Las voces de todos los alumnos sonaban en la bella melodía de vocalización y armonías que el profesor nos dijo que teníamos que hacer, aunque el sonido armonioso se vio arruinado cuando uno se había perdido horriblemente el tono, de manera inevitable miro a Robbie quien se encontraba en el fondo de la clase cantando con pasión ignorando que todos ya habíamos parado de armonizar.

—Un segundo amigos.— Detuvo el profesor a toda la clase.— Alguien desafinó.— Él nos mira a todos con sospecha.

—¡Si! ¿Quién lo hizo?— Pregunta Tori a mi lado mirando a todos lados, no pude evitar reírme por su tono sarcástico, le doy un suave golpe en el brazo.

—Dos pistas: Robbie y Shapiro.— Dice Rex en voz alta delatando al, claramente, culpable.

—¡Mi nota estaba en el tono!— Se queja el chico.

—Tú vida es un mal tono.— No pude evitar soltar una carcajada ante las palabras del títere.

Que bueno que lo pensaba porque sino sus grandes y palabras ingeniosas, que se note el sarcasmo, caerían sobre mi.

—Bueno, creo que tal vez, uhm... Tyra fue la que desafinó.— Contraataco el de pelo rizado contra mi.

—¡¿Qué?!— Salto de golpe mirándolo con el ceño fruncido.— Yo nunca desafino, así que admite que fuiste tú Robbie.

—Tal vez si tengas razón, pero... Tori desafinó, estoy seguro.

No puedo evitar rodar los ojos, por aquello porque no quería aceptar que se había ido del tono. Bienvenidos a un día entera de escuchar a Robbie intentar cantar.

—Tori no lo hizo, ella es perfecta, tiene un oído absoluto.— Uno de los alumnos defendió a mi mejor amiga, las dos no pudimos evitar mirarnos por lo galán que es, algo así como si nos estuviéramos comunicando mentalmente.

En ese momento el timbre comienza a sonar indicando el fin de la clase, tomo mi bolso que se encuentra a un lado de mi y me levanto de mi asiento para correr mi cabello al otro lado, odiaba cuando se engancha y no hay manera de sacarlo.

—¡Ah, ah! Vamos a hablar de su tarea.— Interrumpe el profesor nuestras salida para que nos quedáramos parados en los lugares.— Para el atracón de luna llena tendrán que cantar una canción que contará con un tercio de su calificación semestral.

—¿Hay que cantar un solo?— Pregunto.

—Puede ser solo o que elijan a alguien para cantarla en un dueto, pero sólo duetos y solos.

En cuanto termina de decir aquello todos pasan por nuestro lado en busca de sus propias mochilas y bolsos.

—Entonces Tori y Tyra, ¿Quién va a ser la afortunada de cantar conmigo?— Miro a Robbie elevando una de mis cejas al escuchar esas palabras.

—¡Yo elijo a Tyra!— Grita una de mis compañeras y frunzo el ceño confundida.

—Yo quiero a Tori.— Habla otro para comenzar a discutir con otro compañero por nuestra compañía.

Allí es cuando empieza una discusión entre todos para ver quienes iban a cantar con nosotros pero yo ya sé que iba a hacer, en realidad siempre lo sé. Tori y yo nos miramos por varios segundos, por lo que llevo mis dedos a mi boca para soltar un fuerte silbido llamando la atención de todos.

—No pueden elegirnos, chicos. No somos el asiento delantero del auto de mamá.

—Yo jamás tuve mamá.— Rex pone a todos incómodos con aquella confesión acurrucándose en Robbie.

Innecesario.

—Es cierto, ambas decidimos hacer solos así que suerte la próxima.— Continúa Tori mis palabras.

Las dos salimos de el salón de clase para ir a nuestros casilleros que se encuentran en la planta baja de todo el edificio, por suerte estaban uno al lado del otro porque por lo grande que es este lugar, a veces sólo deseaba arrastrar mis pies por todos los pasillos, o mejor aun, limpiar la tierra con mi cuerpo. Arrastrándome.

Me acerco mi casillero que tiene por decoración una pintura negra y letras al azar en violeta que he pintado desde el momento que entré a Hollywood Arts, la verdad aun seguía sin tener imaginación para la decoración de la puerta pero de todas formas soy la única que hizo algo así por lo que es algo... único.

—Extraño cantar juntas, ¿Sabes?— La voz de Tori me trajo nuevamente a tierra al momento que abro el casillero.

—Eso estaba pensando, la última vez que cantamos juntas fue el...

—El día que las dos logramos entrar a Hollywood Arts, es raro pensar que ya pasó bastante tiempo, ¿No lo crees?— Ella interrumpe mis palabras y asiento con la cabeza,  sonriendo recordando aquella presentación.

Gracias hermana de Tori por haberte tomado algo que te dio alergia y no pudiste cantar.

Todavía toda esa escena de lo que sucedió se reproduce dentro de mi cabeza, Tori asustada porque le tocaba cantar a ella por saberse la canción al derecho y al revés para la presentación de Trina. Y también recuerdo como mi querida mejor amiga dijo, y lo cito: "Yo no me subiré a ese escenario si no es con Tyra." Y pues al final, las dos quedamos en la escuela sin saber que cambiaría nuestras vidas... En todos los sentidos.

—La próxima presentación debemos hacerlo, no vamos a posponerlo más, ¿Te parece?

—Estoy de acuerdo, ¡Además! Tendremos que ser rápida, sabes que todos quieren cantar con nosotras, hasta se han anotado en presentaciones sin preguntarnos, eso es otro nivel.

—No es nuestra culpa ser las más talentosas de la escuela.— Dice con sarcasmo mi mejor amiga y asiento con la cabeza entre risas.

—T&T volverá, sólo que no sabemos cuando.— Hago un suave puchero, Tori toca mi labio.— Tengo que hacer unas cosas, ¿Nos vemos luego?

—Claro, sin falta.— Ella se distrae cuando ve pasar a aquel chico que la llamó perfecta, elevo una de mis cejas.— Además estaré bien entretenida, nos vemos.— Río negando con la cabeza en lo que cierro la puerta de mi casillero.

Me voy caminando al lado contrario y lo que debo hacer en realidad es pensar que canción cantaré para el atracón de luna llena, lo más probable es que le pida a André, el salvador de vidas para hacerlo. El timbre una vez más comienza a sonar con toda su fuerza por todo el edificio indicando una nueva clase a la que ir, si hubiera seguido en mi otra escuela odiaría ese sonido pero al estar acá, es diferente, las clases y los profesores si son de mi agrado, una ventaja de haber sido aceptada en Hollywood Arts que venir a la escuela ya no se volvió una obligación sino más bien es un placer.

En cuanto la siguiente clase da su fin, con mi grupo de amigos acordamos encontrarnos al lado de las escaleras, más bien cerca del casillero de André y Beck. Todos ya estaban allí, soy la única que falta por lo que en cuanto giro para bajar en el último escalón me quedo estática unos segundos porque allí se encontraban mi bisexual culture charlando con el resto.

Tomo aire y continuo bajando los últimos escalones que me faltan fingiendo que no me estoy muriendo por dentro y me coloco en medio de André y Robbie con una gran sonrisa.

—¿Y Tori dónde está?— Pregunto una vez allí.

—No sé y no me interesa.— Contesta Jade con neutralidad.

Mientras que Tori se ganó el odio de Jade, por mi lado fue el contrario, nos llevamos bastante bien, por lo menos a mi si me llama amiga.

¿Premio o castigo?

En eso, Tori aparece con una gran sonrisa feliz en sus labios abrazándome a mi y a Robbie.

—Hola.— Ella alargó la última letra sin quitar en ningún momento su sonrisa.

—Alguien está contenta por algo, ¿Qué pasó?— Pregunta André con curiosidad estirando su cuello para escuchar más de cerca el chisme.

—Ugh si, me causa náuseas.— No pude evitar soltar una risa por las palabras de Jade que termino por callar enseguida al ver la cara de Tori.

—¿Hay alguna razón por la que las chicas no salen conmigo?— Robbie cambia de tema dramáticamente y me giro a mirarlo.

—¿Hablas de una razón a pesar de todas las otras razones?— Contestó mi mejor amiga.

—Cierto, porque tengo muchas ideas pasando por mi cabeza ahora y son más de cien.— Sigo yo y levando mi mano a punto de enumerar cada una de ellas, sin embargo el chico no aguanta sus verdades así que me interrumpe.

—¿Tú por qué estás feliz?— Dice de mala manera después de haberse ofendido por nuestras palabras.

—Porque Ryder Daniels me invitó a salir, el que dijo que era perfecta.— De acuerdo, casi me atoraba con mi propia saliva.

Algo andaba mal en todo esto y no son mis ganas de salir corriendo en este momento ante la presencia de Jade y Beck en este lugar, conmigo, respirando el mismo aire. No por decir que siento que mi corazón está a punto de salir de mi pecho.

—Ay él es bien sexy.— Todos nos giramos a mirar a Rex por esas palabras.— Véanme lo que quieran yo estoy bien definido.

¿Es normal que una marioneta diga que le gustan los hombres? A este punto en esta escuela no hay significado de "normalidad."

—No confió en ese tal Ryder.

Asiento con la cabeza estando de acuerdo con la pelinegra.

—Claro que no, tú odias que algo bueno me pase.— Tori pasa en medio de todos nosotros para ir a su casillero que queda a la vuelta.

—Eso no puede ser más cierto.— Le di un pequeño golpe en el brazo a Jade mientras me acerco a su lado y se encoge de hombros para continuar tomando de su café como si nada.

—Yo tampoco confío en él, he oído cosas, y yo si amo que cosas buenas te pasen.— Aclaro al final para que Tori no quisiera golpearme luego.

—Yo sólo digo que siendo tan galán y perfecto debe ocultar algo grave.

—Esta vez estoy con Jade, además se viste con cuero, eso no es bueno.— Digo.

—Entonces tú también crees que esconde algo Beck.— Habla André por primera vez.

—¡Ah! Lo hizo, hasta que lo descubrí.

—¿Qué? ¿Qué escondía?— Preguntó él confundido pero sin quitar su hermosa sonrisa de sus labios.

Tyra, a la realidad, a la realidad.

—¡Que tu naciste en Canadá!— Gritó la pelinegra para después irse caminando.

—¡Eso no era un secreto!— Le contesta de la misma manera Beck siguiéndola y así ambos desaparecer de mi vista.

Para Jade era un gran secreto, y para mi que Beck sea de Canadá completa sus encantos.

Me acerco a Tori para soltar un suspiro un poco ya más relajada por la situación y le dedico una sonrisa.

—Yo estaré con ustedes en la cita, ¿De acuerdo?

—¿Qué? ¡No!

—¡Oh por favor! Es para cuidarte, además prometo no salir de abajo de la cocina hasta que se vaya.— Insisto y ella rueda los ojos.— Te ayudaré a cocinar.

—Me ayudaras a cocinar y luego de eso te desapareces, ¿De acuerdo? Te mando mensaje cuando todo acabe.

No me voy a desaparecer, es lo que hace una buena persona y una buena amiga.

—¡Eso! Todo para cuidar a mi amiga, sólo no te lo tires en la primera cita.

—¡Tyra! Deja de decir esas cosas en voz alta o dejaré de ser tu amiga.— Una vez más estallo en carcajadas.

—Me adoras así.

—No por mucho.

Ambas nos sacamos la lengua mutuamente para que ella después se fuera. Ahora era mi momento de pedirle ayuda a André para que compongamos la canción para la presentación, él siempre tenía grandes ideas y lo necesitaba porque mi imaginación estaba escasa.

—Se suponía que deberías de ayudarme no estar echada en el sillón mirando televisión.— Tori se queja desde la cocina.

—Oh eso iba a hacer, hasta que vi que cocinarías sushi y decidí que era mejor estar aquí sentada mirando televisión.— Contesto en casi un grito sin despegar la mirada de la pantalla frente a mi haciendo zapping.— Si hubiera sido pizza hubiera sido genial, pero sushi no tengo idea de como hacen, y creo que tú tampoco.— No puedo evitar reírme en cuanto me giro para mirarla y ver el gran bollo de pescado cargado con arroz.

—Al menos lo estoy intentando, cállate o te meteré esto por donde no entra el sol.— Me amenaza moviendo, aquello supuestamente llamado sushi, en mi dirección y se desparrama cada uno de los ingredientes que este tiene, cayendo encima de la mesa, lucho conmigo misma para mantener la seriedad.

—Te quiero ver intentar.

Las dos nos quedamos viendo mutuamente con aires desafiantes hasta que la puerta de la cocina abriéndose nos detuvo así llamando nuestra atención, allí aparece Trina estirándose de una manera muy raro causando que riera.

—Trina, ¿Puedes ayudarme?

—Eso Trina, ayuda a tu hermana y deja de hacer sonidos raros, por favor.

—No puedo.— Dice con la voz ahogada estirando para un lado.— Compré estos jeans y tengo que aflojarlos. — En ese momento ella acercó su trasero a la pequeña mesa de la cocina para estirar más, hice una mueca.

—¡Oye! Yo como en esa mesa.

—Lo siento, mi trasero se asfixia.

—Ojalá no haber visto eso, creo que no volveré a comer en esa mesa nunca.— Señalo a la pobre mesa de madera para volver mis ojos a la televisión.

Entre ellas dos hablan en lo que mi mente se va por un par de segundos, siendo atendido por la televisión que me distrae de la conversación de hermanas. Trina es un poco... ¿Rara? Por decirlo amablemente pero después de todo es alguien entretenida de ver, aunque lo que sigue siendo un misterio es el saber como una persona sin talento pudo entrar a Hollywood Arts.

Supongo que nunca lo sabremos en esta vida ni en la que sigue.

—Es un coscolino*, ¿Conoces a mi amiga Lidsey?— Al escuchar esas palabras giro mi cuerpo en la dirección de las dos chicas para escuchar con más atención la conversación, porque al parecer no soy la única que sospecha que ese chico es raro.

—Creí que esa chica te odiaba.— Digo y recibo una mirada amenazante de Trina, me encojo de hombros porque es verdad.

—¿Y qué? Yo la conozco. Como sea, ella salía con Ryder hace un año y le rompió el corazón.— Trina caminaba hasta el piano, allí apoyaba sus manos y sus pies en la pared de en frente.

—¿Así nomas?

—Sin ningún aviso, sólo ¡Pum! La pateó.— Trina da una pateada en el aire para dejar en claro su punto.

—Te dije que ese chico no era bueno.— Suelto de la nada.

—Tal vez tuvo sus razones.— Sigue Tori con su lado positivo.

No tengo idea de cuanto tiempo había pasado desde que mi mejor amiga terminó de preparar los "sushis" y se duchaba, pero el cielo ya comenzaba a hacerse de noche indicando que ya era mi señal para irme de la casa y eso se confirmó en cuanto el timbre de la puerta suena y una Tori acelerada bajó de las escaleras para tomarme del brazo y sacarme por la puerta de la cocina.

—¡Podría haber salido sola!— Me quejo frunciendo el ceño tratando de zafarme de su agarre pero vaya que en serio quiere que me vaya.

—¡Como sea! Deséame suerte.

—Suerte boba, pero si sale mal házmelo saber y le corto su aparato para crear bebés.

—No seas dramática, ahora ve, adiós.

Tori cierra la puerta casi en mi cara por la emoción, me giro sobre mis talones y noto que hay alguien escondido detrás de las plantas que tiene ella en su patio, frunzo el ceño y acerco un poco mi cabeza para ver de quien se trata, esos rizos se me hacen muy pero muy familiares.

Pego un grito y Robbie sale de allí totalmente asustado con unos binoculares.

—¿Qué haces ahí, pervertido?

—Vine a ver la cita de Ryder y Tori, necesito saber que lo hace tan especial para que las chicas salgan con él.

—Eres raro.— Robbie se encoge de hombros porque estoy segura que se lo dicen mucho. Él no ayuda demasiado.— De acuerdo, eres mi espía, me dices si algo sale mal luego y no le digo a Tori que estuviste espiando aquí, ¿Trato?

—Y también quiero un beso.

—¡Iugh! ¡No!— Hice una mueca.

—Está bien, acepto el trato.

—Perfecto, nos vemos mañana en la escuela entonces.

Doy pequeña sonrisa, aunque doy mi última mirada adentro de la casa de Tori y viendo por última vez a aquel chico.

Es momento de ir a mi casa y empezar a escribir la canción, pedirle ayuda a André está descartado ya que todo el mundo lo quiere y ¿Quién no? Es de los autores más talentosos, aunque si, yo podría escribir la canción con alguno de los otros, pero simplemente por la cabeza no me imaginaba a mi misma con Jade o Beck a solas escribiendo una canción, creo que no me he permitido a mi misma estar con ellos a solas desde que me di cuenta que tenía sentimientos por ambos al mismo tiempo, ¿Acaso eso es siquiera normal?

Odio el hecho de que desarrollé sentimientos por una pareja de novios, no es como que me fuera la poligamia o algo por el estilo, creo yo. Aunque lo más probable es que me tiraron de cabeza cuando era bebé, no había otra explicación porque no creo que a nadie en el mundo le estuviera pasando esto además de a mi.

El lunes por la mañana es tranquila, en la clase del profesor que organiza el atracón de luna llena, debo de admitir que me emociona esa presentación como cada una de ellas y ya no veía la hora de poder cantar en el escenario de Hollywood Arts.

Comienzo a guardar mis cosas en mi bolso, esta vez me quedé sola en el salón debido a que Tori quiso salir a buscar a Ryder para disculparse después de su terrible cita del viernes, y él no había aparecido a esta clase aun siendo compañeros. 

En cuanto levanto mi mirada para irme del salón, allí se encuentra Ryder entrando por la puerta, un poco tarde a decir verdad. Ruedo los ojos y lo vi acercarse a mi de a poco aunque finjo no verlo.

—¿Has visto a Tori?— Dice preguntándome a lo que yo asiento con la cabeza.

—Si, salió hace un segundo para buscarte. Sabes, puede que haya sido una idiota al revisar tu celular pero se arrepiente mucho y quiere disculparse así que deberías de dejar de evitarla e ir a verla.— De acuerdo, no tengo idea de porque estoy motivando a una persona que me da muchas malas vibras, pero supongo es todo con tal de que mi mejor amiga no esté mal por un chico.— A ella realmente le gustas.

—Gracias por esas palabras, Katelyn.— Ryder me dedica una sonrisa a la que yo respondo forzadamente , supongo que ya como despedida por lo que esta vez si me levanto y paso por su lado dispuesta a irme hasta que su voz interrumpe mi salida.— Pero ya no es ella con la que quiero salir.

—¿Disculpa?— Me giro sobre mis pies para poder verlo elevando una de mis cejas, ¿Acaso acaba de decir lo que creo que dijo?

—Creo que desde un principio debí haber salido contigo.

—No puedo creer que estés diciendo eso.— Murmuro con una sonrisa sarcástica a la vez que la de él sólo se ensanchaba por orgullo.— Dejemos algo en claro, Ryder. Yo no saldría nunca, en la vida, contigo y mucho menos después de que... no te me acerques.— Le di un empujón en el pecho después de que noto que se estaba acercando mucho a mi. — ...saliste con mi mejor amiga y el saber que eres un idiota sólo por ser lindo, así escucha esto sólo una vez prefiero estar pelada a salir con un chico como tú.

—¿Se lo dirás a Tori ahora?— Por dios, su cara de ganador me saca de quicio y deseo poder golpearlo ahora mismo, es lo que iba a hacer después de todo.

—Es lo que voy a hacer, por supuesto que si.— Contesto con seguridad.

—¿A quién crees que va a creer? Por lo que sé, yo nunca te agradé, en cuanto ella se entere de esto, Tori pensará que por eso me odiabas tanto y no querías que saliera con ella, porqué tu estabas enamorada de mi primero.

—Eres un asco.— Espeto con brusquedad para después girar sobre mis talones e irme caminando.

Pero no sin antes darle un golpe a puño cerrado en la mejilla, por lo idiota que había sido.

En cuanto estuve lo suficientemente lejos de aquel salón, suelto un gemido de dolor y miro mis dedos y nudillos que estaban rojos por el golpe. No tenía idea de si me había dolido más a mi o a él, sólo sé que Ryder tenía la cara dura.

—Kate, ¿Estás bien?— Cambio mi cara de dolor al escuchar la voz de Beck acercándose a mi.

—Oh claro, estoy perfecta.— Contesto tratando de sonar convincente. 

Él mira mi mano y hace una mueca.

—¿Qué te hiciste en la mano?— Beck toma mi muñeca para verla mejor, levanto los dedos porque aun los mantenía cerrado en un puño con fuerza. No oculto el quedarme helada por su tacto ni mucho menos con el cuidado que mira el daño, es como si estuviera congelada por su gesto de preocupación.

Fue allí que me di cuenta enseguida de la situación y le quito mi mano de manera brusca.

—Sólo necesito un poco de hielo y estará perfecto.

Antes de que pudiera contestarme, me alejé caminando a donde sea que me llevaran mis pies.

A veces odiaba mi corazón estúpido y el drama.

—Y luego Robbie nos lo dijo.— Termina de contar Beck la historia de quién es el verdadero Ryder Daniels.

Resultaba que el muy hijo de puta salía con las chicas para que los ayudara en sus trabajos de la escuela, las enamoraba, se acostaba con ellas y después cuando aprobaba, adiós adiós, nunca más las volvía a llamar.

Sabíamos que debíamos de contarle esto a ella ya que después de la discusión que tuve con él, los dos se arreglaron y decidieron que iban a cantar en el atracón de luna llena, yo por lo menos no iba a dejar que eso pasara.

—Y luego hablamos con unas chicas que salió en el pasado.— Contina André la historia.

—Y si, es cierto.— Confirmó Cat.

Tori está allí escuchando las palabras con la mirada baja, sé que le gustaba ese idiota y las iba a pagar por haberla lastimado.

—Esto no lo dije antes pero el lunes, cuando estaba saliendo de clases él se me acercó y dijo que debía de haber salido conmigo en vez de contigo y luego me hizo una clase de control mental por lo que no pude decirles, a nadie.— Cada una de mis palabras salen con cuidado y miedo por la reacción de Tori.— Y luego le di un puñetazo en la cara después de aclarar que prefería estar calva a salir con él.

—Eso explicaba la mejilla roja cuando me fue a ver.— Dijo la castaña.

—Y también tú mano casi rota.— Miro a Beck y él sonreía, a lo que yo asentí con la cabeza.

Al parecer ahora se encuentra orgulloso de lo que hice.

—Ese hijo de puta tiene la cara tan dura.

—¿O sea que él sólo me usaba por la calificación?

—Lo siento Tori.— Se lamentó André.

—Debes sentirte tan estúpida ahora.— Jade habló mientras intentaba aguantar la risa mirando a cada lado, la miro elevando ambas cejas por aquello y se pone seria enseguida.

—De acuerdo, expulsada.— Explotó Beck.

—No, yo sólo quería...

—¡Vas a la escalera!

Jade hace  un puchero pero sin renegar más, se va a sentar a la escalera con su café.

—¿Y ahora que voy a hacer?— Tori se levanta del sofá para caminar hasta la cocina.

—Ya no vas a hacer el dueto con ese idiota, ¿verdad?— Pregunta André caminando hasta ella al igual que yo.

—Por supuesto que no.— Contestamos la castaña y yo al mismo tiempo. 

Luego de eso formulé un "Lo siento" con mis labios.

—¿Entonces que vas a cantar? No puedes reprobar tú también.—Digo apoyado mi trasero en el borde de atrás del sillón con los brazos cruzados sintiendo la presencia de Cat y Beck a mis costados.

Tori se queda pensando varios segundos hasta que su mirada de "tengo una idea" sale a la luz junto con una gran sonrisa para colocar sus manos en el brazo de André.

—¡Una canción! Una gran canción que tu escribirás y que tú cantaras conmigo.— La castaña me señaló a mi con una gran sonrisa mientras se acercaba y colocaba sus manos sobre mis hombros. 

Yo hice una mueca por eso.

—No lo sé Tori, no creo que me corresponda hacerlo, por más que me encantaría hacerlo, no creo que deba.

—¡Por supuesto que si! Tu también fuiste victima de su idiotez, aunque fuiste más lista que el resto, lo fuiste, por favor, te lo ruego.— Tori junta sus manos enfrente mi con una mirada de perrito triste, suelto un gruñido y asiento con la cabeza causando que comenzara a saltar en frente de mi.

—¿Y tú André?— Miro por detrás de Tori para poder verlo con más claridad, este se niega con intensidad.

—No lo sé chicas...

Tanto Beck como Cat además de Tori y yo comenzamos a insistirle para que aceptara, hasta que después de todo termina haciéndolo.

—¡De acuerdo! Tendré que festejar el cumpleaños noventa y siete de mi abuelo el año que entra, ¡Si es que vive!— Todos nos quedamos mirando mutuamente por las palabras del morocho sintiendo un poco la culpa de eso, André se fue a sentar en el piano de la casa de Tori.— ¿Qué esperan?

En cuanto dijo los cuatro fuimos a donde él se encontraba para comenzar a escribir la canción.

El proceso había durado casi toda la noche, pero el resultado de cada minuto que pasaba era de las mejores hasta que después de tantas horas allí trabajando por fin habíamos terminado.

Siempre me emocionaba mucho escribir una canción, y que mejor si se trataba de una de venganza de las cuales, las ideas no paraban de salir de mis labios. Era como si mi empatía fuera tan fuerte con esa otra persona, que lo sentía desde el fondo.

Luego de eso sólo quedar practicar la coreografía entre otras cosas más que arreglar, pero para cuando llegó el día del atracón de luna llena ya todo estaba perfecto. A nosotras nos tocaba quintas al momento de ver la lista, termino de acomodar la ropa que debo de usar hoy y el micrófono en mi mejilla para que este no cayera en la coreografía.

—Acabo de acabo de escuchar a Ryder decir que en cinto minutos se iba a deshacer de mi, estaba a nada de patearle en sus bolas.— Una Tori muy enojada entró a los camerinos.

—No te preocupes, ya tendrá la venganza, y luego ambas podremos golpearlo en sus bolas.— Ella asiente con la cabeza y suelto un suspiro.— ¿Estás lista?

—Nunca estuve más lista en mi vida.

En ese momento aparece Jade por la puerta del camerino y se dirige a donde nos encontrábamos.

—Sólo quería desearte suerte, Tyra.— Ella se acerca a abrazarme a lo que respondo sin dudar.— Y a ti no importa, pero manda a ese hijo de puta a donde merece.— Se dirige a Tori con una pequeña sonrisa para después retirarse.

Imagino que esa puede ser la mejor y la única interacción que van a tener.

La voz del profesor resuena en los parlantes diciendo los nombres de Ryder y Tori, es su turno de pasar. Nos abrazamos una última vez y ella sale primero al escenario. Me coloco al lado del escenario para ver todo más de cerca esperando mi señal para entrar.

—Esta canción, es para las chicas, en especial las que conocen a mi amigo Ryder.— Comienza a presentar Tori hablando al público, Ryder le dijo algo que no logro entender pero supongo que ya se dio cuenta de que su micrófono no estaba encendido.— Vaya. Tyra, André, ahora.

En cuanto escucho la llamada, camino con seguridad hasta donde se encuentran los dos al momento que André comenzaba a tocar la nueva canción junto con la banda.

—¿Qué canción es esa?— Pregunta Ryder una vez estuve a su lado.

—Sólo escúchala.

—Creo que la odiaras.— Termino la oración de Tori y ella empieza a cantar la primera estrofa.

Y allí fue cuando empieza el plan de venganza, saliendo a la perfección cada una de las cosas planeadas. Cuando es mi turno de cantar la segunda estrofa, unas chicas salieron de detrás de las cortinas bailando, todas ellas eran ex's de Ryder a las cuales le había hecho lo mismo que a Tori.

Él planea escapar de vez en cuando, pero Robbie y Beck aparecen en un lado para detenerlo y se quedara para escuchar completa la canción, lo que lo hace aun más gracioso, es que también del otro lado se encontraba el profesor y otra chica con la cual había salido.

Estaba feliz de poder hacer todo esto una vez más, y que mejor cosa que interpretándola a más no poder. En cuanto la presentación dio su fin, Tori y yo nos tomamos de la mano y hacemos una reverencia de agradecimiento al mismo tiempo que Ryder baja del escenario, por fin libre aunque completamente arruinado.

—¡Creo que a tu otra mejilla le falta otro golpe!— Digo a través del micrófono y ambas nos reímos.

De acuerdo, fue una semana interesante pero al menos el principio de año empezó con una buena presentación y drama.

EL PRIMER CAPÍTULO AAAAAAAA, bueno es algo largo porque es un cap que tengo escrito desde el año pasado sólo que arreglé un par de cosas, los siguientes ya no serán tan largos pero más abundantes en otras cosas JALKDJAD

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