4. ¡Quiero volver a casa!
No sé cuanto tiempo llevábamos en este sitio, pero tanto Ed como yo queríamos volver a casa. No era para nada divertido, y llevaba desde que llegamos pensando en como volver a casa, es verdad que nuestro abuelo intentaba ayudarnos, pero era imposible.
Yo ya no aguantaba más, pero debía reconocer que habíamos conocido a dos personas, pero fue divertido la verdad porque nos descubrieron. A pesar de que nuestro abuelo nos dejó claro que no hiciéramos nada para llamar la atención. Era algo que ni Ed ni yo éramos capaces de cumplir, pero en nuestra defensa, éramos su familia.
Llamar la atención estaba en nuestra sangre.
Además, las dos personas que conocimos, no eran tan capullos como pensaba, pero el caso es que muy pocas veces habíamos coincidido con ellos, así que todo bien, y ninguno iba a decir nada al respecto.
Por las amenazas de nuestro abuelo, eso está claro.
—Necesito volver a casa Alexia —miré cansada a Ed, dejándome caer en el sofá.
No estaba segura de que pudiera aguantarlo tanto, estaba a nada de desmayar lo indefinidamente, hasta que pudiéramos volver a casa, pero creo que hasta entonces aún tendríamos que estar bastante aquí.
Incluso nos hicimos amigos de Steve y Bucky, dos personas random que encontramos caminando por las calles cuando nuestro querido abuelo nos dejaba sin supervisión.
—Vuelve a repetirlo una vez más y te prometo que te desmayo hasta nuevo aviso —él abrió la boca ofendido y se dejó caer en el sillón de al lado de brazos cruzados.
Yo también quería volver a casa, pero las cosas eran más complicadas de lo que pensaba y mi querido y hermoso hermano no ayudaba mucho que digamos.
—Es injusto —le miré obvia.
—¿Acaso es injusto que te calles en esta situación? Has logrado que perdiera los nervios y quiera desmayarte, así que imagínate. Porque casi nunca se me cruza ese pensamiento por la cabeza —se limitó a bufar y yo cerré un poco mis ojos disfrutando del silencio que había, me alegraba saber que por un corto tiempo podía mantenerse en silencio por mi propio bien.
—Eres una maldita aguafiestas que lo sepas, pero te lo perdono porque eres mi hermosa hermana, y no puedo estar mucho tiempo enfadado contigo o sin hablarte —le miré.
—Yo prefiero que no me hables en estos momentos porque como me vuelvas a decir algo, te juro Ed que voy a desmayarte —él me miró ofendido, pero no dijo nada más.
Segundos después, cuando pensé que tal vez tendría suerte y se callaría, volvió a abrir la boca.
—Me aburro, ¿podemos hacer algo? —volteé los ojos, ¿por qué debía ser tan irritante?
—Eres un maldito grano en el culo Ed —él sonrió y se levantó para sentarse en mi regazo—. ¡Quita gordo! —intenté empujarle, pero él era más fuerte.
Él, en cambio, se limitó a reírse.
—Ni siquiera me molesta que me hayas dicho eso, es más, me hace mucha gracia verte en esta situación.
Bufé.
—Levántate de una vez, que me aplastas idiota de hermano que tengo —él rio y se levantó.
Suspiré aliviada ante eso.
Menudo peso de encima que me había quitado.
—Te lo juro, sigo sin entender como puedo aguantarte tanto Ed, eres el peor grano en el culo que he tenido, y eso que nunca he tenido ninguno.
—Ya iba a preguntarte si tuviste alguno en el culo —me levanté indignada y le di un golpe en la nuca—. ¡Auch! Eres una maldita que lo sepas, y jamás me cansaré de decirlo.
Le imité.
—¿Sabes una cosa? Tócale las narices al abuelo, porque yo pienso irme a dar una vuelta lejos de ti —él me miró ofendido, pero ni siquiera le di tiempo para responderme porque salí de casa y me alejé lo más rápido que pude de ahí.
No le había pedido nada complicado a mi hermano, simplemente le había pedido que se callara, aunque fuera un poco para poder pensar en maneras de volver a casa, pero con él era imposible.
Así que esperaba que mi caminata me ayudara a despejar un poco la mente y concentrarme en lo que de verdad importaba y era volver a casa.
—Menudo hermano me ha tocado, ¿no podía tocarme uno calmado o un poco más normal? Claro que no, me tocó el hiperactivo y el contestón que tenía respuestas para todo, menudo grano en el culo. Pero en el fondo lo quiero, porque es de mi sangre, y es mi mellizo, además no podía tenerlo todo. La única persona de los dos que podía tener todo, era obvio que tenía que ser yo, pero bueno que se le puede hacer. Nadie nace perfecto, excepto yo —susurré con una sonrisa.
—¿Alexia? —me giré rápidamente para ver a unos pasos de mí a Bucky.
—Oh Bucky, ¿dime que no me has escuchado hablar sola? —le pregunté apenada, era lo menos que quería en estos momentos la verdad.
—Bien, no voy a decirte que te escuché hablando solo —suspiré, menudo día estaba teniendo y por si fuera poco, solo era el comienzo, así que estaba convencida de que pasaría algunas cosas más antes de irme a dormir, porque mi suerte siempre estaba de mi lado, nótese el sarcasmo.
—Genial, de verdad no pienses que estoy loca. A ver, si lo estoy, pero no tanto, simplemente me gusta hablar sola, porque así me organizo mejor y puedo pensar con más claridad —él asintió divertido.
—Entiendo, entonces tendré que probarlo también, para ver si de verdad tienes razón o no. Hasta entonces no puedo decirte que estés loca —reí bajito y asentí.
—Muchas gracias, pero una pregunta y siento hacerla, ¿qué haces aquí? —estaba un poco confundida porque él no vivía por esta zona y se me hacía raro.
—¿Sinceramente? Vine a verte a ti y a preguntarte si te gustaría tener una cita conmigo, claro si tú quieres. Puede ser una cita de amigos, lo que tú quieras —le miré.
Sinceramente, no estaba muy segura de si eso podría ser una muy buena idea después de todo, tampoco estaba en mis planes quedarme indefinidamente en este sitio, y no quería cambiar más las cosas de lo que ya lo habíamos hecho.
—Me gustaría, pero la verdad es que no es un buen momento —él asintió con una pequeña sonrisa.
—Lo entiendo, estoy seguro de que tienes novio. Así que quiero disculparme —negué rápidamente.
—No es por eso ni mucho menos, simplemente las cosas están muy complicadas como para complicarlas todavía más. Además, estoy con un montón de cosas en la cabeza y lo que menos quiero hacer es hacer ese tipo de cosas, pero no lo digo por ti... —me callé, cada vez que decía algo, era peor que la anterior, así que lo mejor que podía hacer era callarme.
Él rio bajito.
—Entiendo, pero que sepas que si algún día quieres desahogarte o despejar la mente puedes contar conmigo para lo que sea. Soy bueno haciendo olvidar, pero no lo pienses mal —lo había hecho.
Solté una carcajada.
—Tarde mi querido amigo —él rio a la par de mí.
—Bueno bella señorita, no la molesto más —se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, sorprendiéndome.
Se alejó y yo me toqué la mejilla.
Y un recuerdo de Pietro haciendo lo mismo me vino a la cabeza, ¿por qué diablos volvía a mi mente?
¡Ahh! Como odiaba a los hombres.
NOTA DE LA AUTORA
¿Qué os ha parecido el primer capítulo?
Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #allforuswattpad
Os amo❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro