyu se sentaba junto a ella.

— Estoy perdida... — dijo Chaeyoung con un suspiro profundo. — No sé qué hacer con Mina. Todo lo que he hecho últimamente parece estar mal. No sé cómo acercarme a ella, ni cómo reaccionar cuando me trata diferente... Es como si ya no me conociera.

Tzuyu la observó en silencio por un momento, evaluando la situación. Sabía que su amiga necesitaba ayuda, pero no estaba segura de cómo abordar el tema sin hacerla sentirse peor.

— Te entiendo, Chaeyoung. Es complicado cuando te estás esforzando por hacer algo que sientes que te va a acercar a alguien, pero no está funcionando — Tzuyu se recostó ligeramente, cruzando las piernas. — Pero... tal vez lo que necesites no sea cambiar tanto por ella. Tal vez necesitas ser tú misma y ver cómo reacciona.

Chaeyoung frunció el ceño, claramente preocupada.

— ¿Tú crees? — preguntó, casi como si no pudiera creer que ser ella misma podría ser la solución.

— Claro, pero sé que a veces es más fácil decirlo que hacerlo — Tzuyu hizo una pausa, buscando las palabras correctas. — Yo siempre intento ser honesta con Sana, le muestro cómo soy realmente, sin cambiar nada. Aunque al principio la cosa era un poco tensa, ahora... bueno, ahora todo fluye más naturalmente. Si Mina no te ve como eres, entonces puede que necesites dar un paso atrás y ver si ella está dispuesta a conocerte como realmente eres.

Chaeyoung pensó en sus palabras y, por un momento, el aire de su casa se sintió más liviano. Tal vez había estado forzando demasiado las cosas. Tal vez no era necesario hacer nada para impresionar a Mina.

— ¿Pero... cómo lo haces con Sana? ¿Qué haces para que funcione entre ustedes? — preguntó Chaeyoung, buscando un ejemplo concreto que pudiera seguir.

Tzuyu sonrió, levantándose para caminar hacia la cocina, como si lo que fuera a decir ahora fuera un secreto especial.

— Lo que yo hago es... invitarla a casa. Le preparo algo de cenar. No importa lo complicado que esté mi día, siempre encuentro tiempo para ella, porque en esos momentos en los que estamos solas, realmente puedo mostrarle quién soy. No tengo que fingir — Tzuyu abrió la nevera y sacó una botella de agua, sirviendo un poco en dos vasos. Le ofreció uno a Chaeyoung antes de continuar. — A veces son las pequeñas cosas las que marcan la diferencia, ya sabes. No se trata de hacer grandes gestos, sino de crear esos momentos especiales que realmente te conectan.

Chaeyoung la observó mientras tomaba un sorbo del agua, asimilando sus palabras. Había algo en la sencillez de lo que le decía Tzuyu que la hacía sentir más tranquila. Tal vez lo que necesitaba con Mina no era una gran declaración ni un cambio radical. Tal vez lo que necesitaba era ser más auténtica.

— Entonces... ¿tú crees que si invito a Mina a cenar en mi casa, podría hacer que las cosas cambien? — preguntó Chaeyoung, sintiendo por primera vez que podría tener un plan.

Tzuyu asintió con una sonrisa.

— Claro, Chae. No es sobre hacer un gran esfuerzo para impresionar. Se trata de crear un espacio cómodo donde ambas puedan relajarse, hablar y ser ustedes mismas. La honestidad en esos momentos es lo que crea una verdadera conexión. Si Mina ve que eres genuina, tal vez las cosas cambien.

Chaeyoung asintió lentamente, sintiendo cómo su cuerpo se relajaba. Por primera vez en días, sentía que no estaba completamente perdida. Tal vez, solo tal vez, esta pequeña acción podría hacer la diferencia.

— Gracias, Tzu. De verdad — Chaeyoung sonrió, agradecida por tener a una amiga como Tzuyu.

Tzuyu levantó su vaso de agua y brindó.

— Siempre estaré aquí para ayudarte, Chae. Ya lo sabes.

Chaeyoung sonrió y levantó su vaso también, dispuesta a seguir el consejo de su amiga y darle a Mina la oportunidad de ver quién era realmente.