Para pasar el rato hasta que llegara la noche práctico un poco sus nuevas habilidades descubriendo así que podía controlar los elementos y las plantas

Podía controlar el agua, crear grandes ondas de vientos, hacer que las rocas flotaran y que las plantas pudieran crecer como volver a ser una semilla, estos dos últimos lo hizo desde dentro de la finca, tuvo que hacerlo desde lejos del sol

Fue difícil pero lo logró, solo le faltaba pulir aquellas habilidades y listo

Aunque eso solo fue una manera para apartar algunos pensamientos de su cabeza, miles de emociones abarcaban su cabeza y no sabía que hacer

Cuando recién llegó la noche se fue directo a la finca de Sanemi, pues la suya la tomó Genya al haber sido el su sucesor, este quería devolvérsela pero no aceptó, su hermano menoe se lo ganó con mucho esfuerzo y dedicación

Con solo poner un pie dentro de aquella finca fue recibida por los gritos de Sanemi, había regresado exhausto de una misión en donde no dejó de pensar en su gemela

—¡Casi me da un paro cardíaco al no verte aquí siendo de día!— la tomó de los hombros para sacudirla —¡al menos te hubieras molestado en decirme donde malditasea ibas a pasar la puta noche!—

—Perdón Nemi— se disculpa agachando la cabeza —se me fue el tiempo—

—¿Haciendo que? ¿¡eh!?, no puedo preocuparme por ti mientras estoy en alguna misión—

Se sentía culpable, no pudo avisarle, decirle o tratar de llegar a tiempo, es consiente de que Sanemi se preocupa demasiado por ella, si antes siendo humana la protegía ahora la sobreprotegía y más siendo un demonio, cualquier cazador o el simple sol podían matarla sin pensarlo

—Cuando Kanroji me dijo que estabas en su finca esa no fue razón para despreocuparme, nunca se sabe con los demás rondando por tus alrededores—

—¿A que te refieres con eso?— alzó una ceja confundida

—Olvidalo— la toma de la muñeca
—mejor entremos ya—

Se deshace del agarre de su hermano para fruncir el ceño

—Dilo Sanemi— mandó con voz grave

Este suelta un gruñido y rasca su nuca algo dudoso pero decide soltar lo que tanto tiempo estuvo retenido en su garganta

—Desde que entramos si se le puede llamar "oficio"— alzó sus manos haciendo las comillas —en el cuerpo de cazadores todos ellos te han mirado con segundas intenciones Alicia, no se si eres consciente de la gran belleza y linda personalidad que posees, es una maldita maldición que tienes desde que naciste, por eso mismo todos te han mirado todo el cuerpo menos la cara, sino no son tus pechos es tu culo el que miran, me molesta que algunos de ellos estén cerca tuyo aunque también se que tienen sentimientos románticos por ti por como te sonríen y te tratan, ellos se vuelven otra persona a tu lado—

—¿Me dices que... está mal que muchas personas me quieran?—

—Al contrario, me alegro que muchas personas te quieran pero no de manera amorosa, también es muy raro que dos chicas se fijen en ti, simplemente no quiero que nadie te toque más de lo que deberían, también serías como una ramera, tienes a varios hombres detrás tuyo aunque tengan buenas intenciones—

—Ya veo— murmura agachando su cabeza, de alguna forma el enojo se apoderó de ella, sus venas se hacían notar en su rostro, sus pupilas se hicieron más filosas e inconscientemente sus garras se agrandaron —¿entonces soy una ramera y una maldita rara?—

Al mirarse ambos a los ojos un escalofríos recorrió toda la columna vertebral de Sanemi

—¿Que?— emitió confundido

—¿Te digo un pequeño secreto hermano?— ladea su cabeza a un lado para sonreír de una manera escalofriante —tuve relaciones con Iguro, Tokito y Mitsuri, me besé de manera fogosa con Tomioka, de igual forma me besé con Shinobu pero fue algo tierno, ¿y sabes que?, todos ellos se me declararon—

La furia recorrió todo su cuerpo, un tic nervioso apareció en su ojo derecho y apretó con fuerzas el mango de su nichirin mientras asimilaba toda esa información recién dicha

—Aunque también es una pena no haberme besado con Uzui-san y Rengoku-san, seguramente saben besar bien ¡oh!— exclamó fingiendo sorpresa —¿te digo un secreto?— miró a los lados para después mirar a si gemelo que no podía más de la rabia —mi primera vez fue con Iguro en el distrito rojo, tuve relaciones con Tokito en un bosque y ojito, eso fue cuando era humana y ayer tuve relaciones con Mitsuri— susurró hacia Sanemi lo suficientemente fuerte para que escuchara

Su cara estaba roja de la furia, se podía decir que estaba soltando humo e incluso se podían oír sus dientes rechinar

—Aunque hay una sola cosa que me molesta— aunque mantuviera una sonrisa que cualquiera catalogaría como una sonrisa sicópata, sus ojos empezaron a derramar lágrimas
—creo que me gustan todos, es algo egoísta pero quiero tener el amor de todos— seca de manera rápida con la tela de su kimono las lágrimas que soltó —tal vez fue mejor no haber vuelto y seguir pensando que Muzan me había comido—

—¡Pues claro que si!, ¡prefería mil veces que estuvieras muerta a que todo esto sucediera!, ¿¡como se te ocurre hacer todo eso con ellos!?— gritó con todas sus fuerzas —¡yo no te cuidé para que fueras una maldita puta que le abre las piernas a todos!—

Esas palabras le dolieron, era menos doloroso mil cuchilladas que esas palabras de su propio hermano gemelo le había dicho

Quería responder pero las palabras no salían de su boca

De inmediato Sanemi se arrepintió de decir aquellas palabras

—Alicia yo...—

—No— suelta un suspiro —tienes razón con lo que dices—

Iba a acercarse a ella pero unas plantas rodearon todo su cuerpo paralizándose por completo

—Adiós Nemi, dile a Genya que lo quiero demasiado, se a convertido en un gran hombre y estoy demasiado orgullosa de el—

Con esas últimas palabras Alicia se fue a una gran velocidad perdiéndose de la vista de su hermano