Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

tres: escape nocturno.

Las cosas entre Yoongi y Jimin no cambiaron mucho después de lo ocurrido entre ambos. Ninguno hizo el esfuerzo por acercarse, es más, estaban tan ocupados por las clases en la universidad que apenas tenían tiempo para pensar qué hacía el otro.

Al menos, eso querían creer. ¿Tenían muchos trabajos y prácticas? Por supuesto, pero eso no impedía que, de vez en cuando, Yoongi la observara en los descansos cuando aprovechaba para comer y dibujar. O que Jimin se quedara más tiempo fuera de su habitación solo para mirar los entrenamientos del omega.

La alfa lo atribuía a la curiosidad y el castaño al aburrimiento. De otra manera, no podrían explicar el repentino interés por querer saber más del contrario. Claro, los dos preferían que eso quedara para sí mismos. Jimin había evitado a las personas durante mucho tiempo como para empezar a desear acercarse a alguien ahora. Yoongi no era de juntarse con gente callada o que pareciera repudiar al resto, la mayoría de sus amistades disfrutaba de una buena charla y fiestas. Quizá, por su comodidad, sería prudente que se mantuvieran alejados. Cada quien en lo suyo.

Jimin veía el nuevo campo de lirios dibujado en su cuaderno con satisfacción. A su parecer, era de los trabajos más simples que había hecho, pero que alguien externo lo elogiara, la hacía sentirse muy orgullosa. Era... lindo que aquello en lo que pusiste esfuerzo sea apreciado. Sí, esa era la razón, no porque fuera Min Yoongi exactamente quien lo dijo. El chico no era algún crítico o experto en arte, solo se trataba de uno de todos los omegas que estudiaban en la misma universidad que ella. Una simple opinión de un simple muchacho. Una simple opinión que daba vueltas en su cabeza, sacándole de quicio. No era gran cosa.

Bufó, harta consigo misma y de estar encerrada en su habitación. Si despejaba su mente, olvidaría todo lo relacionado al castaño y su vida transcurriría con normalidad, ignorando a todos y concentrándose en estudiar, que era lo principal. Caminar por la universidad en la noche, aprovechando que todos estaban durmiendo, sonaba de maravilla.

Como solo sería un rápido paseo, decidió quedarse con el buzo que traía puesto y cambiar sus sandalias por zapatillas, así no las ensuciaría con el pasto. Dejó su celular cargando y su cuaderno sobre el escritorio, guardó sus llaves en los bolsillos de su pantalón y salió de su cuarto, rumbo a las canchas deportivas, pues le gustaba andar por el césped.

La noche era hermosa y tranquila. El aire despeinaba los mechones que descansaban en su frente, por suerte, el resto estaba atado, de lo contrario, estaría luchando contra sus largos cabellos rubios. Adoraba ver a la luna y cómo su brillo destacaba en el oscuro cielo junto con el de varias estrellas. Oh, ahora quería dibujar lo que sus ojos presenciaban, pero si lo hacía, su corta caminata se extendería y no era recomendable que regresara a altas horas, puesto que al día siguiente iría a la apertura de una tienda que vendía algunos materiales que necesitaba, habría demasiada gente esperando y, como quería ser de las primeras, tendría que madrugar.

Notando que el estrés se había ido, decidió que caminaría un poco más hasta terminar de dar la vuelta y regresar a su cuarto para, por fin, dormir. Gracias al silencio que parecía reinar, logró oír unos extraños ruidos, como si alguien estuviera quejándose, lo cual era raro, pues todo el mundo debería estar durmiendo. Al parecer, no era así. Quizás, no era la única que necesitaba algo de aire fresco.

De todos modos, no era su problema y optó por ignorar a quién sea que estuviera por ahí merodeando... hasta que percibió un dulce y suave aroma a manzana que le era muy familiar ⎯ demasiado para su gusto ⎯ cerca del lugar de donde provenían los quejidos. Se cacheteó mentalmente al notar que las ganas de acercarse la atacaban a nueva cuenta. Quiso tanto seguir con su camino a los dormitorios, pero, apenas movió un pie, su lobo rasguñó su interior, negándose a abandonar al omega. Varias veces había controlado a su animal interior, dejando en claro que ella mandaba, aunque, por esta vez, podría ceder. ¿Y si Yoongi necesitaba ayuda? Jimin no era una mala persona, no podía dejarlo. Tal vez, esa se convertiría en su buena acción de lo que restaba del día. Convenciéndose de que solo lo haría de buena fe, avanzó hasta uno de los pabellones más alejados y menos concurridos, donde solo había cuartos para guardar materiales de trabajo o que servirían en algún evento. También se hallaba una reja que separaba el interior de la universidad con las calles de Seúl y Min Yoongi se encontraba frente a esta, tratando de saltarla.

⎯ ¡Oh, vamos, reja de mierda! ⎯ gritó el omega, para luego darle una patada por la frustración.

Jimin seguía mirándolo y al mismo tiempo preguntándose cuál era su necesidad por salir. Si él persistía en cruzar, terminaría lastimándose.

⎯ ¿Quieres ayuda?

La voz de la alfa hizo que el castaño se encogiera en su sitio, pensando que se trataba de algún profesor. Por suerte, no.

Después de voltear para encararla, le dijo: ⎯ Jimin, ¿qué haces aquí? Tendrías que estar durmiendo.

Cierto, pero no era la única fuera de la cama.

⎯ Tú también, ¿o me equivoco? ⎯ le devolvió la rubia, acercándose y viendo con más claridad su vestimenta. Comprendió todo, Yoongi iba a una fiesta ⎯ Es un lindo pijama, algo incómodo diría yo. No podría dormir con jeans.

El omega rió y levantó ambas manos. Había sido descubierto.

⎯ Sí... no estoy acostándome temprano esta noche, es cumpleaños de alguien y me invitaron. Bueno... su invitado me invitó, pero es casi lo mismo.

Jimin lo miró sorprendida y algo divertida ⎯ En pocas palabras, estás colándote, eh.

Yoongi mordió su labio inferior ⎯ Tal vez. No dirás nada, ¿verdad?

El tono preocupado del omega llamó su atención ⎯ ¿Te preocupa ser descubierto?

⎯ ¡Por supuesto! ⎯ dándose cuenta de que había alzado mucho la voz, bajó el volumen de esta ⎯ Por supuesto, los profesores me matarán si descubren que estoy escapándome. Además, si eso pasa, no solo yo estaré en problemas, sino también media universidad.

⎯ No diré nada, entonces.

Recién ahí, el omega pudo respirar tranquilo ⎯ Gracias, Jimin. Ahora, respondiendo a tu primera pregunta, sí, me vendría bien algo de ayuda. Las veces que he hecho esto estaban mis amigos, pero los idiotas se fueron y no me despertaron.

La alfa observó la reja, no era tan alta, la verdad. Ella podría saltarla y eso que solo le llevaba unos pocos centímetros a Yoongi. Bueno, sea como sea, tendría que ayudarlo.

⎯ ¿Qué quieres que haga exactamente?

⎯ Mmm... creo que si juntas tus manos crearás un apoyo para uno de mis pies; luego, podré impulsarme, llegaré a la parte de arriba de la reja e intentaré bajar sin romperme algo, ¿te parece bien?

Jimin asintió. Era sencillo y esperaba que Yoongi no sea lo suficientemente estúpido como para caerse estando casi del otro lado.

La chica se agachó un poco, así sería más fácil para él colocar su pie entre sus manos, las cuales ya se encontraban listas para elevar al omega.

⎯ Cuando tú quieras.

Yoongi se acercó a ella y apoyó uno de sus zapatos en las palmas de Jimin, poniendo todo su peso. La alfa logró elevarlo hasta que alcanzó la superficie de la reja y, con mucho esfuerzo, se sentó en esta, tratando de recolectar valor para poder saltar, ya que, esta vez, no había nadie dispuesto a echarle una mano del otro lado.

⎯ ¿Qué esperas para brincar? Puedo empujarte si quieres.

⎯ ¡No! Solo... necesito tiempo o me quebraré una pierna.

La rubia bufó ⎯ Exageras, ni siquiera está tan alto ⎯ Jimin se aproximó al omega. Él tenía que saltar de una vez ⎯ Si no lo haces ahora, sacudiré la reja y no va a gustarte.

Yoongi negó de inmediato.

⎯ D-De acuerdo... solo, no lo hagas. Ahí voy.

«Oh, Diosa, no me dejes caer», rogó el muchacho mentalmente.

Con los ojos cerrados y el cuerpo temblando, el castaño saltó y pudo aterrizar de forma segura. No había sido tan malo después de todo. Jimin tenía razón, no era mucha altura, pero desde arriba se veía diferente.

Al tener un aterrizaje perfecto, sonrió y dirigió su mirada a Jimin.

⎯ ¡Lo logré! ⎯ festejó el omega ⎯ Gracias, Jimin.

La alfa lo observó unos segundos. Quiso devolverle la sonrisa, pero se abstuvo de hacerlo.

⎯ No fue nada, Yoongi ⎯ respondió con la misma expresión neutra que caracterizaba a su rostro.

Ninguno dijo nada por un par de minutos. El silencio puso nervioso al castaño, de nuevo la alfa se quedaba callada y posaba sus oscuros ojos en él.

⎯ Yo... debería irme ya ⎯ llevó una de sus manos detrás de su oreja, rascándola. Era un hábito que tenía al estar algo incómodo.

⎯ Ve, entonces. Yo regresaré a los cuartos y no te preocupes, no pienso delatarlos.

¿Jimin tan solo iría a dormir? Es decir, era viernes, la mayoría de estudiantes aprovechaban para visitar algún club de baile, tomar un café, hacer algo diferente. Yoongi sabía que difícilmente la rubia recibiría alguna invitación a una fiesta o reunión, debido a que no mostraba interés en juntarse con el resto de personas. Pero, ¡vamos! Era una alfa joven, divertirse no le vendría mal.

Por esa razón, decidió preguntar: ⎯ Oye, ¿no te gustaría acompañarme? Yo me colé y no importará si vienes conmigo. Mientras más, mejor.

⎯ No me gustan las fiestas ⎯ confesó ⎯. Los ambientes ruidosos y la gente extraña me incomodan. Te agradezco por preguntar, pero paso.

⎯ Pero no son extraños, la mayor parte son chicos y chicas de la universidad. Debes haberlos visto antes ⎯ no entendía la necesidad que tenía por convencerla. Su lobo se movía en su interior, ansioso.

⎯ Los he visto, pero no los conozco ⎯ revisó el reloj en su muñeca. Siendo las diez, era mejor que regresara cuanto antes ⎯. Te deben estar esperando, Min. Solo ve y diviértete.

De acuerdo. Último intento.

⎯ Jimin, escucha, sé que no quieres ser amiga de nadie y probablemente pienses que soy un pesado, pero... te vendría bien una salida. No tienes que bailar, ¿bien? Lo que importa es que conozcas otros lugares a parte de la universidad y veas lo genial que es Seúl ⎯ Yoongi entendía lo difícil que era dejar tu cuidad natal atrás junto con tu familia ⎯. Si te aburres, regresaremos. Tienes mi palabra.

El simple hecho de estar considerando ir confundió a Jimin. Salir de la universidad sin permiso para asistir a una fiesta llena de extraños y música a todo volumen jamás habría sido una opción para ella. Al parecer, que Yoongi se lo propusiera era razón suficiente para que su lobo se volviera loco.

Rendida, optó por darle gusto a su animal interior. Para otra ocasión, no cedería. O eso esperaba.

⎯ Bueno, vamos, pero no hasta muy tarde, mañana debo levantarme temprano.

Su respuesta hizo que el omega aplaudiera, sintiéndose victorioso. Consideraría esto como un gran avance.

⎯ No te preocupes, regresaremos a tiempo.

Jimin suspiró y, después de retroceder lo necesario para tomar impulso, saltó hasta llegar a la parte superior de la reja para, finalmente, brincar hacia el otro lado junto con Yoongi.

Al chico le sorprendió verla pasar como si nada, pero decidió olvidar aquello. Mientras más rápido se fueran, más rápido llegarían.

⎯ Este es, de manera oficial, tu primer escape nocturno, Park Jimin ⎯ dijo el castaño, con la emoción desbordando de su ser.

Alfa y omega caminaron hasta llegar a un club que se encontraba a siete cuadras de la universidad.

Su primera aventura juntos inició esa noche.


STREAM SHADOW, GENTE





no corregido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro