Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

28 - Sincero 💍

-¡Malditos hijos de puta! -gritó Hoseok, haciendo que ambos cuerpos entrelazados se separaran -Llevo dos horas esperando y ¿solo se estaban besando? Yo ya le hubiera hecho tres hijos a Yoongi. Tres. ¿Escuchaste eso Park Jimin? Tres.

Hoseok se veía ebrio hasta la pared de enfrente, pero eso no alivianó el susto de Yoongi. De todas formas, borracho o no, era una persona conocida que los había visto besarse. A él le daba igual, pero temía la reacción de Jimin porque todo estaba muy fresco.

Para su sorpresa, salvo un sonrojo, no había mas señales en la expresión de Jimin. Y su sorpresa fue en aumento cuando sintió la manito insegura del menor buscando la suya como apoyo.

Dios, Jimin quería matarlo.

-Yoongi no puede tener tus hijos Hoseok. -señaló DaHye, y oh, había olvidado que la chica también estaba ahí.

-¡Claro que puede! -gritó el pelirojo a la chica, logrando que los tres presentes se encogieran del susto. -Los gay no tienen que pedirle autorización a nadie para tener hijos. Así que vete con tu hetero-discurso a freír maíz.

-¡Tu también eres hetero! -chilló la chica, dando brincos en su lugar para verse mas amenazante.

-No tienes pruebas. -amenazó Hoseok. Y, ok, Yoongi debería ponerle un alto a esa conversación.

-Hoseok -llamó. -Lamento la demora, Jimin y yo ya íbamos a buscarte.

-Sí, claro. -se rió Hobi. -Pasé por aquí hace media hora, y ustedes en serio parecían a punto de ir a buscarme.

Bien, definitivamente había que interrumpirlo.

-Yah, vamos a casa, ¿sí? -instó, sin soltar la mano de Jimin, quien se veía bastante bien para ser recién descubierto.

Callado, pero bien.

Hoseok se fue tambaleando todo el pasillo, apoyado casi por entero en DaHye.

¿O DaHye en él?

Yoongi no sabía. Ambos estaban muy borrachos y él... pues, seguramente sonrojado por estar exhibiéndose frente a todos de la mano con su dongsang. No es que quedara mucha gente en la fiesta, pero la intención es lo que cuenta.

Una vez en la camioneta, Yoongi vio a la estilista subir también.

-¿Vas a con nosotros?

-Estoy ebria y soy una hermosa jovencita en sus veinte. -explicó ella abrochándose el cinturón de seguridad. -Si me dejan ir así voy a denunciarlos.

No dijo nada mas, solo dio la indicación de que arrancaran y obligó a Hoseok a ponerse su cinturón.

Una vez todos seguros, el auto comenzó su viaje y él se hundió en el asiento para, medio segundo después, sentir a Jimin pegarse a él como goma y tomar su mano de nuevo.

Bueno, las cosas iban mejor de lo que esperaba.

🌃🚐

DaHye fue la primera en bajarse, estirándose como gato y caminando hacia el ascensor como si llevara toda la vida viviendo con ellos. Últimamente, Yoongi estaba convenciéndose de que la mujer planeaba mudarse en serio.

-¿Pot qué hay tres Yoongi? -balbuceó Hoseok al salir de la camioneta, viéndose aún mas borracho, por algún motivo. -Hola, guapo.

Las manos del pelirrojo estaban por toda su cara, amasando como lo haría una abuela y estirando la delicada piel de sus mejillas.

-Sonríe Yoongi. -gritó. -¡Por fin besaste a Jiminnie! ¿Cuando es la boda? ¿Eh? ¿Pa cuando la fiesta? ¿Soy padrino? Pff, claro que sí. Yo sería guapísimo de padrino. Te llevaría hasta el altar, y te entregaría en las manos de Jimin. Y tu tendrías un velo y un ramito de frecias. Aww, y yo te tiraría arroz y gritaría "Vivan los novios, es literal" ¿Entiedes? Literal es porque los dos son hombres.

-Hoseok, cállate por favor. -pidió en un suspiro.

El chofer, el americano del parche, se veía en extremo confundido.

Pero la expresión iracunda de Jimin era la que realmente daba miedo.

-Escucha, Hobi. -pidió, sosteniendo las manos del bailarín. -No puedes hablar con nadie de lo que viste, ¿bien?

-¿Por qué no? -puchereó el ebrio. -¿Van a tener un affair primero?

-Solo cállate. -rogó bajo. -Mañana hablamos, cuando seas tu de nuevo. ¿Bien? -el pelirojo asintió. -Calladito, Hoseoki, o le contaré ese secreto a todos.

Mas recto que una vela, y luciendo sobrio, Hoseok caminó decididamente hasta el elevador sin decir ni Hi. Yoongi respiró tranquilo y, luego de despedir al chofer, tomó la mano de Jimin para entrar.

El pelirosa no había dicho nada desde que fueron atrapados besándose en la fiesta, pero lo que más le preocupaba era su expresión de auténtico enojo. Yoongi no sabe en que tipo de terreno está parado, no tiene la menor idea de que piensa Jimin sobre esto o hacia donde va esto.

Pero no quiere terminar sin empezar.

No quiere tener una pelea tonta que los distancie por días cuando lo que desea es besarlo hasta que se duerman y mañana hablar sobre su futuro. Él sabe que ambos se enojan fácil, que ambos son orgullosos, y que aún no tienen una relación oficial, pero podrían tenerla.

Si tienen una pelea ahora mismo, la relación puede no ocurrir nunca.

Quizás, por esas inseguridades e interrogantes que golpean su cabeza, no se percata que el ascensor ya llegó a ellos. Y lo próximo que siente es ser tirado hacia dentro por Jimin, y luego esa boca pecaminosa está sobre la suya.

Jimin es una persona necesitada de atención, siempre lo ha sido. Y sus besos son exactamente como él.

Lo besa unos cinco segundos, y luego está reclamando por ser besado. Prácticamente ruega por su atención y, cuando la obtiene, gime contento. Yoongi nunca le ha negado nada, ¿hacerlo ahora que le pide besos? Sí, él no va a hacer eso.

Jimin va a tener sus besos tantos como quiera.

-Te creía enojado.-murmura contra la boca del menor.

-¿Contigo? -ríe, negando dulcemente, como si Yoongi hubiera imaginado la cara que le había visto. -Imposible. No si me besas así, hyung. No vamos a discutir nunca si me besas así.

-Te vi enojado. -insistió dejando otro beso. -Perdón por Hobi, sé que no debió interrumpir ni hablar todas esas estupideces, pero ya sabes como es. Entiendo si te sentiste incómodo con otras personas viend-...

-No fue incómodo. -interrumpió el menor. -No me sentí incómodo en lo mas mínimo. Quizás es porque solo era Hoseok y esa chica rara, pero se sintió bien que nos vieran juntos. Incluso mas que bien. Satisfactorio.

Yoongi río, incrédulo. La verdad no se esperaba esta reacción relajada de Jimin. Él en su época estaría trepando paredes.

-Define "satisfactorio".

Jimin parece pensarlo, moviendo su cabeza hacia los lados, como un cachorrito. Buscando las palabras correctas.

-Como que... se siente correcto contigo. -murmura despacio. -Sé que me quieres, que no es solo un juego o alguien intentado colgarse de mi fama. Eres tu. Eres mi hyung, y siempre has velado por mi, y me has cuidado. No puedo sentirme raro contigo si tenerte es lo que siempre he querido.

Yoongi como que tiene que sostenerse porque... ¿Qué?

-Hyung, no hagas esa cara. Era mas que obvio que yo estaba atraído por ti desde el inicio. -regaña Jimin, luciendo entre tímido y enojado, pero logrando que la mente de Yoongi permanezca en shock. -Vamos a ver, dormía contigo, te mordía y te besaba el cuello todas las noches, me restregaba contigo cada vez que bebía, me puse celoso de una persona que acababa de conocer y te pedía que me tocaras todos los días. ¿Crees que te hubiera pedido masturbarme si no me excitara la simple idea de tu tocándome?

¿De donde salió este Jimin?

-Ahora que lo pienso fue muy estúpido de mi parte no asumir esto antes. -gruñe el menor. -Podríamos habernos besado hace mucho rato, ¿verdad?

Yoongi asiente, sin saber muy bien como reaccionar ante todas las declaraciones que está haciendo el menor. El chico prácticamente le está confesando que también se sentía atraído por él desde hace tiempo, y eso golpea en un Yoongi que lleva meses creyéndose no correspondido.

Sus sentimientos nunca han sido unidireccionales, y es una sorpresa saberlo.

-Dios, ¿por qué este ascensor no termina de una vez? -se queja.

-Le puse stop cuando comenzamos a besarnos. -rió el menor. -Sowwie.

Jimin presiona el botón de parada de emergencias, y el ascensor retoma su curso hasta su piso, llegando en pocos segundos.

Yoongi ha perdido cualquier rastro de paciencia, por lo que toma al vocalista por una mano, lo arrastra arriba por las escaleras y los encierra juntos en su habitación. Gracias a dios Jin sigue desaparecido en otro cuarto, porque Yoongi no cree tener vergüenza de pedirle que se marche para besar a su futuro novio. Si tuviera que hacerlo, lo haría, está seguro que Jin dormiría en un balcón con tal de que ellos se junten.

-¿Qué pretendes hacerme, eh? -se ríe Jimin tirándose en la cama. -Tienes esa expresión de hyung serio y molesto, no tienes idea de lo sexy que es verte así.

-Oh, por el amor de Dios, Park Jimin. -reclama, sintiéndose enrojecer por la sinceridad del otro. -Cállate de una vez.

-No, ahora que sabes que me gustas vas a saberlo todo. -declara sonriente. -Todos esos sucios secreticos que he escondido de mi mismo, voy a decirlos.

Secretos a si mismo, Yoongi se siente identificado con eso. En algún momento de su adolescencia él los tuvo. Pequeñas cosas que prefieres no pensar, no asumir, no cuestionar. Secretos que te queman desde dentro; él puede imaginar la clase de secretos que se escondía el menor.

Y desea que se los diga todos. Uno por uno, sin importar que lo hagan sonrojar.

-Está bien, voy a escucharte. -respondió. -Pero primero tu castigo por ocultarme que te gusto.

Se posiciona sobre Jimin, tratando de no aplastarlo por completo. Su plan se va al carajo cuando las piernas del menor se envuelven en sus caderas y tiran de él hasta que están tan juntos como pueden estar.

-Te recuerdo que estamos en pleno regreso. Tenemos promociones y muchas coreografías por bailar. -advierte el menor. -No vayas a ser muy duro conmigo.

-Solo voy a besarte, mocoso pervertido. -reclama, dejando besos por toda la cara risueña del menor. -Voy a besarte todo la noche y mañana vamos a hablar.

-Me gusta como suena eso. -sonríe el pelirosa. -Mis besos, por favor.

Con una sonrisa en su boca, Yoongi bajó hasta juntar sus labios. Solo labios al inicio, hasta que sus lenguas hacen contacto y todo deja de tener sentido. Sus respiraciones están dejando sus bocas, entremezcladas con los suaves gemidos que Jimin hace.

El menor es un besador compulsivo y Yoongi ama complacerlo. Sobre todo porque en unas horas, cuando duerman y hagan su trabajo, van a tener una conversación seria.

Y dentro de 24 horas, Jimin podría estar acostado a su lado como su novio oficial.

Uff, eso será mucho para él.

-Me enojé porque Hoseok te tocó las mejillas. -confiesa Jimin al separarse para respirar, hablando tan rápidamente que Yoongi demora en entender. Él chico deja otro beso en su boca y sigue su discurso. -Nunca me ha gustado que te toquen la cara, me pone incómodo verlo. Sé que es ridículo, pero no puedo evitarlo.

-¿Ahora quién no es un celosito? -bromea, pese a que la expresión del menor es seria.

-Lo dijo en serio Yoongi. Me siento impotente. No me creía capaz de hacer eso en público, y ver a otros hacerlo me hacía enojar. -declara, luciendo un poco preocupado. -Tengo esa clase de pensamiento desde el debut, pero nunca le prestaba atención. Ahora son incontenibles.

-¿Te pusiste celoso del lamentable espectáculo que es Hoseok borracho?

-Me he puesto celoso de que parezcas divertirte más con Jin que conmigo. -dijo Jimin. - Me ponía celoso cuando escogías a otros para hacer equipo, incluso si sabía que el programa estaba por guión. Me puse celoso de que te alegrara compartir habitación con JungKook cuando fuimos a Noruega.

-P-pero... eso fue hace años. -exclama el mayor. -¿Desde ese entonces tu...?

-No lo sé. No quería pensar en eso. -negó el pelirosa, pasando las manos por el cuello de Yoongi. -Si lo pienso ahora, es probable que sí, pero estaba asustado. Estoy asustado aún. -afirmó. -Por todo lo que significa esto para nosotros, la banda o la empresa en general; por lo que significa para mi. Puede ser poco para ti, pero te doy mi palabra que no estoy jugando, ni voy a salir corriendo cuando esto se ponga serio. Tengo miedo, pero quiero confiar en nosotros. Y arriesgarme.

Yoongi bajó a dejar un beso tierno sobre los labios ajenos que estaba fruncidos. ¿Se daría cuenta Jimin cuan sensible era él a sus pucheros?

-Estás siendo muy valiente, Minnie. -susurró, acariciando una mejilla con la punta de sus dedos. -Sé que tienes miedo, y está bien tenerlo, porque no te estoy proponiendo nada fácil. Pero confío en que podemos hacerlo, porque yo también voy en serio.

Jimin sonrió, bonito y burbujeante, como cuando aún era el adolescente tímido que acababa de salir por primera vez de su ciudad. A Yoongi le había gustado mucho ese Jimin, quizás demasiado.

Y quizás él y Jimin solo habían sido muy estúpidos por demasiados años.

-¿Está bien que vayamos despacio entonces? -pidió el menor.

-Vamos a ir al ritmo que tu necesites, mocoso. -asintió, comenzando a levantarse del cuerpo del vocalista que parecía renuente a dejarlo. -Pero vas a tener que soltarme, porque esto... no termina bien, bebé.

-Oh, lo siento. -rió soltando el fuerte agarre de sus piernas sobre las caderas del mayor. -No sé por qué me estoy comportando así. Estoy actuando mas necesitado que de costumbre.

Yoongi salió y se colocó a su lado en la cama, todavía manteniendo sus piernas enredadas para no perder el contacto.

-Está bien ser necesitado, a mi no me molesta. -replicó Yoongi. -Ahora, si quieres ir despacio vas a tener que limitarte en algunas cosas del aspecto físico, solo como precaución. -se burló. -En lo demás quiero que seas extremadamente sincero conmigo y me digas cualquier incomodidad o duda que tengas, ¿bien?

-Sí, hyung-nim. -se burló el menor con un tono extremadamente obediente y los ojos rodando con fingido fastidio. - Te diré tanto que me mandaras a callar.

Sí, Yoongi estaba a la caza de algunos coqueteos. La verdad no le importaría recibirlos de este hombre, pero había que poner límites y él sería el encargado de ellos.

-Vamos a darnos un baño y nos preparamos para dormir. ¿Te parece? -la mirada pícara del menor lo hizo reformular la frase. -Un baño por separado, claro está.

-Claro, no pensé en otra cosa, hyung. -se rió el menor.

Yoongi fue al baño de la planta baja y tomó la ducha mas rápida de su vida. ¿Apurado por volver a besar a Jimin o negándose ciertos placeres? Ni él mismo sabe. Pero quince minutos mas tarde ya está listo y vestido con una camiseta gigante y boxers.

Sus cuerpos se encuentran bajo las sábanas y vuelven a besarse, esta vez lento y perezoso, hasta que caen dormidos.

Y Yoongi no puede recordar una noche mejor que esta.

💣

Jimin se levanta de tan buen humor que le preocupa. Para alguien que acaba de empujar su heterosexualidad por las escaleras, pues, lo está tomando muy bien. Quizás tener a Yoongi prácticamente encima de él cuando despierta ayuda.

Su hyung es todo piel blanca, labios rosados y pestañas oscuras, y Jimin tiene que ayudarse a si mismo a tragar. Dios, su sexualidad estaba condenada desde el día que puso sus ojos sobre este hombre. Incluso si ahora no está seguro de que fue hetero alguna vez, porque después de horas besando a Yoongi ya nada le parece claro.

No recuerda que besar fuera así. Se sentía bien la mayoría de las veces, pero no había punto de comparación con lo que sentía con Yoongi. No esperaba que su hyung lograra convertirlo en esa débil y hambrienta criatura usando solo su lengua, pero mierda que lo había hecho.

Había una diferencia tan clara entre los besos con mujeres que había experimentado y los besos con Yoongi que, dios, era enloquecedor.

Las manos grandes y firmes sobre su cintura, los labios finos sobre los suyos y la lengua intrusa en su boca. Todo era tan novedoso y, a la vez, lo que no sabía que quería hasta ahora.

Yoongi no pedía permiso para nada, ni esperaba que él hiciera el trabajo. Yoongi solo tomaba y tomaba cuanto quería, como si fuera una especie de terrorista. Y Jimin se encontró a si mismo gimiendo y medio duro solo por besar.

Eso nunca había pasado antes, ni en la adolescencia. Él solía ver la parte del beso solo como el puente al sexo, lo cual era mucho más importante para un Jimin de diecisiete.

Pero ahora...

-¿Despertaste temprano? -gimoteó Yoongi, con solo uno de sus ojos abierto. Lucía relajado para haber dormido solo cinco horas, quizás menos -¿Pasa algo, Minnie? -su semblante se tornaba serio mientras Jimin seguía en silencio. -¿En qué piensas tanto?

