Narra Nick
–Gracias por venir aquí, Capitán Wilde– me dijo Bogo, ese búfalo mala cara que no para de molestar.

–Señor, creo que ya se acabó mi turno– le respondí.– No tiene sentido que me halla llamado para cualquier cosa.

–Cierra el hocico Wilde– me reprendió, enojado.– Dejame te explico el porqué te llamé. Nos llegó una llamada de emergencia del sector 10, en la estación Zoovastopol.

–Ese sector es donde desapareció la Prometeo.

–¿Como lo sabes? Bueno, no importa. La llamada mencionó que algo le pasa a los androides Amizoo. Te llamé a ti, porque recuerdo que una vez me dijiste que querías alguna misión que no fuera de rescate. Y que mejor una que tiene de por medio romper algunos androides Amizoo.

–Ok, necesito tiempo para reunir una tripulación lo suficientemente loca para tal misión.

–No es necesario. Ya la reuní por ti. Solo hace falta que les presenté a su capitán. Sigueme.

Seguí a Bogo hasta una habitación, que parecía una sala de interrogatorios. Dentro había dos zorros, una nutria y una coneja. Espera...

–¿Qué hace aquí Judy Hopps?– le pregunté a Bogo antes de que entráramos.

–Nick, ¿como la conoces?

–Digamos que soy su hermano. Es la hija de Bonnie Hopps, la única superviviente de la masacre en la Prometeo, antes de que se perdiera.

–¿Como lo sabes?

–Dejeme le digo– y comencé a relatarle:

“Tenía unos tres años, cuando mis papás llegaron a mi casa con una conejita en sus brazos. Me acerqué a preguntarles quien era y me dijeron que la habían encontrado en una cápsula de escape, con una vídeo nota. No sabíamos quienes eran sus padres, y por eso se iba a quedar con nosotros. Me dejaron que la cargará. Al sentirla en mis brazos, me llené de emoción. Finalmente iba a tener a alguien con quien convivir. Se despertó de pronto, y al verme, me abrazó y se quedó dormida nuevamente. Le recordé a mis papás de la vídeo nota y la pusieron. Quien salía era una coneja. Aún recuerdo lo que dijo. Era como una especie de bitácora.
Mencionó la Prometeo y que hubo una masacre en ella.
Después de eso, Judy Hopps creció como mi hermana. Nos apoyábamos mutuamente en todo, hasta que nos separamos por nuestras carreras.”

–Nick, lo siento si...

–No te apures Bogo– le interrumpí.– Además, me alegro de volverla a ver, gracias a ti.

Narra Judy
Entró el comandante Bogo a la habitación donde estaba, junto con dos zorros y una nutria.

–Señores, quiero saber sus nombres y ocupaciones– nos dijo.– Luego les presento a su capitán, que está detrás de ese espejo. El oirá todo lo que digan.

–Mi nombre es Finnick Stald– dijo uno de los zorros, de pelaje amarillento y algo bajito. Creo que es un zorro del desierto.– Soy experto en armamento y combate cuerpo a cuerpo.

–Yo soy Emit Nutriales– dijo la nutria.– Soy ingeniero en informática y robótica industrial y comercial.

–Soy Amanda Foxel– dijo la zorra ártica.– Soy ingeniera en logística y distribución de tareas.

–Y yo soy Judy Hopps – dije al final.– Soy mecánica general y espacial.

–Bien, les presento a su capitán – nos dijo mientras la puerta se abrió detrás de él. Por ella entró un zorro, un zorro llamado,– Capitán Nicolás P. Wilde.

No me contuve y fui corriendo a abrazarlo. El no me detuvo. Hacia mucho tiempo que no lo veía.

–Hola Zanahorias– me dijo al abrazarme.– Yo también te extrañé mucho, pero creo que tus compañeros de misión te están viendo raro por abrazarme asi.

Me separé de él muy sonrojada. Nos pidió que lo siguiéramos. Supongo que nos estaba llevando a la nave.

Llegamos a un hangar y la vimos. Siempre fue mi sueño viajar al espacio exterior. Y ahora lo iba a lograr, junto a ese zorro que me apoyó siempre, en su nave, la Zoostromo.

Mis compañeros entraron y antes de que yo lo hiciera, Nick me agarró de los hombros y me empezó a decir varias cosas.

–Se que no debo de decirte esto, pero quiero que te cuides. Eres la única presa en la misión y creo que los demás se intentarán aprovechar de ti.

Me enojo un poco eso que me dijo. Yo me se cuidar sola. Pero me alegro mucho que se preocupara por mi. Eso significa que tengo una oportunidad con él. Sólo espero que me vea como algo más que una 'hermana'. Si, estoy enamorada de Nick.

Narra Nick
–Miembros de la tripulación de la Zoostromo, favor de pasar a la sala de juntas– les dije, a travez del micrófono.

Cuando todos llegamos, la nave arrancó. Los demás me veían algo extrañados de que la nave se empezará a mover.

–Estamos aquí para que yo les expliqué la misión – les dije.– Es la misión más peligrosa que puedan encontrar. ¿Han oído hablar de los androides Amizoo de Roadland Zootany?– nadie me respondió, así que continúe.– No, pues se supone que sirven para cualquier tarea que se les programe, aunque siempre están cumpliendo dos al mismo tiempo. Proteger los secretos de Roadland Zootany y la tarea que se les encomendó.

–Supongo que es pan comido –dijo Finnick.–No creo que tengan mucho reflejos que digamos, capitán Wilde.

–Tal vez Stald– le respondí,– la maquinaria de los Amizoo es muy frágil, pero su piel es más resistente que nada. Pueden soportar hasta dos escopetazos a quemarropa.

–¿Entonces que haremos, capitán?– me preguntó Amanda.–¿Llorar?

–Esa es nuestra primera opción Foxel– le respondí, riendo, cosa que hizo que los demás se tranquilizaran de estar en mi presencia.– Ven, ¿que les costaba relajarse? Ya se que parece que quiero las cosas perfectas, pero lo único que me interesa es volver a casa con la mayor parte de la tripulación o con todos. Es todo por hoy, aprovechen estos dos días que siguen para hacerse amigos.

Salimos de la sala y me iba a dirigir a hablar con Nutriales, cuando Judy me detuvo.

–Nick, ¿puedo hablar contigo?– le asentí.– Bien, lo que pasa es qué...

–Muestrale respeto coneja– le dijo Amanda, agarrándola de las orejas.– Es el capitán y tienes que hablarle como tal.

–Amanda, sueltala si no quieres que te mande a criogenizar hasta que lleguemos a nuestro destino.

Noté como Amanda, algo enojada, me obedeció. Luego, se alejó mirando mal a Judy.

–Este será un viaje largo – me dije a mi mismo, para retirarme a mi camarote.