cero.
Sonreírle a todo el mundo era agotador para Yoongi, quien se encontraba en el patio principal junto con el comité de bienvenida.
Había una cantidad exorbitante de alumnos nuevos y su deber era ayudarlos con sus equipajes, entregarles las llaves de sus habitaciones, llevarlos hasta allá y repetir el proceso.
⎯ Oh, demonios, creo que me desmayaré en cualquier momento ⎯ dijo totalmente cansado. Su pecho subía y bajaba por todo el ajetreo, y en su frente se acumularon pequeñas gotas de sudor debido al calor que iba en aumento.
⎯ Mmm... eso no te pasaría si te molestaras en practicar más deportes.
Yoongi bufó ante ese comentario, notando el tono burlón que Yeeun había empleado. Él ya practicaba basquetbol, con eso era suficiente.
⎯ Te empujaría si no estuviera tan exhausto.
La omega tan solo rió, para luego ofrecerle una botella de agua helada a su amigo, viendo que en realidad le hacía falta refrescarse y descansar. La manera exagerada en la que Yoongi bebía el agua era hilarante para ella.
⎯ Relájate, Min, ya quedan unos cuantos, pero, como soy una excelente amiga, dejaré que te vayas y yo me haré cargo del resto junto con los demás, ¿de acuerdo? ⎯ el omega asintió y, cuando estaba a punto de dar media vuelta, Yeeun lo detuvo al tomar su muñeca ⎯ Pero, me invitarás el almuerzo y la cena, ese es mi precio.
⎯ Eres una aprovechadora, Jang Yeeun, ojalá se te quemen las pestañas por el sol ⎯ la pelinegra dio saltitos de felicidad al oír su respuesta. Sabía que ese era un «sí» a la manera de Yoongi.
El omega arrastraba sus pies, usando las fuerzas que le quedaban para llegar a su cuarto y alejarse de los terribles rayos solares. Su delicada piel se encontraba algo roja, a pesar de haber usado el protector solar, esta solía irritarse; sin embargo, ante los ojos de algunos alfas, se veía adorable con sus mejillas sonrojadas y el puchero en sus labios debido a la frustración por estar tan lejos de su destino.
Con murmullos de fondo y miradas hacia su persona, el castaño seguía caminando. Yoongi sabía que lo más seguro era que estuvieran viendo sus delgadas piernas, aprovechando que traía puestas unas bermudas. Él tan solo los ignoraba, ya que, de alguna extraña manera, le parecía gracioso cómo se escandalizaban por algo tan simple.
Si supieran que no era tan perfecto.
⎯ ¡Joven Min!
Al escuchar su apellido, soltó un largo suspiro.
«Mierda, estaba tan cerca.»
⎯ ¿Puedo ayudarla en algo, señorita Kim? ⎯ le mostró una pequeña sonrisa y se acercó a la beta.
⎯ Sí, verás, encontré esta maleta en medio del pasillo y quise devolverla, pero no encontré a nadie buscándola ⎯ la mujer le entregó el equipaje y las llaves al omega ⎯. Te encargo esto, Min.
«Maldita sea»
⎯ Está bien, déjemelo a mí.
Era fácil fingir amabilidad, después de todo, le era útil con algunos profesores.
⎯ Gracias, Min, sabía que contaría con su apoyo ⎯ dicho esto, la señorita Kim se dirigió a la sala de profesores, dejando a Yoongi con una maleta extraviada.
Buscando alguna pista sobre la posible dueña o dueño de la maleta, atinó por rebuscar en los bolsillos, con la esperanza de hallar alguna identificación y hacer más fácil su trabajo. De lo contrario, tendría que ir habitación por habitación a preguntar.
Y no, definitivamente no haría eso.
Minutos después, logró dar con una billetera y, al abrirla, encontró una identificación y vio el nombre de la dueña, Park Jimin, junto a una foto algo borrosa. Era una chica.
Con rapidez ⎯ y algo de vergüenza ⎯ guardó todo, ¿qué hubiera pasado si llegaba al último cierre y veía su ropa interior? Park Jimin no estaría para nada contenta.
⎯ ¿Qué estás haciendo?
La voz femenina lo hizo sobresaltarse. Al encararla, reconoció su rostro.
Era Jimin y estaba lejos de lucir feliz. La entendía, él también estaría enojado si encontrara a alguien revisando sus cosas.
⎯ L-Lo siento, solo... la encontré, te juro que pensaba devolverla, pero no sabía a quién le pertenecía y-
⎯ Y decidiste fisgonear ⎯ le interrumpió, mirándolo con evidente molestia.
Yoongi retrocedió un poco; su olor a canela estaba mareándolo, pues se había tornado algo amargo. El olor de un alfa enojado era demasiado fuerte.
⎯ Tranquilízate, no lo hice con otras intenciones, en serio planeaba regresártela ⎯ tomó el mango de la maleta y se la entregó -.
Puedes revisar si quieres...
Dispuesta a irse, dio media vuelta, ignorando a Yoongi.
Claro, el omega no pasó eso por alto.
«Joder, no lo hice a propósito.»
Harto, decidió que lo mejor sería retomar su camino, hasta que notó que llevaba algo en la mano que olvidó por completo: las llaves de la habitación de Jimin.
⎯ Al parecer tendré que- ¡ah! ⎯ el peso de una mano sobre su hombro lo asustó, provocando que voltee para ver quién era la persona tocándolo. Park Jimin, de nuevo ⎯. Eres tú, eh... olvidé darte estas.
⎯ Me di cuenta, omega.
No esperó más y le tendió las llaves.
⎯ Y-Yo... puedo llevarte a tu habitación, si quieres. Soy parte del comité de bienvenida y lo de tu maleta no fue un buen inicio, ¿te parece bien?
La alfa lo observó por unos segundos, para luego asentir y caminar a su lado.
Jimin no pudo evitar notar que Yoongi caminaba increíblemente lento y que su rostro reflejaba cansancio, además, su cabello se encontraba algo mojado por el sudor.
El recorrido fue silencioso y algo incómodo si le preguntaban a Yoongi. No podían culparlo, él estaba acostumbrado a charlar con sus amigos o bromear, peor aún, la cara de la rubia no ayudaba.
Su rostro inexpresivo, sus ojos rasgados y pequeños, de un color café que le daba profundidad a su mirada, su cabello rubio atado en una coleta con algunos mechones en su frente y su fuerte olor a canela, hacían de ella una alfa algo intimidante a la vista del omega.
Al llegar, Yoongi le indicó dónde estaban los salones, baños y campos deportivos, así sería más fácil para Jimin ubicarse cuando se movilizara sola.
⎯ Bueno, eso es lo que tienes que saber, si me necesitas-
⎯ Estaré bien.
La puerta se cerró y eso fue todo.
⎯ Me llamo Yoongi ⎯ susurró para sí mismo.
No entendía cuál era su problema, ya se había disculpado, pero si la alfa seguía enojada, él ya no podía hacer más.
Al final, llegó a su adorada habitación y, apenas su agotado cuerpo tocó la cama, por fin, se quedó dormido.
Y era recomendable que descansara.
Yoongi no lo sabía, pero le esperaban días agitados.
uff, hacer esta historia ha estado rondando por mi cabeza desde hace mucho y, por fin, aquí estamos. será muy sencilla, así que no habrá drama, nada de eso.
voy a aprovechar para aclarar un pequeño detalle: este fanfic omegaverse tendrá a jimin como una alfa, esto no cambia que sea jimsu (yoongi seguirá siendo pasivo).
y... sí, eso sería todo.
gracias por llegar hasta aquí y espero que les guste ♡
no corregido.
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