-¿Puede besarme, hyung? -pidió sin querer, sin pensar en sus propias palabras o en lo necesitado que había sonado. Su voz salía bajita sin su permiso. -Lo necesito... ¿p-puede?

Yoongi se apoyó sobre su hombro y se levantó hasta que ambos estaban al mismo nivel, su cara tan seria que Jimin se preguntó si era el mismo chico que lo había besado anoche. La vergüenza se disparó por sus nervios y se hizo visible en su cara, que seguramente estaba roja.

¿Qué hacía pidiendo besos y tartamudeando? ¿Tenía doce?
Dios, Yoongi se burlaría de él.

La expresión seria del mayor fue tornando a una más suave, hasta que una sonrisa adornaba su cara. Jimin no tuvo tiempo de retirar lo dicho o avergonzarse, porque la nariz ajena acarició la suya y su propio corazón decidió comenzar a latir mas rápido.

-Tonto. -regañó Yoongi, sonando divertido. -No tienes que pedirme eso. Solo tómalos cuando quieras. -se detuvo por un momento. -Aunque... si me dejaras cepillar mis dientes antes te lo agradecería. Son solo las seis, tenemos como media hora para besarnos hasta que sea obligatorio bajar a desayunar. ¿Te parece bien si-...?

Jimin no lo dejó terminar, puesto que dejó un sonoro beso sobre los labios ajenos. Yoongi le miró congelado, mientras él se ponía de pie y buscaba unos pantalones que usar para salir al baño del pasillo, actuando todo genial y relajado cuando en realidad estaba avergonzado.

En serio esperaba acostumbrarse rápido, porque no podía sonrojarse cada vez que le robara un beso al mayor.

☕🍞🍼

Para cuando ellos bajaron el resto de BangTan ya estaba sentado a la mesa. El resto de BangTan y DaHye.

-Vaya, vaya. -rió TaeHyung al verlos llegar a la cocina. -Creía que tendríamos que subirles el desayuno. ¿Qué horas son estas, jovencitos?

Yoongi solo masculló alguna clase de disculpa, y ambos se sentaron a la mesa. Jimin sentía sus labios hinchados y su cabeza felizmente vacía, producto a los besos que recién recibió, así que apenas puede registrar nada a su alrededor. Se alegra que Yoongi le sirva el café y coloque unas rebanadas de pan cerca de sus manos, porque está tan ido que teme hacer un desastre sobre la mesa.

Es que los besos... dios. No quiere ni debe pensar en ellos, pero tiene una sonrisa gigante pintada en su cara y un aire de satisfacción que lo delata.

Desayuno. Sí, por supuesto.

-¿Llegaron muy tarde anoche? -preguntó Jin, que está sentado justo a la cabeza de la mesa. -Ni siquiera los sentí entrar. Un día van a vaciarnos la casa y los ronquidos de NamJoon serán mi muerte.

-Muy tarde. -respondió Hoseok y, oh, Jimin recordó que este hyung los vio besarse en la fiesta. Aunque iba tan ebrio que quizás lo olvidó. -Jimin-ssi y Yoongi-ssi no querían dejar la fiesta por ningún motivo.

«Maldito Hoseok.» pensó. Y si la vida fuera un anime ya tendría rayitos saliendo de sus ojos.

-¿Es así? -interrogó el mayor, a lo que él y Yoongi negaron a la vez. -¿Y ustedes? ¿Por qué tan temprano?

TaeHyung solo se encogió de hombros, mientras el maknae agachó la cabeza y siguió comiendo su ensalada de frutas.

Sospechoso. Pero Jimin solo siguió con su desayuno, temiendo que las preguntas de Jin continuaran.

Unos minutos después la chica, DaHye, se levantó de la mesa llevando su plato hasta el fregadero y dejándolo ahí como si nada.

-¡Oye!¡Mocosa insensata! -gritó Jin. -Yo no voy a lavar eso. Toma el detergente, unos guantes y limpia tu desastre.

La castaña giró los ojos, pero volvió sobre sus pazos y se dispuso a cumplir.

-¿Donde guardas los guantes? -preguntó a Jin.

-La segunda gaveta.

El sonido del trasteo sonaba por todo el apartamento debido a la hora, mientras todos comían en silencio.

-Uh... -titubeó la chica. -Namjoon-ssi, creo que encontré tu pasaporte.

Tanto NamJoon como SeokJin se pusieron rápidamente de pie, intentado llegar a la cocina. Pero antes de que lo lograran, la voz lenta y extrañada de DaHye sonó por toda la casa.

-No sabía que estabas casado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro