SoYeon no había dejado de frecuentar el viejo teatro abandonado. SooJin creyó que era normal.

Pero SoYeon estaba en problemas.

─ ¡¿Qué quieres decir con eso?! ─ preguntó alterada SooJin.

YuQi suspiró, aguantando las lágrimas. ─ Ella... bueno, tú sabes. Siempre que nos reuníamos ahí era para pasarla bien, pero ella se quedó atrapada en ese mundo. Según me dijeron, le dio la sobredosis estando sola, no había nadie cerca.

SooJin miró a ShuHua. Ella estaba en completo silencio, no había oído aún esa noticia pero SooJin tenía una mirada preocupada que decía claramente que algo no estaba bien.

─ Unnie... ─ llamó la menor una vez que el silencio se volvió pesado.

─ Dime.

─ Cuídate mucho, SoYeon debía dinero. No estoy segura de lo que me dicen en verdad.