
♡. °୭̥ Capítulo Seis.
Maratón 1/2.
El sombrero sonrió señalando nuevamente la pantalla, habían sido acorralados. Esta vez el conejo no se contuvo y comenzó a llorar. Iba a morir. Para cuando solo eran diez los segundos que restaban una mano tomo la suya, aquella que se encontraba libre. De entre los arbustos la reina de corazones había aparecido. De esta forma los cuatro jugadores se tomaron de las manos. El compañero del conejo sin soltar la mano del gato se acerco y tomo la de Namjoon justo cuando la cuenta llego a cero.
Esperan unos segundos que se hacen eternos y nuevamente la voz de Alice llena el lugar.
—Felicidades jugadores, todos han sobrevivido. Estoy tan feliz de eso. La última llave queda en sus manos, por ser el penúltimo juego les haré entrega de dos vidas. Tienen cuarenta y ocho horas. Recuerden que si saben la respuesta a quien soy pueden evitar el último juego e ir directo a la corte corazón para dar la respuesta. Los estaré esperando.
Las pantallas se apagan. Los jugadores en silencio siguen el camino que se abre entre los arbustos del laberinto. El conejo recuerda aquello que el sombrerero grito.
— ¿Por qué quieres ser quien termine con Alice? —pregunta el conejo aún sosteniendo la mano del gato.
—Quiero pedirle a Alice que me permita quedarme en Deathland. No quiero regresar al mundo real.
— ¿Por qué?
—Porque es basura. Aquí nadie me mira y señala mis defectos. Aquí nadie me dice como debo vestir, como debo ser, aquí no tengo que cambiar y no me imponen las cosas. El mundo real solo termina con las esperanzas que de niños nuestras propias familias nos crean.
» Cuando ya tienes la edad suficiente notas que no serás lo que tu quieres, sino lo que la sociedad espera de ti. Lo normal se ha vuelto lo anormal y lo anormal es lo normal. Si no eres como ellos de excluyen, entonces vives toda tu vida portando una máscara. Aquí... Aquí puedo ser yo. Prefiero morir en este juego en lugar de regresar al mundo real por eso apartate conejo o comenzare a pensar que eres Alice.
Todos se quedan en silencio. Mirando al sombrerero.
— ¿De donde sacas eso? ¿Por qué yo sería Alice?
—Porque lo haz resuelto todo. Ni siquiera el caballero de la corte tuvo oportunidad con los juegos y eso que él le pertenecia a ella.
— ¿A que te refieres? —pregunto el conejo retrocediendo.
— ¿No lo sabes? El caballero era solo un espía, solo era uno más de los personajes del juego. Él no era real.
El conejo recordo lo último que aquel le había dicho antes de caer:
—El conejo siempre tendra la culpa.
Recordo aquello que las plantas susurraban antes de ser quemadas:
—Por culpa del conejo, Alice llego a Deathland. Él la trajo.
—Yo también opino que el conejo es Alice y solo nos está tratando de engañar. —dijo la reina de corazones.
El conejo miro hacía su compañero y este bajo la mirada mientras decía estar de acuerdo con los otros dos. Entonces se giro hacía el gato quien le miraba serio. El conejo espero y espero una respuesta de parte de este quien solo solto su mano para poder entonces tomar entre las suyas propias el rostro del conejo y acariciar sus mejillas luego de limpiar los rastros de lágrimas.
—Yo confio en él. Es demasiado puro e inocente para ser Alice. Yo estoy de su lado. —murmuro el gato sonriendo y dejando un beso en la frente del conejo.
El conejo enojado huyó de aquel lugar. No importaba si negaba ser Alice ellos no le creerían por eso necesitaba una prueba, resolver aquel juego. Él extrañaba su hogar. Tal vez fuera un inútil, tal vez fueron miles las veces que la sociedad lo señalo por no tener un trabajo, ni estudios, un vago pero al menos para su madre no era así. JungKook lo sabía, en el mundo había al menos alguien que siempre lo esperaría y esa era su madre. Quería volver a verla y pedirle perdón por esos años donde los gritos, peleas, llanto los rodearon.
El conejo no sabía a donde corría solo buscaba alejarse, dejar descansar su cabeza y buscar una solución de esa forma termino regresando a las puertas del territorio pica. Estas ya no se veían brillantes al contrario, las enrredaderas que las cubrian se habían marchitado, todo el laberinto había ardido en fuego y solo quedaban cenizas. A paso lento el conejo camino hasta el centro del lugar donde aún se encontraba el cadaver de Alice.
El arma había desaparecido.
Una mano tomo su hombro con delicadeza, está vez no necesito asustarse ni gritar. Conocia aquellas fuertes manos.
— ¿Por qué me haz seguido? —pregunto el conejo sin mirarle.
—Curiosidad. Por alguna razón el conejo siempre me parecio el personaje más curioso.
—A mi siempre me parecio curioso como el gato siempre sabía que camino tomar para llegar.
— ¿Qué camino buscas tu, conejo blanco? —pregunto el gato.
—Solo quiero un camino, cualquiera.
—Entonces no importa que camino tomes. —dijo el gato.
—Hablame de todas las Alice otra vez.
El gato no entendia a donde quería llegar el contrario, pero sorprendido quedo al ver la mirada vacía que mantenia el conejo sobre aquel cádaver.
—La primera Alice fue una asesina, ella buscaba un mundo lleno de diversión. —el conejo asintio girandose hacía el gato—. Al final el propio juego la desecho.
—Continua.
—La segunda Alice fue una mentirosa, dijo ser muchas cosas para ganarse a otros pero el rechazo de su primer amor la llevo al suicidio. —una sonrisa se formo en los labios del conejo—. La tercera Alice parecia la indicada para llevar a todos a la victoria pero termino volviendose loca y fue asesinada...
—No. La tercera Alice no se volvio loca, la hicieron ver como una. Ya descubri de quien soy descendiente, pero lo dejaré para el final.
El gato retrocedio dos pasos hacía atrás mismos que el conejo avanzo hacía él sin perder la sonrisa en su rostro.
—Todas las Alice tenían algo en común, o más bien muchas cosas en común y finalmente voy entendiendo el rumbo de estos acertijos. Nunca fueron de diferentes Alice sino siempre de la misma...
Todo el lugar se volvio silencioso. Apenas se escuchaba el aire mover las hojas que habían caído secas.
—Ahora yo te haré un acertijo a ti, gato. Ahora nosotros hablaremos de la cuarta Alice. —el conejo hizo una pausa antes de volver a hablar—. También puedes unirte, caballero.
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Se acerca el momento de despedirnos jugador porque el último juego esta al comenzar.
Cada vez el conejo se acerca más a la verdad y como su compañero atención debes mostrar.
Esta vez Alice un acertijo no quiso mostrar, pero el conejo en cambio uno te dara.
La cuarta Alice ya va a comenzar a jugar, adivina pronto cual máscara usara:
“La cuarta Alice era alguien astuta, jugando con todos llego a Deathland. Sembrando desorden a su paso hizo que todos desconfiaran.
Está Alice robo el poder y sentada en su trono espera a ser derrotada. Con una sonrisa espera a dejar la corona y dar comienzo a un nuevo juego”
Dime jugador ¿haz descubierto a la cuarta Alice?
El sombrero un nuevo mensaje ha dejado.
¿Quieres escucharlo?
Mucha suerte jugador. Es hora de que descubras de que Alice desciendes.
Solo recuerda una cosa, compartes algo con una de esas Alice y tu comienzo es la respuesta.
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