11 de Marzo, por mal camino

Atravieso las puertas del curso después de la directora, encontrando todos los asientos del salón ocupados por estudiantes uniformados y a un hombre con anteojos en su rostro, de pie frente a ellos, el cual por lo visto es el maestro.

Todos los estudiantes se ponen de pie, me imagino que es gracias a la presencia de la directora. Los observo con atención a cada uno, son puros niñatos ricos, se les nota por los relojes que algunos tienen en sus muñecas y el iPad que sostiene la mayoría en sus manos.

Cada uno tiene su mirada sobre mí, pero mi atención se la lleva una chica pelirroja, ella me mira con más intensidad y me recorre con sus ojos el cuerpo completo.

Se le nota que es la típica chica popular de la escuela, por la forma en que trae su pelo lacio, uñas largas pintadas y su maquillaje bastante exagerado. A diferencia de todos no tiene puesto el uniforme normal sino unos de esos que utilizan las animadoras en los equipos de fútbol.

Intento hacer contacto con su mirada para leer sus pensamientos, pero justo cuando estoy por hacerlo aparta su mirada de mí y la veo mirar hacia el suelo.

Qué extraño.

—En el día de hoy tenemos una nueva integrante. —habla la directora obteniendo toda la atención de los presentes—. Ella es Alisson, espero que les den una calidad bienvenida.

—Disculpe directora.

Comenta una de las estudiantes, está se encuentra justo al lado de la pelirroja con uniforme de porrista y al igual que ella viste el mismo uniforme, es rubia y su pelo lo tiene recogido en una cola. En sus manos sostiene el iPad y tiene su mirada sobre la pantalla.

—En el apartado número trescientos seis de las reglas de este instinto. —agrega mientras lee la pantalla del iPad y tiene la atención de todos los presentes—. No sé permiten ingresos de estudiantes a mitad de año.

¿A esta estúpida que le pasa?

Yo estoy aquí por obligación no por gusto.

—Señorita, Lupe Davies. —responde la directora—. Agradezco su observación, pero este es un caso especial. La joven Alisson sufrió un trágico accidente, el cual le provocó un coma de meses y por eso no pudo integrarse a tiempo.

Todos los presentes reaccionan impresionados, haciendo gestos con su rostro de sorpresa.

Perfecto, ahora todos saben esa mentira que inventaron mis padres.

¡Qué impotencia siento! No sufrí ningún accidente y nunca estuve en coma, solo tuvimos que huir de Francia porque todo se volvió un caos gracias a que nuestro secreto salió a la luz.

La chica no responde a lo que la directora le acaba de decir.

—¿Alguien tiene otra queja? —pregunta, pero nadie se motiva en responder—. Entonces, me retiro.

Veo a la señora pasar por mi lado y salir del salón, mientras que los estudiantes que se mantenían de pie se vuelven a sentar en sus asientos.

—Alisson. —habla el hombre de anteojos por primera vez—. Soy Marcos, el maestro de historias. Necesito que te presentes ante los demás.

Observo a todos los estudiantes y se mantienen con su mirada sobre mí, a la espera de una respuesta.

—Vamos Alisson. —continúa el maestro, logrando que lo mire. Las fracciones de su rostro son atractivas y es joven. Solo que parece un nerd con esos anteojos ridículos—. Es fácil, nombre, edad, qué te gusta y cuáles son tus planes futuros.

Esto es aburrido.

—Mi nombre es Alisson Zakrem. —regreso la mirada sobre los demás—. Tengo diecisiete años, no me gusta absolutamente nada y no creo en el futuro, por eso, no hago planes.

Nadie responde nada.

—¿Ya puedo tomar asiento? —le pregunto al profesor a la vez que llevo la mirada sobre él.

—Sí. —responde en un tono de voz cortante—. Bienvenida Alisson.

—¡Puedes sentarte conmigo! —una chica grita desde su asiento obteniendo mi atención.

Está sola y se encuentra justo detrás del asiento de la pelirroja exagerada y la rubia que hizo su comentario estúpido hace minutos.

Sí, no tengo de otra.

Comienzo a caminar en su dirección, pero veo que en el último asiento de la fila se encuentra un chico solo. Su piel es blanca y su pelo en rizos es castaño. Sus ojos son grises y los tiene fijos sobre mí, nuestras miradas se conectan y el descarado me fulmina con la mirada, leo sus pensamientos…

Nada.

Intento leer sus pensamientos otra vez y…

Absolutamente nada.

¿De verdad no está pensando en nada?

—Soy Sofía. —esa voz me hace apartar la conexión de la mirada del chico. Es la chica que me invitó a sentarme con ella—. Es un placer Alisson.

Tiene una sonrisa en su rostro y no voy a negar que es muy linda, su pelo es rizado y corto, en pocas palabras tiene un pequeño afro.

No le respondo, solo aparto la mochila de mi espalda y tomo asiento a su lado.

—Para la próxima esa mochila la dejas en tu casillero. —me habla la rubia molesta, Lupe, quién hasta el momento me doy cuenta de que se ha girado desde su asiento para molestarme.

—No le hagas caso. —comenta la chica que se encuentra a su lado, la pelirroja extravagante—. Mi nombre es Ginny Williams, la capitana del equipo de porristas, campeona en natación y la mejor en la danza. Estoy segura de que seremos grandes amigas.

Me guiña su ojo derecho al terminar su patética presentación.

—Nosotras haremos que te sientas a gusto en esta escuela. —continúa—. Hoy tenemos el campeonato del equipo de fútbol, cuando termine está clase te llevaremos para que veas el partido.

—Vamos a continuar dónde estábamos. —habla el profesor atrayendo la atención de todos.

En definitiva, odio esta escuela...

Después de que la clase del profesor Marcos terminó, las cuales fueron bastante aburridas y es sobre un tema que ya sé de memoria. Estoy cansada de lo mismo y de lo mismo en todas las escuelas, no voy a pasar toda la eternidad en esta mierda de vida. Salí del salón a escondidas de Ginny, Sofía y Lupe, quienes querían llevarme a un estúpido juego de fútbol.

Las tres me parecen niñas estúpidas, no puedo creer que tendré que aguantarme ese trío todo el resto del año.

Desde hace un aproximado de una hora me encuentro en el baño de chicas, encerrada en uno de los vestíbulos con mi trasero sobre el escudado, no estoy haciendo y tampoco tengo deseos de hacer nada, solo estoy aquí porque no tolero a nadie en esta escuela.

Aquí me quedaré hasta que llegue la hora de marcharme a casa.

De pronto, comienzo a escuchar ruido a lo lejos, es como si estuviera del otro lado de la pared. Escucho varias personas hablando al mismo tiempo y hasta el sonido del grifo del agua, es como si se estuvieran duchando en grupo.

Me levanto de dónde estoy y salgo del baño siguiendo el sonido molesto que se encuentra del otro lado. Avanzo y me detengo ante una puerta, la cual dice en la parte de arriba en letras grandes, Chicos.

Es el baño de los chicos ¿Por qué hacen tanto ruido?

Los vampiros tenemos oídos sensibles, nos molesta el ruido. Sin analizar las cosas, tomo el pomo de la puerta abriéndola y entrando sin pedir permiso.

Pero... ¡¿Qué es esto?!

Mis ojos reparan el lugar y puedo ver a chicos a punto de terminar de quitarse la ropa, otros envueltos en toallas y algunos están totalmente desnudos, agradezco que estén de espaldas hacia mí, no me apetece verles el pito. Desde que entré el lugar quedó en total silencio, como si fuese un desierto

Todos estos chicos son muy atractivos y sexy, pero toda mi atención se la lleva él, provocando que mis ojos se abran de más por la impresión de encontrarlo acá y más de la manera en que está. Su mirada cae sobre mí y puedo ver cómo sus ojos me recorren de arriba a abajo y viceversa.

Me concentro en su rostro, nariz perfilada y mandíbula cuadrada perfecta, sus labios son gruesos, carnosos, voluminosos y con sus comisuras marcadas, su color rosado lo hacen ver tan sensuales.

Desplazó la vista con lentitud más abajo, apreciando su piel blanca, sus hombros, brazos y pecho fuertes, hasta llegar a su abdomen marcado, con cuadros perfectos como si fuese una escultura de una galería de arte.

Avanzo la vista y noto como mi respiración se encuentra agitada, mientras mi boca se siente sedienta, tanto al punto de tener que pasar mi lengua por mis labios al mismo tiempo que fijo mis ojos en su ombligo, el cual es sexy y luce perfecto en su cuerpo.

Sigo bajando la mirada y…

Solo trae una toalla envuelta en la parte baja de su cintura. Un dibujo en tinta negra se aprecia en el lado delantero de su costado derecho, pero no logro diferenciar de que se trata, gracias a que la puta toalla cubre su mayor parte.

Detengo mis ojos justo allí, sí, ahí debajo en el lugar prohibido y siento una sensación de desesperación por saber que se encuentra detrás de esa toalla.

—¿Quién eres tú?

Esa voz, esa voz gruesa, ronca y masculina, me obliga a apartar la mirada de su parte baja y devolverla a su rostro, obteniendo que mis ojos se conecten con los suyos.

Azul, ese es el color de su preciada mirada intensa y por un instante siento que nunca me había encontrado con una mirada tan seductora.

Mi respiración está descontrolada, nunca en todos mis años de vida había sentido una sensación como la que estoy sintiendo ahora, es extraño y cada segundo que pasa mi boca se reseca más.

Él no aparta su mirada de la mía, al contrario, me fulmina con sus ojos cautivadores y me acorrala a tener que leer sus pensamientos…

—¿Y esta chica tan hermosa de dónde salió?

¿Cómo me acaba de llamar?

Sigo leyendo…

—Nunca la había visto, en definitiva es nueva, es rara y es bella.

No lo entiendo ¿En serio está pensando en mí?

—¿Quién es ella? ¿Cuál es el nombre de esta chica tan linda? Quiero y necesito saber quién es.

Yo… No…

¿Soy tan hermosa como él piensa?

—¡Señorita Zakrem!

Esa voz molesta nos hace romper la conexión de nuestras miradas y me toca girar para encontrarme con el rostro de la señora directora.

—¡¿Qué haces en los baños de los chicos?! —está exaltada.

Escucho los comentarios desagradables de algunos chicos a mis espaldas, están hablando en un tono muy bajo, pero yo logro escucharlos a la perfección.

—¡Esta mañana estabas a punto de escaparte de la escuela y ahora esto! —con su brazo derecho señala hacia la puerta de salida—. ¡A la dirección! ¡Ahora!

No me queda de otra que obedecer a sus gritos, empiezo a caminar hacia donde la señora me indica y termino saliendo de este lugar con la directora siguiendo mis pasos, mientras mi cabeza está vuelta un lio con lo que acaba de pasar.

¿En serio ese chico piensa todo eso de mí?

Y no entiendo por qué me siento tan sedienta.

Nota de la autora

Hola mis amados lectores

¿Les está gustando la trama?

Esta historia la tenía publicada, pero la he bajado para publicarla de nuevo con una mejor edición, entonces si has leído la versión anterior espero que sea de tu agrado está nueva versión de la historia.

Deja tus comentarios sobre qué te parece la historia, Alisson en una nueva ciudad.

DCLEBRON