Durante la primera hora de la "fiesta" no sucede absolutamente nada.

Jung Hoseok y Kim TaeHyung bailaron y se contonearon al ritmo de viejas canciones pop.

NamJoon habló con Yoongi y Sejin del comeback y futuros proyectos, en tanto Jin entraba y salía con comida o cosas. Jimin lo ayudaba y, de vez en cuando, jugueteaba en torno a TaeHyung.

Y, por supuesto, JungKook intentó nuevamente coquetearle, pero ella lo ignoró.

Poco tiempo después, TaeHyung apareció en escena y traro de conversar, con menos prepotencia que el otro, pero algo torpe y desordenado. Habló de pingüinos y de una civilización perdida en el mar de la cual DaHye nunca había pido hablar. Cuando cometía alguna falla podía escuchar claramente a JungKook reír desde lejos, y ella adrede sonreía mas para el moreno.

Media hora mas tarde ambos chicos se cansaron de ser ignorados y se pusieron a escoger musica junto a Hoseok.

Ella, un poco decepcionada, suspiró y cayó pesadamente en el sofá. Si tení que ser sincera esperaba mas de los chicos pero, hasta ahora, todo parecía la típica fiesta juvenil. De hecho, con mas control que la mayoría.

No fue hasta tres horas y muchas cervezas que DaHye notó algo raro.

Por algún motivo las luces estaban más bajas y la música se tornaba melosa y suave. Todos estaban agrupados en el sofá principal hablando tonterías.

Todos menos Jimin y Yoongi.

Volteó a ver si los encontraba y lo hizo con mucha facilidad. Muy alejados, en el sofá de la esquina, ambos chicos prácticamente atados al otro.

Yoongi tenía un brazo alrededor de la cintura del pelirosa, apretado posesivamente, y este tenía su cara enterrada en el cuello del otro y estaba.... ¿besándolo?

-A eso me refería antes.

La voz de Jin hizo que volviera la vista hacia delante nuevamente.

-¿Ellos son..., pareja?

-¿Sería lo más lógico, cierto? -se burló el hombre. -Pero no. Ellos hacen esa clase de cosas cuando están ebrios. Bueno, también la hacen cuando están dormidos, pero cuando beben los dos se ponen cariñosos al mismo tiempo. Apenas empezaron.

Y SeokJin tenía toda la razón. A medida que el tiempo pasaba ambos chicos parecían dispuestos a más. Primero fueron pequeños besos, luego una mano del trigueño se adentró en la camiseta del pelirosa y ¿aquello era una lengua?

-¡Está lamiendo su cuello!

Jin volvió su atención a la chica y sonrió . Había oído que a algunas pocas chicas le gustaba ver a chicos guapos siendo cariñosos, que suerte encontrar una. DaHye estaba sonrojada y no paraba de voltear la vista en dirección a los dos chicos que se encontraban lejos del resto.

-Si, bueno ..... a Jimin le gusta morderlo y eso , lo hace todo el tiempo. No te preocupes no hacen nada que sobrepase los limites de la decencia.

DaHye volvió a mirar. En todo ese tiempo ambos chicos habían mantenido una conversación susurrada donde sus ojos no despegaban la mirada del otro. ¿Que se estarían diciendo?¿ Por que no se estaban besando ya? ¿Qué carajo hacía ella pensando en esas cosas?

-No se van a besar. -advierte Jin. -Tranquila.

-¿Por qué nadie les presta atención?

-Ellos hacen eso desde el 2015, ya nadie se asusta. Siempre se apartan un poco y nosotros les damos su espacio, pero nunca se van de la habitación. -Jin sonrió algo torcido. -Ambos tienen miedo de quedarse a solas.

La estilista, y recién descubierta fujoshi, se quedó sin aire al observar como el pelirosa cerraba sus ojos y entreabría los labios dejando escapar seguramente suspiros, mientras el rapero se encargaba de besar despacio cada parte de su sonrojado rostro, sin tocar nunca los labios. Jimin estaba tan sumiso, sentado prácticamente en el regazo del otro, que cuando recibió un beso en la comisura de sus labios emitió un gemido que fue audible para DaHye a pesar de la música.

Ella volteo a ver a Jin, sonrojada a mas no poder y buscando mas explicaciones de su nuevo hobby.

-Ahora Yoongi se calentará mas, se asustará, irá al baño y cuando vuelva le pedirá a Jimin que se sienten junto a los demás, Jimin se pondrá lloroso y se irá a dormir. Yoongi se quedará hasta el final, se irá a dormir cuando vea que yo entré al cuarto y por la madrugada Jimin irá allá, dormirá en su cama y a la mañana siguiente ninguno de los dos se acordará de nada.

Segundos después Yoongi se puso de pie y caminó posiblemente al baño, dejando a un aturdido Jimin en el sofá. Mejillas rosas y vista desenfocada.

Jin tenía razón.

-Te lo dije.

[[...]]

-¡¿Que mierda estás haciendo Min Yoongi?!

Bien, gritarse frente al espejo era un cliché en su vida, pero hollywood vive de clichés y todavía respira.

¿Nunca iba a aprender?

Ponerse toquetón con su menor mientras estaban borrachos era un error. Uno muy grave. Dios , todavía podía sentir el aliento del otro en su cuello, su lengua húmeda recorriendo su piel , sus gemidos mientras él besaba su rostro.

Por dios, estaba duro, y no lo suficientemente borracho como para negar la causa. Demonios, quería ir de vuelta a esa sala, tomar a su Jiminnie en brazos, encerrarse en su cuarto con él y dibujar sus mas oscuras fantasías usando al cuerpo del otro como lienzo.

Debía controlarse, sabía que la seguridad de sus emociones pasaba cuando estaba sobrio, no quería arrepentirse y herir a su Jiminnie.

En primer lugar, debería dejar de pensar en Jimin como suyo. Era ridículo creerlo así. Él no era suyo, ni lo sería en el futuro. Su posesividad con el pelirosa no tenía fundamento alguno y debía eliminarla.

Pero Park presionaba los botones necesarios en él, los que despertaban sus instintos básicos y apagaban su racionalidad. Siempre fue así y era estúpido creer que dejaría de serlo.

Era su debilidad y eso era una realidad para todos.

Sintiéndose derrotado por el torbellino de pensamientos que había en su cabeza, se dejó rodar por los azulejos del baño y calló sentado en el piso. Tomó una respiración profunda y flexionó las rodillas contra el pecho.

No, aquello no bajaría tan fácil.

Abochornado, a la par que excitado, bajó sus manos hasta encontrar la cremallera de su pantalón y la abrió. Tomando su dura erección con ambas pensó, que en la situación que estaba, ya no importaba usar la imagen de su amigo un poco más.

De todas formas, por la mañana nadie recordaba nada.