5.
En algún lugar del sistema solar
—Es una decisión de vida o muerte, hay que tomarla con toda la seriedad existente y por existir. — dictaminó Taehyun
— Entonces decidamos por piedra, papel y tijera. — propuso un sonriente Hueningkai.
— Si — Respondieron los otros tres chicos presentes en el salón.
— Príncipe, usted también ponga de su parte, es su seguridad no puede decir "si" fácilmente — dijo haciendo comillas con los dedos — Yeonjun tú también hazlo, eres el mayor de todos.— le señaló el pecho con su dedo.
— El mayor pero no el más sensato, baby— se defendió guiñando el ojo.
— Tranquilo Tae, no puede salir nada mal — Kai se dirigió a él y puso una mano en el hombro de su amigo buscando calmarlo — Total aquí todos sabemos pilotar, hasta Felix.
— Príncipe Felix para nosotros, Kai, no te andes con tanta confianza
— ¡Vamos!, todos nos conocemos desde niños, deja tus formalidades, Tae. — soltó Felix, buscando aligerar el ambiente — además ese planeta nos queda cerca, en una hora y ya estaremos ahí — le regaló una sonrisa
— Ya escuchaste a Felix, ahora juguemos — habló por fin Soobin.
Tae no dijo nada más, no quería ir en contra del príncipe, así que solo asintió rodando los ojos.
Entonces los cinco chicos se acercaron formando un círculo, durante unos segundos hubo silencio y sólo se dedicaron a dirigirse miradas pícaras y traviesa, tratando de contener la risa. Ellos junto a Beomgyu eran un total caso y caos, siempre teniendo aquella aura de diversión, pero a pesar de eso muy leales y fieles a la corona, o mejor dicho al príncipe, por esa razón el rey no dudó en crear una unidad especial, sabía que podía confiarles la vida de su hijo.
— Muy bien, entonces comencemos la gran batalla infernal de piedra, papel y tijeras — dijo con mucho entusiasmo, Kai.
— Las reglas son las de siempre, el perdedor será el piloto — recordó Soobin y los demás asintieron con su cabeza.
El piloto oficial de la unidad es Soobin, pero la noche anterior le advirtieron que aquel sandwich de pollo con salsa extra picante y de dudosa procedencia estaba por caducar y aún así el hambre ganó, como consecuencia tuvo un terrible dolor de estómago y cualquier movimiento brusco le provocaba leves escalofríos.
Claramente cualquiera de los chicos podría pilotar, unos más que otros pero la razón de que nadie quiera hacerlo era por el hecho de temerle a ese planeta. El único interesado era Beomgyu y por eso mismo fue el encargado de investigar el lugar, asegurar el perímetro, y encontrar una estancia que garantizara cumplir con el objetivo de la misión.
Todos dentro de sí anhelaban que en ese planeta no estuviera lo que buscaban, no traería nada bueno de ser lo contrario, pero era necesario viajar hasta este y descartar cualquier posibilidad.
— Entonces demos inicio, chicos — sentenció un emocionado Felix, bueno, la emoción solo era una fachada pero de él dependía que los demás tuvieran calma — vamos, Tae, quita esa mirada juzgadora me recuerdas a mi madre, todos somos buenos pilotando, Yeonjun no tanto pero dudo que él sea el perdedor con lo competitivo que es.
— ¡Oye!, ¡Yo soy muy buen piloto! — gritó enojado haciendo un puchero — Pero ustedes no entienden el flow. — se llevó el cabello hacia atrás y se acomodó las gafas.
— No creo que chocarse a cada año luz sea pilotar — dijo el menor de todos y entonces la nave se llenó de estruendosas carcajadas y un quejante Yeonjun.
Tres minutos después se dio a conocer que Yeonjun era el que debía pilotar.
Bueno, parece que la suerte no estaba de su lado, aunque para Yeonjun era su oportunidad de cambiar su reputación como piloto, un nuevo debut, si.
Tenían los nervios de punta, pero no lo dirían en voz alta, solo quedaba confiar en el mayor, en sus manos estaba el futuro del planeta... Además agradecían no estar tan lejos del nuevo lugar a visitar, y tampoco es como si los llevara a chocar.
Cada quien se dirigió a sus respectivos asientos, colocándose los cinturones, esperando al despegue.
Entonces partieron de la estación lunar hacia La Tierra.
Pasaron treinta minutos cuando un despistado Yeonjun les hizo rozar con un pequeño meteorito que logró agitar a la tripulación, pero nada para preocuparse, al lograr ingresar a la exósfera intentaron comunicarse con Beomgyu pero este no respondía, necesitaban confirmar el lugar del aterrizaje pues tener intercomunicación al llegar a la termósfera era imposible, un suicidio, ya que los humanos con su tecnología podrían interceptar su llamada y solo entonces estarían fritos, no querían tener problemas con esa raza salvaje.
Conocían tantas historias donde habitantes de otros planetas fueron capturados por esa raza y jamás regresaron a casa. Por supuesto, en su planeta tenían de las mejores tecnologías que les permitía camuflar la nave de manera casi invisible, siendo una enorme ventaja, pero hasta el momento no lograban bloquear los sonidos, no entendían cómo en La Tierra tenían ese poder y tampoco profundizarían sobre eso.
Dos días atrás, Beomgyu les aconsejó que al llegar a la termósfera se camuflaran, que el sonido de la nave no importaba ya que se lograban mezclar con el de los aviones y naves humanas, que era muy parecido.
Al no tener ninguna respuesta todos se quedaron viendo al príncipe y este solo asintió con una sonrisa, necesitaban aterrizar de manera obligatoria, el miedo tiene que ser nulo, vivió cosas peores pero no era momento para recordarlo, además sólo serían unos días, una semana anterior Beomgyu les aseguró haber encontrado el lugar correcto debían confiar en su palabra, de seguro hizo una dura investigación de campo.
Sin esperar más, Yeonjun pasó la mesósfera y estratósfera, debían admitir que la vista era maestral, La Tierra es preciosa, una lástima ser habitada de tan horrible raza.
Todo marchaba bien hasta que se llegó a la tropósfera, Yeonjun estaba tan nervioso al ver que un avión se dirigía contra ellos, cosa que no notaron antes por las nubes, perdió la cordura, estaba pilotando a una velocidad increíble y detrás se escuchan los gritos de los chicos buscando que reaccionara, al encontrar la solución para evitar un accidente, dio un frenazo.
Y justo en ese momento la pantalla anuncia que el tanque quedó sin combustible por el fuerte movimiento y entonces comienzan a caer en picada.
En una situación con tanta adrenalina Felix se desabrocha el cinturón y camina hacia la cabina, pidiendo al sol que les dé una oportunidad más para salvarse, con las manos temblando logra ingresar la dirección brindada por Beomgyu al comando, siente un poco, solo una mísera de alivio, al fijarse que de hecho no están alejados del lugar.
— Yeonjun fuera, yo pilotare ahora — no quería sonar brusco pero no había tiempo para delicadez, estaban a punto de chocar en búsqueda de una muerte segura, luego se disculparía, si es que sobreviven, claro está.
Yeonjun como pudo y aún en su estado de shock desalojó el asiento, Felix velozmente se sentó y tomó el mando, el timón no dejaba de dar giros como loco, no sabe de donde sacó fuerzas pero logró mantenerlo quieto, incluso utilizó su pie derecho.
Estaban casi rozando el mar, enfrente suya hay una gran montaña, y según el comando la dirección entregada es arriba de esta, genial, debían lograr subir el peñasco, en una perfecta maniobra logra ascender, la nave roza la punta lo cual amortigua la fuerza de la velocidad pero en su lugar provoca que colisione contra todos los árboles de lo que parecía ser un bosque.
Dentro de la nave todo era un desastre, varios objetos se dejaban caer contra los chicos y los giros de fuera les provocaba grandes dolores de cabeza.
Hasta que finalmente la nave aterrizó forzosamente.
Los chicos pudieron respirar tranquilamente, como pudieron salieron del transporte, lo cual les costó porque la puerta tenía abolladuras y quedó atrancada, pero de una sola patada de Taehyun se dejó caer.
El primero en bajar fue Felix y al sentir el pasto bajo sus pies se dejó caer a este en forma de estrella boca arriba.
El segundo fue Taehyun copiando la acción del príncipe.
Hueningkai fue el tercero pero con la diferencia de que al bajar besó el pasto y le susurró un "te amo".
El penúltimo fue Soobin pero solo al bajar corrió hacia un árbol para vomitar todo lo que comió en el mes.
Finalmente, Yeonjun, pero al hacerlo se subió las gafas y gritó un "BIENVENIDOS A LA TIERRA UNIDAD DEAR SPUTNIK" mientras daba brincos por todo el área.
Y entonces todos rieron, fue una situación traumante, y estaban casi seguros que llamaron la atención de los humanos, fallaron en ser un secreto, pero estar vivos era más importante, luego huirían.
Pero ¡Hey!, las risas no faltaron.
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No saben cuanto disfruté
escribiendo este capítulo.
¿Qué tal les pareció?
Hoy se dieron a conocer
cómo son los "Aliens" 🤩
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