I. Dos chicos, un impostor
"Estudios científicos realizados por la NASA abordan la posibilidad de que el contacto entre aliens y humanos esté más cerca que nunca".
"Una especie de triángulo volador es presenciado por un grupo de adolescentes en Anyang-si, la noticia fue reportada con prisa a las autoridades aunque fue descaratado. Todo parece indicar que los jóvenes estaban bajo la influencia de sustancias tóxicas."
"Hombre de cincuenta años, recientemente fue atacado a las afueras de su granja, varias ramificaciones violáceas se expandían por ambos brazos y el lateral del cuello; sin duda una escena digna del cine de terror, pero lo más alarmante fue la descomunal ausencia de sangre en el cuerpo cuando no había ninguna herida visible. ¿Atacado por osos? ¿Alguien cobrando cuentas pendientes?... El rumor que los extraterrestres hayan tenido algo que ver se ha expandido por todo el mundo".
"La publicación de la supuesta conversación con un exempleado de la base militar surcoreana, Zona 04, se atribuye a los ciberactivistas que forman al grupo de hackers: Anonymous. El vídeo fue subido a la cuenta oficial en Twitter de dicho grupo, este dura menos de un minuto, pero el sinfín de reproducciones y las constantes teorías han puesto al gobernador, Kim Namjoon, en la mira de todos los medios".
"Charles Jones, científico profesional de los Estados Unidos, culpa al gobierno surcoreano de esconder información acerca de los extraterrestres; alegando además que Corea del Sur pretende dominar la humanidad con un ejército de...
-¡¿De qué, un ejército de qué?! -Jimin gruñó-. ¡Mi celular se congeló de la nada!
-Ponlo en arroz -replicó Wooshik con evidente diversión. Iba caminando a su lado, por lo que la mirada asesina que le brindó no pasó desapercibida.
-Cierra la boca, Choi -irritado, dio leves toques a la pantalla hasta que esta de pronto se puso negra-. ¡No, no, no! ¡Se murió, mi celular se murió!
-Hazle RCP, quizás revive.
El bajito soltó un gruñido y se replanteó si lanzarle el teléfono era buena idea, pero con la cabezota dura que tenía su amigo, seguramente el aparato se rompería y así no serviría para nada más.
-Woo Shik, ¡pero no te quedes mirando y haz algo!
-A ver, acércalo -cuando Jimin lo hizo, el contario lo agarró y empezó a soplarlo bajo la confundida mirada del pelinaranja-. Listo, ya está.
-¿Por qué hiciste eso? Tú... -las carcajadas llenas de burla lo interrumpieron, abrió los labios con perplejidad. Había caído en su jueguito estúpido-. Maldito seas, Woo Shik, no juegues de esa manera. Sabes lo importante que es mi celular; ¡vivo gracias al contenido que grabo y subo con él!
-¿Por qué gritas? Solo le di un soplo de vida... ¡Oye, fue una pequeña broma, no te enojes!
Pero Jimin ya se estaba alejando mientras le sacaba el dedo medio. Mortificado con lo que Woo Shik le estaba gritando desde la corta lejanía, se acercó a su otro amigo, quien tenía la cara metida en el plano extendido entre sus manos.
Aquel no era cualquier plano, Jimin lo aseguraba, ya que tuvo que entretener a su tío con una aburrida charla sobre cómo le iba en la universidad mientras Woo Shik entraba a su oficina para "tomar prestado" dicho objeto. Era un alivio que su tío trabajara directamente con el gobierno; ya contaban con lo principal: el plano que les mostraba los pasadizos e instalaciones del lugar al que se dirigían.
-TaeTae, tenemos que volver.
-¿Qué dices? -vislumbró el rostro ofuscado de Taehyung cuando este lo miró-. ChimChim ya no podemos retornar de este punto. Mira, según la brújula, nos encontramos a menos de un kilómetro de llegar a la parte trasera de la base militar, ¡estamos muy cerca de revelar si los secretos y chismes que escuchabas en tu celular son ciertos! -en la voz del castaño fue muy evidente la emoción que esa aventura le generaba.
-Lo sé, pero yo...
-¿Es que a ti no te causa curiosidad, ChimChim?
-Los alienígenas no son mi hobby preferido -declaró un poco abatido-. Sinceramente, me asusta lo que nos sucedería después- su tono de voz delató la preocupación que lo albergaba-. TaeTae, entraremos a terreno militar, ¡son tierras prohibidas y custodiadas por nada más que tecnología de última generación! Mi tío y el gobierno, ellos...
-No nos pasará absolutamente nada -le aseguró-. Luego podríamos volvernos famosos incluso, y eso conllevaría a que ganemos mucho dinero -los ojos del pelinaranja brillaron curiosos ante la mención-; el que podemos emplear para la operación de tu hermanita.
-¿De verdad salvaríamos a Haerin? -la esperanza surgió en su corazón lastimado al ver a Taehyung asentir con convencimiento-. ¿Y el gobierno ¿Qué haremos si nos arrestan, si nunca la vuelvo a ver?
-Entonces se las verán conmigo y con mis músculos -le dijo Woo Shik, enseñando su bícep y alardeando del duro músculo en él.
Ambos chicos se giraron, pero fue Jimin quien habló de los dos.
-¿Estabas oyendo a escondidas?
-No hablas muy bajo que digamos, pero sí, oí la parte donde confiesas que eres como un niñito asustadizo.
-Tsk, ¡ya cállate! -abochornado, empezó a avanzar lejos del chico.
-¿Temerle a los alienígenas? ¿Es en serio, Jiminnie? -preguntó a medida que reía-. Todos saben que son inofensivos, verdes y con cabeza en forma de aguacate. Inluso los niños conocen esa información, es básica. ¿Es que no tuviste infancia? -el aludido volvió a sacarle el dedo corazón en respuesta-. Vaya, qué maduro de tu parte, Park Jimin. Ah, a veces me cuestiono cómo es que soy tu amigo.
-Chicos, dejen de discutir -se interpuso el castaño-. Debemos estar unidos, sin discordias entre nosotros.
-¡Él empezó, TaeTae, yo no fui!
-Infantil...
-¡Paren de una vez! -demandó con un tono tan severo que sus amigos bajaron la cabeza apenados-. ChimChim, eso no es lo que nos incumbe en esta situación -acortó el espacio y lo observó con seriedad-. Dime, ¿continuarás con nosotros o prefieres dejar pasar esta grandiosa oportunidad donde te beneficiarás y podrás salvar a Haerin?
-Sí, Jiminnie, piénsalo -Woo Shik se les unió, apartando el tono bromista y sarcástico-; los mejores doctores extirparían su tumor y con una buena medicación y tratamientos acabarían con el dolor que ha arrastrado por todos estos años. Ella no padecería jamás, sería feliz.
-Feliz -repitió Jimin con incertidumbre-. Yo... deseo que mi Haerin sea feliz, por favor.
-Entonces... ¿es un sí? -averiguó Taehyung-. ¿Nos acompañarás?
Hubo un corto instante de silencio, pero Jimin lo rompió con una armoniosa risa.
-¡Claro que sí! ¡Siempre unidos los tres!
Jimin decidió creer en las promesas que ofrecían porque ansiaba esa felicidad pura para la pequeña Haerin. Y se la otorgaría, como el buen hermano mayor que era, también le daría la educación que tuvo que interrumpir por folletos relacionados con la patología, los cuartos de hospital serían sustituidos por parques de atracciones, los medicamentos y píldoras para el dolor serían lluvia de golosinas y dulces. Tendría amigos y diversión, ella crecería y se enamoraría, tendría una vida, sí... y ese maldito tumor cerebral no volvería a arrebatarle su hermosa sonrisa, tampoco rompería las ilusiones de su familia de nuevo.
Felicidad.
-Bien, tenemos que apurarnos si queremos llegar antes de la medianoche.
Sus amigos asintieron, copiando al instante el ritmo acelerado de sus pasos por el camino polvoriento. A primera vista aquello no parecía más que un lugar desolado y desértico, ni rastro de personas, animales o vegetación. Es decir, un sitio alejado de la ciudad y del ojo público pero, ¿a qué se debía ese apartamiento? Taehyung había intentado buscar en internet, aunque prácticamente, fue una pérdida de tiempo, dado que la información era escasa e irrelevante.
Un campo de entrenamiento secreto de la Fuerza Aérea. Zona 04, un nombre acorde al hermetismo que lo rodeaba. Los comentarios y las especulaciones por parte de los surcoreanos no demoraron, comentarios rayando desde lo más absurdo hasta lo más ingenioso:
"Los alienígenas se están alimentando de los humanos, ¡es real!"
"Los extraterrestres caminan entre nosotros, ellos copian nuestra apariencia, ¡son clones!"
"Es parte de la obra divina del Señor, los aliens no son más que ángeles velando por los pecados que cometemos"
"Satanás está detrás de esta diligencia, él los envió del infierno para avivar el terror en la Tierra"
Eran muy elocuentes, llegando a lo persuasivo. Varias campañas de fanáticos fueron inauguradas; en Corea del Sur u otro país ya era normal encontrarte con pancartas aprobando la aparente existencia de estos seres en medio de las calles, como mismo te podías topar con alguna manifestación, ya que no se hizo esperar las campañas acusatorias de los que estaban en contra de tal procacidad, alegando que era el gobierno manipulando a los habitantes mediante farsas y gestiones utópicas.
Y este caos solo logró intensificar aún más la curiosidad de Kim Taehyung, al punto que viajó desde su natal Daegu hasta una región casi invisible de Jeollanam-do, únicamente para investigar lo que se había propuesto 17 años antes.
El polvo les dificultaba el paso y les secaba la garganta, a pesar de la sed que sentían y el descanso que sus cuerpos necesitaban, no dejaron de caminar. Sin embargo, el esfuerzo tuvo su recompensa cuando el halo de luz proveniente desde la base ya se lograba vislumbrar en el terreno adyacente a la colina.
-A partir de aquí, según el plano, hay algunos sistemas de trampas implantados -les avisó el castaño, sin dejar de evaluar las coordenadas-. ¿Trajeron lo que les pedí que compraran?
-Sí, aquí tenemos las pelotas -Woo Shik abrió la mochila que el pelinaranja traía en su espalda, mostrándole la variedad de pelotas todavía empacadas en su red.
-Muy bien -aprobó-, ahora las tiraremos colina abajo. Recuerden, tiene que ser en distintas direcciones, queremos llamar la atención de las cámaras y los guardias de seguridad.
Asistieron, conformes con su mandato. Rápidamente, se pusieron manos a la obra. Jimin fue el encargado de romper la malla y Woo Shik repartió las pelotas; eran cuatro para cada uno, haciendo un total de doce, lo que conllevaba a doce oportunidades. Los tres se posicionaron conforme a la dirección que las lanzarían y comenzaron a tirarlas una a una, esperando la reacción de aquella avanzada tecnología a la que se enfrentaban.
Al cabo de poco, vieron cómo distintas porciones de la tierra se abrían y las pelotas desaparecían en las recién abiertas incisiones, los espacios eran perfectos para que el cuerpo de un adulto cupiera en él. Luego volvieron a cerrarse en lo que pestañearon y ni rastro quedó.
-¿Qué fue eso? -interpeló Taehyung con los ojos bien abiertos.
-Parece que hay lozas con sensor de movimiento debajo de la tierra -comentó Woo Shik, igual de sorprendido que los otros dos presentes.
-Pensé que eso solo ocurría en las películas de ficción -murmuró Jimin.
-¿Cómo diablos vamos a pasar sin ser tragados por esos malditos hoyos?
Taehyung no tenía un plan para eso. Demonios, ¿a qué rayos se enfrentaban?
-Creo que hay un patrón -destacó Jimin-. No sé, no estoy completamente seguro, pero noté que las lozas de la izquierda no abrieron cuando las del centro y la derecha lo hicieron, y así mismo sucedió cuando el turno de las otras llegó.
-¿Qué sugieres que hagamos? -consultó Woo Shik, su semblante serio-. ¿Rodamos como las pelotas y somos teletransportados a sabe Dios dónde?
-¿Y si rodeamos el perímetro de la base?
-¿Bordeando la cerca? ¡Ni loco! -replicó, negando repetidamente-. Quizás tiene electricidad, polvo de hadas esparcida o qué sé yo, ¡¿es que no viste lo que acaba de pasar?!
-Por lo menos es una posibilidad, ¿qué quieres, que nos quedemos estáticos sin hacer nada hasta que nos encuentren?
-Oigan -llamó Taehyung-, eso no será necesario.
-¿Cómo? -Jimin lo miró, pero no necesitó una respuesta.
La luz blanca de un reflector chocó contra sus cuerpos, era demasiado intensa, casi cegadora. De inmediato los tres reaccionaron y se agacharon, yaciendo tendidos contra el polvo; el que se encontraran todavía en la colina les permitió ocultarse. El reflector se movió con lentitud por toda el área, registrándola. A lo lejos oyeron voces, también los ladridos de algunos perros.
-¡Desactiven las trampas corredizas! -gritaron-. ¡Busquen, no debe estar muy lejos!
-¡TaeTae, nos descubrieron! -exclamó el pelinaranja con desespero y pánico-. Ya no veré más a mis padres ni a Haerin, ya no...
-Cálmate ChimChim, parece que no saben que somos tres, así que tenemos oportunidad de adentrarnos a la base mientras rastrean.
-¿Pero cómo? -lágrimas nacieron en sus ojos claros-. ¡Nos buscan incluso con perros, de seguro perros capacitados para oler nuestro miedo a cinco kilómetros de distancia!
-Habla por ti, Jiminnie, yo no estoy asustado -sonrió Woo Shik con suficiencia. El ladrido de un can se alzó enérgico y rabioso en el aire, enseguida el chico se tapó la cabeza con las manos-. ¡Ah, mamáaaa!
-¡Baja la voz! -Taehyung se alarmó, no obstante, el ruido de conversaciones seguía estando lejos-. Todavía están revisando otra área, pero es cuestión de minutos para que lleguen donde estamos, por eso tenemos que movernos o seremos carne fresca para esos perros.
-Lo haré, confío en ti, Taehyung-ah -que Woo Shik depositara su voto de confianza en él fue un consuelo, pero también requería la de su amigo.
-ChimChim, ¿y tú confías en mí?
El aludido dudó, no porque no se fiara. Él ni siquiera desconfiaba del castaño, después de años de amistad lo conocía muy bien. Podía entregarle su vida en sus manos, sabía que este la protegería, pero aquella situación ya lo comenzaba a abrumar, no era una simple aventura caza fantasmas. Estaban deambulando por arenas movedizas, un paso en falso y acabarían hundidos.
-Tae...
Pero el sonido de un disparo resonó alto y claro, cortando sus palabras.
-¡Suelten a los rottweilers! -se paralizaron ante el mandato. Acto seguido oyeron los jadeos frenéticos de los perros acercarse en su dirección.
-Tenemos que entrar a la base ya o nos atraparán -Taehyung, decidido, se levantó. Evaluó el entorno y la cantidad de hombres en él-. El grupo de guardias es numeroso, pero no sobrepasan la decena. Ustedes síganme.
-Jiminnie, toma mi mano -Woo Shik se la extendió y el chico no se lo pensó mucho.
-No se detengan y por nada miren atrás -asintieron y aguardaron hasta que el reflector se movió hacia la dirección contraria.
Luego emprendieron la carrera, impetuosos y veloces, sin detenerse a comprobar si los seguían, aunque los ladridos aproximándose les hicieron saber que así era. El ruido de sus latidos fue ensordecedor y los tendones de sus piernas quemaban por el esfuerzo empleado, pero se acercaban a la nave trasera con prontitud. Visualizarron la malla que escudaba la base y sin dificultad la treparon, ya que los guantes resguardaban sus manos de la electricidad en esta. La adrenalina corría por sus organismos, impulsándolos.
Y allí lo tenían: la salida de emergencias frente a ellos.
No lo cavilaron demasiado e ingresaron al oscuro pasillo, los ladridos y las patas arañando la puerta los pusieron en modo alerta. Taehyung, con la ayuda de Woo Shik, derribó un viejo estante y con este bloquearon la salida; no era mucho pero por lo menos les daría tiempo a esconderse en alguna parte de aquel inmenso sitio.
-No sabemos qué otro tipo de trampas podemos encontrarnos en el camino -les avisó Taehyung-. Manténganse alertas.
Jadeantes y agotados, subieron las escaleras metálicas, el eco de sus pisadas rebotó en el angosto pasillo. La planta superior resultó ser la recepción, o bueno, lo que quedaba de ella, dado que allí todo se encontraba despejado de personal, ni rastro de vida humana. Avanzaron, no mucho, y enseguida notaron una máquina muy moderna -la que dedujeron que antes estaba en el mostrador, funcionando con normalidad- volcada en el suelo de azulejos, la pantalla era un desastre de astillas, inclusive soltó algunas chispas. Los chicos retrocedieron, precavidos.
-¿Qué habrá ocurrido aquí?
-No tengo la menor idea, pero es como si alguien hubiese lanzado la computadora.
Woo Shik la detalló a fondo y abrió los labios, estupefacto
-¡Es la iMac de 27 pulgadas, creí que jamás la vería en persona! -chilló emocionado y corrió a tocarla, sin hacer caso a los regaños del pelinaranja-. El rendimiento de iMac está en un máximo histórico con procesadores Intel Core de décima generación, potentes gráficos AMD Radeon Pro 5000, almacenamiento SSD ultrarrápido, conectividad Thunderbolt 3 (USB-C) Y todo cobra vida en una impresionante pantalla Retina 5K de 27 pulgadas con mil millones de colores y 500 nits de brillo que ofrece imágenes vibrantes y texto nítido.
Bien, Jimin estaba boquiabierto.
-¿Cuántas veces viste el comercial para aprendértelo de esa forma tan... detallada?
Obsesiva, compulsiva y maníaca es lo que quiso decir.
-Mmmh -se lo pensó, mientras acariciaba la estructura, fascinado-. ¿Unas diez tal vez? No, no, espera... fueron unas veinte cuando salió, sí, y otras veinte cuando veníamos de camino.
-¡¿Cuarenta?! Pero Woo Shik eso son muchas veces.
-Yo siempre he querido tener una -se quejó-, pero mi pobreza no lo permite.
-¿No que la habían descatalogado?
-Es el gobierno, Jiminnie; estos bastardos lo tienen todo -suspiró y se incorporó, sacudiéndose las manos del polvo de vidrio-. Aish, ¿cómo tuvieron el valor de lanzarla? ¿Y por qué diablos lo hicieron?
-Quizás fue por una discusión.
-Aventaría todo menos una iMac. Normalmente lanzo mi teléfono cuando estoy muy molesto -confesó y se encogió de hombros-, pero al ser un Nokia, la pared es la que se rompe.
Empezó a reírse, pero al advertir en la seriedad de Jimin, se detuvo abruptamente, alzando las manos.
-Uy, qué carácter.
-¿Y si alguien huía y por eso chocó con ella? -preguntó el pelinaranja, centrado.
-¿Huir? -arrugó las cejas- ¿De quién o de qué?
-¿Los aliens? -había preocupación y miedo en su voz.
-Los alienígenas no existen, Jiminnie -resopló, recorriendo la recepción con la mirada. Se detuvo frente a una repisa, acariciando con sorna la figurita de un Ovni-. Todo esto es un capricho de Taehyung, pensé que ya lo habías notado.
Esperó escuchar algo por parte del aludido, pero notó que ya no estaba con ellos.
-No te entiendo, si no crees en ellos, ¿por qué accediste a venir con él? ¿No resultaría una pérdida de tiempo?
Woo Shik le restó importancia, y con las manos metidas en los bolsillos, lo miró sonriente, algo petulante.
-Para divertirme, por eso estoy aquí. Ya sabes... romper las normas, infringir la ley; cosas de chicos malos -repicó su barbilla y luego lo señaló-. Oh, claro, no lo sabes. Nuestro Jimin es un angelito, un orgullo para la familia Park, ¿no?
-Woo Shik, deja de molestar a Jimin -Taehyung lo regañó y el aludido realizó un corto asentimiento.
-TaeTae, ¿dónde te habías metido? -se aproximó hacia su amigo-. Este sitio está hecho un desastre, ¿y si te pasaba algo? Ya me había empezado a preocupar.
-Encontré algo -los ojos almendrados del castaño brillaron-, debemos ir... tienen que verlo.
Los dos chicos compartieron miradas, preguntándose por qué la expresión de Taehyung fue así de rara, aunque igualmente no ahondaron en la razón y lo siguieron por el pasillo alargado que les mostró. Los colores blanco y gris, y la escasa decoración, predominaban donde miraras; aquel ambiente era como el de un hospital, tenebroso y tétrico, carente de vitalidad.
Repentinamente, mientras avanzaban, la luz de las lámparas comenzó a parpadear, sombras deformes se proyectaron en la pared. El pelinaranja era el último en la fila, por lo que se volteó asustado, sin embargo, aparentemente, en la base no había nadie más aparte de ellos tres.
¿Por qué los oficiales no habían vuelto? ¿No se percataron de su huida?... Muy extraño.
El silencio era inquietante y pesado, la sensación penetrante en su nuca de que los observaban no pasó inadvertida. <<Las cámaras Jimin, son las cámaras>>, pensó en medio de su desasosiego, buscando tranquilizarse, pero allí seguía estando. Se apresuró cuando notó que se había atrasado, agarrando el antebrazo de Woo Shik como escudo.
Él sonrió, mas no agregó uno de sus usuales comentarios. Posteriormente, ingresaron a una especie de oficina-almacén, dado a la cantidad inmensa de cajones que había repartido en los estantes. Asomándose, se percataron que se trataba de simples carpetas amarillas.
-¿Y esto es...? -Woo Shik agarró una, le dio la vuelta, inspeccionándola. Le llamó la atención lo que tenía escrito en rojo: Z04; Confidencial-. ¿Qué significa?
-Léelo -instó Taehyung.
Woo Shik rió, abriendo la carpeta y sacando una hoja escrita por ambas caras. Lo miró aburrido, él ni loco leería todo eso, pero Taehyung le insistió.
-"Agente 01-A; 730 días de iniciar el proyecto investigativo Otherworldly; Dr. Jung Hoseok, experimentado en el área de la astrobiología, atendiendo el caso... -Woo Shik se detuvo-. Bien, ya me cansé, no quiero seguir leyendo.
-A ver, pásame la hoja, yo lo leeré -Jimin se la arrebató de las manos y carraspeó, reanudando la lectura-: "Atendiendo el caso adjudicado por la NASA. Me he aventurado en la tercera fase: la mutación. Esta no ha dado frutos, es imposible alterar su organismo; 01-A mantiene su forma original, sin cambios perceptibles. El sistema es impune a los fármacos que le administré, las torturas tampoco fueron de mucha efectividad, aunque lo único que parece sacar una reacción en él es la electrificación, le enoja sobremanera. No obstante, he descubierto algo interesante, creo que no servirá de mucho; y es que su corazón y cerebro están unidos en uno solo. Me refiero a que hay un único órgano en todo el organismo. Se ubica entre la masa muscular del pecho, rodeado por sólidas venas y ramificaciones púrpuras. Es impenetrable y la energía que lo protege me está enfermando. Lo siento, pero no pude ahondar más... Me hallo en una extrema lasitud, me consumo a cada segundo que paso aquí abajo. Ellos nos debilitan".
Jimin terminó y la expresión de shock era un reflejo de la de Woo Shik.
-De quién... qué hablaba... ¿q-qué era? -murmuró.
-Está aquí, en alguna sección subterránea de la base militar -les dijo Taehyung, tan emocionado que ni se percató de los semblantes de sus amigos.
-¿Pero quién? -habló Woo Shik-. ¿Qué es esa cosa de la que él escribió? ¿El cerebro y el corazón en un solo órgano? ¡Humano no puede ser! -gritó, alterado y horrorizado.
-Woo Shik, relájate -le pidió el castaño mientras caminaba con tranquilidad por la habitación-. Leí algunos informes más cuando estuve aquí la primera vez, en todos no hay variaciones, hablan de lo mismo; el fracaso al tratar de descubrir algo importante y la debilidad a la que se exponen al estar junto a él, a los alienígenas -enfatizó-. El gobierno ha contratado a muchos científicos, pero ninguno ha logrado descifrar lo que demandan. Los aliens...
-Me largo, ya escuché demasiada estupidez por hoy -Jimin y Taehyung vieron cómo Woo Shik emprendía rumbo hacia la puerta.
-TaeTae, no dejes que se vaya en ese estado -le rogó Jimin.
No obstante, el chico se detuvo y, extrañamente, notaron que levantaba las manos, comenzando a retroceder.
-Woo Shik, ¿qué...?
Pero Jimin no tuvo que acabar su pregunta, la respuesta la tuvo allí muy pronto, frente a él.
Un oficial con los ojos desorbitados, apuntaba a su amigo, el arma temblaba entre sus manos. Con horror, se percató de que el traje estaba roto por varios lados, la piel expuesta se hallaba abierta, colmada de heridas profundas que sangraban a borbotones, pero sin duda, lo que más le aterrorizó fue la expresión desencajada, la locura infinita pintada en su rostro demacrado.
Con una sonrisa siniestra, blandió la pistola de un chico al otro.
-Al piso ustedes dos -les ordenó al castaño y al pelinaranja. Al estos no acatar el mandato, tomó rápidamente a Woo Shik del cuello, pegando el cañón del arma en su sien izquierda-. Ahora, o todo lo que verán serán sus sesos adornando la pared.
Se arrodillaron, levantando las manos al aire.
-Malditos entrometidos, por su culpa esto sucedió, ¡por su maldita curiosidad eso mató a todos mis compañeros!
Y lanzó a Woo Shik al piso, poniéndose a horcajadas sobre él. Apretó su cuello, alzando la glock y, con furia, impactó el mango varias veces en la cabeza del joven, logrando que el cuero cabelludo se rompiera y enseguida se abriera un gran tajo en el cráneo dejando a la vista un pedazo de cerebro. El líquido escarlata bajó por el costado de su rostro con prisa, formando un enorme charco en el suelo. Jimin gritó que se detuviera, pero el militar continuó.
-¡Es tu culpa! -repitió encolerizado, volvió a dañarlo con ímpetu-. ¡Muere bastardo, muer...!
El grito se quedó a medio terminar cuando aquella figura negruzca surgió de la nada, y de una mordida le partió el torso por la mitad. Los huesos se rompieron a la segunda, pero el hombre ya se encontraba sin vida, con una mueca inerte de sorpresa en la cara.
Taehyung y Jimin arrastraron a un Woo Shik inconsciente, y se ocultaron detrás de uno de los estantes. Los sollozos de Jimin eran altos, Taehyung tapó su boca y nariz con una mano, susurrándole que dejara de ver aquella atrocidad, aunque él sí continuó haciéndolo.
Tiras de piel colgaban de la mitad del cadáver en el piso y las vísceras e intestinos expuestos eran engullidos por él... por aquel alien.
-Existen... -Taehyung sonrió, sin parar de detallarlo.
Era gigantesco, tres metros debía medir, la materia de su piel era de un color negruzco o púrpura, su cabeza terminaba en la parte trasera con un pico en forma de garra lleno de filos puntiagudos, parecidos a espinas, los ojos eran negros en su totalidad, no había iris ni pupilas en ellos, mucho menos humanidad, tampoco tenía nariz, pero su boca... su boca era inmensa, surcando su cara de una punta a la otra, con dientes pequeños y picudos como los de un tiburón, cubiertos de la carne humana que ingería con afán. Bajó los ojos por su cuerpo y se sorprendió al notar ramificaciones con energía púrpura fluyendo por todo este.
Las garras seguían arrancando partes del militar para meterlas a su boca y después tragarlas. Raramente, Taehyung no sintió miedo o asco, solo admiración.
-TaeTae, hay que huir... -el tono débil y llorón de Jimin lo sacó de su ensoñación.
Ambos se levantaron, cargando el pesado cuerpo de Woo Shik sobre sus hombros, y como el extraterrestre se encontraba distraído con su festín macabro, pasaron sin contratiempos por detrás suyo. Casi que corrían por los pasillos, sin saber a dónde dirigirse, sin rumbo aparente.
Todo el peso de Woo Shik cayó sobre Taehyung cuando Jimin se desplomó sobre sus rodillas. Taehyung lo miró, arrimando al chico a su costado. Respiraba de forma superficial, boqueando cual pez fuera del agua y agarraba su cuello, las lágrimas escurrían de sus enrojecidos orbes sin control.
-ChimChim... respira hondo. Vamos, tú puedes -se agachó a su altura, acariciando sus cabellos del color del ocaso-. Hazlo conmigo, ¿sí?
-T-tae...
-Sh, no hables, solo respira a mi compás -dio lentas inhalaciones, él lo imitó tembloroso-. Todo estará bien, nosotros estamos bien. Tú, Woo Shik y yo estamos a salvo.
Pasaron los minutos y Jimin, aparentemente, lució más relajado, su respiración errática había menguado un poco y de sus ojos cristalinos no dejaban de fluir lágrimas, pero se levantó.
-Tenemos que encontrar la salida, volver a Daegu... regresar a casa... -soltó atropelladamente.
Taehyung, al no agregar nada, logró que el chico se desesperara.
-TaeTae, Woo Shik, está... él está s-soltando mucha sangre... su ropa es roja y está pálido, pálido como un... un... Si muere es... es nuestra culpa.
El pelinaranja lloraba a moco tendido y a Taehyung eso comenzó a irritarle.
-Saldremos -Taehyung asintió y Jimin también lo hizo, desesperado y ansioso-. Sé donde hay una salida, es subterránea, como un búnker, pero nos protegerá del alien que anda rondando.
-Iremos ahí, sí -el optimismo resurgió en él.
Y retomaron el camino. Fue como surcar un laberinto, cada pasillo nuevo era aterrador, incluso más oscuro y tétrico que los anteriores. La energía eléctrica parecía haber disminuido, ya que muchas lámparas parpadeaban a cada paso que daban.
Jimin sollozaba y Woo Shik seguía inconsciente, más pálido a cada segundo que pasaba, debido a la pérdida de sangre que salpicaba las losas. Se detuvieron ante una puerta metálica, a un lado de la pared había adherido un panel, Jimin vio a Taehyung ingresar un código y la puerta se abrió.
-¿Cómo lo sabías... el código?
-Estaba en una esquina del plano que trajimos.
-Pero yo no vi ningún código antes, es...
-Jimin -lo llamó-, Woo Shik se desangra, tenemos que detener la hemorragia, ¿podemos continuar o quieres discutir sobre algo que te acabo de explicar?
-Oh, s-sí... perdona.
<<Jimin... me dijo Jimin cuando nunca antes lo ha hecho>> arrugó las cejas. Taehyung parecía molesto y su tono fue duro... ¿Qué pasaba?
Avanzaron, notando que dejaban atrás el corredor oscuro, apareciendo ahora una hilera de espejos y no paredes. El pelinaranja miró a su amigo, pero este solo atinaba a caminar, sin agregar un comentario siquiera por la extrañeza que veían. A Jimin aquello le recordó al escalofriante salón de los espejos de las casas del terror.
Se interceptaron con otra puerta, pero en esta solamente había un cartel de advertencia: "Área restringida, solo personal autorizado, por favor no olvide usar el traje impermeable antes de entrar".
-¿Cómo vamos a pasar?
-Con esto -Taehyung le mostró una tarjeta-, pertenecía al oficial que nos atacó, la recogí antes de salir.
-¿Seguro que es para eso? Tal vez la usaba para registrar su entrada y salida de la base.
-Intentémoslo -metió la tarjeta en la ranura y el botón en verde indicó que fue correcto-. ¡Bien, entremos!
Ingresaron a la habitación de higienización, allí colocaron sobre sus ropas el traje impermeable que los cubrió de pies a cabeza, era apretado y el material muy caliente, tanto que creaba una sensación de quemazón que los incomodó.
Jimin no comprendía para qué era todo aquello y Taehyung no habló mientras vestían a Woo Shik.
La luz amarillenta de una bombilla creó un halo sobre ellos al ingresar a la habitación contigua. Habían camillas, mesas con microscopios y tubos de ensayo con raros líquidos coloridos, también habían utensilios de cirugía regados en el suelo, incluso papeles tirados por doquier, una cantidad incontable de hojas desparramadas. Jimin leyó una que estaba bajo su zapatilla y lo que acató lo paralizó:
"Laboratorio 04, Dr. Min Yoongi al mando de la operación Otherworldly:
Agente 01-A ha comenzado a mostrar cambios alarmantes. La mutación ha funcionado en él... pero no es cómo teorizamos que sería. Su nutrición ha variado, rechazando cualquier carne animal. Notamos que es otra la que le satisface, por ello tuvimos que recurrir a alimentarlo con los científicos y trabajadores de la base, pero 01-A es avaricioso y está hambriento de más, se ha vuelto violento y es inmune a los sedantes. Se nos está yendo de las manos el caso, por eso le imploro a usted, presidente Kim Namjoon, que retire la investigación y los devuelva a su planeta; de lo contrario, en cualquier momento perderemos la potestad sobre ellos y la perturbación será imparable. El ejército surcoreano no bastará para derribarlos, nada en la Tierra los detendrá. Tienen el poder, los extraterrestres están en todas partes".
Levantó la mirada llorosa, mirando más allá, hallando una imagen que lo petrificó.
Sangre manchaba las paredes de un blanco impoluto, marcas carmín de manos. Muerte, alienígenas...
-En este sitio no estamos a salvo, TaeTae -le comunicó a su amigo, pero este no lo miraba-. Creo que entramos al área donde experimentaban con ellos, y...
-Oh, ChimChim, lo sé -susurró despacio e irónico, el tono de su voz fue extraño-. Este es el laboratorio subterráneo.
Y se volteó, Jimin supo que algo iba mal con él y su sonrisa, supo que aquella expresión divertida y enferma no auguraba nada bueno.
-¿Q-qué... pasa?
-¿Aún no lo notas? -rió y después empujó el brazo de Woo Shik lejos. Los dos chicos cayeron al suelo-. Ya me harté de fingir, Jimin.
-Tú...
Un estruendo alertó al pelinaranja y con esfuerzo deslizó el cuerpo pesado de Woo Shik fuera del suyo. Intentó incorporarse, pero el rugido bestial de aquella cosa lo frenó.
-Él ya está aquí -aplaudió el castaño, tan feliz y enajenado que turbó al contrario.
Y frente a ellos apareció un chico pelinegro de hermosas facciones, completamente desnudo, de apariencia perdida, un humano...
O eso creyó Jimin, ya que sus orbes eran tan negros como el mismísimo alquitrán y rodeaban toda la cuenca. Además, debajo de su piel nívea emanaban ramificaciones púrpuras, parecidas a venas prominentes y abultadas.
-Un alien...
A Jimin no le dio tiempo a reaccionar, el extraterrestre pronto estuvo delante de ellos. Agarró a Woo Shik de los pies con una fuerza excesiva y de su boca emergieron dos tentáculos largos y viscosos, en ellos habían filos, parecidos a dientes diminutos. Comenzaron a moverse a todas las direcciones, furiosos y frenéticos.
Y de un tirón, penetraron el pecho de Woo Shik, arrancando su corazón en el proceso para después sacarlo y comerlo de un bocado.
El cuerpo de su amigo fue lanzado lejos y el no humano comenzó a avanzar en su dirección.
-¡NO! -el grito le desgarró la garganta y empezó a llorar desconsoladamente mientras retrocedía-. ¡No te acerques! ¡Aléjate! TaeTae, ayúdame... Oh Dios, Woo Shik, él...
-Está muerto -dijo serio, observando la escena desde el apartamiento, sin inmutarse-, pero no llores, tú muy pronto le seguirás.
Jimin no podía creer lo que oía. Su mejor amigo, con quien había creado un sólido lazo que nunca creyó romperse, la persona a la que le había confiado su vida, lo había traicionado de la forma más vil y ruin posible. Como por arte de magia, varias piezas encajaron en los vacíos de su cabeza, piezas dispersas que esclarecieron sus dudas. Taehyung los adentró en la boca del lobo para que fuesen la presa, un pedazo de carne para alimentar a su obsesión.
Nunca los necesitó, oh no. Él siempre supo cómo esquivar las trampas y a dónde ir, siempre estuvo jugando con ellos. Tontos, fueron unos estúpidos al creerle.
-Todo este tiempo pensando que eras mi amigo y tú... tú solo nos mentiste, sacándonos de Daegu con tu macabro objetivo vigente, manipulándonos y metiéndonos aquí para... ser la carnada fácil -sollozó roto, viendo entre la cortina de lágrimas la frialdad que se apoderaba de su rostro. ¿Es que no sentía remordimiento?-. ¿Por qué, TaeTae? ¿Por qué lo hiciste?
-Porque fueron fáciles de persuadir, dos idiotas que cayeron rendidos en mi trampa -afirmó con simpleza, casi burlón-. Tu tío nos ayudó con el plano, y el imbécil de Woo Shik, pues... él sirvió de comida. Por lo menos fue productivo traerlo.
-¿Cómo... l-lo hiciste
Taehyung rio.
-Gracias al exempleado que trabaja aquí antes -respondió-. El gobierno lo mantuvo en silencio bajo amenazas y por eso lo contacté. Con un poco de dinero y persuasión, logré sacarle toda la información que necesitaba y a cambio le prometí algunas basuras, así como hice contigo.
Lo destrozó, Kim Taehyung lo devastó con palabras y quebró la última pieza intacta en su corazón.
El alienígena lo agarró por el cuello, impactándolo contra la pared. Cerró los ojos ante el dolor, y bajo el espesor de su sufrimiento, deseó felicidad para su madre y padre, felicidad para su Haerin. <<Lo siento tanto, pequeña, no pude salvarte. Sí, soy un mal hermano mayor... Te amo tanto>>. Los momentos felices que vivió junto a las personas que amaba pasaron en un microsegundo por su cabeza. Lloró, pero esta vez no fue de dolor, sino de tranquilidad y plenitud.
-Nos volveremos a ver, los quiero... y extrañaré -murmuró debilitado y jadeó al sentir la horrible intromisión de aquel tentáculo destruyendo la piel de su pecho.
Taehyung vio caer el cuerpo inerte de "su amigo" sin arrepentimiento o culpa. Sí, esto es lo que quiso desde los 6 años y por fin lo tenía. Las personas a su paso solo eran simples piezas para manejar y lograr su objetivo.
Eso fueron Woo Shik y Jimin para él: un plan, una distracción, dos ilusos que no notaron la maldad tras su verdadero propósito... ¡Qué desafortunados!
El alien se volteó mientras los tentáculos carnosos y viscosos regresaban al interior de su boca. Los ojos moribundos y oscuros parecieron penetrar hasta lo más esotérico de su alma cuando lo enfocó, de los labios y la barbilla le escurría una densa mezcla negra, seguramente perteneciente a la sangre de Jimin y Woo Shik. Acto continuo, estiró las comisuras, formando una sonrisa rara y maquiavélica, que dejó a la vista los dientes puntiagudos de aspecto mortal.
-Tú... -la voz ronca como si no hablara con frecuencia y la palabra erizó todos los pequeños vellos del castaño. El extraterrestre, lentamente, empezó a acercarse, volviendo a hablar bajo y tétrico-. Co... mi... da...
Expectación, eso fue lo que sintió, y un profundo vértigo a lo que diría a continuación.
-Tú... serás mi comida, Kim Taehyung.
Él no se equivocó, lo devoraría.
Él era real y sería su perdición... o quizás el causante de su muerte.
N/A: Pronto estaré subiendo la segunda parte, esta tiene un alto contenido... sensible, you know what I mean 😼
-taeryenn
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro