Luego del beso, toqué mis labios suavemente y miré a sus ojos de nuevo, me sentía en una extraña calma, mientras Yoongi me observaba como si no pudiera creer del todo lo que había pasado.

—¿No tienes vergüenza, verdad? —me preguntó y yo solo asentí, porque realmente no tenía vergüenza de lo que pasó —. Es verdad que somos compañeros ahora, pero no lo hagas más.

—¿Por qué?

—Porque estoy de luto, aun lloro por Pharita y por mi hijo no nato —dijo repentinamente serio.

—Pero ya pasaron tres años —le dije lo obvio y él respiró profundamente —.  ¿Llorarás para toda la vida? Eso no los traerá de vuelta.

Era lo más obvio, por más que lloraras por algo, esa cosa que te falta o se fue, no regresara nunca, tal vez Yoongi no lo entendía, pero yo se lo haría saber.

—No tienes misericordia —suspiró y volteo a verme de nuevo, era como si nuestros ojos no pudieran apartarse, necesitábamos vernos siempre —. Mi corazón duele mucho por su muerte y duele aún más cuando dices las cosas más obvias.

—Pero ya pasaron tres años —repetí —.  Además, eres el Alfa rey de la manada.

—¿Así que lo sabes? —preguntó.

—Claro, me lo han repetido muchas veces.

—Entonces, ¿Por qué no me respetas y me llamas por mi nombre?

—Porque para mi solo eres una persona más en el mundo, Alfa rey o no, te trataría de la misma forma. Además, me encanta llamarte Copito.

Él se veía escéptico ante lo dicho por mi, pero era la verdad, no trataría a nadie de forma especial aunque me flajelaran.

—Sí no fueras mi nuevo compañero, esas faltas de respeto requerirían unos buenos azotes.

—Sí, bueno —dije alargando la "e" y la o al final de la palabra y él hizo una cara de sorpresa que me sacó una carcajada —. Tengo hambre, regresemos.

Yoongi era muy gracioso cuando quería y eso de alguna forma me gustaba mucho, las personas normales no solían tener la magia de la que él estaba rodeado; ademas, me encantaba el rojo que adornaba sus mejillas cuando lo molestaba.

Su aroma había estado desplegandose a mi alrededor desde que salimos de la casa, gracias a eso, pude estar lúcido todo este tiempo, creo que él podia notar cuando mecesitaba un poco de apoyo y eso me gustaba muchisimo más.

Aunque estuviera en su forma de lobo, siempre caminaba a mi lado y debo decir que me gustaba cuando caminaba a mi lado en su forma humana también, porque su gran altura contrastaba con la mía más pequeña y su increible calor corporal, era tan bueno que me hacía querer estar lo mas cerca posible de él.

—Pequeña alimaña —murmuró para si mismo, pero pude escucharlo perfectamente.

Yoongi tenía un efecto especial sobre mi y no sabía a que se debía, pero, gracias a mi lobo, podía sentir que algo como esto, no podría sentirlo con nadie mas en el mundo. En pocas palabras, él era especial de alguna u otra forma para mí, así que me acerqué y me abracé a su brazo.

—¿Que dices, Copito? —pregunté —. Te gusta caminar conmigo, tanto como a mi.

Él me apartó de su brazo, pero siguio cerca de mi, tan cerca que podía percibir su calor como una brasa chispeante, que pronto generaria una enorme llama.

—Pequeña alimaña, tu hermana fue mi esposa y compañera y aun así quieres coquetear conmigo —me dijo con un tono de regaño en su seria voz —. ¿En que te convierte eso, ah?

—En un buen compañero.

Despues, segui mi camino a casa y pude sentir su mirada sobre mi, su caliente cuerpo, grande y varonil de aroma espectacular me seguía de cerca y no había forma de que eso no me hiciera sentir descaradamente feliz de ser compañero de alguien como Min Yoongi, aunque era consciente de que el tiempo había pasado tan rápido que sentir algo como esto en tan solo un mes, no era normal.

¿Normal, eh?

Me sentía muy hipocrita pensando que no era normal sentirme atraído a una persona en tan poco tiempo, cuando esa era mi palabra menos favorita, pero, ni modo, cualquier persona normal pensaría lo mismo que yo en este momento.

Y así, fueron pasando los días, podía notarlo ahora, me refiero al pasar del tiempo cuando antes me sumergía mucho en mi mundo mental y no tenía ni idea de lo que pasaba a mi alrededor.

Cuando doy vuelta a una página nueva de mi libro, me doy cuenta que vivir como lo he hecho hasta ahora es demasiado triste y reconsidero las razones del porque no le gustaba a mi madre, aunque pensaba que un poco de paciencia estaría bien, no podía evitar pensar que a veces ella tenía razón en su enojo hacia mi.

Y entonces, lo que era inevitable para mí, pasó frente a todos sin que nadie pudiera hacer nada.

—Tu madre vendrá de visita.

Tras el anuncio hecho por la seria y fría voz de Yoongi, sentí un enorme pesar, lo que quería decir que no estaba para nada feliz con esta revelación.

—Oh —fue lo que salió de mí como respuesta.

—¿Solo dirás eso? —cuestionó y no sabía que responderle exactamente.

—La verdad —comencé a decir, y él solo suspiró como si estuviera cansado de mi, eso me hizo sentir triste, pero no al nivel de llorar —... No estoy feliz de volver a verla, ni mucho menos.

Podía ver que mi respuesta no le había gustado, pero era mi verdad, no había otra.

Yoongi no me había dejado ver a Copito muy seguido, después del beso y eso me hacía sentir mucho más triste de lo que me sentía, ansiaba ver a su lobo, ya que era el único en esta enorme casa que me hacía sentir  cálida, a pesar de que todos me trataban con amabilidad, una que ni siquiera en mi casa tenía.

—Pero es tu madre, ¿No deberías sentirte feliz?

Al escuchar eso de él y ver como me señalaba acusatoriamente, algo dentro de mí vibró con muchas ganas de salir, era como... no sabía como describirlo, pero no me gustaba.

Mis manos estaban hechas puños, sin que yo me diera cuenta realmente y mi corazón latía desenfrenado contra mi pecho, mi respiración subía y bajaba con rapidez extrema y mis mejillas estaban muy calientes.

No sabía que era, pero me puse de pie de mi lugar frente al tocador de mi habitación y por primera vez después de días de estar aguantando sus frías palabras, camine hacia él y fui acercándome como un lobo a su presa, sigilosamente, hasta arrinconarlo contra la cama, a la cual él había caído de espaldas de forma que quedó acostado, conmigo sentado a la altura de su pelvis.

—Eres un estúpido —le dije y él me volteo a ver como si no pudiera creer o darle suficiente crédito a lo que escuchaba y veía —. Un idiota de lo peor, no puedo sentir nada por mi madre, porque ella simplemente no siente nada por mi, así que no digas cosas malas de mi por eso, porque no sabes nada de mi situación familiar.

Yoongi me observaba directo a los ojos y yo a él, podía sentir como claramente el azul del cielo se fundía en el verde de la naturaleza de mis ojos y como era algo inevitable para él, apartar su mirada de la mía.

—¿Qué estás diciendo? —tartamudeo su pregunta y ¡Wow! Se veía tan guapo debajo de mi con ese rostro apuesto tan rojo y su respiración tan agitada como la mía. Sabía que estaba tratando de resistirse a lo que sea que estaba pasando entre los dos, pero no podía creer lo testarudo que era.

—Oye, eres el Alfa rey de esta manada y ya pasaron 3 años y medio desde la muerte de mi hermana —dije y su mirada cambió a una triste —. La extrañas y realmente deseabas conocer a tu hijo, pero, ellos ya no están y no hay posibilidad de revivir a los muertos.

—¡Amé demasiado a tu hermana, permanecimos muchos años juntos y ahora vienes y me dices que la olvide como si fuera fácil hacerlo! —exclamó con lagrimas bajando de sus ojos —. Tu no sabes lo que es el amor y la misericordia.

Con sus palabras y fría mirada puestas en mi, no podía quedarme callada.

—¡Es porque seguramente te amo que digo estas cosas, porque quiero que me des la oportunidad de ser tu compañero, que no veas en mi al hermano de tu difunta esposa! —sin darme cuenta, estaba gritando y él para ese momento tenía los ojos muy abiertos como si no pudiera creer lo que escuchaba —. El tiempo pasa muy diferente para nosotros dos, pero ten por seguro esto, nunca estaría en un lugar donde no me gusta, nunca me daría por vencido solo porque aun no puedes avanzar, y no te pido que olvides a mi hermana, incluso yo no puedo olvidarla, lo único que te pido es que dejes de ponerme trabas en el camino y me des una oportunidad.

Después de eso, puse mis manos en su rostro y me acerqué a él tan pronto como me fue posible, mientras estaba en shock  por mi confesión y lo besé nuevamente.

Sus labios estaban directos, sin moverse ni nada, pero aún podía sentir su suavidad y el hechizante aroma que tenía salió disparado de un momento a otro en mi dirección y ¡Diablos! Nunca había sentido la necesidad de estar tan cerca de alguien como lo hacía con él.

—Espera —tartamudeo, cuando mi nariz se paseaba directo en su glándula de olor.

Mis labios besaban esporadicamente su blanco cuello y mis ojos se deleitaron al ver su piel de gallina con mis caricias, de repente, no me sentía como el yo habitual y un dulce aroma comenzó a emerger de mi glándula de olor.

—He esperado medio año y mucho más —le dije, comenzando a balancear mis caderas sobre su pelvis —. Ayúdame, Alfa.

Mi cuerpo estaba sobrecalentado, nunca había tenido esta reacción sobre nadie, no sabía que estaba mal conmigo, pero se sentía muy bien frotar mi parte sensible sobre Yoongi, aunque tuvieramos montones de ropa sobre nuestros cuerpos.

—Quédate quieto —mi cuerpo respondió de inmediato a su ronca voz y me quedé tan quieto sobre mi posición, solo para descubrir que Yoongi estaba debajo de mi con su camisa desabrochada, su pecho subía y bajaba tan rápido como su respiración y su piel... su piel blanca era tan hermosa —. Es tu lobo, al parecer se acerca tu celo.

¿Celo?

Nunca había tenido uno y ni siquiera podía transformarme a mi forma animal aunque quisiera.

—No sé nada sobre un celo —dije tocando su pecho suavemente —. Solo se que eres hermoso, Yoongi.

No me importaba nada en este momento, más que solo su compañía y aquella sensación de querer más contacto físico con este hermoso hombre, que podía decir ahora... era mi compañero.

NOTA.

Si les está gustando la historia, me ayudaría mucho saber su opinión en los comentarios y claro, si me ayudan compartiendo la historia, se los agradecería muchísimo.

Nos leemos 💕