Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

32 - Break me down and building me🌿

Jimin pasa su mano por su cara por enésima vez ese día. Sus ojos se sienten hinchados de tanto llorar y, a la vez, secos por el aire frío que impacta sobre ellos. Sigue sentado en algún lugar de la azotea, ni siquiera está seguro de en qué ala del edificio está, pero nadie ha venido por aquí y ya han pasado horas desde el suceso.

Su teléfono está apagado. Él lo apagó cuando recibió el vigésimo tercer mensaje de Yoongi. Y sabe que es incorrecto, que su hyung debe de estar como loco preocupado por él, pero no es lo suficientemente fuerte como para encenderlo.

Piensa en los chicos, en su familia y en la repercusión de todo. Todo lo que podría pasar y todo lo que puede hacer él después de que pase. Hay poco por hacer, pero quisiera que al menos sus padres no se vieran involucrados con la prensa y la opinión pública.

No hay precedentes de este tipo de noticias, pero si un escándalo de relación es tan malo, Jimin imaginan que va a termina en la calle. Él y toda la banda.

Hunde la cara entre las rodillas y se abraza a si mismo hasta reducirse lo máximo posible.

No está bien.

Se siente cansado y drenado de energía. Su cabeza duele, sus ojos molestan y sus pulmones parecen no querer trabajar. Le cuesta respirar, y lleva horas intentándolo. Y tiene toda esta rabia dentro de sí, que ni siquiera sabe hacia quien es. Hacia la profesión que escogió, la sociedad que le tocó vivir o hacia él mismo por no ser mas fuerte como para resistirse a sus deseos.

Es irónico que, después de años reteniendo lo que realmente sentía por Yoongi, solo lograra disfrutarlo pocas horas. Y, más que irónico, era un recordatorio de lo que siempre supo.

Lo suyo con Yoongi no iba a suceder.

[[...]]

Cuando baja, ni siquiera se disculpa con el coreógrafo. Tampoco le dirige mirada a sus amigos, mucho menos a Yoongi. Solo dice que se siente mal y que se retira a descansar.

Toma sus cosas y camina sin animo hacia una de las salas, y no es sorpresa que a los pocos minutos aparezca Yoongi.

-¿Donde mierda estabas? -reprime el mayor, parándose frente a él y viéndose increíblemente mas alto. O quizá Jimin solo se siente pequeño. No sabe. Pero baja su mirada, porque sus zapatos parecen mas fáciles de mirar que los ojos acusatorios del otro. -Jimin, estoy hablando contigo.

-Ya, pero yo no contigo, Yoongi-hyung. -espeta.

Dios, solo quiete irse de ahí. No quiere ni mirar a Yoongi porque imagina la mirada dolida en su cara y eso hace todo mas difícil. Solo quiere que pase.

-Minnie. -susurra el trigueño, haciendo un ademán para tomar su mano.

Jimin no lo permite. -No más, hyung. Ya fue suficiente.

-¿Va a ser así? -pregunta el mayor, con su voz sonando tan bajita que, joder, Jimin siente sus ojos picar de nuevo. -¿Todo lo que dijiste de ser valiente y querer esto eran puras palabras? Dijiste que te quedarías incluso si se ponía serio, Jimin. Dijiste que querías esto tanto como yo. -gruñe -¡Mírame, Park Jimin! Estoy hablando contigo. Creo que después de todo lo que me humillé por ti, por lo menos merezco que me mires.

Sus miradas chocan un segundo y Jimin se rompe. Sintió que se hundía. Sintió que estaba de vuelta en lo mas alto del edificio, que se balanceaba por toda la cornisa, con su corazón latiendo fuerte por el miedo a caer, y que el borde se quebraba bajo él. Y había unos brazos listos para sujetarlo.

Había alguien para él, para impedir que cayera.

Suspiró cuando el calor de Yoongi lo envolvió, segundos antes de que rompiera a llorar otra vez. Mucho mas fuerte que todo lo que había pasado antes, pero con el cuerpo firme de Yoongi como su ancla a tierra.

-Todo va a estar bien, Minnie. -murmuró Yoongi, dejando un beso sobre su frente. -Ya verás. Yo me encargo de todo, ¿sí? Puedo ser valiente por los dos.

A pesar de que su cabeza negaba, no podía soltar a Yoongi. Solo seguía ahí, en medio de aquella sala solitaria, abrazado al otro casi como un naufrago a la tabla. Gracias a dios, Yoongi logró maniobrar y llevarlos a ambos hasta un sofá. Fue casi vergonzoso la rapidez con la que lo abrazó de nuevo, casi en su regazo, con su cara oculta en el cuello ajeno y una de las manos del otro acariciado su nuca.

No podía.

No podía estar cerca del otro y no desear esto. Esta cercanía, esta intimidad.

Él y Yoongi nunca fueron amigos por la simple razón de que siempre deseó más. Pasó años en ese infierno de "amistad" y no estaba seguro de que podría regresar a eso. Si no poder besarlo y tocarlo había dolido, no quería imaginar lo que sería de él si tenía que perderlo ahora.

-¿Mejor? -preguntó Yoongi cuando pasaron algunos minutos y él se vio obligado a salir de su escondite. -Pareces una pasita arrugada, Minnie. ¿Has llorado mucho?

Asintió, como un niño, porque así se sentía todo el tiempo cerca del otro.

Dios, la madurez de Yoongi lo hacía sentir tan poca cosa. En lo que él se desmoronaba, su hyung permanecía fuerte contra todo. Se había largado a llorar sin pensar que Yoongi tenía tanto que perder como él, sino que más. La prensa podría tomarlo como que fue el mayor quien lo convirtió en lo que es. Se lo comerían vivo.

-¿Estás bien? -preguntó, sorprendiendo al otro cuando acarició su rostro.

<<Yoongi está frío>> pensó, recorriendo toda la pálida mejilla, hasta dar con el tembloroso labio inferior. Sus ojos se detuvieron ahí por un minuto, antes de subir a encontrar a los rasgados ojos de Yoongi.

Ambos se movieron a la misma vez, inclinando sus rostros hacia delante. Sus narices tocándose, exhalando un anhelante suspiro antes de que sus bocas se encontraran. Suave. Como si hubieran sido hechas para esto.

No para cantar o rapear, sino para encajar juntas.

-Ahora lo estoy. -susurró Yoongi antes de volverlo a besar. No tan suave esta vez, sino que fuerte. Mordisqueando su labio inferior, arrancando suaves gemidos de Jimin, y luego recorriendo con su lengua todo el interior de su boca.

Bien, sobra decir que su llanto fue mas que calmado. Su atención solo puesta sobre la boca contraria, hasta que está tan relajado que Yoongi se burla de lo flojo que se encuentra su cuerpo. Es producto a la adrenalina abandonándolo, pero quiere creer que los besos de Yoongi también tienen esa propiedad. La de calmarlo.

-El señor Bang habló con el reportero. Le ofreció dinero a cambio de las fotos y lo hará firmar un contrato. Si el hombre habla, y creeme que no lo hará, se enfrenta a la cárcel. -explicó el mayor. -Los abogados ya se están encargando de eso, Jimin. No hay de qué preocuparse.

-No es cosa de una vez y ya, Hyung. -se queja. -Puede volver a pasar.

-Vamos a ser especialmente cuidadosos, Minnie. No va a suceder de nuevo. -aseguró el mayor, peinando sus cabellos fuera de su rostro. -El señor Bang me pidió qu-...

-Es que no entiendo porqué es así, hyung. -cuestionó entre dientes. -No entiendo porque tenemos que escondernos y andar ocultos como si estuviéramos cometiendo un jodido crimen. La gente hace cosas como follar en el auto todo el tiempo y no pasa nada. ¿Atrapa a dos chicos haciéndolo y se vuelve rico por eso? Es injusto que reciba dinero por invadir mi privacidad.

-Somos celebridades, Jimin.

-¡Eso no les da derecho a acosarme! -exclama. -No se ponen a pensar en todo lo que van a romper, en las vidas que van a arruinar. Yoongi, no somos solo tu y yo. Es la banda, la empresa, nuestras familias. Todo se va a la mierda en un minuto y no valdría la pena todo nuestro sacrificio hasta ahora.

Yoongi suspiró pesadamente. -¿Significa que quieres dejarlo aquí?

-No, claro que no. -negó, dejando un beso casto en los labios del otro. Dolía ver la inseguridad en la mirada del mayor. Jimin quería besar sus miedos fuera como él había hecho. -Lo pensé, era lo mas recomendable. Pero, joder, no puedo. No puedo dejar esto ahora, Yoon. No quiero dejarte, de verdad que no.

-¿Y qué sugieres?

-¿No más citas improvisadas a medianoche? -bromeó. -Lo amé, pero no va a repetirse. Solo lugares súper seguros la próxima vez. ¿sí?

-Empiezo a creer que no hay lugares seguros, Jimin. Tenemos ojos sobre nosotros todo el tiempo.

-Ya se nos ocurrirá algo. -murmuró, dejando otro beso en el puchero que Yoongi estaba haciendo. -Por ahora, solo tu habitación está perfecto. Tu, yo, una cama king size, no lo sé. Piénsalo.

-¿Te me estás insinuando, Park?

-Nooo. Iugh, asco. Un pueblerino. -se burló, en lo que fingía sacudirse.

Por supuesto, las manos enormes de Yoongi lo aprisionaron contra su cuerpo, su boca besó a la suya, y desde ahí, todo lo demás está borroso.

[[...]]

Después de las presentaciones de la noche, Jimin subió a la camioneta junto con los demás. Se sentó cerca de Hoseok, para variar, porque ese hyung lo había amenazado con golpearlo si le hacía daño a su Yoongi-Boongi. Y, aunque el apodo lo puso celoso, Jimin se disculpó con Hoseok y le agradeció preocuparse tanto por su hyung favorito.

-Era mio antes que tuyo, Park. Lo dejas y no dudes en que lo recogeré.

-Supongo que ¿gra-gracias, hyung?

-Sí, como sea. -terminó Hope.

Jimin se sentía mas tranquilo. No solo por haber hablado con el señor Bang y recibir la seguridad de que todo estaba controlado (y una graaan reprimenda) Sino porque todos sus problemas con Yoongi parecían haber desaparecido. Al menos, su colapso había sido superado.

Quedaban cosas por definir, claro. Como la naturaleza de su relación. Poner una etiqueta, para ser precisos. Novios, amantes, amigos con derechos o...no tenía idea.

Lo que fuera, había alguien que debía saberlo antes que los demás.

-Tae, ¿tienes un minuto? -preguntó a penas entraron al departamento. -Tengo que decirte una cosa.

Y de verdad esperaba que se lo tomara bien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro