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Capítulo 1: La guerra y la mente

La manada Red Moon no se comparaba con ninguna otra. Estar en el bosque más grande, le daba la suficiente grandeza a su territorio, como para que las otras manadas existentes en este mundo, quisieran buscar pelea o una guerra con ellos.

Era sabido por todo el mundo, que esa manada era intocable y que todos sus alfas eran fuertes guerreros entrenados desde la cuna para saber defenderse de cualquier desafío que aguardara fuera de sus fuertes territorios consagrados y saber luchar para defender a sus seres queridos de aquellas garras que quisieran desenvainarse en su contra.

Pero, ¿Por qué?

Los alfas en los altos mando de Red Moon, llamados comúnmente como ¨Alfa rey o líder¨, aprendieron de los errores de un terrible pasado que fue la más grande verguenza para todo el territorio. Hace miles de años, existió un Alfa rey cuya fuerza era extraordinaria, pero al que le encantaba muchísimo hacer fiesta sobre cualquier cosa por más insignificante que fuera y mantenía a su pueblo sumergido en constantes celebraciones.

El Alfa rey Jackson Wang era muy apreciado entre los suyos, amado y respetado apesar de lo antes mencionado, todo el mundo fuera del gran bosque Red Moon temía de las consecuencias si se enfrentaran a él en combate, pero eso no fue impedimento para que algunas manadas unieran fuerza para atacar en una de las festividades más importantes de la gran manada del bosque, bajo el nombre ¨La fuerza aliada¨.

La fuerza aliada de las manadas del exterior, estaba conformada por los grandes Alfas reyes: Key de la manada Asana de las montañas bajas del norte, Hueningkai de la manada Forte de Georgetown y Lisa, la única Alfa reina de la que se ha sabido en la historia del mundo de los lobos, ella era la gran líder de la manada Lucient de lobos negros, que habitaban fuera de los frondosos bosques de Red Moon.

Poco se sabe de Lisa la Unica Alfa reina, ya que son pocas las mujeres que pueden tener como animal interno a un lobo alfa, ni mucho menos del Alfa Jackson de quien se dice, tuvo una relación con ella cuando se firmaron los acuerdos de paz entre la ¨Fuerza aliada¨ y la manada Red Moon.

—¿Por qué la historia siempre termina ahí? —preguntó un lobezno curioso y a la vez lleno de muchas preguntas sin respuesta.

—Porque hay muchas congeturas con respecto a la guerra y ninguna o todas, tienen posibilidades de ser cierta —respondí al pequeño.

—Entonces, ¿No se sabe nada de Jackson y Lisa, ni de la guerra más allá de lo que nos has contado?

—Nada de nada, pequeños —respondí con aquella espina de curiosidad clavada en mi mente, con ansias de respuesta como aquellos cachorros —, muchos dicen que para llegar a un acuerdo, la ¨fuerza aliada¨ ejecutó al Alfa rey Jackson frente a su gente y que Lisa confabuló en su contra, pero yo creo, que eso no es correcto y no se, mis instintos dicen que ni él ni ella murieron de forma catastrofica como dicen los demás, pero, las historias que se cuentan son solo eso... historias, ya que ni siquiera hay un registro verdadero de la guerra ni de los alfas, más allá de lo que la gente decía.

—Hermano —llamó Rowoon, mi hermano menor —, ¿Traeras recuerdos cuando regreses, verdad?

—Pensé que querrías saber más de la historia y me dices que estas más interesado en los recuerdos de cuando vuelva a venir, ¿No extrañaran a su hermano, aunque él se vaya muy lejos?

—¡Te extrañaremos mucho, hermano! Pero, la historia es aburrida si no se sabe nada de ella —replicó Jisoo, la pequeña lobo relámpago que es mi dulce hermana menor, la más chica.

—¡Park Jimin! Es hora de irse.

Al escuchar la voz de mi madre, tomé mi maleta y mi bolso lo llevaban los terremotos vivientes de los cuales me sentía muy orgulloso.

Me sentía un poco triste por dejar mi casa, mi adorada familia y el lugar donde crecí, de forma tan abrupta, pero era mi deber, mejor dicho... mi trabajo.

Tal como le contaba la historia de la manada a mis terremotos preferidos, no se sabe nada realmente de Red Moon, mas que solo rumores creados a partir de los pocos que recordaban la antigua gloria de la manada de lobos blancos, era triste que todos hubieran olvidado sus raíces, pero detrás de toda historia perdida había un motivo y aunque nadie lo recordara, tenía esperanza de poder descubrir algún día lo que todo el mundo desconocía.

—¿Cómo te sientes? —preguntó mi madre.

Sinceramente, no sabía que responder.

Por un lado, estaba triste, por otro me sentía curioso por todo lo que me aguardaría en el futuro y por otro más, estaba nervioso y contento.

Era raro tener tantos sentimientos que no podía describir en su totalidad, pero supongo que ir a la mismísima manada Red Moon de los cuentos que han pasado de generación en generación en las manadas de lobos de todo el mundo, era lo que podía sentir cualquiera... mejor dicho, era lo que yo podía sentir al estarme dirigiendo a ese lugar.

Red Moon se había convertido en una manada un poco débil al pasar los años, al perderse su Alfa rey Jackson, la manada quedó bajo el poder del siguiente en la línea de sucesión, y así sucesivamente fue por años y todos ellos no hicieron más que dejar por el suelo el buen nombre de su manada, hasta llegar al actual Alfa rey Min Yoongi.

Min Yoongi, era todo lo que se esperaba en un alfa, bueno, fuerte, guapo, muy guapo, mas guapo y ¿ya mencioné que era guapo?

Aunque solo tenía de referencia los rumores, todos los omegas hombres y mujeres, decían que su aroma era fuerte, pero ninguno podía saber con certeza y darle un nombre a su olor, denotando mucha tristeza, ya que en este mundo podías saber si eras la compañera o compañero destinado de alguien por su feromona; la cosa era que, Yoongi era un hombre varonil, musculoso y de cabello negro que caía en suaves ondas hasta sus hombros y de ojos color cielo, la verdad, se escuchaba como una persona maravillosa a la que realmente quería conocer.

El Alfa rey de Red Moon que había hecho posible que una manada que estaba destinada a perderse en el fuego y convertirse en cenizas, se reestableciera y volviera a surgir como un ave fénix, aquellos misticos seres mágicos que solo podias imaginar, porque desde que el gran bosque se convirtió en algo lamentable, muchas criaturas se extinguieron y ahora solo existían en libros de texto que pasaban en las escuelas para los cachorros y la verdad, los adultos no creían en ellos, pero yo sí.

Jimin —escuché a mi madre llamar por mi nombre —, ¿Realmente te sientes bien?

—Lo estoy, perdón por no contestarte.

—No debes hacer eso cuando estes ante el Alfa rey —dijo, mirándome fijamente por el retrovisor por un breve momento.

—¿Qué cosa?

—¡Tu lo sabes!

¡Claro!

Solía entrar a mi mundo mental y despreocuparme de lo que pasaba a mi alrededor, por eso mamá no quería que viniera a Red Moon, pero era imposible enviar a mi hermana mayor, porque hace un par de días me enteré de que murió a manos de manadas enemigas que atacaron la del bosque, me tiré a llorar a mi cama y luego se me olvidó y fui a contar la historia de la manada a mis hermanos menores y con eso olvidé el dolor por un momento.

Mi hermana  Park Pharita, estaba casada con Min Yoongi, sabía sobre eso, pero la verdad habían muchas otras que me interesaban más que ir a la boda de mi difunta hermana con su ahora dolido esposo, pero crecimos juntos y no podía dejar de llorar su muerte aunque se me olvidara por periodos cortos de tiempo.

—¡Park Jimin! —escuché de nuevo a mi madre gritar mi nombre —, nunca cambiaras, no se como la gran madre omega pidió que fueras tu en lugar de un omega que fuera normal.

¡Normal!

Odiaba esa palabra, pero no había nada que pudiese hacer, siempre he sido de esta forma, cuando estaba pequeño, mis padres y mi hermana mayor me llevaron al medico de Red Moon, ahí se conocieron ella y el alfa, pero no se me permitió verlo o mejor dicho, yo no había querido verlo, alfas que no fueran alguien de la familia no eran permitidos para entablar una relación conmigo porque yo no quería y mi lobo interno tampoco.

—Lo siento —murmuré cabizbajo.

Sabia que todo el mundo odiaba esa parte de mí, pero no podía evitarlo, siempre entraba a mi mente para sobre pensar las cosas, pensándolo bien era un ¨Don¨ y a la vez una poderosa ¨Maldición¨, la cosa es que cuando me llevaron al médico, este les dijo de que era algo de mi mente, no lo recuerdo muy bien, pero aparte de eso, no había cura para un lobo afectado mentalmente y un lobo así, no era mas que una carga pesada para la familia.

Era una carga, mas para mi madre que para mi padre quien sí tenía mucha paciencia conmigo y mis hermanos menores me amaban, el problema era ella y nunca sabia como abordarla sin que se ofendiera o enfadara o hiciera ambas cosas conmigo, ya que era su hijo mayor ahora, supongo que esperaba grandes cosas de mí y que me comportara de esta forma no era más que una decepción para ella.

—Solo, no hagas esto con el Alfa o te echará de su casa, ¿Entiendes?

Podía identificar su amenaza gracias a mi loba, pero como persona no era capaz de interpretarla como debería de ser.

—Lo entiendo —dije solamente para que dejara de hablarme de ese modo tan feo.

Unas horas mas tarde, llegamos a nuestro destino.


NOTA.

¿Les llama la atención? si lo hace, haganmelo saber, así podré actualizar. 


Será de actualización lenta, y aclarar que es un experiemento con este tipo de narración.

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