—Me alegro demasiado que te vuelvas a incorporar—

Ambos hermanos se abrazaron para dedicarse una sonrisa

—¡Hermana!—

Genya corrió hacia ella para abrazarla, gustosamente Alicia aceptó el abrazo de su hermano menor con una gran sonrisa

—Te extrañe demasiado hermana—

—Yo también Genya— separa de el colocando sus manos sobre los hombros de el —pero ahora tenemos que dejarnos de chácharas que tu y yo nos pondremos al día con tus entrenamientos—

—¡Si!— asiente repetidas veces

Genya era el Tsuguko de Alicia, el había pensado que no tenía talento con la nichirin porque no podía dar uso a la respiración de su hermano Sanemi pero Alicia nunca lo dejó rendirse, aunque tampoco podía dar uso a su respiración de la naturaleza ella lo ayudaba en sus entrenamientos para su respiración de la flor de glicinas

Esa su respiración y su hermana mayor le dio la idea de usarla, grande fue su sorpresa al ver que cuando tomó una nichirin esta se tiño de un violeta pálido

Y por eso ahora el era su Tsuguko de ella, sus respiraciones eran similares así que podía entrenarlo

—¡Genya!—

A el llegaron un chico pelirrojo con una cicatriz, un rubio y uno con máscara de jabalí

—¿Que sucede chicos?— pregunta dirigiendo su mirada a ellos

—Te estuvimos buscando para irnos a...— las palabras de Tanjiro quedan en el aire al darse cuenta de la chica que estaba junto a Genya

Cuando los tres chicos miran a Alicia sintieron sus corazones latir con fuerza y sus mejillas calentarse

—¿Quien es ella?— pregunta Zenitsu con una sonrisa boba y las mejillas sonrojadas

—Mucho gusto soy Alicia Shinazugawa pilar de la naturaleza, hermana gemela de Sanemi y hermana mayor de Genya— se presenta ella con una sonrisa

—¿Desde cuando Salami tiene una hermana?— pregunta Inozuke ganándose una mala mirada de Sanemi por decir mal su nombre

—¡Mucho gusto yo soy Tanjiro Kamado!— Tanjiro hace una reverencia perfecta hacia Alicia —¡es usted una chica muy hermosa!—

—¿Como se atreve?— gruñe en voz baja Sanemi frunciendo el ceño, Genya solo hizo una expresión de confusión

—Muchas gracias y ya se que eres Tanjiro, mi hermano Genya me habló de ti, de tus amigos y de tu hermana que era un demonio pero uno bueno ¿no?— el asiente —fue una pena perderme cuando le diste un cabezazo a Sanemi pero si eso dale otro cabezazo para compensar lo de ese día—

—¡Con gusto!—

—¿¡Eh!?, ¡maldito frentón ni se te ocurra y tu Alicia no hables idioteces!— Sanemi se sentía ofendido, su propia gemela le decía a Tanjiro que le diera un cabezazo

La traición, la decepción hermano

—Jajaja, es broma Nemi no te esponjes jajaja—

Los ojos de Zenitsu brillaron y el sonrojo de sus mejillas aumentó

Esa risa era tan angelical, hermosa y alegre que le daba ganas de llorar de lo tan hermoso que era

—Tu debes ser Zenitsu Agatsuma— Alicia dirige su mirada al chico rubio —eres tierno—

—Me dijo que soy tierno— murmura el rubio con una sonrisa más boba

—Y tu Inozuke Hashibira ¿cierto?— ahora dirige su mirada al de máscara de jabalí

—¡Así es! ¡soy el gran Inozuke Hashibira rey de las montañas!— se presenta haciendo una pose mostrando sus músculos

Todos allí soltaron un sonoro suspiro sintiendo vergüenza ajena en que aquel cazador se presentara así

—Que honor tengo entonces— hace una reverencia —tu máscara de jabalí es genial, debe ser bastante útil para no aspirar el veneno de algunos demonios—

—¡Al fin alguien reconoce la grandeza de la máscara del rey de las montañas!—

Inozuke hace una pose mostrando sus músculos, Alicia ríe levemente

—Casi se me olvida— chasquea los dedos recordando algo —Nemi tenemos que ir con Okayata-sama, dijo que tenía algo importante que decirnos—

—Cierto, tenemos que irnos y no nos daremos el lujo de llegar tarde—

Los hermanos se despidieron entre si para irse

—¡Genya tu hermana es hermosa!— gritó Zenitsu con la cara roja

—¡Zenitsu ten respeto por la señorita Alicia!— intervino Tanjiro con sus mejillas rojas

—¡Oigan dejen de hablar de mi hermana!— Genya frunce el ceño molesto

—¡Callate Tenya!—

°°°°°°°°°

—En esta cuidad hay varios demonios que están atacando a las personas, los llamé porque quiero que todos ustedes vayan a la ciudad de Tokyo que es una de las más grandes para cubrir más terreno y acabar más rápido con los demonios—

—Disculpe Okayata-sama—

—¿Si Alicia?—

—¿Específicamente en que parte de Tokyo están estos demonios?—

—No hay un lugar específico, ellos están atacando sin piedad por distintos lugares a las personas—

—Entiendo Okayata-sama—

—Pueden partir ahora—

°°°°°°°°°

—Himejima-san le deseo mucha suerte— le desea Kanroji al pilar asomándose por la ventana

—Yo también le deseo mucha suerte Himejima-san— le dijo Alicia sonriendo

—Y a mi que me parta un rayo ¿no?— gruñe Sanemi

—Jajaja, te deseo demasiada suerte Nemi, cuidate mucho— lleva sus manos a sus labios para lanzarle un beso

—Mejor— se cruzó de brazos satisfecho

Himejima les agradeció a las chicas asintiendo con su cabeza para que el tren partiera

—¿Estás bien Alicia?— pregunta Giyu preocupado por ella

Su pie no paraba de golpear el suelo de manera ansiosa y mordía sus uñas

—Tengo un mal presentimiento Tomioka-san— suelta un suspiro pesado —estoy algo ansiosa—

—¿Quieres tomar un poco de aire?—el le extendió su mano con una pequeña sonrisa amable

—Muchas gracias Tomioka-san—

Tomó la mano del pilar del agua para así ambos salir del vagón bajo la mirada atenta de los demás pilares

°°°°°°°°°

Ambos habían salido a lo último del tren, Alicia estaba inclinada apoyándose en el barandal sintiendo el aire despeinar sus cabellos blancos

—¿Te sientes mejor?— preguntó desviando la mirada, en la posición que estaba Alicia dejaba mucho a la imaginación haciendo resaltar su lindo trasero

—Si, tomar un poco de aire fresco me ayudó un poco— suelta una risilla —pero aún sigo teniendo un presentimiento muy malo—

—Tal vez solo sea porque estás nerviosa— el se coloca a su lado mirándola —yo me siento igual algunas veces—

—Si, debe ser eso— murmura

Por una abolladura de las vías el vagón saltó haciendo que Alicia casi se cayera de frente del tren pero Tomioka la sujetó a tiempo, el la había sujetado por detrás, con una mano en su cintura y la otra en sus pechos

Alicia prácticamente estaba colgando del tren

—¿E-estás bien?— sus mejillas estaban rojas y su miembro empezaba a despertarte por el reciente contacto

—Si, que susto pasé, por poco me caigo del tren sino fuera por ti—

Elle le da la vuelta a ella para mirarla a los ojos y besarla