minsungxhyunin
espero disfrutes la
actualización, tqm <3

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El día  llegó  y no pueden evitar ser azotados por la emoción, son contagiados por el ambiente.

¡Al fin están debutando!

Han llegado dos horas  antes de dar inicio al show, todo el staff es muy amable y les felicitan por el logro. La camioneta en la que son transportados es modelo Volkswagen Amarok, color negra, en cada rodar de llantas marca fuerte presencia, cualquiera que la viera de lejos creería que se trata del presidente o algún multimillonario excéntrico, o bien, cualquier persona con un elevado estatus, pero tan solo son tres chicos soñadores, acompañados por su manager y el chofer, un hombre mayor que no les dirige la vista y solo se dedica a llevarlos a su destino.

Están a tan solo un paso de probar un pedazo de gloria, son unos jóvenes inexpertos pero dispuestos a comerse al mundo, de enseñar que se puede romper el molde de la música y proponer algo que les dejará un dolor de cabeza a unos y a otros muchos una increíble dosis de éxtasis pura. 

Se escucha el sonido del vehículo frenando, el manager les anuncia la llegada —el chofer ni se inmuta a decirles eso, su trabajo solo era manejar no ser la paloma mensajera— , es el momento, los tres intercambian miradas y se toman las manos buscando reconfortarse,  su manager les brinda palmadas en sus cabezas y les susurra un "lo están haciendo bien, disfruten la función", gritan una pequeña porra que ensayaron el día anterior y las puertas abren.

La luz llega a sus ojos, aún está claro para ser las seis de la tarde, Chan es el primero en descender del transporte, seguido es Changbin y para finalizar Jisung, los tres portan auras joviales y apasionadas, sonríen a las cámaras que les apuntan, extienden sus brazos para saludar. A sus oídos llegan gritos y aplausos, escuchan sus nombres aquí y por allá, también algunos piropos que no creen olvidar en un tiempo, sus miradas corren entre tantos carteles con su nombre artístico impreso, es acogedor sentirse amados, se siente bien, y quieren corresponder con el gran show que han preparado.

Avanzan conforme les indica su superior, tratan de memorizar las caras de las personas que les apoyan y creen en ellos, quieren guardar este momento para siempre como sus más preciados recuerdos.

Minutos después llegan a los camerinos, se dan cuenta que dieron el primer bocado,  el sabor de la gloria es exquisito, ya no quieren una sola mordida, ahora buscan acabarse el platillo completo,  aunque... en realidad ven la gloria como a un plato de sopa hecho por su abuela, el sabor es fuerte, todas las papilas gustativas gritan por más y sus cinco sentidos quedan satisfechos, así se siente el conseguir haber debutado, su nueva meta es conquistar con la música que componen. Cada que escriben una letra buscan poder inspirarse y así crear música que tenga sentido, que muchos se identifiquen con ella, no quieren letras vacías, por eso aman cada experiencia nueva pues es material para las composiciones a futuro.

La amistad de Chan, Changbin y Jisung ha dado un gran paso, amistad se queda corto, ¡Han formado una hermandad muy fuerte!, pero ahora mismo necesitan su espacio, poner los pies sobre la tierra y entender que son artistas, y como tal, deben dar lo mejor, afinar los detalles para dar presentaciones a la talla que la industria exige.

Dan inicio al calentamiento y preparación, o al menos de parte de los mayores...

La mente de Jisung está en otro lado y su cuerpo le acompaña a esta, consigue entretener sus dedos jugando con la cinta de los zapatos que serían parte del oufit de la presentación inicial.

J. One ya está listo para salir y arrasar en el escenario, pero Jisung...

Su alter ego sale a relucir.

Se siente capaz de subir al mismísimo Monte Everest sin algún abrigo encima, ha logrado alcanzar  el mayor de sus sueños, siente como le aprieta la boca del estomago en una mezcla de nervios y alegría, sus manos sudan, cree poder desmayarse por la cantidad de sensaciones que le empapan y abruman. Es como subirse a una montaña rusa por primera vez, es algo nuevo pero emocionante, asusta pero se siente genial, es soportable, con la adrenalina a tope y el corazón latiendo como loco, pero lo disfrutas, es una clase de droga a la que te haces adicto.

Entonces, si se siente de esa manera tan particular cuando se logra un éxito, ¿por qué dentro de su corazón destaca más el miedo?

Ahora esa montaña rusa va en picada, por supuesto es feliz, pero ese algo se aferra a él y opaca todo rastro de alegría, busca sembrarle terror, su subconsciente le recuerda que si sientes felicidad esta dura muy poca, detrás de algo bueno está lo malo, la cruel realidad para todos, quiere dejar de pensar pero no lo logra, siempre es de pensar de sobra y dejarse guiar por lo malo.

La montaña rusa sigue avanzando pero ahora está sin cinturón, pronto caerá al vacío.

Odia sentirse así, ¿Cómo es posible que en un santiamén pasara de sentirse en el cielo a sentirse en el infierno?

Ve a su al rededor y nota como en una esquina derecha Chan está calentando vocalmente, dirige su mirada a la izquierda y ahí está Changbin siendo maquillado mientras repasa un rap.

Jisung cree ser el único que no hace nada, la cabeza le estallará en cualquier momento, por dejarse guiar a ese lugar oculto dentro de su mente, no quiere abrir ese baúl de los recuerdos, se supone que lo cerró para siempre y tiró la llave a un lugar desconocido pero tal parece que esta siempre estuvo en sus manos. 

Injusticia.

Injusticia, eso es lo que realmente siente.

Injusticia por que él ha trabajado duro, se merece estar en donde está, pero su conciencia no lo deja tranquilo,  le reclama muchas cosas.

Cosas como haber sido un niño muy sobreprotegido y limitado a muchos hechos por su bien, la negación a los mimos de sus padres, el encerrarse a componer e ignorar a todo aquel que se le acercara alegando que le interrumpían, o aquella vez que empujó a una niña que estaba leyendo su cuaderno de composiciones.

En realidad, no es algo complejo, pero al ya ser una estrella musical en ascenso siente el peso de sus acciones en el pasado, teme que a las personas a las que hirió sin ninguna intención y con la inocencia de un niño le reclamen, que le arrebaten lo que con tanto empeño se ha ganado y ha llegado a amar.  Conoce muy bien como a muchos artistas se le ha dado un juicio injusto, no les importa todo lo bueno que hayan hecho, una pequeña mancha en su historial les condena a quedar en el olvido y que aquellos sueños y logros, se vayan por el caño, ese es su miedo, no quiere vivir eso. Jisung cambió, por supuesto, ahora le preocupan las personas de su al rededor, tiene amigos a quienes ama, es devoto a su familia a quienes quiere con cada célula de su ser, desea poder hacer más amistades y ya no alejarlos, pero las personas no preguntan y solo dejan caer su veredicto subjetivo, arrebatando todo lo de su al rededor.

Se levanta del cómodo sillón en el que está, inhala y exhala, los nervios se están apoderando de su cuerpo, nuevamente inhala y exhala, no quiere perder el control de la situación, no debe.

Sus pies se dedican a caminar en circulos por la pequeña habitación. 

"Tranquilo Sung, mamá  y papá lo dijeron, si se pone difícil, puedes parar en cualquier momento"

Después de decirse eso seguidas veces como un mantra, lleva su vista a la única  ventana de la habitación  y aprecia el atardecer, logrando controlar y calmar un poco su tan ruidosa mente, le encanta apreciar la belleza de la naturaleza y el detalle en las pequeñas cosas, así como observar por la mañana el rocío en las flores después de una noche de lluvia.

"Es tan difícil, entonces Dios, ¿Qué debo hacer?"

Parpadea varias veces al fijarse que la noche le da la bienvenida, trata de enfocar sus pensamientos a cuestionarse si esa noche será estrellada, ama cuando es así, le relaja mucho contemplar el firmamento, pero lastimosamente parece que la noche no está a su favor  pues no hay ninguna señal de ningún ser celeste.

"Si me escapo de aquí, ¿seré un cobarde?"

Ni siquiera termina de formular la pregunta cuando gira sus pies hacia su pequeña mochila que siempre lleva con él, además de tomar su hoodie favorito color verde. 

Las personas de su al rededor no se fijan en el ataque de pánico que está viviendo Jisung y no por que no les importa, sus amigos están nerviosos e inmersos en las tareas que deben hacer antes de ingresar al escenario, y la gente del staff corre de un lado a otro buscando realizar sus obligaciones, no hay ninguna señal del manager, es probable que esté recibiendo ordenes de arriba.

Abre la puerta de la habitación y sale corriendo, sin mirar atrás, pidiéndole a sus piernas que no se detengan, no le importa que griten su nombre a todo volumen o armar un escandalo aún mas grande, necesita escapar, tener un respiro fuera de un lugar tan lleno de tensión. El Jisung seguro y empoderado ya no está, ha dejado que la vulnerabilidad salga a la superficie, ahora es capaz de quitarse la mascara luego de tantos años.

Mientras corre consigue acomodarse el hoodie y una mascarilla negra que llevaba en su mochila, busca salirse con la suya y que no se le reconozca, ya no está tan seguro de armar un escandalo o todo se saldría de control, fuera de sus manos.

Aún en su carrera — procurando no tropezarse con nada ni con nadie— trata a tientas tomar aquellos lentes de sol que se compró en un mercado de pulgas hace tres meses, sus dedos siguen sin localizar el objeto dentro de los bolsos, le extraña, pero recuerda que a la par del bolsillo izquierdo hay otro aún mas pequeño a la medida, los consigue y se los coloca, sin parar sigue buscando su gorra favorita, pues su cabello color rosa no ayuda mucho y cualquiera le podría distinguir, cree —sin fundamento— que entre mas se arrope es mejor, por su puesto, como si vestir tanto fuera algo normal en una noche de verano.

Jisung no desea arruinar su carrera musical, nadie hace eso,  no se lo perdonaría nunca, pero precisa estar lejos de aquel bullicio, acostarse en el pasto y ver aquel cielo azul oscuro, de preferencia que los grillos canten a su alrededor, jura que luego de realizar aquel acto se calmará y podrá retomar todo con normalidad, si antes daba el cien por ciento ahora daría el doble, lo de hoy solo es un pequeño tropiezo, está seguro que en un futuro ya ni recordará tal suceso, quedará perdido en el olvido, ni siquiera será parte de sus pesadilla pues no lo vale.

Sigue sumergido en sus pensamientos y pavor que no nota que ya no se encuentra  más en el área de las "estrellas", por un momento cree haber perdido el sentido de audición cuando a sus oídos no llega ningún sonido o grito pidiendo que regrese, al parecer le sacó provecho a las rutinas de ejercicio a las que Chan intenta se le hagan un hábito.

Decide bajar el ritmo, no sabe donde está metido, parecer ser un campo vacío, le pica la curiosidad por saber cuan alejado está del estadio, pero no quiere mirar atrás, por que entonces se sentirá la peor persona por sabotear a sus amigos y a toda una empresa detrás del evento. 

Ya más sereno y con los pensamientos no tan alterados, lleva su mano al bolsillo derecho de sus jeans y saca su celular, no se atreve a ver la pantalla pero precisa saber la hora para hacer cuentas de cuánto tiempo tiene para lograr tranquilizarse como se debe y regresar, está seguro y confía ciegamente en que Chan y Changbin están apaciguando las aguas, se promete invitarlos a la mejor carne de Corea y a lavar los platos por todo un año como agradecimiento.

Sigue caminando cuando visualiza a unos cinco metros de él un pequeño columpio color amarillo algo oxidado en el que puede descansar y recuperar el aliento, en menos de un minuto ya está sentado, su respiración sigue agitada y el corazón le va a mil por hora, hasta entonces se da cuenta que fue un tonto al ponerse tanta ropa encima, el calor es infernal  y parece concentrarse aún más en esa zona.

Enciende su celular y nota que tiene más de cincuenta llamadas perdidas, "pero no tan perdidas como yo" —  gesticula en un susurro— cuando ve que en esas van incluidas llamadas de sus padres y hasta del ceo de la empresa, y ni hablar de su bandeja de mensajes que es un lío. Decide no centrarse en nada de eso, luego se lamentará, lleva sus ojos a la hora, las 18:35 horas, el concierto inicia a las 19:45, siente un gran alivio, se levanta del columpio y obliga a sus pies a moverse hacia un pequeño jardín, perfecto para su espalda y se recuesta.

Abre la app de la arma y programa una para las 19:05 horas, es momento de quitarse los lentes y cierra sus ojos, entonces comienza sollozar, lleva el antebrazo izquierdo a sus ojos, no lo puede evitar. Ha sido victima del pánico en el peor momento, sus lamentos se escuchan aún más fuertes, muerde sus labios tratando de no ser escuchado aún sabiendo que no hay ningún alma cerca, no le gustar ser vulnerable, o peor, que alguien lo vea siendo vulnerable, es algo que se guarda para si mismo.  

Llora lo que tiene que llorar y jura que trató de alejar todos esos pensamientos pesimistas, ya se siente con los pies sobre la tierra y con la disposición para poder regresar, se coloca una vez más lo lentes de sol para poder cubrir sus ojos hinchados, y la mascarilla. Espera que con el maquillaje logre disimular el hecho que lloró como no lo hacía desde hace tres años cuando dejó su hogar y prometió triunfar para hacer sentir orgullosos a sus padres y familia.

Logra ponerse de pie, se sacude los jeans con ambas manos, acomoda la mochila sobre su espalda e inicia la marcha hacia el estadio, es entonces que es consiente de lo lejos que huyó, probablemente unos 500 metros o más, esta vez si llegan a sus oídos los gritos y sonríe buscando aliento consigo.

Llama a Bang Chan, no pasan más de cinco segundos hasta que se hace escuchar la voz de su hyung.

— Sung, perdón por no haberme dado cuenta de lo que estabas pasando. — Es lo primero que suelta con una voz llena de pesar, Jisung se encoge por la culpabilidad, siente como sus ojos vuelven a lagrimear. — No, no llores Sung, ni Changbin ni yo estamos molestos, ¿Tú estás bien?

— Si hyung, estoy bien.— responde con convicción, ya no se siente perdido.

— Eso es lo importante — hay un silencio por unos segundos — Sung, estaremos de acuerdo con lo que tú quieras. — Jisung agradece que no pregunte más, sabe que debe dar explicaciones pero no se siente del todo listo.

— 3Racha es mi sueño, Channie hyung. — no sabe en qué momento comenzó a llorar, sin embargo, esta vez ya no eran lágrimas de angustia, el solo pensar en sus amigos era un analgésico.

— Lo sé, sabía que regresarías, 3Racha no sería lo mismo sin ti. — se puede escuchar una risa nasal por el micrófono. — Por eso como plan de contingencia les dijimos que se te había olvidado darle de comer a tu mascota.

— Es increíble tu poder de convencimiento, hyung — no logra contener su risa.

— ¿Sabes que te amamos no, Han Jisung?

— Lo sé, yo también los amo. Estaré ahí en diez minutos, daré lo mejor de mi. — no puede evitar sonreír, se siente querido.

— Lo sé, tú nunca nos fallas.

Han al escuchar eso siente una mezcla de alegría y amargura, al no saber que más agregar a la charla lleva su vista al firmamento.

— Hoy no hay estrellas en el cielo, solo puedo ver la luna, ¿tú vez lo mismo?

— Bueno, es que hay una razón lógica para eso, las estrellas del día de hoy somos nosotros.— responde con un deje de burla.

— Eres un cur-... —. No termina de mencionar aquello por que su cuerpo choca con el de alguien más, provocando que ambos caigan sobre sus traseros.

Un quejido sale de sus bocas por el fuerte impacto.

La otra persona al ver que con quien ha chocado lleva mucha ropa encima— en pleno verano— asimila que ha lastimado a un anciano, —sus conclusiones sin duda deben cuestionarse—.

— AHHH, ¡lo siento tanto señor abuelo! — se recompone y le tiende la mano al mayor — Yo solo venía a hacer pipí y juro que no tenía ningún intención de lastimarle o provocarle algún daño — su cara está llena de terror.

Jisung sigue sin reaccionar, mantiene su vista fija en el otro chico frente a él.

Felix al notar que el anciano no dice nada ni se mueve comienza a asustarse, por su mente nunca cruzó ser asesino de abuelitos.

— Por favor diga algo — Felix estaba comenzando a desesperarse — O parpadee si está en peligro — pero se siente tonto con esa sugerencia al fijarse en que el señor lleva puestos unos lentes de sol, le parece raro pero no ahonda en eso.

El artista quiere poder y hacer algo, pero se siente extraño con el chico que cree que es anciano, quiere decirle que probablemente tengan la misma edad pero eso sería tener que explicarle muchas cosas, y no tiene ni ganas ni tiempo, se obliga a reaccionar cuando puede escuchar como Chan grita preguntando si está bien.

Ambos clavan su vista al móvil y Felix siente como el alma le regresa al cuerpo, ver esa pequeña acción en el mayor le da a entender que no está muerto.

El pecoso sin pensar dos veces, toma el celular en sus manos, probablemente el chico de la llamada sea su hijo o nieto, le proporcionaría la dirección y así fueran por el adulto, no importa si se pierde a CB97 abriendo la función, no podía omitir a gente de la tercera edad en estado de peligro, más aún por un daño que él mismo ha provocado con su don para distraerse por todo, este era el precio.

—¿Es nieto del abuelito? — inmiscuye con desconfianza.

— ¿Disculpa?, Jisung, ya se que no te gusta cuando me vuelvo cursi pero deja tus bromas...

— No, no es ninguna bro-... — el móvil es arrebatado de sus manos, Jisung ya no podía seguir sin hacer nada, todo era tan ridículo, por otra parte, Felix está a punto de reclamar aquella falta de respeto, solo quiere ayudar a un pobre anciano desamparado, pero parece que se topó con un anciano malhumorado.

En esa acción sus dedos rozan y sienten una pequeña corriente eléctrica, que provoca un grito en ambos.

Quedan anonadados, ¿Qué carajos fue eso?

Felix ya tiene la respuesta en la punta de la lengua, pero se rehúsa a creer en ello, ¡es absurdo! ¡ilógico! ¡estrafalario!, de sólo pensar en eso le provoca escalofríos y asco.

El destino lo tiene que estar jodiendo.

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Volví, gente <3